Una sola noche, cambio mi vida para siempre.
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16
Cogí mi móvil y, a parte de algunos mensajes de grupos de mis amigos, no tenía ningún mensaje importante, ni de mi hermano ni de Jared De hecho, no me salía la foto de perfil de Jared.
¿Me había bloqueado?
Fui a Instagram para mandarle algún mensaje privado, pero me salía que la cuenta era privada y que tenía que enviar una solicitud de amistad.
¿Qué?
Si me metí ese mismo día por la mañana para ver una de sus historias... También me había bloqueado ahí, deduje.
Aquello era muy extraño, verdaderamente.
Estaba dándole vueltas a qué podría haber pasado, cuando escuché abrirse la puerta de la calle.
Mi hermano acababa de llegar. Mi corazón se puso a mil mientras escuchaba los pasos de Chris subiendo las escaleras.
Mi puerta, entreabierta, se abrió lentamente mientras se me helaba la sangre.
Mi hermano apareció en mi habitación, con el semblante serio y los rojos enrojecidos. Lo miré asustado mientras se acercaba a mi escritorio y se sentaba en la silla que había frente a él, mirándome fijamente.
- Siéntate. – me dijo, con la voz tomada.
Me incorporé de la cama y me senté en el borde de mi esta. Mi corazón se iba a salir del pecho de la ansiedad que me propiciaba aquella situación.
- Tienes totalmente prohibido volver a ver o hablar con Jared, ¿entendido? – dijo con voz autoritaria mientras me miraba seriamente.
- ¿Qué? ¡Eso no es justo! – dije yo, indignado.
- No me importa si es justo o no. Lo que hicieron no está bien. – dijo mi hermano, sin alzar la voz. – Sobre todo por su parte.
- ¡No puedes controlarme de esa forma! – Comencé a exclamar – ¡No soy una niña pequeña!
- Sí, sí lo eres. – continuó diciendo Chris. – Fin de la discusión.
Se levantó de la silla y comenzó a dirigirse hacia la puerta. Aquello era totalmente injusto y desproporcionado. No era quién para dirigir mi vida de esa forma.
- ¡Me da igual lo qué me digas! No sabes nada de lo que ha pasado. – le dije antes de que llegase a la puerta.
- ¡Sí! Sí que sé lo que ha pasado, Jared me lo ha contado. – dijo mi hermano, girándose para mirarme. – Me ha explicado cómo abusó de ti esta noche y cómo te hizo ir hasta su casa. – volvió a empezar a elevar la voz mientras que apretaba los puños. – ¿No lo entiendes? ¡Lo hago por ti! ¡Para protegerte!
¿Qué? ¿ Jared le había dicho eso? No había abusado de mí, yo también lo había querido, lo había buscado.
- ¡No es cierto! ¡Él no ha abusado de mí! Yo he querido hacerlo también. ¿Por qué no eres capaz de entenderlo? – le dije enfadada, poniéndome de pie.
Mi hermano guardó silencio. Respiró hondo y dijo suavemente:
- Me da igual. Nada de verlo. Nada de escribirle.
- Pero... - comencé a decirle.
- ¡Nada de peros! ¡Hazme caso y punto! – exclamó, mientras se dirigía de nuevo a la puerta.
- ¡No me importa lo que digas! – dije, alterado. - ¡No eres papá para mandarme de esa manera!. Vete de mi casa en este momento.
Mi hermano se volvió para mirarme a los ojos. Vi en su rostro el dolor que le causaron mis últimas palabras, ya que nuestro padre murió cuando éramos pequeños.
Pude ver cómo sus ojos se empañaban antes de volver a girarse y salir de mi habitación.
Cerró su puerta y el silencio reinó en la casa.
me gustaría ver el final