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Lucía La Princesa De Rubí

Lucía La Princesa De Rubí

Status: En proceso
Genre:Amor en la guerra / Familias enemistadas / Batalla por el trono / El Ascenso de la Reina / Familia Ensamblada
Popularitas:2.7k
Nilai: 5
nombre de autor: Atenea

La vida de Lucía era perfecta… hasta que invadieron el reino. Sus padres murieron, su hermano desapareció, y todo fue orquestado por su tío, quien organizó una revuelta para quedarse con el trono.
> Lo peor: lo hizo desde las sombras. Después del ataque al palacio, él supuestamente llegó para salvarlos, haciendo retroceder al enemigo y rescatando a la pequeña princesa, quedando así como un héroe ante todos.

> ¿Podrá Lucía descubrir la verdad y vengar a su familia?

NovelToon tiene autorización de Atenea para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Tal vez, un poco de romance no me haría daño.

Era temprano en la mañana cuando la princesa Lucía se encontraba en la entrada del palacio. A su lado estaba su tío, observando con mirada serena el horizonte. De pronto, llegó el duque Román Lauren, acompañado de su esposa, la duquesa Dayana, y su hija Rosalin.

—Majestad, princesa —dijeron haciendo una reverencia—. Es hora de partir —anunció el duque con solemnidad—. Pero le prometo que protegeré a la princesa durante el camino.

—No tengo dudas, duque —respondió el tío con firmeza—. Y espero que no haya inconvenientes.

Los duques se retiraron para preparar la comitiva. Entonces, el tío se volvió hacia Lucía con ternura en los ojos.

—Cuídate mucho, mi pequeña.

—Lo haré, tío. Pero… ¿No crees que son demasiadas personas? ¿Por qué tantos sirvientes?

—Son los necesarios, pequeña. Recuerda que irás a la fiesta de cumpleaños del rey de Danea.

—Bien, tío. Comprendo. Te extrañaré.

—Yo también, pequeña. Ahora sube.

—Sí… está bien. Adiós —dijo Lucía mientras subía al carruaje, con el corazón palpitando entre la emoción y la nostalgia.

Dentro del carruaje ya se encontraba Rosalin, sentada con las manos entrelazadas sobre su regazo y la mirada perdida en el paisaje. Me acomodé frente a ella, alisando mi vestido mientras el carruaje comenzaba a moverse con suavidad.

—Rosalin, ¿por qué estás tan callada hoy? —le pregunté con una sonrisa, intentando romper el hielo.

Ella levantó la vista lentamente, con las mejillas ligeramente sonrojadas.

—Por tu culpa me siento avergonzada —murmuró—. No puedo mirar a Su Majestad a la cara después de lo que dijiste ayer.

No pude evitar reír suavemente al escucharla.

—¿Te afectó tanto? Solo era una broma.

—¡Una broma de mal gusto! —exclamó, cruzando los brazos—. ¿Cómo pudiste decir que si yo quería ser reina? ¡Tu tío escuchó todo!

—Rosalin, tú fuiste quien dijo que quería un esposo rico que te llenara de joyas —le respondí con una sonrisa traviesa—. Yo solo ofrecí el mejor candidato según tus estándares.

Ella volvió a sonrojarse, esta vez con una mezcla de vergüenza y risa contenida.

—Ese no era el punto —replicó—. ¡Yo no pedí al rey! ¡Eso fue idea tuya!

Me reí aún más fuerte, sin poder contenerme.

—No puedo con esto… ¿Sabes? Ayer mi tío me dijo que parecía que le estaba ofreciendo como mercancía.

Rosalin abrió los ojos con horror fingido, y ambas estallamos en carcajadas.

—Y de alguna forma… sí lo estaba haciendo —admití entre risas—. Pero para tu suerte, dejaré de molestarte. Le prometí a mi tío que no bromearía más con ese tema.

—¿De verdad? —preguntó, aliviada.

