"CAMINOS INESPERADOS" LOS DECENDIENTES YANKELEVICH Quinta Parte

Lupita al escuchar lo que le dijo se sintió algo nerviosa, sin saber que contestarle, no se esperaba esa declaración y ese beso le gusto, pero al mismo tiempo le hizo sentir temor, esos extraños sentimientos que hicieron que su corazón latiera con tal fuerza que sentía que se iba a salir de su pecho, era tan intenso que no supo cómo lidiar con eso.

Termino alejándose de él, al mismo tiempo que le dijo. – Yo…

Yo no sé qué debo decirte, esto no puede ser normal, algo no está bien y tengo cosas que hacer.

Después de decir eso se dio media vuelta y corrió hasta la aldea, solo quería alejarse, tranquilizar su corazón y esas emociones que no la dejaban pensar con claridad; al entrar a la aldea miro a todos lados sin saber a dónde ir, sentía pánico por todo eso que estaba sintiendo.

Termino sujetándose de un árbol que estaba aún lado de una de las casas de campañas, trataba de controlar su respiración, pero cada vez sentía que le faltaba oxígeno.

Jones que estaba saliendo de la casa de campaña de Zuria, la mira y rápido se acerca a ella; se preocupó al verla sin poder respirar rápido la cargo en sus brazos y la llevo a la casa de campaña de la pequeña Maritza, pensando que algo malo le pasaba, pero en el momento que la pequeña Maritza la miro supo que solo era un ataque de pánico, la hizo respirar en una bolsa de papel.

Los dos se quedaron con ella hasta que se calmó y en ese momento la pequeña Maritza le dijo. – Lupita ¿Qué paso? ¿Qué te hizo tener este ataque de pánico?

Lupita toco sus labios con su mano y empezó a decir. - Amadi me beso y me pidió que fuera su novia, yo…

Yo no supe que contestarla, mi corazón latía con tanta fuerza que me dolía el pecho y sentía cosas que no entendía, tuve tanto miedo que salí corriendo.

Jones se sintió tranquilo al saber que era solo eso, se sentó a su lado y le dijo. – Es normal sentir algo de miedo y más si no estás segura de lo que sientes, tomate tu tiempo para organizar tus sentimientos, cuando estes lista podrás darle una respuesta y si Amadi no puede darte tiempo entonces no es el indicado.

Lupita recargo su cabeza en su hombro, sus palabras fueron reconfortantes y estar con sus tíos la hizo sentir segura, aunque la pequeña Maritza no le dijo nada, se quedó ahí apoyándola, aunque fuera en silencio.

El resto del día Lupita no se separado de Jones, para evitar que Amadi o Nala se le acercaran, no quería más palabras de amor, mucho menos quería hablar de ese beso, quería evitarlos, para no hablar de sus sentimientos, porque ella misma no sabía que era lo que sentía.

Paso la semana evitándolos, su tío Jones se la paso a su lado, le ayudo con la organización de la gente, lo hicieron con cada jefe de aldea todos por separados y los que iban a tener apoyo de los francotiradores fue más fácil.

Fue una semana de mucho trabajo y ella se sintió tranquila porque no tuvo que lidiar con emociones, hasta que se terminó, los jefes de las diferentes aldeas se despidieron de ellos y regresaron a sus aldeas; al día siguiente Lupita fue con Kira por sus familiares que llegaban al medio día.

A las 5 am salieron de la aldea para ir por los miembros de su familia; el avión llego puntual Lupita abrazo a sus tíos y primos, pero el que la abrazo con más emoción fue Willmar Alexander el hijo del pequeño Max, que estaba emocionado por estar en esa misión.

Willmar Alexander se apodero de Lupita, quería que le contara todo lo que había hecho hasta sobre la tortura, que ya era todo un chisme en la isla; estaba tan emocionado, que Adal termino mandándolos a uno de los Jeep, para que se fueran solos.

Los dos de pequeños habían pasado muchas horas juntos y cuando ella entro al campo militar que estaba en Londres, les toco entrenar juntos; los dos querían ser buenos militares, Willmar Alexander como su padre y su abuelo y Lupita quería ser una francotiradora como Agramon y Zuria.

Los dos tenían mucho que hablar y el camino de regreso a la aldea que eran 6 horas se la pasaron hablando, lo puso al día de lo que había hecho, le describió la tortura, lo que paso cuando rescato a las víctimas, hasta cuando enfrento a esos hombres, como estampo ese camión con los del enemigo.

