“AMOR Y VENGANZA"...Alejate Pero Quédate...

Massimo sentía el peso del mundo sobre sus hombros, ese mundo que desde su niñez lo creo y lo planeó su abuela Carlotta.

Todo este teatro del compromiso con Elizabeth lo tenía encerrado en una jaula, se sentía preso.

Era una ficción de risas forzadas y nada de afecto verdadero.

Estaban en la mansión, todo adornado y decorado para una ocasión como está.

Estaban invitados empresarios muy importantes, personas influyentes, también de negocios no tan legales y políticos.

Ahí estaba su prometida, era una mujer muy bella no lo negaba, pero no lograba encender el fuego que había logrado Sofía despertar en él.

La noche se había convertido en una especie de tortura, fotos por todos lados, poses románticas que no sentía para nada. Cada palabra o demostración de amor de Elizabeth solo causaba rechazo en él.

La superficialidad de ella, que antes a él no le afectaba para nada, ahora le caía como un balde de agua fría en su cuerpo, no era para nada parecida a la chica que lo tenía así cautivado.

Tanto maquillaje en su prometida, su cuerpo lo tenía armado con tantas cirugías, y ahora le causaban rechazo.

Si habían tenido sexo muchas veces, pero eso fue antes de conocer a Sofía, desde ahí nunca más la tocó.

Solo recordaba cuando la tuvo en sus brazos a su Sofía, cómo la hizo suya, como gritaba su nombre, como temblaba en sus brazos, como le entrego su primera vez.

La extrañaba tanto “por los mil demonios" Se repetía él.

-¿Amor te sientes mal? Preguntó Elizabeth, con una máscara de preocupación que no engaña a Massimo para nada. La conocia bastante bien, era una mujer de mundo , sabía que solo le interesaba el dinero de él, era muy superficial.

Su Sofía brillaba con luz propia, su belleza era tan natural , tan única , su sencillez lo envolvió. Su cuerpo era tan natural ,moldeado solo por él deporte que sabía que le gustaba hacer.

Pero él la había despreciado,la había lastimado y humillado. Había un abismo entre ellos , un amor imposible. La hizo sufrir , le hizo vivir la peor versión de él.

Ahora se preguntaba si la venganza que había llevado a cabo, le traía felicidad, la paz que imagino que sentiría.

Pero sabía bien la respuesta, era un no rotundo , sentía un vacío enorme que le llegaba a su alma lastimada.

La necesidad imperiosa de saber de ella lo volvía loco, había ordenado a sus hombres seguirla, que le informen todo lo que hacía con la discreción suficiente para que no se dé cuenta.De no alertarla.

Cuándo le volvió a hablar Elizabeth, lo hizo volver a la realidad, sentía tanto rechazo por esta mujer. Le había despertado de sus sentimientos y pensamientos sobre la mujer que lo tenía loco. Su corazón ya no entendía razones.

-Déjame en paz Elizabeth, ya terminó el show para mí hoy, ve con mi abuela si necesitas hablar, tengo cosas que hacer. Dijo Massimo con mucha frialdad que la dejo muy enojada.

Trato de encontrar a Nicola, lo vió a lo lejos conversando con un grupo de empresarios, le hizo una seña que él entendió, que necesita escapar de ahí. Su amigo reconoció en sus ojos la desesperación de huir.

- Massimo ¿Dónde vas?, vuelve aquí ¡es nuestro compromiso! Gritó Elizabeth.

A él ni le importó que ella le llamará, solo sentía que se estaba asfixiando.

Nicola llegó a su lado.

-Vamos amigo, necesito ir al club para tomar algo, alejarme de aquí. Le expresó Massimo con la voz cargada de angustia.

-Nos vendrá bien a ambos. Le respondió Nicola.

Y juntos se alejaron del teatro de ese compromiso falso.

Llegaron al Club, estaba lleno de gente. Música, mujeres y hombres compartiendo momentos.

Algunos estaban en el karaoke, todos se divertían.

Se sentaron en la barra y pidieron dos tragos que les decían:

"La Trampa(era aguardiente de orujo).

Tomaban como si nada , Massimo y Nicola, ambos queriendo olvidar a las mujeres que los tenían así en sus corazones.

Mientras en el depto. de Sofía.

- Amiga levántate de ahí, vamos al club a despejarnos, escuchar música, cantar juntas como lo hacíamos antes, hoy es noche de Karaoke ¿recuerdas? Nada de seguir llorando. Exclamó con voz firme, extendiéndole la mano a Sofía, quien estaba tirada en el sillón, con la mirada perdida mirando fijo en un punto imaginario.

Sofía parpadeó varias veces, sus ojos aún estaban enrojecidos por las lágrimas, eran una mezcla de dolor, cansancio. Dudo un instante, pero su amiga no aceptaba un no y ella la conocía muy bien.

- Obvio que si amiga, ¡vamos! Hizo una sonrisa que no sentía. Tenía que ser fuerte, por esta noche necesitaba olvidarse de todo, ser Sofía Ferrari la que siempre sabía qué hacer y era feliz.

Tomó la mano de su amiga, se impulsó a levantarse.

Llegaron al Club, era muy grande, había en él muchas barras.

Luces, música muy fuerte. Se dirigieron a tomar algo, Antonella pidió un Limoncillo (licor de limón) y Sofía una soda.

- A divertirnos amiga, vamos a bailar, a ti te encanta.

Y ahí fueron ambas a la pista, se divirtieron como hacía rato no lo hacían.

-Luego vamos amiga al karaoke. Dijo Antonella.

El celular de Massimo Sonó, lo miró fijo , había varias llamadas de su abuela que ignoró.

Pero otra la aceptó porque era de uno de sus hombres.

- Señor, Sofía salió de su departamento con su amiga una tal Antonella, salieron en su auto y se fueron a un club llamado “Centralino club", igual anterior a eso algo nos pareció muy raro, la amiga de Sofía, salió , entró en una farmacia pidió algo y regreso al departamento de ella.

- ¿Estaba enferma Sofía? Averigua rápido, ve a la farmacia ,ve que compró Antonella en ese lugar y me llamas, muevete.

- Si jefe. Ya voy para allá. Le informaré cuando lo sepa.

Y se cortó la comunicación.

- Vamos Nicola cambiemos de club.

- ¿Por qué, que sucede?

- Ahí están Sofía y Antonella me informaron.

Nicola comprendió de inmediato y salieron para el “Centralino club".

Subieron al auto de Massimo....