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MI PEQUEÑA ESPOSA༆

MI PEQUEÑA ESPOSA༆

Status: Terminada
Genre:Romance / CEO / Completas / Matrimonio contratado / Matrimonio arreglado / Diferencia de edad / Casada con el millonario
Popularitas:3M
Nilai: 4.6
nombre de autor: Beatriz. MY

Mi nombre es Isabel del Castillo y, a la edad de dieciocho años, mi vida experimentó un cambio radical. Me vi obligada a contraer matrimonio con Alejandro Williams , un hombre enigmático y de gran poder, lo que me llevó a quedar atrapada en una relación desprovista de amor, llena de secretos y sombras. Alejandro, quien quedó paralítico debido a un accidente automovilístico, es reconocido por su frialdad y su aguda inteligencia. Sin embargo, tras esa fachada aparentemente impenetrable, descubrí a un hombre que lucha con sus propios demonios.

NovelToon tiene autorización de Beatriz. MY para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

El hotel

            ༺Narra : Alejandro༻

Estaba aquí, frente al hotel, donde se decía que estaba mi prometida. El sol brillaba intensamente, pero no más que mi determinación. Oliver, mi guardaespaldas de confianza, me empujaba en mi silla de ruedas.

—Señor Williams, aquí es —comentó con su voz grave y profesional.

—De acuerdo, entremos —contesté, sin mostrar ni reflejar ninguna emoción en mi rostro. Mi mente estaba invadida por la inquietante sospecha que me había traído hasta este lugar. Giselle, mi prometida, podría estar siendo desleal. No experimentaba amor hacia ella; nuestra unión era más un acuerdo entre dos familias que un vínculo romántico. Sin embargo, la idea de una traición, incluso en un vínculo que se basaba en conveniencias, era algo que no estaba dispuesto a aceptar. La deslealtad era una ofensa que me consumía por dentro, y la posibilidad de que ella me engañara se sentía como un veneno que se filtraba en mi mente.

Oliver me pasó la tarjeta del hotel, que era una llave electrónica capaz de abrir la puerta de nuestra habitación. La tomé de sus manos y la deslicé con cuidado por el lector que se encontraba al lado de la puerta. Con un suave clic, esta se desbloqueó y se abrió. Oliver, con un gesto amable, empujó mi silla hacia adentro, invitándome a entrar. Al cruzar el umbral, el silencio del pasillo se desvaneció, dando paso a los sonidos amortiguados y acogedores de la habitación.

Al cruzar la puerta, la imagen que apareció ante mí no hizo más que ratificar lo que había intuido anteriormente. Giselle se encontraba en la cama, inmersa en un acto de intimidad con su amante, totalmente ajena a nuestra llegada. No se dieron cuenta de que estábamos allí hasta que rompí el silencio.

—Parece que te estás divirtiendo mucho, Giselle —comenté con un tono de voz frío y distante.

Ella rompió instantáneamente la cercanía con su amante, su rostro se tornó pálido, reflejando la sorpresa y el impacto que sentía en ese momento.

—¿Qué haces aquí? —inquirió, visiblemente nerviosa, intentando cubrir su cuerpo con una sábana como si eso pudiera disimular la situación.

—No es lo que parece, Alejandro. Las cosas no son como se ven —balbuceó, pero cada una de sus palabras me resultaba completamente vacía y carente de sentido.

Lo más perturbador de todo era que el hombre que se encontraba a su lado era Frederick, mi medio hermano. La sensación de traición se multiplicaba, convirtiendo ese instante en una agonía aún más intensa.

—No necesito que me des explicaciones —respondí, dejando que mi voz se helara en el aire, tan gélida como el hielo—. Ya he visto lo que necesitaba ver. Esa era la única verdad que requería conocer.

Giselle se levantó rápidamente, intentando cubrir su cuerpo con la sábana que arrastró hasta su pecho, y se arrodilló de manera que quedó a la altura de mis ojos.

—Por favor, no lo hagas. Te lo suplico, perdóname. Cometí un error. Frederick me sedujo —dijo, su voz temblorosa y llena de súplica.

Frederick, que se encontraba a un lado, esbozó una sonrisa burlona y dijo con desdén.

—Yo no te obligué a hacer nada.

—¡Cállate! —exclamó Giselle, con una mezcla de desesperación y angustia en su voz—. Alejandro, por favor, mi amor, perdóname. Prometo que no volverá a suceder. Fue solo un instante de debilidad.

La observé con indiferencia, sin que una pizca de emoción se manifestara en mi rostro.

—Oliver, regresemos a la empresa. Hay asuntos que debo atender —dije con firmeza.

—Sí, señor —respondió Oliver, asintiendo con seriedad mientras tomaba la manija de mi silla y comenzaba a empujarme fuera de la habitación, alejándome de esa escena caótica.