Para Willmar Alexander fue emocionante escucharla, tanto que deseo a ver estado ahí; los dos habían trabajado duro y se habían preparado para ese tipo de misiones, cuando estaban en el cuartel siempre pensaron que su primera misión seria juntos, pero Lupita había tenido su primera misión y él estaba emocionado de que todo le haya salido bien.

Era de noche cuando llegaron a la aldea, fueron recibidos por Zuria que los llevo a donde iban a dormir, ya les tenían preparadas sus casas de campaña.

Lupita acompaño a su primo Willmar Alexander a su casa de campaña, pero él no quería acostarse a dormir, quiso que el mostrara un poco los alrededores, aunque fuera de noche; los dos salieron de la aldea y Adal que los miro se les unió, tambien quería conocer un poco los alrededores.

Caminaron por largo rato y de regreso corrieron para ver quien llegaba primero, Lupita tomo la delantera, era ligera, termino llegando primero, estaba riendo, y mirando hacia atrás para ver donde venían en ese momento Amadi y Nala, pensando que estaba sola se le acercaron.

Amadi tomo su brazo y le dijo. – Necesito hablar contigo, 

Nala tomo su otro brazo y le dice. – Yo tambien necesito hablar contigo

Lupita volteaba a un lado y a otro, no se esperaba eso, se quedó callada, sin saber que responderles, quería pensar en algo rápido, decirles que ese no era un buen momento, pero antes que pudiera decir algo, Amadi dijo. – Nos besamos, te pedí que fueras mi novia y tu no me has respondido, pero tambien sé que no rechazaste mi beso, lo aceptaste, me respondiste, solo te pido unos minutos de tiempo, vamos a hablar.

Nala no pensaba dejar que Amadi le ganara su corazón y rápido le dice. – Tu le robaste un beso, eso no significa nada y ya tuviste tu oportunidad de hablar con ella, es mi turno, yo tengo mucho que decirte, por favor, Lupita, primero habla conmigo.

Lupita suspiro profundamente y dijo. – me sueltan, esto no me gusta nada y ustedes me están presionando.

Adal que llego en ese momento junto con Willmar Alexandre, les dijo. – Yo les aconsejo que la suelten o corren el riesgo de quedarse sin manos.

Amadi y Nala voltearon a verlo, como todos lo que miraban por primera vez a Adal se quedaron sorprendidos al verlo, era como ver un ángel hermoso, pero en la oscuridad aparte de su belleza lo que hizo que ellos soltaran a Lupita y que se pusieran atrás de ella fue su mirada intensa, esa mirada de demonio que tenía que al verla los hizo sentir un miedo que nunca habían sentido y que los hizo temblar sin saber por qué.

Willmar Alexander al ver su reacción sus rostros pálidos por conocer a su tío Adal lo hizo empezar a reírse y divertido dijo. – Prima creo que deberías buscarte otros galanes, esos son muy cobardes, míralos están pálidos del miedo y eso que solo vieron al tío Adal, ahora si lo vieran en acción o mejor dicho mirara al tío Adal junto con la tía Dasha, creo que se mueren del susto.

Tío, será mejor que vayamos con la familia y dejos que mi prima solucione sus problemas, no hagamos este momento más difícil para ellos.

Lupita suspiro profundamente y dijo. – Tío Adal, no tiene que enojarse todo está bien, en un momento voy con ustedes.

Adal se les quedo mirando a Nala y Amadi, no le gustó nada ver como la sostenían, pero tuvo que controlar su molestia y empezó a caminar a la casa de campaña donde estaban los demás miembros de su familia.

Willmar le sonríe a Lupita y le dijo. – Prima te miro mañana, tienes que explicarme tu plan para proteger las aldeas.

Lupita le dijo que, si con la cabeza y él solo se retiró, una vez que se quedó sola con ellos les dijo. – Ustedes dos están fuera del lugar, más que estar pensando en estar hablando conmigo deberían de pensar en el problema que se viene, en el peligro constante que tiene la gente de la aldea.

Yo no tengo tiempo para ustedes, tengo que encargarme de muchas cosas y asegurarme que la seguridad sea buena para todos, las distracciones emocionales no son buenas en problemas de crisis como la que estamos viviendo.

Sean más consientes y por favor no me acosen con estas cosas, que no tengo tiempo de pensar en ustedes.

