La Obsesión De Mí Esposo

Frederick …

Después de volver de la clínica con Samira, me sentía demasiado feliz, saber que iba a ser papá y que Sami me daría un hijo, me hacía realmente muy feliz 

Entramos a la mansión y mí madre se encontraba en la sala mirando la tele, al vernos se levantó de prisa para ver cómo estábamos, ya que cuando llevé a Samira a la clínica, la saqué tan deprisa por la emoción que sentía, que no le avisamos a mí madre lo que estaba pasando 

— Por el amor de dios Freddy, ¿que sucedió? ¿Por qué se fueron de esa forma? Me tenían con el jesús en la boca de lo preocupada que estaba — dice mí madre frente a nosotros 

— Lo siento mamá, fue mí culpa, me gano la emoción y no pensé en nada más — le digo riéndome 

— ¿La emoción de que? ¿Qué sucedió? — pregunta confundida 

— Mamá — digo tomándola de las manos — Felicidades, vas a ser abuela — le digo de una y me alejo un poco para ver su reacción 

— ¿Qué? ¿Voy a ser abuela? ¿Samira estás embarazada? ¿No me están jugando una broma? — dice feliz 

— Así es Pao, estoy de 10 semanas de gestación dijo la doctora — le dice Samira sonriendo 

— ¡¡Ay no puede ser!! — dice llevándose las manos a la boca — Van a tener un bebé? ¿Voy a ser abuela? No lo puedo creer, que felicidad más grande — dice acercándose a nosotros y abrazándonos — ¿Cómo te diste cuenta que estabas embarazada? ¿Te sientes mal? ¿Tienes náuseas o vómitos? — le pregunta ahora a Samira 

— No, no tengo ningún síntoma, simplemente vi en el baño las toallitas sanitarias sin usarse y ahí recordé que mí periodo no me vino, y como con Fred no nos hemos estado cuidando, entonces tenía una leve sospecha y él me llevó a la clínica para sacarnos de dudas. Y aquí está la razón de la ausencia de mí periodo — le cuenta Samira tocándose el vientre 

— Ven mí amor, vamos al comedor, no hemos almorzado y ahora debes alimentarte por dos — le digo a Samira tomándola de la mano y llevándola hasta el comedor 

Enseguida le pedí a Carlota que nos sirviera el almuerzo para que Sam pudiera comer y así después llevarla a qué descanse 

Después del almuerzo Samira se negó a acostarse, insistió con que estaba embarazada y no enferma, que sabía que debía cuidarse pero no para que yo exagerara, de igual manera le prohibi hacer cualquier cosa que requiera esfuerzo físico o que la hiciera cansar 

Aunque mucho no le gustó, terminó por aceptarlo, para que así ya no le insistiera más 

Estábamos sentados en el jardín, cuando mí teléfono comenzó a sonar. Era León quién me llamaba 

📲 — Señor, descubrieron nuestro cargamento oculto, mataron a nuestros hombres que habían quedado custodiando y destruyeron todo nuevamente 

📲 — ¿Cómo? Eso es imposible, nadie sabía sobre esa bodega, ¿Cómo es que lo supieron tan rápido? 

📲 — No lo sé señor, estamos averiguando eso, pero lamento decirle que posiblemente tengamos un traidor entre nuestra gente 

📲 — Maldita sea, ya salgo para allá — le digo levantándome del sillón del jardín donde estaba con Sam 

— Amor, debo irme, por favor no hagas nada y solo descansa ¿si? — le ruego para que no esté haciendo esfuerzos 

— No haré nada cariño, ve tranquilo — me dice ella con una sonrisa 

Me arrodillo a su lado y me acerco a su vientre para darle un beso a mí bebé, luego me acerco a ella y me despido de ella con beso apasionado 

— Te amo preciosa, más tarde vuelvo, cualquier cosa me llamas ¿de acuerdo? — le digo antes de irme 

— Está bien cariño, ve con cuidado — me dice ella y luego me voy 

Al llegar a la bodega veo todo vuelto cenizas, no podíamos saber quiénes estaban detrás de todo esto y quién podía ser el traidor que estaba entre mí gente, pero lo averiguaría pronto y lo haría desaparecer de este mundo 

— León, convoca a todos los socios de la organización ahora, debemos averiguar quien es el traidor cuánto antes. Estoy perdiendo muchísima plata por esa persona — le digo mientras vuelvo a subir a mí auto 

— De inmediato señor — dice él y yo me voy para la bodega principal donde hacíamos todas la reuniones

León que venía detrás de mí se acerca nuevamente para confirmarme que de camino había llamado a todos y que en unos 10 a 15 minutos llegaban 

— Perfecto, necesito que intervengas el teléfono de todos, absolutamente todos, y pon un hombre a seguirlos a cada uno, hoy anunciaré la nueva bodega que adquirimos hace unos meses, para los nuevos cargamentos, si el traidor está entre los socios está vez lo descubriremos — le digo mientras caminamos hacía la sala de reuniones a esperar a que todos lleguen 

