Esta es la continuación de la primera novela de la saga, titulada; NO ES TU HIJO.
Cyrus Vidal, al nacer en una familia adinerada, crece sabiendo aprovechar el poder que le fue otorgado desde su nacimiento, logrando encontrar placer en el caos que el mismo causaba, aprovechándose de las personas a su alrededor y engañándolas.
Uno de sus mayores timos, era cuando se hacia pasar por su hermano gemelo, Ethan, logrando asi, tener lo mejor de ambos mundos, sin importarle quien saliera herido en el proceso de su diversión.
Aunque como todo, siempre aparece un rival, en el caso de Cyrus, se trataba de Nyra, la mejor amiga de Ethan a quien quería ver sufrir sin importar el costo.
Es asi como después de descubrir el amor no correspondido de la mujer por Ethan, Cyrus descubre la forma de verla a sus pies, "El y yo somos iguales, ¿quieres usarme como su sustituto?"
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Capitulo 15. Lo prometido es deuda
Aun todo daba vueltas, quizás su RUT había durado hasta hace poco tiempo, era la primera vez que veía a Nyra de esa forma, por lo general ella siempre se veía más adusta, pero esa mañana, vestida de forma casual, cocinando mientras tarareaba, era como ver a una mujer diferente, al menos para él.
Sus piernas podían verse casi en su totalidad, el short que llevaba puesto era tan corto que no dejaba nada a la imaginación, su camisa holgada permitía mostrar claramente sus hombros y parte de su pecho.
Su cuerpo estaba lleno de marcas y a juzgar por las mordeduras en el collar que llevaba en su cuello, era más que evidente, lo difícil que debió haber sido el tener que lidiar con él durante su RUT.
Era la primera vez que la veía con un collar para Omegas, obviamente se lo coloco para evitar que la marcara, un gesto que él agradecía que hiciera, las cosas se hubieran complicado de haberlo hecho, si fuera otra Omega, tal vez ni siquiera se tomaría la molestia en colocarse el collar, la mayoría se vuelven molestas al querer formar ese vínculo tan ridículo, era una suerte que Nyra fuera sensata. Aunque pensándolo mejor, tal vez, si en lugar de él hubiera sido Ethan, ¿ella hubiera actuado igual?, es decir, es más que obvio que no quiere ser marcada por él, y era algo que agradecía encarecidamente, pero, ¿Qué hay de Ethan?, ¿fuera diferente si se tratara de él?, pensó, aunque no podía evitar sentir algo de amargura.
- ¿Eh?, ¿Qué haces? – le dice Nyra sintiendo el abrazo de Cyrus de espaldas a él
- Gracias por cuidar de mi – le dice en tono cariñoso, sonando exactamente como lo haría Ethan
- No hagas eso – le dice Nyra, no parecía muy contenta con ello
- ¿Qué cosa? – le dice sonriéndole de forma inocente
- No actúes como Ethan – le dice seria, volteándose a verlo directamente – quien vino aquí, tocando a mi puerta y suplicando por mi ayuda, fue Cyrus, ¿entiendes?, así que, a quien le brinde mi ayuda, fue a Cyrus – le dice
- Entiendo – le dice esbozando una sonrisa alivianada – muchas gracias, por ayudarme, Nyra – le dice abrazándola
- No hay de que, Cyrus – le dice devolviéndole el abrazo, su cuerpo se sentía cálido y suave, además de que su aroma se esparcía por todo el lugar
El humo de la estufa, fue el aviso para separarse del abrazo, enseguida Nyra se volteó alarmada para apagarla
- Se quemó la salsa – dice lamentándose – ahora esta arruinada – suspira
- Oh, vamos, no puede ser tan malo – le dice Cyrus tomando una cuchara para probar
El color había pasado de ser un rojo intenso a marrón grisáceo en cuestión de segundos, el olor a quemado era intenso, pero, aun así, decidió darle una probada.