Una vez que dijo se dio media vuelta y se fue a su casa de campaña, no quería estar con nadie, ellos hacían que su mente se volviera un desastre; se recostó en la cama, pensaba en lo lindo que era Nala con ella, como siempre estaba para apoyarla y sabía que decirle cuando se sentía triste.

Estaba tambien Amadi, que era un joven serio, responsable, que no hablaba mucho, pero eso tambien le agradaba, que era atento con ella y sobre todo pensaba en ese beso que le dio, que fue su primero, pero hizo que su corazón latiera como loco, la hacía sentir cosas que no entendía.

Pensaba en los dos, era tan extraño lo que sentía al pensar en ellos, pero de lo que si se daba cuenta era de que pensar en ellos la hacía sonreír, le emocionaba saber que ellos la querían de una manera amorosa.

Eso era lindo, pero no era bueno y ella lo sabía, tenía que aclarar sus pensamientos, pero más que nada tenía que entender sus sentimientos, que era eso que hacía que su corazón latiera de esa manera, realmente deseaba saber si lo que sentía era una simple emoción por sentirse querida por dos grandes hombres o si realmente sentía algo por uno de ellos.

Suspiro profundamente y en ese momento escucho la voz de Adal que le dijo. – Parece que fue una buena platica, estas sonriendo.

Lupita al escucharlo se pone de pie y rápido le dice. – Hola tío, ¿ocupa algo?

Adal se sienta en la orilla de la pequeña cama y le dice. – Me iba a ir a dormir, pero no pude, algo me decía que tenía que venir hablar contigo; lo que mire no me gusto y tal parece que son celos de un tío, bueno eso dijo Lían, sabes que no soy bueno interpretando emociones, por lo general hago lo que mi cabeza me dice que tengo que hacer y en este momento aún tengo el deseo de cortarle las manos por haberte sujetado de esa manera, no creo que haya sido por algo bueno.

Yo he sujetado a Dasha de esa manera y ha sido cuando estoy enojado con ella, tambien me han dicho que eso no es bueno, es violento y la puedo lastimar; como Lían me dijo que eso fue algo diferente y Jones lo apoyo, preferí venir a preguntarte.

¿Ellos que intentaban hacer al sujetarte de esa manera? No logro entender por qué dos desconocidos te sujetaban así, tú tienes que explicármelo o no sé si pueda controlar esto que siento, podría terminar haciendo algo que tal vez no sea bueno o que no sea correcto.

Lupita suspira profundamente, se sienta a su lado y le dice. – Tío, lo que ellos hicieron no fue algo malo, solo querían hablar conmigo y tenían miedo de que yo me alejara, sin escucharlos.

Mi tío Jones, me dijo que tengo que aclarar mis emociones, que el tiempo me indicara si estoy enamorada, pero ya paso una semana desde que Amadi me beso y solo me he sentido más inquieta, es confuso, también esta Nala que está enamorado de mí, pero yo no sé qué es lo que siento, mis sentimientos son un desorden.

Adal la miro a los ojos y le dijo. – Cuando yo conocí a Dasha fue lo más extraño de mi vida, ese primer beso hizo que mi estomago se comprimiera, que mi corazón latiera como loco.

No sé si fue porque fue mi primer beso o es lo que llaman amor a primera vista, pero si puedo decirte que desde que estoy con ella mi vida cambio, he sentido cosas que me dejan sin aliento y me gusta.

Hablar de sentimientos no es lo mío, soy malo para entender hasta lo que siento, por eso siempre le pregunto a mi abuelito JEAN o a mi abuelita NEYLANE, pero tu mi hermosa sobrina no tienes mi problema, no tienes este demonio dentro que te nubla la menta y te hace desear el corazón de un ser querido.

Creo que solo tienes que tranquilizarte, poner atención en lo que estas sintiendo, eres una jovencita muy lista, de las más amorosas de la familia, de las que reparte abrazos y besos a todos, de las que siempre tiene una sonrisa; por eso pienso que tu no necesitas del consejo de nadie y mucho necesitas que alguien te diga que es lo que sientes, creo que ya lo sabes, pero te niegas a verlo.

Ya que sé que estas bien, me voy a dormir y usted señorita tambien tiene que dormir, mañana temprano tienes que estar lista, Dasha y yo queremos que nos expliques ese plan para proteger las aldeas.