Una vez en la sala, León comenzó a hacer llamadas y a arreglar el pedido que le había encargado mientras yo tomaba asiento en mí lugar

15 minutos después todos comenzaron a llegar, León se acercó a mí y me confirmó que todo estaba listo 

Una vez que todos habían llegado comencé la reunión

— Bienvenidos de nuevo a todos. Hoy los he reunido a todos, porque como verán, la bodega donde habíamos trasladado el cargamento, fue incendiada — comienzo diciendo mientras voy observando uno por uno a los miembros de la organización — Aún no sabemos cómo descubrieron la nueva bodega. Por lo tanto hemos decidido cambiar la ubicación del cargamento que llega está noche y transportarla a una nueva bodega que queda en el lado sur saliendo de la ciudad — digo serio 

Si él traidor estaba en esta mesa, muy pronto lo sabríamos, no creo que sea tan tonto de vender la información hoy mismo, pero estaba seguro que no dejaría pasar mucho tiempo 

Hablamos de otros asuntos más relacionados con la organización y luego di por finalizada la reunión, ya que quería volver a casa con Samira y mí bebé 

Antes de subir al auto le dije a León que se encargará de todo lo demás y me fui nuevamente para la mansión 

Al llegar, no había nadie en la sala, camino al comedor y luego a la cocina y solo estaba mí madre preparando unos panquecitos

— ¿Mamá qué haces? — le pregunto al verla toda manchada de harina 

— Hice unos panquecitos de chocolate para Samira, ahora con el embarazo va a tener más apetito — me dice mí madre feliz 

— Pero mamá, para eso está Carlota, ¿Por qué no le pides que lo haga por ti, así no te ensucias? — le pregunto 

— Ay Frederick, no es la primera vez que cocino en esta casa, pero claro, tu no lo sabes por qué no estás nunca, pero siempre estoy haciendo algo diferente, eso me ayuda a entretenerme y no aburrirme en esta casa — me dice ella indignada y yo no digo más nada, ella tiene razón, pasa mucho tiempo sola en la casa y se debe aburrir 

Ahora con Samira en casa va a estar más entretenida y acompañada 

— Mamá, ¿dónde está Samira? — pregunto ahora por ella, ya que no la vi desde que entré 

— Acaba de subir a darse un baño — me dice ella y yo sonrió y me voy para la habitación 

Al llegar puedo escuchar el sonido de la ducha. Enseguida comencé a desvestirme y entré al baño despacio y en silencio para que Samira no no me oyera

Me meto bajo la lluvia junto a ella y la abrazo por la espalda 

— No es justo que te entres a bañar y no me esperes a mí — le digo en su oído 

— No sabía cuánto tardarias, por eso me entre a bañar sola — me dice ella con su respiración agitada 

— Bueno ahora ya estoy aquí, podemos bañarnos juntos — le digo bajando mis manos lentamente por su vientre, hasta llegar a su intimidad 

Metí unos de mis dedos sobre su punto sensible y comencé a frotarlo suavemente de forma circular 

Samira cerro los ojos y se aferró a mis brazos, sintiendo el placer que eso que le estaba haciendo, la hacían sentir 

— Aahhh Fred — dice entre gemidos 

— ¿Te gusta? — le pregunto sin dejar de frotarla 

— Me… me encanta — me dice con agitación — Pero me gusta más cuando estás dentro mío — dice agitada 

— Tus deseos son órdenes mí amor — le digo girandola

La levanto de las nalgas haciendo que ella se aferre con sus piernas en mí cintura, me abraza por el cuello y de una sola estocada me introduzco en ella 

— Ohhh si amor, esto me encanta más — me dice con excitación mientras la embisto con fuerza 

Estar dentro de ella y hacerle el amor todo el tiempo me encendía tanto. La deseaba como nunca había deseado a una mujer en mí vida. Ella lograba despertar en mí, cosas que no sabía que existían, sentimientos que creí que habían muerto. Pero solo con ella y mí madre me permitía ser tierno y romántico. El resto del mundo no conocería ese lado de mí jamás.

Después de varias embestidas y de sentirla llegar a su clímax como 2 veces, al fin puedo llegar a mí liberación 

Permanecimos en esa posición por algunos minutos más, mientras intentábamos recuperar el aliento, y una vez más calmados la bajé con cuidado 

— Te amo Sami, tú y ahora este bebé son mí mundo y mí razón de vivir — le digo abrazándola 

— Yo también te amo Fred — me dice ella abrazándome 

Nos terminamos de bañarnos y nos fuimos a la habitación a cambiarnos, una vez listos volvimos a bajar al comedor, donde mí mamá nos esperaba con los panquecitos de chocolate para Samira.