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Casada con el Tío de mi Ex: La Novia Reencarnada

Casada con el Tío de mi Ex: La Novia Reencarnada

Status: Terminada
Genre:CEO / Reencarnación / Enfermizo / Casada Con Mi Ex's Familiar / Completas
Popularitas:162.5k
Nilai: 4.4
nombre de autor: Bruna Chaves

En su vida pasada, fue engañada por el hombre que amaba: falsamente acusada de adulterio el día de su boda, despojada de todas sus posesiones y llevada al suicidio por la traición de él y su amante.
Pero el destino le otorgó una segunda oportunidad: tres meses antes de aquella tragedia.

Decidida a cambiar su final, acepta el compromiso arreglado por su abuelo con un CEO en silla de ruedas, el mismo hombre que alguna vez rechazó y que fue humillado por todos a causa de ella.
Sin embargo, durante la ceremonia de compromiso, una revelación sacude a todos: él es el joven tío de su exprometido.

Esta vez, ella lo defiende, enfrenta las humillaciones y decide casarse con él, sin imaginar que aquel “inválido” oculta secretos oscuros y un plan de venganza cuidadosamente trazado.
Mientras ella lo protege de las burlas, él destruye en silencio a sus enemigos y le devuelve todo lo que le fue arrebatado.
Pero cuando la máscara caiga, ¿qué quedará entre ellos? ¿Gratitud, amor… o una nueva forma de traición?

NovelToon tiene autorización de Bruna Chaves para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capítulo 7

El sol de la mañana atravesaba las cortinas de la habitación cuando desperté, pero la claridad no fue suficiente para disipar el peso en mi pecho. La carpeta que Gael me había entregado estaba sobre la mesita de noche, como un recordatorio incómodo de que ya no podía fingir ignorancia. Ahora conocía parte del juego. Ahora, era pieza y jugadora al mismo tiempo.

Tomé la carpeta de nuevo y hojeé las páginas en silencio. Cada documento parecía gritar traición. Movimientos financieros sospechosos, contratos forjados, nombres que recordaba de la vida pasada, pero que solo ahora tenían sentido como piezas de la conspiración. Un frío recorrió mi espina dorsal. Domenico Castellani, padre de Adrian, no solo había infiltrado a sus hombres en los negocios de mi familia, sino que había erigido una red entera para rodearme. Y en aquella vida… lo había logrado.

Esta vez, no.

— Comenzaste temprano. — La voz grave de Gael sonó desde la puerta. Entraba sin llamar, empujando la silla con naturalidad.

Cerré la carpeta de golpe, pero no disimulé.

— Dormir es un lujo que no puedo permitirme ahora.

Él se acercó, los ojos fijos en mí.

— ¿Percibiste quién es el eslabón más frágil?

Mordí el labio inferior, recordando el nombre que aparecía en más de un documento.

— Elias Prado. Está enraizado en los contratos, pero no aparece en fotos. Actúa en las sombras.

Gael asintió, satisfecho.

— Elias es solo un soldado, pero bien posicionado. Quien lo exponga, expone a Domenico. Y quien exponga a Domenico, derriba a Adrian.

Las palabras flotaron entre nosotros. Él hablaba con una seguridad casi fría, pero había una sombra en su mirada, como si, detrás de cada cálculo, hubiera recuerdos que dolían. No sabía qué herida le había dejado el hermano mayor, pero reconocía el peso: era similar al mío.

— No quiero solo derribarlos, Gael. — Mi voz salió firme. — Quiero arrancar cada máscara. No basta con devolverme lo que era mío… quiero que sientan el sabor de la ruina.

Él me observó por largos segundos, hasta que una sonrisa lenta se formó en sus labios.

— Pensé que tendría que convencerla. Pero veo que ya trae esa sed dentro de usted.

Por la tarde, fuimos juntos a la sede de la empresa de mis padres. La última vez que había pisado allí, en la vida pasada, había sido para escuchar acusaciones de deslealtad. Todos los directores me habían dado la espalda, creyendo en cada palabra que Adrian y Bianca lanzaban contra mí.

El corazón se apretó cuando atravesé la recepción, pero mantuve la postura erguida, la mirada fija.

En el ascensor, sentí la tensión aumentar. Gael estaba a mi lado, demasiado tranquilo, casi letal.

— No esperan que entre con la cabeza erguida — dijo él, como quien lee pensamientos. — Entonces entre. Hágalos los sorprendidos.

Las puertas se abrieron, revelando la sala de reuniones principal. Todos los miembros del consejo estaban presentes, murmurando entre sí. Cuando me vieron, el silencio cayó. Algunos abrieron los ojos; otros forzaron sonrisas falsas.

— Señores. — Mi voz sonó firme, incluso con el corazón latiendo como un tambor. — Esta empresa aún lleva el nombre de mi familia. Y mientras yo viva, no aceptaré ser sombra.

Y entonces, delante de todos, coloqué la carpeta sobre la mesa. El golpe resonó como un trueno.

— Aquí están las pruebas de infiltración, contratos fraudulentos y nombres de falsos aliados. Sugiero que lean con atención, porque la limpieza comienza ahora.

El silencio se prolongó, pesado, hasta que uno de los directores carraspeó.

— Esto es grave…

— Grave es que finjan que no sabían — interrumpí. — Grave es que hayan cerrado los ojos.