—Lo juro por la corona del rey —dije, levantando la mano solemnemente.

—Entonces gracias —respondió, aún sonrojada pero con una sonrisa sincera—. Aunque… debo admitir que fue divertido.

—Lo fue —asentí.

—Pero ahora toca comportarnos como verdaderas damas del reino, dijo Rosalin.

El carruaje siguió su marcha entre campos dorados y árboles que danzaban con el viento. Y aunque el viaje apenas comenzaba, ya sentía que la aventura sería inolvidable.

......................

Llevábamos dos días viajando.

Rosalin se la pasaba leyendo un libro, al igual que yo. La diferencia era que mientras yo me sumergía en un tratado de política, ella estaba completamente absorta en una novela de romance.

Dejé de leer al observarla. Hacía gestos que iban desde la emoción hasta la sorpresa, como si cada página le revelara un secreto. Mi curiosidad pudo más.

—¿Qué lees? —pregunté, inclinándome un poco hacia ella—. Pareces muy emocionada.

Rosalin levantó el rostro de su libro y me miró con una sonrisa que no podía ocultar.

—Es un libro de romance, ¿sabes?

—Eso ya lo veo. Tú no lees otra cosa. Me refiero a… ¿De qué trata?

—¡No es cierto! —dijo fingiendo ofenderse, aunque sin dejar de sonreír—. Pero contestando tu pregunta, trata de un apuesto loor que se enamora de una señorita. Lo complicado es que sus familias son enemigas. La familia del joven asesinó a la madre de la chica, y ahora ella debe decidir si perdona o se deja consumir por el odio.

—¿Y qué decide? —pregunté, arqueando una ceja.

—Por lo que estoy leyendo, se está inclinando por el amor. Podrían ser felices.

—Qué tontería. ¿Quién en su sano juicio perdonaría algo así? Es ridículo.

—No digas eso. Es romántico. Ella quiere ser feliz.

—Eres muy ingenua, Rosalin. La vida no es como tus novelas. En la vida real, el odio no se termina fácilmente. Se queda arraigado en lo más profundo, y la venganza es lo único que deseas.

Mis pensamientos se nublaron por un momento, y mis ojos perdieron el brillo. Rosalin me observó en silencio, como si intentara leer algo más allá de mis palabras.

—Basta. Creo que hablamos demasiado —dijo, queriendo cambiar de tema—. Dime, ¿qué leías tú?

—Un libro relacionado con la política.

—¿En serio? Qué aburrido. ¿No tienes otro para leer?

—De hecho, sí. Tengo este de contabilidad —le dije, mostrándole el libro.

—¿Por qué siempre estás estudiando? ¡Estamos de vacaciones! Ven, te prestaré uno de mis libros. Espero que te guste. Se llama El príncipe de las rosas.

—¿Por qué te gusta leer puro romance?

—Porque sueño con un amor como en los libros. Encontrarme con el apuesto caballero que logre capturar mi corazón.

—Eres una romántica.

—Sí, lo soy. Y dime, ¿tú no sueñas con un romance así? ¿No sueñas con encontrar a alguien a quien amar?

—Tal vez… pero estoy bien por ahora.

Rosalin me miró con ternura, como si intentara descifrar algo que yo no estaba listo para compartir.

—Algún día, cuando menos lo esperes, alguien te hará cambiar de opinión —dijo con una sonrisa traviesa, mientras me extendía su libro.

Lo tomé, dudando por un momento. Pero había algo en su mirada que me hizo abrirlo. Tal vez, solo tal vez, un poco de romance no me haría daño.

\~\~\~\~\~\~\~\~\~\~\~\~\~\~\~\~\~\~\~\~\~\~\~

El viaje transcurrió tranquilo y sin contratiempos.

