Mi Esposa

Maya se concentro más en su carrera como botánica, mientras que su amiga Brisa tenía la agenda ocupada con el nuevo contrato que había obtenido de las empresas Ruiz, por lo que ambas amigas no habían podido verse.

Hugo junto a su madre se encargaba de los preparativos para la boda. Lo cual le estaba resultando algo difícil porque Maya se negó a ayudar.

- ¿Quieres que hable con ella? - Pregunto Gilda

- Si puedes conseguir algo mamá, hazlo -

- Tranquilo hijo, solo ten paciencia y el tiempo le dirá a ella que esto lo haces por qué la amas -

- Eso espero mamá

- Deja esas inseguridades Hugo, no eres así - Gilda le dedicó una sonrisa cariñosa - Aunque es comprensible, ya que se trata de la mujer que amas, pero debes confiar más.

- Está bien mamá, solo que no quiero que me odie es todo.

- Mejor hablemos de la boda, ¿Quieres que sea aquí en la casa o en la iglesia?

- Prefiero que sea algo familiar, ya después le daré una boda como se debe.

- Me parece perfecto hijo, sobre todo así evitas que ella esté en el ojo del huracán

- Está vez no fallaré mamá, la voy a proteger a toda costa. Y ese desgraciado tendrá que pagar, conseguiré las pruebas, le prometo que Manolo Ruiz irá a la cárcel

- Hijo no quiero que te atormentes, lo que pasó con Lana no pasará con Maya. Y además eso no fue tu culpa

- Si hubiera llegado a tiempo mamá... - Hugo apretó sus manos en puños

Gilda tomó sus manos entre las suyas.

- Hijo por favor, recuerda que quien hace mal nunca le va bien, paciencia y el tiempo se encargará de que Manolo Ruiz pague todo el daño que causó

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

- Buenas tardes, señora Moore ¿cómo está? - Gustavo saludo amable

- Buen día, Señor Smith, estoy bien gracias a Dios

- Que placer tenerla en nuestra casa - Olga se acercó y le sonrió amable

Gilda solo asintió y no le devolvió la sonrisa, su mirada fue seria.

- ¿Qué la trae por aquí? - Pregunto Gustavo al ver que su esposa no era del agrado de la mujer

- Quiero hablar con mi nuera, ya sabe que la boda está más cerca y necesito finalizar algunos detalles

- por supuesto - Gustavo sonrió - Espere en el despacho, mandaré a llamar a Maya

Gilda fue llevada al despacho y Gustavo fue el mismo a buscar a su hija

¡Toc! ¡Toc! ¡Toc!

Maya que salía del baño, pregunto quién era

- Dame un momento papá

Cuando se vistió le abrió la puerta a Gustavo

- ¿Pasa algo?

- Te esperan en el despacho

- ¿Quién? - Maya frunció las cejas

- Solo baja y no hagas esperar tanto a la persona

- No voy a ir si no me dices quien es - Maya se cruzó de brazos

- Maya no agotes mi paciencia, baja y atiende a quien te espera en el despacho

- ¿Eres sordo papá? No voy a ir - Maya estaba por cerrar la puerta cuando su padre se lo impidió

- ¡Niña insolente! ¿Cómo te atreves a faltarme el respeto? - grito Gustavo - No voy a tolerar más tu comportamiento, a...

- ¿Qué harás? - Maya lo miro retadora y lo interrumpió - ¿Pegarme? ¿Otra vez? Te desconozco Gustavo

Gustavo se enfureció y sin pensar tanto le dio una bofetada a Maya

Maya lo miro con odio era la segunda vez que su padre le alzaba la mano. Estaba segura de que si ese hombre no fuera su padre, también le daría unas cuantas bofetadas.

- ¡Vas a bajar AHORA! Por qué no respondo si me desobedeces Maya - con esto Gustavo se giró y se fue por el largo pasillo

Ava que había estado observando todo, sonrió satisfecha. Y con expresión inocente se acercó a su hermana.

- ¿Qué le has hecho a papá para que te trate así Maya?

- ¡Cállate! -

- ja, ja, ja Hermana solo quiero ayudarte - Ava se hizo la ofendida - ¿Así es como me tratas? No he hecho nada para merecer este trato

- ¿Ayudarme? Ja ¿Dime cuándo lo has hecho por querer ayudarme de corazón? Solo lo haces porque algo te conviene - Dijo con sarcasmo Maya - Tu corazón es de piedra, jamás harás algo por tu prójimo

- ¡Qué mala eres Maya! - Ava se llevó una mano a su pecho pareciendo dolida por las palabras de su hermana - pero como no quieres mi ayuda, no te diré quien te espera en el despacho de papá

Maya que estaba por cerrar la puerta se detuvo al escucharla

- ¿Quién es? -

Ava sonrió

- Te lo diré si aceptas mi condición

- jajaja - Maya soltó una carcajada - Nunca haces nada sin esperar algo a cambio ¿Qué quieres está vez?

- Quiero ser tu sustituta -

- Explícate mejor

- Quiero ser tu sustituta en tu boda.

- Esa boda no se llevará a cabo Ava, además papá se negó a qué fueras la novia

- ¿Crees que papá dejara que te salgas con la tuya? - Ava alzo una ceja - Sueñas muy alto, Maya, aunque te casaste con quién sabe quien, papá hará que ese matrimonio quede anulado y te cases con el hijo de los señores Moore

- ¿Cómo sabes eso? - Maya la miro confundida pues era algo que no había contado excepto a Brisa y Adele

Ava sonrió maliciosa y miro sus uñas para luego mirar a Maya

- ¡Tengo mis propios métodos, querida! Pero no perdamos tiempo en eso, ¿aceptas que sea tu sustituta?

- Bien, hazlo - Maya sonrió - Siempre has querido ser yo Ava, que quieras ser mi sustituta me lo confirma

La sonrisa de Ava se esfumó

- ¡Te equivocas! Jamás he deseado ser como tú

- ¿A no? ¿Segura? ¿Quién fue la que deseó mi habitación apenas llegó a esta casa? ¿Quién es la que ha deseado hasta mis vestidos? ¿Quién es...?

- ¡Basta! - Ava la Interrumpió - Papá siempre te ha dado lo mejor, es normal que yo quiera también de eso porque soy su hija

- Por supuesto que eres su hija Ava, pero hija de la fornicación

El rostro de Ava se tornó rojo, quería darle una bofetada a Maya, pero se contuvo, ya que está se podría negar a su petición, en cambio, apretó sus manos en puños, acción que no pasó por desapercibida para Maya

«Esta humillación me la pagarás Maya»

- Como seré tu sustituta, iré a atender a mi visita que me espera en el despacho de papá

- ¡Alto ahí! - Maya la detuvo - ¿Quién es? Déjame adivinar, es el futuro esposo. Estás tan ansiosa que quieres ir a lanzarte a los brazos de ese hombre ¿Es él? ¿Verdad? Pero bueno que se puede esperar de una mujerzuela como tú, si la madre es igual

Ava suspiro profundo antes de girarse y mirar a Maya

- te equivocaste Maya, porque es mi suegra la que me espera

Maya quedó sorprendida, ya que no esperaba que fuera Gina Moore la que estuviera buscándola.