"""Vete de aquí... ¡No quiero volver a ver tu cara en esta casa! No estoy dispuesto a vivir con una tramposa como tú."" El grito que resonaba hasta el techo de la habitación tenía el poder de hacer temblar el corazón y el cuerpo de Thalia. Con todas sus fuerzas, trataba de contener las lágrimas que ya se acumulaban en sus párpados.
Si para la mayoría de los hombres sería motivo de felicidad descubrir que su esposa sigue siendo virgen, para Rasya Putra Sanjaya, la situación era todo lo contrario; se sentía engañado.
Ya que su matrimonio tuvo lugar después de ser sorprendidos juntos en la habitación de un hotel, y en ese momento, las circunstancias parecían indicar a cualquiera que algo había sucedido con Thalia, por lo que, sin más remedio, Rasya tuvo que aceptar casarse con la que había sido novia de su hermano.
Sin embargo, meses después del matrimonio, al tener relaciones con su esposa, Rasya descubrió que ella aún era virgen. Rasya, quien odiaba las mentiras por encima de todo, por supuesto no pudo aceptar esta situación y terminó por echar a su esposa."
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Capítulo 23
El rayo de sol que entraba por la rendija de ventilación de la habitación despertó a Thalia de su sueño. Las comisuras de sus labios se elevaron al ver la gran mano de Rasya rodeando su vientre. Lentamente, Thalia quitó la mano de Rasya, pero desafortunadamente, el hombre endureció su abrazo. "¿A dónde vas, hm?". Preguntó Rasya con una voz grave típica de alguien que se despierta.
"Quiero ir al baño, tengo muchas ganas de orinar, mas..." Quiera o no, Rasya soltó su abrazo, dejando que Thalia se levantara de la cama.
Unos minutos después, Thalia regresó del baño.
"Cariño... hoy madre, mas Abimana y su pequeña familia llegarán a Surabaya". Informó Rasya que ahora había cambiado su posición de acostado a sentado apoyado en el cabecero de la cama.
"¿Hoy?". Chilló Thalia. "¿Por qué no me lo dijiste anoche, mas, para poder cocinar para darles la bienvenida?". Respondió Thalia mientras caminaba hacia Rasya.
"Lo siento... porque yo también lo recordé recién, pero recién llegarán a esta ciudad esta tarde. Así que, todavía tienes tiempo para cocinar si no te sientes molesta, cariño". Respondió Rasya mientras se bajaba de la cama para ir al baño. Ahora eran las siete y media de la mañana, tenía que prepararse de inmediato para ir a trabajar.
"Mas...."
Rasya se giró. "¿Qué pasa...? ¿Quieres bañarte juntos?". Preguntó Rasya con una sonrisa seductora.
El rostro de Thalia se sonrojó al instante al escucharlo. "¿Qué estás diciendo, mas?".
Rasya sintió cosquillas al ver el rostro sonrojado de su esposa. Si esta mañana no tuviera asuntos importantes, tal vez Rasya seguiría molestando a Thalia con sus frases obscenas.
"Quiero pedir permiso, ¿puedo ir al supermercado esta mañana?". Se despidió Thalia, que planeaba cocinar un plato especial para dar la bienvenida a los miembros de la familia de su esposo.
"¿Por qué no le pides a Bi Atun o Bi Inah que hagan las compras? Porque esta mañana no tengo tiempo para llevarte, cariño". Dijo Rasya, recordando que hasta ahora cada vez que Thalia salía de casa, Rasya la acompañaba.
"No puedo, mas, porque también quiero comprar algunas cosas para el bebé Faras. Que me lleve Mang Ujang".
Rasya no asintió de inmediato a la petición de Thalia, el hombre caminó hacia la mesita de noche junto a la cama para tomar su teléfono celular.
"Hola. Buenos días, señor". Se escuchó la voz de alguien del otro lado después de que se conectó la llamada de Rasya.
"Buenos días... hoy no tienes que ir a la oficina. ¡Por favor, acompaña a mi esposa al supermercado!".
"Está bien, señor". Respondió alguien que no era otro que Riri, antes de que Rasya terminara su llamada.
"Muchas gracias, mas". Dijo Thalia con el rostro brillante. Debido a que estaban ocupados con sus propios asuntos, Thalia no se había reunido con su mejor amiga durante casi un mes, por lo que no es de extrañar que Thalia estuviera tan feliz cuando Rasya le permitió a Riri tomarse un día libre para acompañarla.
"¿Solo un agradecimiento?". Se burló Rasya con una mirada seductora.
"Ya es tarde, mas, llegarás tarde a la oficina". Con rostro tímido, Thalia empujó el cuerpo de Rasya hacia el baño.
Rasya sonrió al ver el rostro tímido de su esposa.
