Mejor Juntos

MINNIE WATSON

El día de la boda me desperté muy temprano, estaba un poco torpe, los nervios me tenían temblando, tome una ducha y fui junto a mi madre y hermana al lugar la de boda, allí había unas cabañas para que los novios se organizaran.

-Ok, hemos llegado, mamá y yo nos bajaremos del auto primero para mirar que Ronald no este por ahí -me dijo mi hermana, yo solo asentí, a los segundos volvió diciendo que no veía a Ronald.

Entramos a la cabaña y ya todo el equipo que me prepararía para la boda estaba ahí, finalmente, después de 2 horas preparándome, me permitieron ver el resultado final en el espejo e inmediatamente se me llenaron los ojos de lágrimas, lucía impresionante.

Mi madre y Natali, me llenaron de halagos, este había sido un sueño desde niña, pero no así, aunque tenía que seguir con todo esto, según había escuchado ya muchos invitados habían llegado y Ronald también estaba listo, así que mientras terminaban de acomodar todo, me hicieron una sesión de fotos a mí, con mis padres, hermana, cuñado y sobrino, mi padre a comparación de los demás no dijo nada de como lucía y parecía que le estuvieran poniendo una pistola en la cabeza para estar ahí.

RONALD GREEN

Llego el día de la boda, a pesar de que había planeado todo muy bien, sentía un poco de nervios, supongo que lo normal para un novio, ya todo estaba listo.

-Hijo, luces muy guapo, me siento tan feliz que te vayas a casar con Minnie, es perfecta para ti -me dijo mi madre, por supuesto ella no sabía nada de mi plan.

-Gracias Madre, Harry averigua si Gabriel está con Minnie -le dije a mi madre y amigo.

Cuando Harry me confirmó que Gabriel si estaba con Minnie y que le había dado una advertencia de su comportamiento, empezó todo, ya todos los invitados estaban, el lugar se veía grandioso, Luna se había lucido.

Salí junto con mi madre y tía a posicionarme en mi lugar, justo como lo habíamos ensayado el día anterior y así como el día anterior, se fue realizando todo; me sentía muy nervioso esperándola, cuando finalmente la vi, mis piernas temblaron, creo que mi madre se dio cuenta por qué me tomó más fuerte del brazo, parecía una reina, mi reina, sonreía, aunque se veía muy nerviosa, no parecía que caminaba, parecía que levitaba, era perfecta.

MINNIE WATSON

Tome a mis padres de los brazos para ir hacia el altar, aún me impresionaba que mi padre estuviera aquí, talvez era para quedar bien frente a sus socios, pero estaba segura de que Ronald tenía que ver.

Cuando vi el lugar estaba hermoso, tan romántico, tan bonito, me sentía en un sueño, pero cuando vi a Ronald todo cambió él era mi futuro esposo, estaba demasiado guapo, parecía un rey, me sonría tan bonito, parecía conmovido, cualquiera diría que estamos superenamorados, lástima que no era eso, traté de olvidar eso y seguir con todo, cuando mis padres me entregaron a él, sentí un cosquilleo por todas partes, comenzó la ceremonia y fue hermosa, la música de fondo aún más, cuando llego la hora del beso no sabía como hacerlo me sentí como una niña dando su primer beso, pero él supo manejar la situación perfectamente y me beso de una manera arrolladora, por un momento todo desapareció solo estábamos él y yo, el momento desapareció cuando se paró de mí y todos gritaron y aplaudieron, parecíamos la pareja más enamorada.

-Ahora si te prohíbo que me sigas llamando por mi nombre, a tu esposo lo debes llamar cariñosamente -me dijo él, mientras dejamos atrás el altar, yo solo sonreí y asentí.

Nos tomaron algunas fotos a los recién casados, debo admitir que se veían con amor.

Luego pasamos al salón de fiesta donde todos nos esperaban y nos aplaudieron al entrar, comenzó a soñar una canción lenta y romántica, Ronald me tomó de la cintura con una mano y con la otra tomó mi mano, bailamos un vals tan romántico que mis ojos se llenaron de lágrimas y creo que él lo noto, gracias al cielo, no hubo vals de padre e hija porque hubiera sido muy incómodo.

Luego nos sentamos a comer cuando Ronald me soltó una bomba.

-Amor, ¿la estas pasando bien? -me pregunto.

-Si, muy bien, ¿y tú? -le contesté.

-Muy bien también, sé que aún tienes muchas dudas nena, pero ya estamos casados y lo eres todo para mí, te hará muy feliz y te diré fiel, ya me estoy enamorando de ti -me dijo, no lo podía creer, él enamorándose de mí, eso enserió era posible.

-¿Es en serio? -le pregunté.

-Por supuesto, hemos pasado mucho tiempo juntos y eres maravillosa, quien no se enamoraría de ti, tienes que valorarte más -me dijo.

Sin pensarlo le dije- yo también me estoy enamorando de ti-

-Que bueno saberlo amor -me contestó y me beso fuertemente.

Luna nos interrumpió para avisarnos del cambio de ropa de mi esposo y yo.

Partimos la torta, tomamos champaña, brindamos, reímos y comenzó la fiesta, se sentía felicidad, ánimo, alegría, euforia, bailamos tanto, reímos tanto, toda la noche mi esposo me beso, me abrazo, me tocó, me decía cosas lindas, bailo conmigo, rio conmigo, definitivamente era la boda de mis sueños, todo justo como lo soñé de niña.

Ya siendo muy tarde algunos invitados comenzaron a irse, ya la fiesta estaba yendo a su fin, mientras hablaba con Flor que estaba muy entusiasmada con William, el amigo de Ronald, vi a lo lejos como mi padre que había pasado todo el tiempo sentado en una mesa mirando feo, seguí a Ronald y a Harry, me pareció extraño, así que decidí seguirlos sin que se dieran cuenta.

Llegamos a una de las cabañas donde Ronald y yo nos habíamos organizado para la boda, vi en la habitación en la que entraron así que me pare en la ventana a escuchar.

-Muy bien Gabriel, cumpliste, te daré dinero y te mantendré en la empresa de Minnie -dijo Ronald, ¿mi empresa?.

-Si, si, hice el papel del padre perfecto, ¿sabe mi quería hija, todo lo que haces? -dijo mi padre en su voz note que había bebido más de lo normal.

-No y no lo va a saber y si se lo dices tu destino será muy malo -le respondió Ronald, estaba amenazando a mi padre.

-Pobre la pequeña y enamoradiza Minnie cuando se dé cuenta de que la están usando -dijo mi padre, ¿usando? Ronald me está usando.

-Calla tu boca, idiota, déjala soñar -dijo el- está advertido una palabra y arruinó tu vida -dijo abriendo la puerta y dejando a mi padre y a Harry solos, yo corrí para que no me viera, cuando vi que ya no me encontraría salí hacia la fiesta para despedirme de mis invitados, mientras pensaba como me había dejado convencer por este idiota, que me amaba, lo fiel que sería, lo feliz que me haría, puras mentiras, pensé mientras derramaba lágrimas.