No Seré La Patética Villana

Luego de registrarse, Erick acompaño a Elizabeth hasta su habitación y tras ellos venía Beth, pues ella tenía una habitación de servicio junto a la de su señorita.

— Es aquí señorita Elizabeth, espero verla mañana a la hora del desayuno.

— Gracias por todo Alteza, pero no hace falta exagerar, yo sé que todo esto lo está haciendo para que la gente crea que nuestro compromiso sigue en pie, pero con que ninguno de nosotros diga que se ha cancelado yo creo que es más que suficiente, no hace falta tanta actuación.

– ¿Y quién dice que estoy actuando? Yo sé que en el pasado me porte mal con usted, pero me gustaría poder remediar mi error y llegar a ser más cercanos .

— Según tengo entendido ¿No era lo que yo quería en el pasado pero usted siempre lo evitó?.

Disculpe príncipe Erick, pero estoy cansada , el viaje fue agotador y necesito descansar. Si me permite me iré a dormir, usted debería hacer lo mismo adiós.

Elizabeth se dió vuelta e ingreso a su habitación sin esperar respuesta de Erick quien se retiraba del lugar frustrado, era obvio que Elizabeth ya no tenía ni el más mínimo interés por él, pero esto no lo iba a detener, él se iba a dar a la tarea de volverla a conquistar, porque por más que Elizabeth dijera que nunca lo amo, él no creía en eso.

Por otro lado, Elizabeth al entrar en su habitación se quedó pensativa. No entendía que le pasaba a Erick , en la novela claramente se decía que el no la soportaba y ella misma lo comprobó al dar aquel paseo por el jardín del Ducado.

— Sea lo que sea que le pase a este principito se le pasará al encontrase con la señorita Ross. Así que es mejor mantener la distancia con él.

Se decía Elizabeth así misma. Como intentando convencerse de no flaquear, ya que Erick a pesar de ser un idiota con la Elizabeth original, era un chico muy hermoso, tenía una sonrisa encantadora, unos ojos que hipnotizaban a cualquiera y había algo en su actitud que hasta podía resultarle atractivo. Luz podía entender porque la dueña original estaba tan loca por el principito. Pero aun así no podía dejarse llevar por los sentimientos de la dueña original del cuerpo, ya que ella muy bien sabía que si lo hacía pronto encontraría su final.

A la mañana siguiente Beth ayudo a preparar a su señorita y luego de eso salieron en dirección al comedor.

Al llegar Elizabeth ordenó su comida y busco una mesa alejada de todas las miradas curiosas que seguían cada movimiento que ella hacía. Pronto

encontró una mesa vacía alejada de las demás, pero poco le duró su paz, puesto que un grupo de chicas se acercaron con cara de molestia.

Emily— Señorita Cortés, ¿no pensaba acercarse a sus amigas? ¿Tres meses de vacaciones y ya nos olvidó?.

Sofía — Si Eli, ¿pensabas ignorarnos?

Esmeralda— Ya chicas, déjenla hablar. Seguro tiene una buena excusa para no haberse comunicado en el último mes y encima ahora llegué y nos ignoré.

Elizabeth estaba siendo bombardeada por las siete chica adelante de ella. Estás eran sus amigas, o mejor dicho las amigas de la Villana y a quién ella pretende también salvar de su trágico destino.

— Disculpen señoritas, pero no las recuerdo. Tuve un accidente y no recuerdo nada de quién era antes.

Las chicas se sintieron mal por haberla atacado así. No podían imaginar lo que debería estar pasando su pobre amiga en estos momentos. Vanessa se abalanzo a abrazarla y dijo.

– O por Dios Eli, lo siento mucho, no era nuestra intención hacerte sentir mal. Es solo que estábamos preocupadas por ti, pero bueno me presentó yo soy Vanessa Martinez.

— Si perdonamos Eli, no sabíamos nada de tu condición. Yo soy Sofía Gray.

—Yo soy Cristiana Sáenz, y entre nos yo soy tu amiga favorita.

— No le mientas Cristina, a todas nos quiere por igual, bueno aunque a mí un poco más , soy Emily Barbosa.

— Ya niñas no peleen, me presento soy Esmeralda Vasquez.

— Esme tiene razón no peleen, yo soy Susan García.

— Pero cuéntanos ¿cómo es que pasó? por cierto, soy Amanda Ríos.

Las chicas pasaron a tomar asiento mientras esperaban a que Elizabeth contestará la pregunta de Amanda.

Elizabeth vió a esta última con sumó interés por más que no le haya hecho nada aún, debía de tener sumó cuidado con lo que dijera o hiciera en frente de ella porque a presar de que aparentaba no matar ni una mosca es la reencarnación de Judas en persona..

— No estoy segura, pero caí al lago que se encuentra en el palacio. El segundo príncipe Sebastián me vio por casualidad y me sacó inconsciente del agua.

Emily– Oh por Dios Eli, pero que bueno que a pesar de todo estás bien.

Sofia —Si no te preocupes nosotras te vamos a ayudar en todo lo que podamos.

Mientras que las chicas hablaban con Elizabeth y la ponían al día, el príncipe miraba desde lejos la escena con el ceño fruncido. Pues el quería hacercarse más cercano a Elizabeth y compartir el desayuno juntos, pero justo cuando se encaminaba hacia la mesa de Elizabeth, una niña se le cruzó enfrente y fingió tropezar. Erick ya estaba acostumbrado a está clase de trucos que usaban las señoritas para así poder llamar su atención, así que solo la esquivo y la chica siguió de largo cayendo así al piso. Esto causó que Erick se distrajera un momento, pero cuando volvió su vista a Elizabeth, vió como un grupo de señorita la rodeaban y luego tomaban asiento junto a ella, esto molesto al príncipe porque gracias a esa señorita, que aún se encontraba en el piso, perdió la oportunidad de compartir su desayuno junto a Elizabeth. Molestó y frustrado se giró y mirando a la chica fríamente, habló.

— Tenga más cuidado la próxima vez.

Sin más el príncipe dio la vuelta y se fue a sentar junto a su hermano, quien había visto toda la escena y al ver el rostro de su hermano, no pudo evitar sonreír. A Sebastián le parecía gracioso el accionar de su hermano, últimamente ya ni el mismo se reconocía.

Aun así no se atrevió a decirle nada, ya que sabía que con el humor que se cargaba en esos momentos Erick, ambos podrían terminar peleando.