Despreciada y desterrada por su manada, traicionada por su Alfa, quien la acusó falsamente de infidelidad para proteger su orgullo, Cristal da a luz en secreto a sus adorables gemelos. El destino, sin embargo, la obliga a volver al mundo que la hirió, aceptando un trabajo para curar a un misterioso y frío Rey Lobo, un hombre que carga con una maldición y un corazón roto.
Mientras el Rey encuentra en ella una inesperada luz en su oscuridad, Cristal descubre un inquietante parecido entre él y sus hijos. Sus vidas se entrelazan de forma irreversible, justo cuando su pasado regresa con sed de venganza. Con su exmarido y la hija del Rey conspirando contra ella y sus hijos, la verdad oculta sobre el origen de sus gemelos sale a la luz.
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Capitulo 16:Calor
Esa mañana la anciana Gilmort estaba junto a los gemelos de pie en la puerta de la habitacion de Cristal. Podia sentir el olor fuerte a Violetas que salia de la habitacion. Tan fuerte que picaba su nariz. La anciana se dio la vuelta y miro a lo gemelos.
—Necesito entrar con tu madre un momento, ustedes vayan a u habitacion.
—Mi mami esta bien?
—Se siente un poco mal, pero se le pasara, no es nada grave. No podemos molestarla para que se recupere pronto, asi que vuelvan a su habitacion por favor.
Los niños asintieron y volvieron a su habitacion. La anciana miro la puerta y solto un suspiro antes de tomar el pomo y girarlo. El aroma de Cristal era fuerte adentro. Su celo se habia presentado de improvisto. El desastre en la habitacion era colosal. Prendas por el suelo, la cama estaba destrozada como si alguien hubiera arañado su interior. Cristal yacia en una esquina entre almohadones, sabanas y tirones de ropa en un nido improvisado. Soltando quejidos mientras se retorcía entre las sabanas
—Cristal...
La omega levanto la cabeza observando a la anciana. Un gruñido territorial escapo de su labios al oler el aroma del intruso en su habitacion. La anciana se movio hacia atras pegándose de la puerta.
—Tranquila no entrare, todo esta bien, te traere el medicamento y te sentiras mejor.
La omega gruño escondiéndose entre las sabanas—No... Alfa...quiero a mi alfa.
La anciana solto un suspiro dudoso—Pero Cristal...
—Quiero a mi alfa... trae a mi alfa...—la omega sollozaba soltando quejidos.
La anciana salio de la habitacion cerrando la puerta detras de si. Esto no tenia sentido. Cristal no tenia ningun alfa. Su celo no se habia presentado en estos cinco años por la misma razon. El celo solo se presentaba cuando las omegas estaban enlazadas para que pudieran concebir. Pero Cristal... ella no tenia un lazo.
Esa tarde el Alfa esperaba impaciente a Cristal en su habitacion. Se sentia inquieto y deseaba verla. Podia sentir su aroma en su piel incluso cuando ya habian pasado horas desde la ultima vez que se vieron. Sentia a su Alfa rasgar su interior deseoso de correr hacia su omega.
La puerta delante de el se abrio pero la persona que entraba no era quien el estaba esperando.
—Donde esta Cristal?
La anciana se quedo en su lugar previendo el aroma que rodeaba al alfa, las feromonas opresivas.
—Cristal no podra venir, esta indispuesta.
El alfa se puso de pie preocupado y camino hasta la anciana.
—Que le paso a cristal?
—Ella... bueno... esta indispuesta, no podra venir hoy ni dentro de tres dias, asi que por ahora yo lo atenderé.
El alfa sentia su corazon latir con fuerza en su corazon y el deseo de correr hacia ella se hacia cada vez mas opresor.
—Llévame con ella.
La anciana lo miro sorprendida—Que?... no...
—Llevame con Cristal ahora—el alfa gruño.
La anciana nego incapaz de moverse de su lugar, las feromonas del alfa la tenian inmovilizada.
—No puede ir con ella.
El alfa poseido por sus instintos salio de la habitacion directo a la habitacion de la omega. La anciana corrió detrás de el preocupada. No sabia que hacer. Sabia que no podia frenarlo. Tenia que buscar a alguien que pudiera frenar esta locura.
Sus ojos vislumbraron a la mano derecha del rey al otro lado del lugar y se desvio yendo hacia el lo mas rapido posible.
El alfa llegó hacia la puerta de la habitación donde residía la omega con su familia. Se detuvo sintiendo el aroma de los cachorros combinados con el de la omega. Era el aroma más dulce y atractivo que había olido en su vida.
Los sentia suyos.
El alfa sin dudarlo abrió la puerta encontrándose con una sala bien cuidada en tonos claros. Sus ojos vislumbraron la puerta cerrada en la pared izquierda, podía sentir el aroma llamándolo. Despertando sus sentidos
Camino hipnotizado por aquel aroma tan dulzón hasta detenerse delante de la puerta.
Podía escuchar los chillidos de la omega que lo llamaban al otro lado. El rey alfa pego la frente de la puerta intentando calmar sus sentidos. Ahora comprendía lo que quería decir la anciana con que estaba indispuesta. Su omega estaba en celo. Si lo hubiera sabido desde un principio, no hubiera venido
¿Ahora como saldría de esta?
Sus pies se sentían como piedras adheridas al suelo. Iba ser imposible escapar de aqui. Abandonar la necesidad de calmar a su omega. De entrar ahi y hacerla sentir bien. Estaba siendo sobrepasado por el deseo de su alfa de derrumbar la puerta y entrar con su omega.
Sus pensamientos estaban siendo dominados por sus instintos. Miro la manija de la puerta y su mano temblorosa iba hacia ella, estaba luchando por no tomarla, por no abrir la puerta y entrar en aquella habitacion.
Miles de escenarios se paseaban por su cabeza. La imaginaba sin ropa, sudorosa, necesitada, aquellos ojos dulces dilatados y llorosos. El recuerdo de la primera vez que se vieron se paseo por su mente. De la omega de rodillas llamandolo tan necesita. En ese momento quiso tomarla entre sus brazos y hundir su rostro en su fuente de olor, aspirar el aroma tan dulce y seductor que destilaba la omega, queria arrancarle la ropa y hundirse en su interior hasta dejar su nudo en ella. Queria clavar sus colmillos en su cuello y escucharla rogar por su nudo.
Estaba enloqueciendo.
Tenia que salir de aqui antes de cometer una locura de la que pudiera arrepentirse. Tomo de toda su fuerza para alejar su mano de la manija de la puerta, dio un paso hacia atras temblando, intentando luchar con su alfa interior. Se dio la vuelta listo para abandonar la habitacion cuando de repente la puerta se abrio. Y entonces todo aquel delicioso y concentrado aroma en la habitacion salio, rodeándolo, haciendolo gruñir.
—Alfa... viniste.
y por qué tengo la extraña sensación que esa omega no es su hija 😯
Espero que esos locos no le hagan nada a ella y los cachorros