De reojo, percibí el leve levantamiento de cejas de Gael. No dijo nada, pero su presencia era una muralla a mi lado. , no me sentía sola en aquella sala.

La reunión terminó en un caos contenido. Los directores cuchicheaban unos con otros, tratando de disimular el pánico. Algunos ni siquiera conseguían encararme, mientras que otros fruncían el ceño, como si ya calcularan en qué lado de la guerra deberían estar para no caer conmigo.

Cuando el último de ellos salió de la sala, quedamos solo Gael y yo. Él giró la silla lentamente, hasta colocarse frente a mí, y permaneció en silencio. El peso de su mirada era casi palpable.

— Los desarmó — dijo, por fin. — Pero no se engañe: van a correr hasta Domenico.

— Lo sé — respondí, pasando los dedos por el borde de la mesa. — Pero ahora saben que ya no soy la chica que pueden aplastar en silencio.

Un brillo raro surgió en sus ojos, algo entre aprobación y desafío.

— Interesante. Parece haber renacido.

Mi corazón se aceleró. Él no tenía idea de cuán verdaderas eran sus palabras. Tragué saliva, intentando disimular.

— Tal vez sí, Gael. Tal vez sí.

De vuelta en la mansión, el ambiente era otro. Necesitaba aire, distancia de todo aquello, así que fui hasta el jardín iluminado por la luna. El perfume de las flores nocturnas era delicado, casi etéreo, contrastando con el peso de la carpeta que aún sostenía contra el pecho.

— ¿Huyendo de mí? — Su voz sonó detrás de mí, grave, pero más ligera de lo habitual.

— Necesito silencio para organizar los pensamientos — murmuré, sin voltearme.

Sentí su aproximación. El sonido discreto de las ruedas de la silla sobre las piedras del jardín, después el silencio. Él se detuvo a mi lado, los ojos vueltos hacia el cielo. Por un momento, parecía solo un hombre contemplando la noche, y no el estratega que mantenía medio mundo bajo sospecha.

— ¿Sabe qué es curioso? — dijo, rompiendo el silencio. — Siempre pensé que, si alguien descubriera mi secreto, sería un enemigo. Pero fue usted.

Volteé el rostro lentamente, encontrando su mirada fija en mí.

— ¿Eso cambia algo?

— Lo cambia todo — respondió, serio. — Ahora puedo confiar… o puedo caer aún más rápido.

La sinceridad cruda en sus palabras me afectó. Estaba frente a un hombre que fingía fragilidad para sobrevivir, y ahora él me entregaba, aunque en parte, la llave de su disfraz.

— No voy a usar su secreto contra usted, Gael. — Mi voz era firme, pero llevaba una verdad que él parecía sentir. — Porque, de cierta forma, somos iguales. Ambos sabemos lo que es morir y volver.

Él arqueó levemente una ceja, como si mi frase escondiera más de lo que yo había dejado escapar. Por suerte, no insistió.

— Entonces, heredera — dijo, con una media sonrisa enigmática. — Parece que realmente estamos del mismo lado.

El viento sopló, balanceando las ramas sobre nosotros. Lo encaré, y en aquel instante algo cambió. No era solo una alianza de conveniencia. Era algo que nacía allí, en el silencio de la noche, entre dos almas que cargaban demasiadas cicatrices.

1
Ana Leticia Morales
buena novela felicidades
Ana Leticia Morales
cómo que ya se salió de contexto a lo que era
Estrella Guadalupe Martinez Vera
no entiendo si Gael y Livia an entregado pruebas más que serteras como es posible que sigan libres y sigan causando daño
Ana Leticia Morales
prematuro? que no ya estaba a pocos días? o entendí mal
Ana Gerez
Yo y y
Ana Gerez
Ji ji ji o Ku CU o
Ana Leticia Morales
esa gente no se rinde pero el amor es más fuerte
Maria Riquelme
Me gustó mucho este capítulo, donde ya no hay temor de ver con que triquiñuela iban a salir ahora los bastardos de DOMENICO y su hijo nuevamente, y me alegra mucho saber que por fin LIVIA Y GAEL al fin pueden esperar a su bebito(a)con tranquilidad sin el miedo a que le puedan hacerles algo más, ahora por fin esos dos están donde debieron estar siempre , en la carcel
Monica Acevedo
Muy buena novela, felicitaciones escritora
Ana Leticia Morales
😍😍 que lindos
Ana Leticia Morales
que bonita luna de miel 😍
Maria Riquelme
Seguro que GAEL tuvo un accidente provocado por ADRIAN para quedarse con todo lo de su tío
Gardenia Omaña
Vamos bien!!
Promete una historia buena...
Ana Leticia Morales
muy buena jugada
marb
muy bien pequeños bribones, me uno a la cacería de brujas y charlatanes 🤜🤛
Estrella Guadalupe Martinez Vera
si solitos se están hechando de cabeza 😏
Estrella Guadalupe Martinez Vera
❤️❤️❤️❤️❤️ si ellos ahora son más fuertes los une la verdad y el amor ❤️
Estrella Guadalupe Martinez Vera
querían arruinar la boda pero no pudieron 😏 haber ahora que más intentan estás escorias
Estrella Guadalupe Martinez Vera
este matrimonio será completamente diferente por qué aquí sinhau verdad y no engaños y manipulaciones
Estrella Guadalupe Martinez Vera
ese mal nacido de Dominico quiere destruirlos a toda costa 😠😠😠 pero no sé saldrá con la suya
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