Las Tentaciones De La Bruja.

Apenas y siento que sobrevivo la noche, me pregunto si así se sienten las chicas lindas cuando son rodeadas por hombres guapos que las tratan como princesas. Debo de admitir que no me gustó para nada incluso cortaron la carne por mí, ahora entiendo que yo no nací para ser una débil dama en apuros y que prefiero ser una guerrera que puede hacerlo todo sola.

- Te encuentras bien Thae, te noté muy incómoda durante la cena.

- Bueno si lo notaste entonces me pregunto por qué no te estuviste.

- No entiendo.

- Fue por tu culpa que ahora sufra de indigestión, porque todo el tiempo me estabas mirando de esa manera tan extraña.

- Lo siento no me di cuenta de que estaba siendo tan cretino... Es que estaba tan feliz de volver a verte que no me medí en mis actitudes.

- ¿Éramos así de cercanos?

- No tienes idea de cuanto, incluso dormimos juntos cada vez que visitábamos la casa del otro, éramos muy felices Thae.

- Ahora me siento como una perra mal agradecida.

- Ja ja no te sientas mal de hecho yo actué de manera incorrecta por la emoción de volver a ver a mi pequeña sirena.

- Que es ese absurdo apodo.

- Amabas a la Sirenita y solías ponerte a cantar a la orilla del estanque y lo hacías terrible la verdad.

- Ja ja ja ya no me avergüences más por favor, ten algo de piedad.

- Lo bueno es que ahora ya tenemos edad para emborracharnos como nuestros padres.

- Eso sí me agrada amigo.

- Solo no te lances a cantar.

- Vete al diablo.

- Ja ja ja Veo que te pusiste fuerte, eso dolió.

Mientras reímos y brindamos de la nada siento como me levantan en el aire y me sacan a toda prisa del lugar.

- Hey espera que crees que estás haciendo, bájala ahora mismo idiota.

- Aléjate si no quieres que te rompa el brazo.

Al principio creí que era Thiago haciendo una broma, pero al ver el rostro de Samir comienzo a pensar que este hombre es un desconocido. Comienzo a mover mis piernas mientras golpeó su espalda intentando liberarme.

- Idiota sueltame ahora mismo.

- Tranquila señorita no la voy a lastimar.

- Entonces bájame.

Ese gorila me lanza dentro de un auto en donde está el diablo en persona. - Hola preciosa.

- Maldito idiota quien te crees que eres.

- Soy tu prometido y como tal tienes que comportarte como una mujer decente.

Y este idiota de donde salió, como se atreve a decir que no soy decente. Intento golpearlo cuando me sujeta de la muñeca.

- No hagas eso, cariño.

En poco tiempo veo como mi familia rodea el auto y mi padre junto a Thiago le exigen a Joseph dejarme salir, pero este cabeza hueca le pide arrancar a toda velocidad a su chofer.

- Donde me llevas.

- A nuestra futura casa.

- Porque haces esto, acaso no te enseñaron a tener modales básicos y tratar a las mujeres con un poco de delicadeza.

- Lo dice la misma mujer que mando a mi hombre al hospital.

- Y seguiré haciéndolo cada vez que me mandes a uno a molestar mi tranquilidad. No tengo paciencia.

- Lo he notado, pero siento que nos vamos a divertir mucho nosotros dos.

- Porque tengo que ser yo, digo puedes tener a cualquier chica que se te antoje entonces porque tengo que ser yo.

- Porque así lo dice un papel.

- ¿De verdad? Solo porque así lo dice un papel piensas arriesgar tu felicidad por cumplir un contrato.

- La felicidad es una fantasía que las mujeres inventan para sentirse mejor con ellas mismas. Porque siempre aspiran al amor y no ven que deberían conformarse con tener una buena vida.

- De que hablas Joseph.

- Porque pedir algo tan vano como el amor cuando tienes riqueza y comodidades que otras personas solo ven en la televisión.

- Bueno no te lo voy a discutir porque yo tampoco creo en el amor.

- Entonces ya tenemos una cosa en común, querida así que solo acepta ser mi esposa y dejemos todo lo demás de lado si al final un simple papel no define la felicidad.

- Tienes razón, un papel no dicta cuanto puedes o no amar a la otra persona. Lo escrito en tinta no significa nada ante promesas hechas de corazón aun así yo no quiero ser tú esposa Joseph.

- Porque no, te estoy ofreciendo una vida que nadie más puede tener, libertad de hacer lo que quieras cuando quieras, viajar por el mundo si así lo deseas o incluso quedarte en casa sin hacer nada en lo absoluto.

- Suena a ganarse la lotería sin siquiera jugarla y la verdad es muy tentadora la oferta, pero tendríamos que llegar a un acuerdo antes de hacer esa locura.

- Estoy dispuesto a escucharte adentro, el auto no es un lugar adecuado para hablar de estas cosas.

Lo veo bajar y tomar mi mano para ayudarme, veo que cuando quiere si puede ser algo caballeroso, la casa es simplemente encantadora. Ahora entiendo de donde viene toda su confianza es una lástima que yo he visto lujos más impresionantes que este.

Mientras una joven me ayuda a quitarme el saco y mi bolso el gorila de la otra vez aparece y me lleva al despacho de Joseph.

- Hey amigo lo siento no quería lastimarte, pero no me dejaste de otra.

- No se disculpe joven dama, fui grosero con usted y me lo merecía.

- ¿Estas bien? Te puedo ayudar en algo.

- Estoy bien, gracias.

Al abrir la puerta lo puedo ver nuevamente tirado en el sillón con su copa de whisky. Comienzo a pensar que este hombre tiene problemas con el alcohol.

- Ahora si te escucho Thae.

- Oh genial y me siento en el piso o prefieres que lo haga en el escritorio.

- Puedes hacerlo sobre mis piernas si lo deseas.

No sé por quéé, pero que ses tan descarado me gusta y mucho. Me pregunto si de verdad esa lengua afilada y venenosa cumple o solo es un cobarde que lo oculta muy bien. Como sea se equivocó de chica por qué yo no le tengo miedo a nada y mucho menos a un simple hombre.