NovelToon NovelToon
AETHERIA

AETHERIA

Status: En proceso
Genre:Aventura / Batalla por el trono / Viaje a un mundo de fantasía / Mundo de fantasía / Mundo mágico
Popularitas:555
Nilai: 5
nombre de autor: Yohe kim

Tres hermanos crecieron escuchando las historias de Aetheria, un mundo mágico que su madre les contaba. Tras su repentina partida y obligados a ir a un orfanato, descubrirán que Aetheria es más que un cuento... es una llave a un destino que nunca imaginaron. ¿Que sucederá con los tres hermanos?

NovelToon tiene autorización de Yohe kim para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPITULO #2

..."La esperanza es el faro en la noche más oscura"...

Los hombres nos condujeron por pasillos oscuros y estrechos, el aire denso y cargado de humedad. El sonido de nuestros pasos resonaba en el silencio, amplificando mi miedo. Llegamos a una puerta de madera desgastada, donde uno de los hombres se detuvo.

—Tú te quedas aquí —dijo, empujando a Ailan hacia el interior de la habitación. Ailan se resistió, intentando mantenerse cerca de nosotros, pero el hombre era más fuerte.

—¡No! ¡No me separen de mis hermanos! —gritó Ailan, con la voz llena de desesperación.

—Cállate, mocoso —respondió el hombre, dándole un empujón que lo hizo tropezar y caer dentro de la habitación. La puerta se cerró de golpe, dejando a Ailan solo en la oscuridad.

Erick y yo fuimos llevados a otra habitación, al final del pasillo. El hombre nos empujó hacia el interior y cerró la puerta con llave. La habitación era pequeña y sombría, con una ventana tapiada que apenas dejaba entrar la luz. Había dos camas viejas y un armario destartalado. El olor a humedad y polvo era insoportable.

—Erick tengo miedo —susurré, abrazándome a él con fuerza.

—Tranquila, Eli. Todo estará bien —respondió Erick, aunque su voz temblaba ligeramente.

Nos sentamos en una de las camas, abrazados, intentando encontrar consuelo en la cercanía del otro. El silencio era interrumpido solo por el sonido de nuestros sollozos y el eco lejano de otros niños llorando en la distancia.

De repente, escuchamos un golpe en la puerta.

—¡Abran! ¡Tenemos que salir de aquí! —era la voz de Ailan, llena de urgencia.

Erick y Eli se miraron, con el corazón latiendo con fuerza. ¿Qué estaba pasando? ¿Por qué Ailan estaba tan desesperado?

Erick se levantó y se acercó a la puerta. Había notado que la cerradura era vieja y algo floja. Con cuidado, buscó en el suelo y encontró un pequeño trozo de metal, probablemente parte de un resorte roto de una de las camas. Con paciencia, insertó el trozo de metal en la cerradura e intentó abrirla. Para su sorpresa, la cerradura cedió con un clic suave.

—Ailan, ¿qué ocurre? ¿Por qué tenemos que irnos? —preguntó Erick, con la voz baja.

—¡No hay tiempo para explicar! ¡Solo abran la puerta! —respondió Ailan, golpeando con más fuerza.

Erick abrió la puerta con cuidado. Ailan entró corriendo en la habitación, con el rostro pálido y los ojos llenos de pánico.

—¡Tenemos que irnos ahora mismo! ¡Los hombres están buscando a alguien! —dijo Ailan, agarrando las manos de Erick y Eli.

—¿A quién están buscando? —preguntó Erick, confundido.

—¡No importa! ¡Solo síganme! —respondió Ailan, arrastrándolos fuera de la habitación.

Ailan explicó rápidamente que había logrado escapar de su habitación aprovechando un descuido de uno de los guardias. Mientras lo llevaban a su habitación, notó que la cerradura era similar a la de la habitación de Erick y Eli. Con una horquilla que había guardado en su bolsillo, logró abrir la puerta y escapar.

Corrieron por los pasillos oscuros y laberínticos, siguiendo a Ailan a través de un laberinto de puertas y escaleras. El sonido de sus pasos resonaba en el silencio, alertando a los hombres que los perseguían.

—¡Ahí están! ¡Atrápenlos! —gritó una voz a lo lejos.

Aumentaron la velocidad, con el corazón latiendo con fuerza en el pecho. Sabían que si los atrapaban, las consecuencias serían terribles.

Llegaron a una puerta al final del pasillo. Ailan la abrió de golpe y los empujó hacia el interior. La habitación estaba oscura y llena de polvo, con un olor a humedad y encierro.

