Cautiva

Narra Eileen

Habían pasado 2 días desde que vi a ese hombre que vino a la mansión y 6 días desde que estoy encerrada en este lugar.

He pasado los días junto a Esme y Rosa, ellas son la única razón por la cual no he intentado acabar con mi propia vida.

Estoy sentada en el jardín, en el verde y frío pasto contemplando el cielo azul. Luego de unos minutos veo a un hombre acercarse hasta donde estoy. Un hombre moreno de ojos color avellana. Me levanto y trato de alejarme del lugar.

Jack- Buenas tardes.

Eileen- Buenas. Disculpe, pero me tengo que retirar.

Giro para irme, pero él me toma de la muñeca haciendo que gire hacía él.

Jack- Tan rápido te vas.

Eileen- por favor suélteme.

Jack- Pero porque? Tan solo quiero conocerte.

Eileen- Pero yo no tengo esa intención, si no me va a ayudar a salir de este lugar, entonces no tengo intenciones de conocerlo.

Jack- Me gustaría hacerlo, pero si llego a hacer eso, sería traicionar a Lorenzo y él es capaz de matarme Muñeca.

Eileen- Entonces por favor suelte mi mano, para así poder retirarme, ya que usted no me sirve de nada.

Jack- Vaya carácter tienes Muñeca. Me gustas. Soy Jack.

Eileen- ah, así que tú eres el gran idiota, casi hermano de ese cavernícola que me tiene secuestrada en este maldito lugar.

Jack- Vaya, así que te informaron de mí. por cierto, bonita y osada manera de llamar a Lorenzo, veo que eres una mujer valiente que no le teme, Cualquier otra persona en tu lugar temblaría de miedo ante su presencia. Oye, pero lo de idiota no me queda Muñeca, ese no sería yo.

Eileen- por favor, tan solo déjame ir. Y si nadie se había atrevido a hablarle de esa manera es porque todos son unos cobardes. Me importa una mierda si a él le gusta o no que hable de esa manera. Yo estoy encerrada en este sitio en contra de mi voluntad por su culpa, que más da si le hablo así o no.

Jack- Vaya boquita sucia la que tienes. No le queda a una mujer tan bella esas palabras tan groseras.

Eileen- Que te digo, así soy. Ahora si ni es mucha molestia le pido que me suelte, ya si no tengo intenciones de seguir hablando con usted.

Luego de ello me suelta la muñeca, lo miro por unos segundos y doy media vuelta para irme de este lugar. De vuelta a la habitación. Esto ya es bastante frustrante, estoy harta de tener que ver al cavernícola en su casa, y parte de ello me tenía que cruzar con ese idiota, mi día no puede ser peor. No voy a negar que es lindo, pero no es mi tipo que digamos. Después de estar renegando conmigo misma entro a la mansión, no prestaba atención hacia donde caminaba cuando choco con alguien y unos brazos rodean mi cintura. Levanto la cara y mis ojos conectan con una mirada penetrante, como si quisiera ver mi alma a través de mis ojos. Una mirada fría, pero que hace que todo mi cuerpo tiemble y no precisamente de miedo. Siento mariposas en el estómago al verlo, oler su aroma tan varonil, esa barba bien definida y para nada exagerada, al contrario, lo hacía ver más apuesto de lo que ya era.

Lorenzo- Creo que es la segunda vez que estamos en esta situación.

Eileen- Yo... Yo... No lo vi... Me... me ten-go que ir.

No puedo parar de mirar sus ojos y sus labios. ¿Que mierda me está pensando? Esto no puede ser verdad. Este hombre hace que mi cuerpo reaccione como nunca, tan solo con sentir sus brazos rodear mi cintura hace que mi cuerpo tiemble y no exactamente del miedo. No puedo dejar de mirarlo

Lorenzo- Porque tanto apuro. Porque te pones nerviosa ante mí, porque estoy seguro de que no estás temblando de pánico, ya que hace unos días me demostraste que no sientes miedo ante mí.

Eileen- Yo no tiemblo de miedo. No te tengo miedo.

Lorenzo- Y entonces porque tiemblas?

Veo como su mirada se posa en mis labios por unos segundo y luego vuelve a conectar sus ojos con los míos.

Eileen- Ya suélteme, por favor.

Lorenzo- Y si no quiero que harás?

Pega mi cuerpo más hacia el suyo, haciendo que sienta sus músculos bien definidos.

Mira mis labios y se acerca poco a poco a ellos hasta que los suyos se unen a los míos. No puedo reaccionar, quedo estática por unos segundos hasta su me dejo llevar por sus suaves y carnosos labios.

Unos segundos luego de estar así, reacciono Y lo aparto bruscamente de mí. Le doy una cachetada sin pensar.

Eileen- Nunca vuelvas a hacer algo como esto, porque para la próxima te quedas sin descendencia.

Sin más me hago a un lado y con la cara más roja que un tomate, salgo corriendo hacia la habitación sin mirar hacia atrás. Entro y me siento en la cama a tratar de procesar lo que acaba de suceder.

Que fue eso. Que carajos acaba de pasar. Aparte de todo el beso me encantó, sus labios eran tan suaves(Coloca sus dedos en sus labios imaginado el beso y el dulce sabor a whisky con menta que tenían los de él). Ay noo que estoy pensando . Esto no me puede estar pasando a mí. Porque hizo algo como esto? Se supone que soy la hija del asesino de su hermano. Fue algo inesperado. Jamás imaginé que él haría algo como esto.

Aaaaaaahh(Grito ahogado en la almohada)