CONTIGO O SIN TI.

Una semana entera pasó y con el trabajo yendo sobre ruedas más mi fuerte decisión de no ceder ante la voluntad de Eduardo cada día me siento mejor.

Es como volver a reencontrarme con mi vieja Daphne para celebrar mis logros Thalía me invita a salir, no estoy muy convencida, pero sé que me lo merezco.

Es hora de dejar de pensar en los demás y por una vez ponerme yo de primera. Dejo a Amira con mi niñera de confianza y vamos a un bar.

Esta noche permití que mi amiga me arreglara a su voluntad y la verdad no me reconozco estoy bellísima, coloco un poco de mi perfume y salimos a disfrutar de la hermosa noche.

El bar se ve bien hay hombres apuestos por todos lados. Aunque yo solo me quedo en mi asiento todavía no estoy lista para dar ese paso. No después de todas las mentiras con las que viví durante ese año y medio.

Pero como dice el refrán un granito de arena a la vez. Este es el primer paso para comenzar a vivir nuevamente siendo una mujer independiente sin ataduras emocionales.

_ Vamos a bailar nena.

_ Yo no sé cómo hacerlo.

_ Solo sigue el ritmo de la música y déjate llevar. Thalía insiste, me tomo todo el trago de una sola vez y la sigo.

Bailamos juntas en lo que siento una presencia detrás de mí, sus manos toman mi cintura con sutileza mientras una voz gruesa me susurra el oído.

_ ¿Bailas conmigo preciosa?. Me volteo para quedar cara a cara con el descarado que se cree con derecho de tocarme sin mi permiso y quedo sorprendida por sus ojos, esos ojos creo que ya los he visto antes, quedo como hipnotizada por un instante.

_ ¿Bailas conmigo? Vuelve a susurrar a mi oído.

_ Eh.. Ahh Si claro.

Coloco mi mano en su hombro y dejo que él me guíe, la música es movida aún así soy demasiado torpe. Me disculpo por uno que otro pisotón, pero ese hombre apuesto solo sonríe despejando todas mis dudas e inquietudes.

La melodía cambia ahora más melosa y siento cómo me pega a su cuerpo, se acerca a mi oído y nuevamente me susurra.

_ Eres hermosa, simplemente hermosa.

Su voz me resulta tan familiar al igual que sus ojos y su aroma tan sutil y muy embriagador. ¡Qué rico perfume usa por favor!

No sé por qué, pero me siento segura en sus brazos dejando mi cabeza acomodada en su pecho seguimos hasta que la canción acaba.

Abro los ojos con cansancio y observa a Thalía que está que salta de la emoción recién ahí me doy cuenta de lo que está sucediendo. Me aparto apresurada y voy junto a mi amiga quién me arrastra al baño.

_ ¿Amiga qué fue todo eso?. ¿Lo conoces? ¿Quién es ese bombón? ¿Por qué no me lo dijiste antes? ¡Ahhh que emoción! Mi bebé ya está creciendo.

Tapo su boca con ambas manos avergonzada por su actitud exagerada.

_ Basta por favor no lo conozco, no sé quién es Thalía.

_ Pero ustedes se veían tan íntimos y tú estabas muy cómoda en sus brazos. Sigue hablando con ese tono pícaro.

_ Lo sé. No entiendo qué me pasó.

_ Como sea ese hombre es todo un papasito.

_ Thalía no hables de él como si fuera solo un trozo de carne.

_ Ja ja vamos nena aquí solo estamos nosotras, nadie nos escucha.

Al abrir la puerta él estaba recostado en la pared con una sonrisa en su rostro, tanto Thalía como yo quedamos rojas por la vergüenza de que escuchar a nuestra conversación.

_ Yo... Tú... Balbuceo llena de vergüenza.

_ Gracias por defender mi honor bella dama.

Carajo sí no se escucho.

_ ¿Quieres acompañarme a mi mesa?

_ Claro.. Grita Thalía y me empuja sus brazos. Ustedes adelante chicos. Yo iré por un cigarrillo.

La miro sorprendida.

_ ¿Desde cuándo tú?

_ Desde ahora. Me guiña el ojo y se marcha apresurada.

Esa mala amiga me abandonó a mi suerte sin compasión.