—¡Escóndanse! —susurró Ailan, señalando un armario viejo y destartalado.

Se metieron dentro del armario, apretujándose en el pequeño espacio. Ailan cerró la puerta y se quedaron en silencio, conteniendo la respiración.

Escucharon los pasos de los hombres acercándose. Se detuvieron frente a la puerta de la habitación y la abrieron de golpe.

—¡Busquen por todas partes! ¡No pueden haber ido muy lejos! —ordenó una voz.

Los hombres entraron en la habitación y comenzaron a registrarla. Abrieron cajones, levantaron alfombras y miraron debajo de las camas. Sentían que el corazón se les salía del pecho.

De repente, uno de los hombres se acercó al armario. Extendió la mano y abrió la puerta de golpe.

—¡Aquí están! —gritó el hombre, agarrándolos del brazo.

Erick, Ailan y Eli intentaron resistirse, pero los hombres eran más fuertes. Los sacaron del armario y los arrastraron fuera de la habitación.

—¡Suéltennos! ¡Déjennos ir! —gritó Eli, con las lágrimas brotando sin control.

—¡Llévenlos de vuelta a sus habitaciones! ¡Y asegúrense de que no vuelvan a escapar! —ordenó una voz severa.

Los hombres los llevaron de vuelta a sus habitaciones y los encerraron con llave. Sabían que habían fracasado. No habían logrado escapar.

Se sentaron en las camas, derrotados y desesperados. ¿Qué iba a ser de ellos? ¿Iban a estar atrapados en ese lugar para siempre?

...---...

A la mañana siguiente, los tres hermanos fueron despertados bruscamente por el sonido de una campana. Los guardias los sacaron de sus habitaciones y los condujeron por los pasillos hasta un gran comedor.

Al entrar, se encontraron con una multitud de niños de todas las edades, vestidos con uniformes grises y desgastados. Algunos parecían resignados, con la mirada perdida y los hombros caídos. Otros, en cambio, mostraban una chispa de esperanza en los ojos, como si aún creyeran en la posibilidad de un futuro mejor.

Erick, Ailan y Eli se sentaron en una mesa vacía y observaron a su alrededor. El comedor era un lugar sombrío y desolador, con paredes grises y mesas de madera gastadas. El aire estaba cargado de un olor a comida rancia y desesperación.

Una mujer corpulenta y de rostro severo se acercó a ellos y les sirvió un plato de avena aguada y un trozo de pan duro. Los niños comieron en silencio, sin mirarse ni hablar entre ellos.

Eli, con el estómago revuelto, apenas probó la comida. Ailan, con su habitual frialdad, comió lo justo para saciar su hambre. Erick, por su parte, intentó animar a sus hermanos, pero la tristeza que sentía era demasiado grande.

De repente, un niño pequeño se acercó a su mesa y les sonrió tímidamente.

—Hola —dijo el niño, con voz suave—. Me llamo Samuel.

Erick le devolvió la sonrisa.

—Yo soy Erick, y ellos son Ailan y Eli.

—¿Son nuevos aquí? —preguntó Samuel.

—Sí —respondió Erick—. Llegamos ayer.

—Este lugar no es muy agradable —dijo Samuel, con tristeza—. Pero hay que intentar ser fuertes.

—¿Llevas mucho tiempo aquí? —preguntó Eli.

—Sí —respondió Samuel—. Llevo aquí casi un año.

—¿Y nunca has intentado escapar? —preguntó Ailan.

Samuel negó con la cabeza.

—Es imposible —dijo Samuel—. Los guardias son muy estrictos.

—Pero nosotros vamos a intentarlo —dijo Erick, con determinación.

Samuel lo miró con sorpresa.

—¿De verdad? —preguntó Samuel—. ¿Creen que pueden escapar?

—No lo sabemos —respondió Erick—. Pero no vamos a rendirnos.

Samuel sonrió.

—Quizás pueda ayudarlos —dijo Samuel—. Conozco algunos pasadizos secretos. Pero deben prometerme que me llevarán con ustedes

Erick, Ailan y Eli se miraron con esperanza. Quizás, con la ayuda de Samuel, podrían tener una oportunidad de escapar de ese lugar infernal.

Ailan miro a Erick y Erick a siente — Está bien, por cierto cuántos años tienen Samuel?— Pregunto Erick a Samuel

—10 años — Contesto Samuel

1
Yorneth Garcia
q
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play