Una vez que dijo eso salió de la casa de campaña, dejando a Lupita algo pensativa; era cierto que Adal no era muy bueno dando consejos, era más un protector de la familia, pero cuando hablaba, lo hacía con la verdad en sus palabras y eso era algo que toda la familia lo sabía.

Lupita se recostó nuevamente en la cama y pensó en lo que tenía que hacer, en que ya no podía darle largas, tenía que enfrentarlos, no podía alejarlos cuando no entendía bien sus sentimientos; fue difícil quedarse dormida, pero a las 4:30 am ya estaba despierta.

Se levanto y salió a correr, esta vez corrió un poco más lejos, cuando regreso ya eran las 6 am, Adal Dasha y Willmar Alexandre ya la esperaban; se puso a trabajar con ellos, a explicarles su plan para proteger la aldea, para las 8:30 am ya había terminado de explicarles todo.

Se unieron a todos para la comida, Lupita estaba decidida hablar con esos dos ese día, mira que estaban sentados alrededor de la mesa y en medio de los dos había un espacio.

Termina sentándose en medio de ellos, hablar como si nada pasara, a ser atenta y tratar de estar como antes de saber que los dos la querían; para Nala fue fácil seguir su conversación, pensaba aprovecharse de la puerta que les estaba abriendo para acercarse a ella, para demostrarle lo que sentía por ella.

 Nala siguió su conversación como siempre, hasta que la comida se terminó y tuvieron que escuchar las indicaciones de Lían y de Zuria, tenían que evitar que la mayoría de los jóvenes que no tenían que hacer nada fuera de la aldea salieran, era la mejor forma de protegerlos.

Amadi tambien trato de conversar, pero no era bueno como Nala, era más serio y le era difícil seguir una conversación, sin dar respuesta cerradas; se puso algo nervioso y Nala acaparo la atención de Lupita y eso lo molesto tanto que ya no supo que más decir, mejor se quedó callado para no empezar una discusión.

Lupita al ver que sus tíos terminaban con la plática invito a los dos a que la acompañaran a dar el recorrido alrededor de la aldea, era una rutina que iban a tener que hacer esas tres semanas, más que nada porque su familia estaba ahí y si sus enemigos se daban cuenta iban a querer atacarlos, era algo por lo que tenían que estar alerta.

Willmar Alexander se unió a ellos, algo que no le agrado a Nala y a Amadi, pensaban que iban a tener ese tiempo para estar a solas con ella, pero no paso así Willmar estuvo con ellos, preguntando cuando tenía alguna duda, quería conocer la cultura de ellos, les preguntaba cada cosa que se le ocurría.

Nala era el que más le contestaba y le aclaraba sus dudas, hasta Lupita participaba en la conversación, el único que se quedaba sin saber que decir era Amadi, gran parte de su platica se quedó callado.

Fue un recorrido agradable y Lupita convenció a Willmar de que se enseñara a subir arboles de la misma manera que Amadi lo hacía; él si había subido árboles, pero le gusto ver la técnica de Amadi y quiso aprender, ese momento fue la forma en que él logro tener la atención.

Willmar Alexander estaba entretenido con lo que Amadi le indicaba, pasaron casi medio día y él logro subir un árbol de la manera que le enseño; regresaron a la aldea, justo a la hora de la comida y ella siguió cerca de ellos, aunque esta vez Willmar Alexander se unió a ellos, no les daba tiempo de hablar de sus sentimientos.

Así se la pasaron dos semanas, todo parecía estar en calma, solo faltaba una semana para el momento de empezar con el ataque, todos se la pasaban reunidos, para ponerse de acuerdo en lo que harían.

Lupita ya sabía lo que tenía que hacer, estar en contacto con los francotiradores y con la gente de las aldeas, para mantenerlas a salvo en ese día; parecía que no iba hacer nada, pero la realidad era una parte importante, ya que cualquiera de las aldeas podía ser atacada en ese momento para tomarlos como rehenes, algo que los pondría contra la espada y la pared.

Tal vez para los gobiernos las aldeas no eran parte importante, pero para la familia si lo eran, ya eran sus aliados, gente que tenían que proteger, como parte de ellos y eso era algo que Lupita sabía, por eso tenía que dar lo mejor de ella, hasta iba a tener un helicóptero a su disposición para ese día pudiera moverse si era necesario.

Lupita no había hablado con ellos sobre sus sentimientos, pero si aprovecho esos momentos para conocerlos mejor, para que ellos la conocieran y aunque Willmar estuviera con ellos, no fue un problema para que ellos pudieran conocerse.

