Dulce una mujer que nunca quiso ser madre pero que la vida le dio un cambio de 80 60 grados encontrándose con Amy una niña huérfana que le robó el
Corazón de inmediato a tal punto de quererla como su hija cambiándole su mundo entero un amor que surgió entre ellas para Amy dulce es su mamá y para dulce Amy es su hija pero su felicidad se verá afectada por la llegada del papá de Amy Máximo un alfa despiadado que no le importa lo que tenga que hacer para encontrar a su hija sin importar a quien tenga que lastimar en el proceso un hombre que lo único que le importa es encontrar a su hija sin importar ensuciarse las manos en el proceso.
¿Que pasará cuando las encontré ?
—Yo soy el padre de Amy dame a mi hija
—Eso jamás Amy es mi hija y nunca te la daré
La hija del alfa es mía
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(Se que en el título dice hijo pero es niña aunque diga el hijo del alfa es mío trata de una niña )
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Es muy linda
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MÁXIMO
—No sé cómo me dejé convencer por mi familia para ir a comer hamburguesas.
Estamos entrando a McDonald’s cuando percibo el aroma de Dulce… y no me equivoqué.
Ahí estaba ella.
Mi madre, como era de esperarse, fue de una vez a saludarla.
Agradezco que esta vez no hizo ningún comentario extraño.
Después del saludo, nos dirigimos a una mesa vacía que, por casualidad, está a dos mesas de la suya.
Y, también por casualidad, escuché parte de su conversación.
No es que quisiera hacerlo… pero, al ser hombre lobo, mi audición es demasiado buena.
Escuché justo cuando decía que no piensa volver a enamorarse.
Debo admitir que… al escuchar eso, sentí algo raro.
No sabría cómo explicarlo, pero me molestó más de lo que debería.
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MATEO
—Vaya… pensé que mamá exageraba, pero en verdad esa chica sí es bella.
Si no fueras mi hermano, la estaría ligando ahora mismo.
Y, aunque no lo digas, sé que estás atraído por ella.
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DULCE
—Estoy muerta. Comí de más.
Estábamos saliendo del local cuando, de la nada, entra Santiago gritando como un loco y se acerca directamente hacia nosotras.
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SANTIAGO
—¡Miren a las “amizorras” y a la mocosa!
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LUCIA (sin pensarlo dos veces)
—¡Estúpido! ¿Quién te crees tú?
De mí puedes decir lo que quieras, pero de mi hija y de mi amiga… ¡jamás!
Además, tú eres el menos indicado para hablar y criticar.
¿O quieres que todo el mundo se entere de tu secretito?
Un novio menos y una amiga más… ups.
Y si lo que te hice no fue suficiente para que entiendas que conmigo ni con los míos te metes, créeme que puedo hacer mucho más.
¡Adiós!
Y espero no volver a verte nunca más.
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Ya habíamos llegado al departamento de Lucia cuando no pude más con la curiosidad.
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DULCE
—Ahora sí, dime… ¿qué fue todo eso?
De verdad… ¿qué fue lo que le hiciste?
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LUCIA
—Verás… cuando me contaste lo que pasó en la discoteca, me puse a investigar a Santiago mejor que a mi propia vida.
Y… bueno, descubrí que Santiago es gay y finge ser un mujeriego.
¿La razón? Él tiene a una mujer—sí, una mujer que podría ser su madre—que lo mantiene.
Esa ropa de marca, los coches y toda esa fachada no son suyos, como él ha hecho creer.
Todo eso lo paga ella.
Y después de enterarme de que era gay, me puse a hacer memoria…
Y recordé que, cuando él y yo estuvimos, no pasamos de besos.
Porque, literalmente, se quedó dormido y ni siquiera logró… “levantarse”, ya tú me entiendes.
Entonces fui a hablar con la mujer esa, le conté todo, y no solo lo mío.
Hablé también con otras chicas que él había usado.
Le mostramos todas las pruebas.
Ella lo corrió de su casa.
Y no te había dicho nada antes porque… con todo lo que ha pasado, no habíamos tenido tiempo de sentarnos a hablar así.
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DULCE
—¡Woow! Nunca me imaginé que Santiago tuviera esos gustos.
Lo de mantenido sí me lo creo… desde lejos se nota que no hace nada.
Pero Dios mío… se llenó de odio.
Y sí, tienes razón, han pasado demasiadas cosas.
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gracias escritora, espero actualizaciones pronto