"Thalia... Thalia... incluso ya has dado a luz a nuestro hijo, pero ¿por qué sigues siendo tímida cuando te molesto, cariño?". Murmuró Rasya mientras se quitaba una a una las prendas que llevaba puestas.
Después de terminar de ducharse, prepararse con su ropa de trabajo y desayunar juntos, Rasya se fue de inmediato a la oficina. Y poco después, Riri llegó a la residencia de Rasya y Thalia.
Teniendo en cuenta que Thalia estaba lista desde hacía un tiempo, después de que llegó Riri, se dirigieron de inmediato al supermercado conducidos por Mang Ujang.
"¿Por qué no llevaste al bebé Faras también, Tha?". Preguntó Riri cuando el auto de Mang Ujang ya se había movido dejando la puerta de la casa.
"Cómo podría ser así, Ri, el bebé Faras es demasiado pequeño para salir a jugar". Respondió Thalia. "Además, si el bebé Faras se cansa por salir, su padre podría enojarse". Continuó Thalia. Sabía muy bien cuánto amor tenía Rasya por su hijo, por lo que no es de extrañar que Thalia pensara así.
"Sí, es cierto... además, cuando tu esposo se enoja, da mucho miedo". Riri recordó el incidente en la oficina de la semana pasada, donde Rasya se veía tan aterrador cuando regañó a Sarah, cuando la mujer fue sorprendida chismorreando sobre Thalia y su hijo. Lo que es peor, Sarah fue sorprendida llamando hijo ilegítimo al hijo de Thalia, cómo no iba a enfurecerse Rasya.
Treinta minutos después, el auto de Pak Ujang entró al área de estacionamiento del supermercado.
"¡Mang Ujang espera en el auto!". Pidió Thalia antes de bajarse del auto.
"Está bien, señora".
Para ahorrar tiempo, entraron de inmediato al supermercado. Thalia tomó un carrito de compras y caminó hacia la estantería que ofrecía alimentos como carne de res, carne de pollo y otros.
"¿Vas a cocinar para todo un distrito o qué, tienes tantas compras?". Comentó Riri al ver a Thalia poner tantos alimentos en el carrito.
Thalia solo sonrió y dijo. "Hoy los miembros de la familia de Mas Rasya llegarán de la capital, por eso estoy comprando bastante para cocinar una cena especial para darles la bienvenida". Dijo Thalia con sinceridad.
"¿Miembros de la familia de Pak Rasya?". Chilló Riri. "¿Incluyendo a Pak Abimana, tu ex amante?". Continuó Riri.
"Hermano político... ahora el estado de Mas Abi se ha convertido en mi hermano político, Riri". Corrigió Thalia.
"Sí... sí..."
"Tha... ¿no se sienten incómodos si se encuentran? ya que alguna vez tuvieron una relación amorosa". Preguntó Riri con curiosidad mientras seguía los pasos de Thalia.
"Por supuesto que no. Además, ¿para qué sentirse incómodos si él también tiene una familia, como yo?". Respondió Thalia.
Riri asintió de nuevo, señal de que entendía.
"Si se juzga por el rostro de Pak Rasya, estoy segura de que el hermano de Pak Rasya debe ser igual de guapo". Comentó Riri y Thalia solo sonrió al escucharlo. "Si todavía fuera soltero, definitivamente sería la primera en registrarme para ser su novia". Continuó Riri en broma.
"Podrías hacerlo". Ambos se rieron juntos.
"Nak Thalia... Nak... Riri". El llamado de una mujer de mediana edad dirigió la atención de Thalia y Riri a la fuente del sonido.
"Señora..." Riri respondió al saludo de la mujer, mientras que Thalia que no conocía a la mujer frente a ella solo esbozó una sonrisa amigable.
Al ver la confusión en el rostro de Thalia, Riri le presentó a la mujer a Thalia. "Oh, sí, Tha, te presento a la esposa del doctor Arfan, ella fue quien donó su sangre para ti en ese momento". Informó Riri.
"Muchas gracias por su ayuda, señora... no sé qué me habría pasado si no hubiera donado sangre para mí en ese momento".
Thalia escuchó esa historia de Rasya una semana después de recuperar la conciencia. Sin embargo, no había conocido directamente a la esposa del doctor Arfan después de recuperar la conciencia, por lo que no es de extrañar que Thalia no reconociera la apariencia de la mujer.
La esposa del doctor Arfan le dedicó una amplia sonrisa a Thalia, por alguna razón su estado de ánimo cambió de inmediato después de conocer a Thalia. "Solo llámame tía, ¡será más agradable!". Pidió la mujer llamada Lena.
"La tía está muy feliz de poder verte con una salud como esta, Thalia". La sonrisa de la mujer parecía reacia a retirarse de sus labios.
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