Dulce Venganza

A la mañana siguiente Santiago ya se había ido a atender sus deberes más que nada ponerse al tanto de todos los asuntos pendientes, la vieja reina estaba en la sala de estar,

-Traigan a ese hombre ahora

-Lo sentimos señora pero el rey Santiago nos pidio que no molestar al señor hasta que esté se levante

La mujer estaba furiosa, la servidumbre obediencia fielmente a su nieto, Marcus estaba en lo alto de la escalera observando a la mujer hacer su berrinche Diana la ama de llaves ya lo había visto pero este le hizo la señal para que no dijera nada,

-¿Cómo te atreves a desobedecer? Soy la vieja reina, tengo aun más derecho que ese nieto mío

-Claro que no, tu en mi casa no eres nadie

Marcus bajo antes de que la pobre Diana sufriera, este dio la señal para que todos se fueran dejándolos solos

-Ya era hora de que bajaras, vago

-Es que no podía abuela, Santiago me dejó muy cansado anoche

Marcus se sobo las caderas en señal de que había tenido relaciones con Santiago en la noche, la cara de la vieja reina se puso pálida pues claro que entendió la referencia,

-A parte de mantenido vulgar,

-Se equivoca yo no soy ningún mantenido, yo pago bien por todo lo que Santi me da

A la mujer casi le da un infarto por las palabras insolentes de Marcus, si bien iba a humillarlo para que se fuera él no le está dando la oportunidad para hacerlo, la mujer se calmo de ve ser más lista que él,

-Muy bien vasta de tanto hablar, ¿A que ha venido?

-¿Cuánto?

-ehh?

-¿Cuánto quieres por dejar a Santiago? Te daré todo el dinero que pidas, hasta un título de noble te daré pero aléjate de él

Marcus se sorprendió era una buena oferta, un título, pero él es de la realeza, para que quiere un título, dinero, en su vida pasada había tenido tanto dinero, amantes y amigos falsos que al final, lo abandonaron, y todo ese dinero de nada les sirvió, porque nunca nadie lo había querido de verdad, la vieja reina, al ver como pensaba en su oferta estaba feliz pero no lo demostraba, era una señal de que era un interesado pero nunca espero lo que viene

-No lo necesito

-¿Qué has dicho?

-Lo que escuchaste abuela, no lo necesito, si recuerdas que soy un príncipe en Malasi, todo lo que quiero me lo puedo conseguir solo, así que quédese con su dinero

La vieja reina no podía creer lo que escuchaba, antes de poder decir algo Diana ya la estaba guiando a la salida, Marcus se fue a su habitación. Era más de medio día cuando Marcus estaba aburrido necesitaba salir hacer algo, estar sin hacer nada era muy difícil para alguien tan activo como él, cuando llegue Santiago pedirá que le ponga algo de trabajo para no estar aburrido.

Rita estaba recorriendo la ciudad era hermosa más que la de Malasi, mientras caminaba reconoció a una joven que traía con ella un montón de doncellas, era Jena, estaba de comparas, como siempre pero está vez quería un vestido para impresionar a Santiago, Rita se le acercó y Jena la reconocío

-buenas tardes

-¿Tu eres?

-Soy Rita la doncella del príncipe Marcus, vine con el desde Malasi

Jena pensó que esta estaría en su contra así que quiso alejarse pero Rita no la dejó

-Necesitamos hablar, se que usted es una de las cuncubinas del rey

Jena apretó los puños odiaba el título de concubina ella quiere algo más alto, quiere el título de reina, Rita noto el cambio de expresión de la mujer se dio cuanta que podía tener una aliada

-Ese título de cuncubinas no me durará mucho, pronto seré reina de este continente,

-Oh! eso espero, el príncipe Marcus no es apto para desempeñar ese papel,

Rita se mostró triste y preocupada lo que intrigó a la cuncubina, quien no dudo en preguntar porque, Rita manipuló las cosas que había pasado en Malasi para que esta creyera en ella,

-El día de su boda fue plantado, pero fue porque quiso quitarle la novia al su hermano mayor, quiso obligarla a casarse con él, pero ella huyó también se dice que ese mismo día él obligó al rey Santiago a casarse, incluso acusó a la emperatriz por atacado y la pobre mujer sufrió un castigo muy injusto fue azotada con un látigo, la mujer es débil y casi muere por el dolor, ese hombre no puede seguir casado con su Majestad , vieja reina debemos hacer algo,

Jena ya estaba contado la historia que había descubierto gracias a Rita, la vieja reina de sólo pensar que un arpía como Marcus pudiera ocupar el trono de reina hace que su sangre hireva de ira,

-hablaré con los altos funcionarios, no dejaré que ese tipejo ocupe tu lugar tu debes ser nuestra reina, nadie más que tu es apta para ese puesto.