Dejamos a Giselle abatida en el suelo, sufriendo en silencio mientras las lágrimas resbalaban por su rostro. A mí no me invadía ningún tipo de emoción. No había lugar para la rabia ni para la tristeza en mi corazón; solo sentía una fría y firme determinación que me guiaba. El compromiso que una vez consideré sólido, ya no existía. La opinión de los invitados y la necesidad de dar explicaciones me eran completamente indiferentes. Tenía claro que enviaría una carta de disculpas a todos, y más adelante me haría cargo de hablar con sus padres para informarles sobre la cancelación de la boda.

Mientras nos alejábamos del hotel, mis pensamientos eran nítidos y contundentes. La traición no podía formar parte de mi vida, y Giselle había tomado esa decisión fatal por sí misma, sellando así su propio destino con sus acciones.

El automóvil se deslizaba con suavidad a lo largo de las calles de la ciudad, en un recorrido casi etéreo. El ambiente en el interior del vehículo era denso, una quietud palpable que parecía envolver a todos los ocupantes, solo interrumpida de vez en cuando por el sutil y constante ronroneo del motor. Oliver, quien siempre se mostraba observador y atento a los detalles, decidió romper con esa atmósfera de silencio.

—Señor, ¿cuál será el siguiente paso? —preguntó, manteniendo su mirada fija en la carretera, sin distraerse ni un segundo—. ¿Tiene la intención de cancelar la boda de verdad?

—Sí, Oliver. La boda se cancela —respondí con firmeza, sintiendo cómo esas palabras resonaban en el aire.

Oliver solo asintió, su expresión mostrando una mezcla de sorpresa y comprensión. Sin embargo, su siguiente pregunta captó toda mi atención y me hizo girar la cabeza hacia él, buscando su mirada.

—¿Le contará a su padre sobre lo sucedido? —preguntó, con un tono que reflejaba la inquietud que ambos compartíamos en ese momento.

Solté un suspiro, consciente de que esa conversación se había vuelto ineludible.

—Sí, tendré que hablar con él —afirmé con determinación.

Oliver asintió una vez más, mostrando que comprendía la seriedad del asunto que teníamos entre manos.

—Entiendo, señor. ¿Hay algo más en lo que pueda ayudarle? —preguntó con una actitud profesional y dispuesta.

—Por el momento, lo único que necesito es que me lleves de regreso a la oficina. Tengo que organizar todo lo relacionado con la firma que tenemos programada para mañana, además de redactar algunos documentos importantes.

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Mirta Liliana
Que emoción,dos gemelas..
Ivania Flores
tod9 x el dinero le venden ña alma al diablo
Edith Jimenez
está no es igual a la hermana
Mirta Liliana
Se lleva bien con la cocina....
Edith Jimenez
es un cabron Ale si te acepta
Mirta Liliana
En la vida real,hay muy pocos caballeros y generosos como el,sería fantástico si los hubiera.....
Edith Jimenez
así es no hay vuelta atras
Ana María Lastra
me encanta la narración de la novela y la ortografía perfecta /Chuckle//Smile/
Sandra Hernandez Vazquez
felicidades muy buena gracias
Ana Labrador
Excelente
Lupita Barajas
opino igual la interesada de Gisell ya se dió cuenta de lo perdio por infiel y promiscua y ahora para impedir la boda puede tratar de dañar el hermoso y costoso vestido, pues hasta lo comparó con el vestiido que ella usaría al casarse con Alejandro
Criss Mendez Flores
no me acaba de gustar está bien escrita pero le falta que el sea más atractivo..y no su físico si no su forma de ser lo haces muy simple sin muchas emociones carece de atractivo que digas de este si me enamoro...que sus pensamientos sean hasta un poco más cachondos...ya sabemos que no está inválido..
Gloria Ortiz
te felicito de corazón fue una historia muy hermosa muy bien redactada con muchas emociones que lo transportan a uno muchas felicidades un abrazo y /Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Kiss//Rose/ desde Colombia
Beny Ortiz
creo que es hermano también el que está malversando el dinero de la compañía
Beny Ortiz
ya tiene todas las pruebas en contra de su hermano y Giselle también está involucrada , ella lo sabia por tanto en su cómplice ,aparte de su amante , par de buitres
Monica Torti
muy emocionante la boda..... pero quién es el padre o la madre de Federik no quedó claro????
Marlene Garcia
así tiene que ser para protegerla autora tu novela me encanta así comovsnuncs dejes que le pase nada a Isabel mi a slejanfro
Violette Hernandez
exacto ya había dicho que Giselle sabía del intento de homicidio de Alejandro y que con éso lo chantajeaba
Candelaria Ortiz Reyes
Gracias por compartir esta hermosa historia con tu público y con la admiradora tuya una historia muy bonita me encantó me encantó muchas gracias espero y la próxima sea igual interesante y mucho ánimo y sigue adelante espero la próxima gracias
Marlene Garcia
dentro de poco todo quedará al descubierto Alejandro tiene que tener cuidado
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