Mi Bello Lucero

Gisell.

Tengo tres semanas trabajando como asistente de mi futuro suegro, pero he decido conquistarlo no como mi suegro, si no como mi futuro esposo mi madre tiene razón porque conformarme con un pedazo de oro si puedo tener la mina completa, hasta ahora mi plan ha ido a la perfección, hoy decidí doblarme el pies quiero ver si le interesó un poco a mi jefe. Me di cuenta que le interesó más de lo que pensé.

Cuando terminó la jornada laboral, el me pidió que me apoye en su hombro me ayudó llegar hasta el ascensor, tuve que ser más directa y elogiar su perfume.

Gisell---: Disculpe señor usted huele muy bien.

Darwin sonrió al escuchar esas palabras, que le hicieron que su corazón latiera a mil por minuto [ parezco adolescente] pensó en su mente. Darwin Calero llevo a su asistente a su departamento, aunque ella fingió avergonzarse de su departamento, pero de igual manera el insistió e ingreso.

Gisell---: Disculpe señor, no es elegante.

Darwin---: Tranquila solo espero que estés bien.

Gisell---: Sabe jefe le doy duro al trabajo, porque tengo la esperanza de reunir para una casa propia y bonita(sonrisa).

Darwin---: Lo lograrás, porque eres buena persona y persistente.

Gisell---: Ojalá jefe, ojalá.

Darwin se despidió de Gisell, al llegara su auto miro hacía arriba en el departamento de Gisell que se encontraba en el quinto piso del edificio, dió un suspiro de frustración, no sabía que le pasaba dentro de su corazón, puso en marcha su auto cuando estaba Darwin por salir del barrio el auto de Marcelo paso muy cerca de él pero Darwin Calero no se percató de su hijo.

Pero para Marcelo la presencia de su padre lo tenso, a sí mismo el pensó de todo temió que su padre le hubiera reclamado a su novia para que se aleje de él aceleró su vehículo, al llegar al departamento de Gisell el esperaba encontrarla llorando pero no fue así, a lo contrario ella estaba feliz.

Gisell---: Amor, ¿cómo estás?.

Marcelo---: Te encuentras bien, encontré a mi padre saliendo del barrio no estuvo aquí.

Gisell---: Tu papá (nerviosa) no amor aquí no estuvo.

Marcelo---: (suspiro con alivio) pensé lo peor, amor pensé que mi papá había venido a exigirte que te alejes de mi.

Gisell---: No...no.

Marcelo se tranquilizó y la beso pero jamás se imagino que su novia lo rechazara, claro ella estaba dolorida por su tobillo pero no era la primera vez que ella sufría un esguince, pero jamás lo rechazaba.

Por otra parte en casa Sandoval, Gabriel visitaba a Oriana ellos conversaban en la sala, ya que su hermana menor Emiliana estaba muy cerca, pero sus miradas decían más que mil palabras ellos se tomaron de la mano y sonrían, pero Gabriel no podía esperar más quería besarla que cuando vio que emiliana salió al patio el no desaprovechó la oportunidad de besarla.

Oriana---: ¿Que haces?

Gabriel---: No te preocupes, tu hermana está afuera.

Oriana sonrió y permitió que Gabriel la besara, ellos disfrutaban de aquel beso pero no escucharon el automóvil de Felipe llegar, por su parte Felipe ingreso a la casa pero al llegar a la sala se encuentra con la escena romántica.

Felipe---: ¿Que es esto Oriana?.

Oriana y Gabriel se pusieron de pies al escuchar la voz de Felipe.

Felipe---: Que Dios me mate ahora mismo.

Oriana---: No pasa nada papá, enserio no pasa nada.

Felipe---: No pasa nada, se están besando, Dios que más puedo pasar con ustedes cuando están solos.

Oriana---: En serio papá no pasa nada.

Gabriel no sabía cómo reaccionar por la actitud de Felipe, más bien estaba dejando sola a Oriana con el problema.

Gabriel---: Lo siento, es que yo.

Felipe---: Ustedes son primos, no pueden estar juntos.

Oriana---: Papá deja el drama que se muy bien que no tenemos parentesco.

Gabriel---: así es Oriana y yo no tenemos parentesco sanguíneo.

Felipe---: Nos criamos juntos somos como familia.

Oriana---: Papá eso no tiene nada que ver, papi Gabriel y yo estamos enamorados.

Gabriel---: Danos la bendición.

Felipe---: Hija eres feliz con el, solo espero que no te haga sufrir.

Gabriel---: Juro que no lo haré.

Felipe---: Más te vale, porque ella es una de mis tres luceros, te mataré Gabriel a si seas el hijo de mi prima que más quiero (mirándolo serio).

Oriana rio al fin su padre supo la verdad, no lo vio muy de acuerdo pero tampoco se opondrá. Gabriel la volvió abrazar en presencia de Felipe que a su vez lo fulminó con las miradas en señal e advertencia.

Los días pasaban Oriana y Gabriel vivían su relación a lo máximo habían pasado dos meses desde que Felipe los vio y a regañadientes acepto su relación, Fernanda por su parte estaba muy contenta de que Oriana y su hijo estén juntos, así como la felicidad estaba en el corazón de Oriana, la misma felicidad tenía Darwin Calero al declararé su amor a su asistente la felicidad también invadió el corazón de Maritza Montes más conocida como Gisell.

Pero a sí mismo el corazón de Marcelo se hundía en la depresion su novia tenía días que lo rechazaba hasta que no pudo más y lloró en su habitación todos los días discutía con su padre porque el no a estaba a Gisell aunque eso ya se había hecho costumbre en su casa, pero el rechazo de su novia le partía el corazón, un día la espero en su departamento ya que él tenía llave no soportaba más su ausencia y necesitaba saber que ocurría.

Gisell---: ¿Que haces aquí?

Marcelo---: Tengo llave, recuerdas que me diste una copia, (suspira) Amor dime qué ocurre, porque estás tan distante, ¿a caso ya no me amas?

Gisell---: Las cosas han cambiado Marcelo no podemos continuar, con toda esta situación de tu padre que no me acepta ha hecho que mi amor se incline a otra persona, tenemos que terminar, nuestra relación no tiene futuro es mejor que consigas otra mujer que tú papá si acepte lo siento Marcelo pero terminemos.

Marcelo---: ¡Porque! no me dejes (se arrodilla) mi papá entenderá no me dejes te lo suplico yo te amo.

Gisell---: Lo siento, ahora dame la llave y sal de mi casa.

Marcelo Calero con lágrimas en sus ojos salió del departamento de su ex novia el no podía creer lo que estaba sucediendo su novia había terminado con el por la negatividad de su padre, apretaba los puños mientras lloraba amargamente no había nadie que lo consuele.