El Juego Del Amor

El teléfono sonó, Carmen contestó

- dígame señor

- Carmen dígale a Juan Pablo que entre

-si, señor- Carmen miró a su hermano y le habló

Juan el jefe te llama- Juan Pablo entró a la oficina y se quedó de pie, el señor comenzó a hablar desde su asiento

- espera en la entrada de la empresa, mi chófer te va a pasar buscando, alguien te va a acompañar a comprar ropa, te quiero aquí puntual para la junta de la tarde- Juan Pablo salió sin decir nada, todo esto era nuevo para el, se sentía confundido, no había tenido tiempo de reaccionar, al estar frente a su hermana, está angustiada le dijo

-cuéntame, qué pasó?

-paso al área administrativa como auxiliar, hoy tengo que exponer en la junta y ahora pasará por mi el chofer del jefe para que compre ropa nueva- el rostro de Carmen reflejaba algo de desilusión

- pero... Por qué auxiliar? Si esos balances son de un puesto mayor!- Juan Pablo la tranquilizó

- recuerda que no me he graduado como tal, me falta mucho aún

- eres merecedor de cosas mejores

lo sé! Pero bueno un paso a la vez, anda vete, para que estés aquí a tiempo, al jefe no le gusta la gente impuntual- Juan Pablo se fue sin decir nada.

Esperó un momento en el enorme portón negro, un auto gris se estacionó, Juan Pablo supo que era el chófer de su jefe, al abrir la puerta del auto se dió cara con nada más y nada menos que con la mismísima Charlotte, los dos pusieron cara de sorpresa, ella fue la primera que reaccionó

- que haces aquí? De que trata todo esto?- el quedó más confundido y le dijo al chófer antes de montarse al carro

- disculpe, debe haber un error, el señor Arsenio me dijo que usted pasaría por mi- el chófer le contestó

- si, eso vine a hacer - Charlotte sacó su móvil de la cartera y llamó al padre

- explícame de que se trata todo esto?

-A qué te refieres hija?

- este hombre! el vigilante! Dice que mandaste al chófer por el y a mi me dijiste que viniera acá! Mira papá yo no pienso ir ni a la esquina con este señor

-calmate! Charlotte! Necesito que acompañes a Juan Pablo, quien ya no es un vigilante, llévalo a comprar ropa, lo necesito que esté presentable para la junta de la tarde

- papá! Cómo crees que yo voy a andar con este...?- Juan Pablo al escuchar la plática se molestó más y le quitó el móvil de las manos y comenzó el a hablar

- señor usted disculpe, pero es que yo tampoco quiero ir con la señorita a ningún lado, mire si usted quiere yo llamo a otra persona - la respuesta del jefe fue contundente

- dije que ella te acompañe y punto! No quiero más problemas! Así que si en verdad está interesado por el puesto que le estoy ofreciendo haga lo que le digo, comportese como un profesional - el sonido del teléfono indicaba que la llamada había terminado, al hombre no le quedo de otra que subirse al auto, Charlotte le jaló el móvil con agresividad

-dame mi teléfono, no sea que me lo robes!- Juan Pablo se sentó a su lado, en un trayecto del camino cada uno iba mirando por su lado del vidrio, hasta que ella comenzó la conversación

- entonces... Ya no eres vigilante

-no, señorita

- que lastima, tan bien que te queda el uniforme - por fin el volteo a mirarla, volvió a descubrir aquella belleza femenina, aquellos ojos grises que aún siendo tan altivos eran hermosos, se recuperó y recobró la compostura diciéndole

- no, ya no seré más un vigilante, y a usted se le veía mejor ese día en el club

- solo fue una mala noche, ya hasta lo había olvidado- Juan Pablo quedó en silencio, prefirió no continuar discutiendo con aquella jovencita, mas que por interés de mantener el trabajo lo hizo por caballerosidad.

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