Tras dos semanas de trayecto, finalmente llegamos a la finca de los Lauren, ubicada en las afueras de Danea. El carruaje se detuvo frente a una verja de hierro forjado, adornada con enredaderas de flores silvestres que trepaban como si quisieran abrazar cada rincón. Al cruzar el portón, el camino de piedra se extendía entre jardines perfectamente cuidados, donde rosales, lavandas y jazmines llenaban el aire con su fragancia.

Me sorprendió lo hermoso del paisaje. A lo lejos, se podía observar el lago, sereno y cristalino, reflejando el cielo como un espejo. Las montañas rodeaban el valle como centinelas silenciosos, y el canto de las aves parecía parte de una sinfonía natural.

La mansión se alzaba majestuosa en el corazón de la finca. Era una construcción con columnas blancas que sostenían un balcón amplio, desde donde se podía contemplar todo el terreno. Las paredes, de piedra clara, brillaban bajo el sol de la tarde, y las ventanas altas estaban enmarcadas por cortinas de lino que se movían suavemente con la brisa.

Rosalin bajó del carruaje con una sonrisa, que te parece me dijo.

—Es más hermoso de lo que imaginaba, parece sacado de uno de tus libros —dije, girando sobre mí misma para admirar cada rincón.

En ese momento, el duque Lauren y la duquesa descendieron del carruaje que los seguía. El duque se acercó con porte distinguido y una sonrisa cortés.

—Princesa, espero que le agrade su estadía aquí. El lugar ha sido preparado con esmero —dijo con voz firme pero amable.

—No lo dudo, duque. El paisaje es encantador —respondí, inclinando ligeramente la cabeza en señal de respeto.

Caminamos hacia la entrada principal, donde el mayordomo y varios empleados nos esperaban alineados con impecable disciplina. El mayordomo, un hombre de edad avanzada con porte elegante, dio un paso al frente.

—Bienvenidos, su gracia. Princesa, es un honor tenerla entre nosotros —dijo con una reverencia.

—Mayordomo —intervino el duque—, espero que todo esté en orden para nuestra estadía.

—Por supuesto, duque. Todo ha sido dispuesto según sus instrucciones —respondió el mayordomo con seguridad.

—Rita —llamó el mayordomo a una sirvienta de mediana edad que aguardaba cerca—, guía a la comitiva de la princesa a sus habitaciones.

—Sí, señor —respondió Rita con una reverencia, y se dirigió a mis soldados y sirvientes para guiarlos por el ala destinada a ellos.

El duque se volvió hacia mí con cortesía.

—Princesa, Juan le mostrará su habitación. Imagino que desea descansar tras tan largo viaje.

—Gracias, duque. Lo aprecio —respondí con una sonrisa cansada.

Juan, el mayordomo, se acercó y me hizo una seña para seguirlo.

—Princesa, esta es su habitación —dijo al abrir una puerta doble que daba paso a una estancia amplia y luminosa.

Mary, mi doncella, que me seguía de cerca, intervino con delicadeza.

—Gracias, señor. Si nos permite, la princesa necesita descansar.

—Por supuesto. Con su permiso —dijo Juan, haciendo una reverencia antes de retirarse.

Una vez solas, me volví hacia Mary con una sonrisa.

—¿No crees que es un lugar hermoso? Ya quiero recorrer cada rincón

—Lo hará, respondió Mary. Pero por ahora… a descansar.

Mary comenzó a preparar un baño tibio con esencias florales. Me ayudó a desvestirme y luego a ponerme una bata ligera. Cuando estuve lista, me recosté en la cama, dejando que el silencio y la suavidad de las sábanas me envolvieran.

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Marta Aleida Sagarra Casamayor
Si la princesa supiera, quien asesino a sus padres.
Atenea
"Gracias, me alegra que les guste 🤗."
Limaesfra🍾🥂🌟
esta historia es impactante, cada capitulo.es mejor que el.otro
Alcira Castellanos
está muy interesante
Its_PurpleColor
Tu talento es inigualable, no detengas🙌
🦩NEYRA 🐚
Quiero más😃
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