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Bajo La Ley Del Silencio

Bajo La Ley Del Silencio

Status: Terminada
Genre:Aventura de una noche / Mafia / Traiciones y engaños / Amor-odio / Completas
Popularitas:3.8k
Nilai: 5
nombre de autor: Emilcee

Yeong, líder implacable de una peligrosa mafia en Corea del Sur, no cree en el amor y vive en un mundo donde los sentimientos se pagan con sangre. Tae-Joon, un brillante estudiante de derecho, cree en la justicia y sueña con cambiar el mundo.
Cuando el destino los cruza, secretos y lealtades serán puestos a prueba.
¿Puede el amor sobrevivir cuando se construye sobre un crimen?

NovelToon tiene autorización de Emilcee para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

capitulo XX (Redención en sangre)

La noche había caído sobre la ciudad con una calma engañosa. El callejón estaba igual que años atrás: las mismas paredes descascaradas, el mismo farol parpadeando sobre un contenedor de basura, el mismo silencio que alguna vez fue testigo de un milagro.

Yeong llegó primero. Vestía de negro, como siempre, pero ya no era el mismo hombre. Sus hombros no estaban tensos, sus ojos no ardían con rabia ni miedo. Solo había cansancio. Y una calma extraña… como si supiera que ese era su final.

Se quedó quieto, mirando hacia el lugar exacto donde Tae se había interpuesto entre él y esos hombres aquella vez. ¿Cuántas veces había recordado esa escena? ¿Cuántas veces deseó que todo hubiera sido diferente?

Y como si el universo aún tuviera algo que decir, escuchó pasos detrás de él.

Tae.

Ambos se miraron, sorprendidos, pero no del todo. Como si en el fondo supieran que se encontrarían allí. Como si el destino les diera una última oportunidad de verse sin el peso de sus mundos a cuestas.

—¿Tú también pensaste en este lugar? —preguntó Tae, con una sonrisa amarga.

Yeong asintió.

—Aquí fue donde empezó todo, ¿no? Tu locura por salvarme… y la mía por dejarme salvar.

Un silencio los envolvió, pero no era incómodo. Era una pausa necesaria. Una tregua.

—Supe lo de Salvatore —dijo Yeong finalmente—. Lo atraparon.

—Sí —Tae respondió sin apartar la mirada—. Va a pasar el resto de su vida en prisión.

—Y yo debería estar ahí también, ¿no?

Tae bajó la vista. No tenía una respuesta. O tal vez la tenía… pero dolía demasiado decirla.

—No vine a pedirte que me ames —dijo Yeong entonces, rompiendo el silencio con una voz baja, temblorosa—. Ni a que me salves de nuevo. Solo quiero… hacer lo correcto, aunque sea una vez.

Tae sintió que algo en su pecho se quebraba. Porque Yeong no era un monstruo. Era un hombre que había crecido en el infierno y que, por primera vez, quería salir de él con las manos vacías pero el alma limpia.

—No quiero perderte —susurró Tae.

—Yo ya me perdí hace mucho. Pero tú… tú eres lo único que me mantuvo vivo todos estos años.

Y por un segundo, en medio de aquel callejón sucio y olvidado, se miraron como si fueran solo dos almas, sin títulos, sin pasado, sin culpa. Solo ellos.

Tae lo escuchaba con el corazón en la garganta.

Yeong se voltea para irse sin esperar nada. Pero deja atrás esa oscuridad por completo.

_Yeong espera _(dijo Tae)

Tae parpadeó, y las lágrimas cayeron sin pedir permiso.

—No sé si merezco ese amor.

Yeong le tomó la mano, suave, con una ternura que parecía impropia de él.

—No se trata de merecerlo. Se trata de que es tuyo. Y lo será… incluso si no nos volvemos a ver en años.

Tae tembló. Y en ese instante, supo que ningún juicio, ningún enemigo, ni siquiera la muerte… podría borrar lo que sentía por él.

—Entonces no digas adiós —susurró Tae—. Solo dime que no me olvidarás.

Yeong sonrió, y sus ojos se llenaron de brillo.

—Imposible. Tú eres lo único que no puedo borrar.

Y con eso, se soltaron las manos.

Pero no el corazón.

Antes de irse Yeong, lo besó.

A Tae le dolía en el alma ver la espalda de Yeong desaparecer en obscuridad, el sabía que le darían varios años por todo lo que ha hecho. Pero también sabía que ser castigado por la ley era el deseo que le daría paz a Yeong.

Ah la mañana siguiente la noticia de que el gran jefe Seonho cayó se difundió por todo el país. Cada periodista del país estába frente a la corte esperando por él.

Está totalmente repleto. Medios, abogados,policías, incluso ciudadanos que solo querían ver cómo caía el legendario jefe Seonho.

Yeong llegó sin esposas, Pero custodiado. Vestia el mismo traje negro que la noche anterior en su última despedida con Tae.

Cuando Tae lo vió desde su asiento en la corte. No dijo nada. Pero sus ojos por un instante temblaron.

Yeong le sostuvo la mirada, como diciendo "Estoy aquí por ti, y por mi".

Cuando el juez entro a la sala, todos se pusieron de pie.

Pero antes de que hablará, todo ocurrió en un segundo

@: Traidor, pagarás por undirlos.

Tae se levantó de golpe.

T: Juez!cubrase! (grito)

El disparo salió. Rápido letal

Pero no llegó al juez.

Yeong se había lanzado sin pensarlo.

Su cuerpo bloqueó el disparo.

El impactó fue directo, cerca del corazón.

El estruendo ensordeció la sala.

T: Yeong (grito corriendo hacia él)

El atacante fue detenido de inmediato, pero nadie presto atención a eso.