- Mmmm, ¿vez?, no esta tan mal – dice conteniendo las ganas de escupirla, si tan solo no tuviera papilas gustativas, el sufrimiento causado por esa simple salsa fuera más tolerable, porque aparte de todo lo anterior, también estaba sumamente salada
- ¿De verdad? – le dice Nyra esperanzada, reponiendo sus ánimos
- Sí, claro, ¿quieres probar? – le dice ofreciéndole amablemente
- A ver – le dice abriendo la boca e introduciendo la cucharada de salsa en su boca - ¡Oh, por Dios! – dice corriendo a escupirla y enjuagando su boca - ¡Cyrus, está horrorosa! – le dice sintiendo que su lengua pedía auxilio
- Ja, ja, ja, obviamente esta horrible – le dice riendo a carcajadas, había valido la pena el tener que soportar la tortura de probar esa salsa, la expresión en la cara de Nyra, no tenía precio alguno – Nyra, no sabes cocinar, ¿verdad? – le dice alivianando su risa
- Pu, pues, he visto muchos tutoriales y… - no tenía excusa alguna, se encoge de hombros – siempre he tenido quien haga estas cosas por mí, pero dado que tu estas aquí, no he dejado que nadie entre a este lugar, así que, pensé que quizás, si seguía la receta todo estaría bien – le dice cabizbaja
- Mmm, ya veo – era interesante el ver cómo podía deprimirse por algo tan insignificante – aunque en tu caso, creo que es algo entendible, el hecho de que no sepas cocinar, aunque dicen, que a los hombres se les gana con el estómago, ¿para qué gastar tiempo aprendiendo a cocinar, si eres una niña rica, con mucho dinero que le puede comprar fácilmente comida costosa? - le dice despreocupado
- ¿Qué clase de razonamiento es ese? – le dice Nyra riendo
- Fácil, ¿crees que otra mujer que tuviera tu estatus, dinero y comodidades, querría cocinar aun sabiendo hacerlo? – le dice serio, su mirada era penetrante – la respuesta es, no – le dice – nadie quiere hacer labores, no he conocido a una sola persona que sea feliz haciendo las cosas por una necesidad, todos aprenden un oficio obligados por el impulso de la necesidad, entonces, ¿para que aprender a cocinar, cuando puedes pagar para que lo hagan por ti?, se supone que ese privilegio es el motivo por el cual te mataste estudiando, “comodidad” – le dice
- Wow, con todo lo que dijiste, no sé, si deba sentirme ofendida o alagada – le dice Nyra
- Digamos que un poco de ambas – le dice tomando un paño y luego toma el mango de la olla donde estaba la salsa quemada.
- ¿Ahora qué vas a hacer?, ¿acaso piensas cocinar? – le dice extrañada
- Si, después de que tire esta sustancia toxica – le dice vertiendo la salsa en el fregadero
- ¿Tú sabes cocinar? – le dice sorprendida
- Solo un poco – le dice abriendo el grifo del agua y dejando que corriera toda la salsa
- ¿De verdad? – le dice incrédula
- ¿Por qué te impresiona?
- Pues, porque no pareces de los que les guste hacer esas cosas – le dice
- En realidad, aprendí solo para poder criticar plácidamente a la servidumbre – le dice con una media sonrisa
- Ah, ya todo tiene sentido – le dice, era más creíble que Cyrus aprendiera a cocinar tan solo para hacerles el trabajo más difícil a sus sirvientes.
- Bien, ahora que sabes, espero que ese secreto muera contigo – le dice comenzando a tomar lo que iba a utilizar para cocinar
- Ja, ja, está bien – le dice tomando asiento para poder observar a Cyrus cocinar
- Por cierto, ahora que lo pienso, ¿Cuánto tiempo estuve con el RUT? – le dice
- Tres días – le responde Nyra, suspira
- Mmmm, ya veo – por lo general era una semana, quizás por haber estado con Nyra, duro menos.
- Aún falta que hablemos de un detalle importante – le dice seria
- ¿Qué será? – enciende la estufa
- Prometiste compensarme por las molestias causadas – le dice de forma directa
- ¿yo hice tal cosa? – le dice sorprendido, realmente no recordaba haberlo hecho, aunque tampoco sabía cómo había llegado hasta allí, así que, la mujer tenía un punto a su favor.
- Si, lo hiciste – le dice firme
- Muy bien, ¿Qué quieres que haga? – le dice resignado, si bien toda esa convivencia no era más que un simple juego, debía aceptar que por esa vez tenía que ceder ante ella.
- Quiero que celebremos mi cumpleaños, que será en tres dias – le dice imponente