Willmar no era alguien que le gustara meterse en cosas del amor, pero con Lupita tenía una unión especial, más que primos, eran amigos, colegas en el trabajo, compartían las mismas metas, por eso comprendía bien a Lupita y sabia en el dilema que estaba, apesar de que no hablaban se conocían tan bien, que sabían cómo apoyarse.

Una mañana salió a correr con ella y llegaron hasta un área grande donde estuvieron disparando sus armas cortas, algo que sabía muy bien que ella necesitaba; fue una larga mañana hasta que terminaron y cuando estaban recogiendo, él empezó a decirle. – Solo habla con ellos, diles lo que sientes y deja de torturarte, como sea uno de ellos va a salir perdiendo, pero si es listo sabrá ser un buen amigo.

Lupita suspira profundamente y le dice. – Parece que me conoces muy bien y si tengo que hablar con ellos, pero no puedo hacerlo si estamos juntos, es mejor hacerlo por separado y es difícil hacerlo aquí.

Willmar le da un golpe en el brazo y le dice. – Haberlo pedido antes, yo puedo entretener a Amadi, así podrás hablar con Nala, será triste, pero es mejor ser sinceros.

Lupita sonríe y acepta con la cabeza, regresan a la aldea, no llegaron a la comida, tuvieron que comer lo que quedo, hablaron con Lían para reportarle que todo estaba en calma.

Lían desde el momento que llego al país distribuyo a su gente, él si había estado ahí con su abuelo Harry y había hecho sus propios contactos, que eran buenos aliados, en el momento que entro se pusieron en contacto.

Él les dio algunas indicaciones para que vigilaran ciertos lugares que pensaba que podían ser usados por esa gente y tal como lo sospecho descubrieron gente extraña a 10 kilómetros de donde estaban, tenía que mandar a alguien para ver si eran enemigo o personas que no tenían nada que ver con el peligro.

Pensó en mandar a Willmar y a Lupita, pero Willmar rápido dijo que él iría, que llevaría algunos hombres con él y a Amadi, para que los guiara por el área de manera segura.

Willmar no pensaba que fuera algo de mucho peligro y era la mejor forma de darle tiempo a Lupita para que hablara con Nala sin que Amadi los interrumpiera o se diera una escena de celos innecesaria.

Lupita no estaba de acuerdo en dejarlo ir solo, pero si algo tenían ellos que siempre se apoyaban en sus decisiones, era uno de los equipos más unidos de la familia, que podían seguirse con los ojos cerrados y en ese lugar no iba ser diferente, termino apoyándolo, aunque se iba a quedar lista por si tenía que ir apoyarlo.

Una vez que estuvieron listos Willmar junto con Amadi y sus hombres salieron para el lugar, iban avanzar en los jeeps algunos kilómetros, pero no podían llegar hasta el lugar, otra parte del camino iban a tener que caminarla y ser cuidadosos, algo en lo que Amadi los iba ayudar a moverse por esa área sin perderse y sin ser descubiertos.

Una vez que se fueron Lupita aprovecho ese momento para hablar con Nala, caminaron un largo rato donde estuvieron hablando de cosas sin sentido y cuando llegaron a ese peñasco donde siempre terminaba, Nala se paró en seco, parecía entender lo que estaba pasando, pero no lo aceptaba, antes de que pudiera decir algo, le dijo. – No lo acepto, creo que estoy en desventaja y tambien tienes que darme la oportunidad que Amadi tuvo.

Lupita se sorprende por lo que le dijo, no entendía a que se refería y sin que lo esperara se le acerco, la sujeto de su rostro, termino dándole un beso intenso; empezó tomando sus labios y poco a poco metió su lengua en su boca, la dejo sin aliento, sin saber cómo responder a su beso tan intenso.

Él a diferente de Amadi si había besado a otras mujeres tenía experiencia y eso lo hizo ser más intenso, más apasionado, hasta el punto de que ella se quedó en blanco, sin saber cómo responderles o como seguir esos movimientos tan feroces; cuando se separó de ese beso tan apasionado, la mira a los ojos y le dijo. – Soy mucho mejor que Amadi, solo déjame demostrártelo, se mi novia y déjame hacerte feliz, soy el hombre indicado para ti, el que mejor te comprende, el que entiende el lado oscuro y no le tiene miedo.