Todos miraban al criminal que había salvado a un Juez.

Yeong cayó al suelo, sangraba mucho.

Tae lo sostuvo con fuerza, arrodillado a su lado.

T: ¡No! ¡no me hagas esto¡ ¡llamen una ambulancia!

Yeong sonrió débil, con los labios ya manchados de sangre.

Y: parece que ....lo logre.

No fui un mounstro hasta el final.

T:¿ Por que hiziste eso?(susurró con la voz quebrada)Yo podía a verte salvado. No tenías que buscar la muerte, tenías que esperarme. Prometiste que no me dejarías.

Yeong lo miro, y susurró...

_: Tae... Esté era mi destino desde un inicio (tosió sangre) tú fuiste mi luz en la oscuridad de mi mundo... Ahora... Debo enfrentar mi destino... Te amo

Y cerró los ojos.

Yeong entro a quirófano bañado en sangre.

médicos, enfermeras corrían de un lado a otro. Tae los seguía con la mirada perdida, con las manos manchadas, aún temblando.

&: ¡Necesitamos sangre tipo O negativo! (grito una enfermera)

Tae no tenía ese tipo de sangre, pero para su sorpresa al girar hacia la entrada.

Una fila, una multitud. Gente que había visto lo que pasó en vivo, o en transmisiones.Querian donar.

El mundo ya había perdonado a Yeong.

_: Nunca pensé que alguien como el salvaría a un juez (decían) si sobrevive definitivamente merece una segunda oportunidad.

Tae sentía una opresión en el pecho, si el mundo lo perdono. Porque el mismo Yeong no podía perdonar su pasado.

T:“Por favor… no te mueras, Yeong. No ahora. No así.

Yo fui el que huyó, el que te dejó solo entre sombras creyendo que era lo que ambos necesitabamos… y aun así, tú volviste. Me Amaste. Me elegiste incluso cuando sabías que todo estaba perdido.

No te voy a dejar pudrirte en una celda como si fueras solo otro criminal más. No lo eres. Yo sé quién eres de verdad. Lo vi cuando nadie más quiso mirar.

Voy a sacarte de esto. Juro que voy a mover cielo, infierno y cada rincón de esta justicia podrida si es necesario. Pero tú no vas a pagar solo por los pecados que heredaste.

Te necesito, Yeong. No como antes. Te necesito vivo. Libre. A mi lado… aunque el mundo entero se oponga.”

Después de varias horas salió el doctor.

_: El paciente perdió mucha sangre. Pero logramos estabilizarlo, las próximas 24 horas siguen siendo críticas.

Tae sintió que el mundo se le venía encima. No podía perder a Yeong.

Gracias a los cuidados de Tae, Yeong pasó los momentos críticos. Aun no despertaba pero era solo cuestión de que pasen los efectos de la anestesia.

Días después,en la oficina del Juez al que Yeong salvó.

Tae se paró frente a él. No como fiscal. Ni como profesional

Sino como hombre, Alguien que ama.

T:Juez le pido que no lo encarcelen. Se que es difícil, que va contra la ley.

Pero yo ...renunciaré a mi título, si hace falta. No permitiré que lo encierren.

El ya pagó con su vida, aunque aún respire.

El juez lo miro en silencio, con una mezcla de asombro y respeto .

#: Abogado Jun Tae, usted representa la ley mejor que nadie. Y se cuánto ah luchado por limpiar este país.

Pero no podemos ignorar el pasado de Seonho. Tiene delitos graves, sangre en sus manos.

Tae bajo la mirada, pero no retrocedió.

T: Lo sé, pero también se que ese hombre eligió morir para proteger a alguien que ejerce la justicia. Ese hombre es más digno hoy que muchos libres allá afuera.

El juez suspiro. Se levantó, camino hacia la ventana. Luego se giro.

#: Lo que puedo hacer.... Es lo que permite la ley.

Una sentencia mínima, Dos años.

Tiempo que podría reducirse por buena conducta.

Tae cerró los ojos, con alivió.

T: Gracias, no olvidaré esto.

#: Solo preocúpese de permitirse volver a amar, de le una segunda oportunidad. Asi como todos confiamos en su cambio hoy. (con una sonrisa)

 Por otro lado Yeong seguía en cama. Respiraba débil. Pero estaba estable.

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Maria Elena Hernández
está historia fue bastante conmovedora hasta me hizo llorar porque dos personas que se aman no se podían separar por tanta crueldad de otros te felicito por tan linda novela
GMSC
Excelente, salvaje, dulce y tierna a la vez
GMSC
Pues viéndolo también como la víctima de su padre, de una vida que no eligió 🤷🏻‍♀️
Maria Elena Hernández
cuando uno no quiere enamorarse sucede que cupido hazlo no hay peligro intentalo haber que pasa
Rosario Simental
buena corta y lo mejor es que no la cortaron. felicidades
Andru To
🥺🥺🥺me entristece en demacia
Esilda Muñoz
me esto tu historia triunfo él amor
Ser Up
felicidades la historia estuvo muy linda, tu relato lo encontré profundo realmente sentí como sentías los conflictos de tus personajes, espero leer futuras historias tuyas igualmente emotivas como está y con la riqueza que tuvieron tus personajes
Jaz_:): muchas gracias🥹🤍
total 1 replies
Ana María Pinto
Felicidades, hermosa novela, corta, precisa, sin alargues aburridos, sigue escribiendo, te deseo mucho éxito.
Jaz_:): muchas gracias, que bueno que te haya gustado🥰
total 1 replies
_plateado_
nada mal
Jaz_:): muchas gracias :)
total 1 replies
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