LA BRUJA Y EL EMPERADOR DE LAS SOMBRAS

Esa misma noche, pero en otro lugar una figura alta y oscura se mueve ajilmemte por las paredes de las distintas calles de la ciudad, parece que busca algo o alguien. La poca luz que hay le facilita moverse, pero de un momento a otro se detiene el ver pasar un carruaje qué llama su atención, pues la persona que se encuentra en su interior hemanaba una sed de odio y desesperación y eso es justo lo que la sombra buscaba, pues necesitaba alimentarse de los deseos negativos de las personas. Rápidamente, la sombra se filtra dentro del carruaje y se materializa tomando la forma de un humano con cabello negro y ojos rojos, pero algo lo diferenciaba de los demas y hera dos cuernos que sobresalian en su frente.

La mujer que se encuentra dentro del carruaje grita sorprendida por lo que acaba de ver. De inmediato el cochero detiene el carruaje.

—Señorita Juana se encuentra bien, pero el cochero no obtiene respuesta así que vuelve a preguntar y añade que si necesita algo.

— Vamos, contesta mujer o prefieres que el pobre cochero muera por tu culpa. Habla esa misteriosa criatura a la vez que dejaba ver sus uñas largas y sus dientes puntiagudos .

¿Quién eres y que quieres?... Pregunta Juana temerosa mientras trata de abrir la puerta.

—Yo si fuera tú no lo haría, si quieres conservar tu vida. Dice el demonio mientras se acerca más a ella y procede a tocar su rostro con sus uñas largas.

—señorita se encuentra bien, desea que esperemos a su padre y a su hermano pregunta el cochero.

Bajo la mirada del demonio y el miedo que este le ocasionaba, ella contesta qué está bien y que por favor continúe con el viaje hacia la mansión.

—Por supuesto señorita. Contesta el cochero y procede a tirar de la rienda de los caballos para que estos vuelvan a su curso, ya que se notaban un poco asustados.

¿Quién eres tu?... y que demonios acabas de hacer. Pregunta juana, ya más calmada aunque estaba qué se moría de miedo por dentro y solo quería salir corriendo de allí.

— Tu me llamaste, mi Lady. Puedo ver que anhelas algo desesperadamente.

¿Que? Pregunta Juana desconcertada.

— El demonio sonríe y dice ¿Quieres?.. ¿Que cumpla tu deseo? Puedo hacer realidad todo lo que desees, pero después de eso, tu alma me pertenecerá.

Tú... Eres el diablo... O uno de sus demonios. Pregunta ella apenas en un susurro.

Esto ocasionó una emoción en los ojos del demonio y procede a tocarse su propia quijada.

—Vaya, no tenía idea que una humana conociera la diferencia entre el uno y el dos. Pero según tú ¿quién soy?. Pregunta en un tono burlon el demonio.

¡No lo sé! Dice ella con un hilo de voz.

—Respuesta incorrecta, creí que eras más inteligente... Es una pena, una joven tan hermosa y sin cerebro.

Como te atreves, te ordenó que te largues en este momento respondo ella de manera arrogante.

—Así me gusta, esa es la señorita que quería ver. Y bien, quieres mi ayuda para deshacerte de tu problema.

Como es que... Y rápidamente guarda silencio. Dijiste qué me ayudarías a deshacerme de mi problema. Responde con emoción en su voz.

—Por supuesto, yo jamás negaría la ayuda a alguien que me necesita, pero como te dije tiene un precio. Estas dispuesta a pagarlo.

Estás seguro que puedes deshacerte de mi problema, esa mujer es como una Bruja que ha hechizado a mi prometido. Puedes eliminarla.

—Por supuesto responde el demonio con cionismo y procede a materializar un pergamino a la vez que deja caer una gota de sangre de la señorita sobre este.

Me dirás tu nombre.

—Soy Deimon, fue un placer hacer negocios con usted mi Lady Juana. Y procede a besar los nudillos de la mano de ella. Pronto tendrá muy buenas noticias...

Eso espero Deimon. Responde ella. A lo que el demonio sonríe antes de desvanecer sé en la misma sombra tal y como llego. Para dirigirse a su guarida.

—Que humana más estúpida me acaba de entregar su preciada alma, justo lo que necesitaba y procede a soltar una carcajada. Te convertirás en mi títere, pues tendrás que obedecerme. Dice mientras se sienta en una silla de mármol qué había construido allí. Que ha sucedido en mi ausencia, pregunta a su fiel lacayo qué se encuentra arrodillado frente de él.

—Mi señor, sus hermanos han decidido aparearse con humanas con la intención de dejar su semilla en ellas, pero puede que sus embarazos no lleguen a término debido a sus débiles cuerpos, no son capaces de soportar el poder de su magia.

—Que estúpidos resultaron, les ayude a salir de las garras del príncipe del infierno aprovechando el descuido del guardián qué resguardaba la puerta gracias al caos que ocasionó el señor de las sombras y solo debían permanecer ocultos entre los humanos hasta mi llegada y no que se aparearán con estos insignificantes humanos. Esto complica las cosas. Pronto localízalos antes de que las sombras del emperador lo hagan.

—Por supuesto mi señor, tengo una inquietud.

—Habla Bran.

—Mi señor su congregación (por no decir secta) ha crecido en los últimos años y hay algunos humanos que preguntan por usted, pues desean servirle directamente, ya que lo consideran su deidad y están dispuestos a entregar su vida por usted.

—Que excelente noticia, diles que muy pronto me presentaré, has hecho un muy buen trabajo. Todavía no me acostumbro a este nuevo cuerpo y procede a levantar una de sus manos proyectando una pequeña esfera hecha de niebla que gira y desaparece cuando él cierra su mano.

— mi señor ese cuerpo le queda muy bien, pero me temo que igual al anterior pierda su vitalidad en algunos años, ya que no es compatible con su magia.

—Lo sé Bran, por eso ya tengo a la vista un cuerpo perfecto para mí y solo debo deshacerme de su portador.

—Sé refiere a... Pregunta sorprendido, pero rápidamente guarda silencio al identificar de quien se trata.

—Exacto, Bran el cuerpo que posee el señor de las sombras es perfecto para mí y muy pronto lo tendré cuando logre descifrar el codes qué esta escrito en el libro prohibido y así podre iniciar con el ritual.

—Mi señor, pero la última vez que hizo el ritual no salió como esperaba y se abrió un portal con otra dimensión, pero afortunadamente no ocasionó ningún inconveniente.

—Eso espero Bran, porque esa noche sentí que se liberó un poder descomunal y no era precisamente para mí. Alguien más lo obtuvo.

—mi señor no debe preocuparse, ya que las poseedoras de magia han sido eliminadas como usted lo ordenó. El primer ministro Claus Johnson ha sido muy amable en ayudarle. Nunca imagine que la mente humana fuera tan fácil de manipular.

—No debes de confiarte, por eso una vez obtenga lo que quiero te deshaces de ese peón, por favor retirate.

—Si mi señor y procede ha hacer una reverencia.