Xanthus, era conocido como el príncipe sanguinario, quien arrasó con sus enemigos sin piedad hasta obtener el trono. Pero, nadie imaginó que un guerrero tan poderoso, moriría de una forma tan patética, pero su vida no acabó ahí. Xanthus renace en un mundo moderno, donde la magia existe, pero solo para unos pocos, siendo el heredero de un clan, cuyo propósito es combatir a los parásitos, criaturas que poseen el corazón de las personas y se vuelven seres hambrientos de corazones humanos. Xanthus ahora Lawrence, debe de combatir contra estos seres, mientras lidia con los problemas que el verdadero dueño del cuerpo, ya que este, iba en contra de su clan al haberse enamorado de una joven fuera de los clanes principales y debido a esto, podría perder todo
¿podrá Xanthus, ahora como Lawrence, recuperar su gloria y cambiar el rumbo de su destino?
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Capitulo 20.
Tras el incidente pasado, Lawrence se encargo de informar esto a la base central. Claro que, dejo una advertencia, quien sea que se haya atrevido a atacarlo, él mismo se encargará de encontrarlo.
Por supuesto, los altos mandos le pidieron no involucrarse y que le dejarían ese asunto a las autoridades, ya que no se trata de un ataque de parásitos.
—¿crees que alguien de la base central este involucrado?, parecían muy enojados cuando les dijiste que los encontrarías.— pregunta Lucien.
—yo creo que si, es la mafia, la traición corre por sus venas.— responde Lawrence.
—no lo dudo, así qué, debo cuidarme las espaldas o podría ser traicionada por ti...— sonríe ladina.
Lawrence la observa fijamente y lleva su diestra al rostro de la chica.
—sería bastante estúpido si te traicionara, de todos aquí, eres la única en quien confío.— responde el chico.
—¿la única?, apenas nos conocemos, ¿por qué confías en mi.— pregunta con curiosidad.
—instinto, y nunca me ha fallado, mi reina de hielo.— responde con seguridad.
Lucien no esperaba una respuesta así, pero, es justo como el azabache dice, ella, no lo traicionara, sin importar lo que haga, porque Lawrence, es como ella, disfruta pelear, ser poderosa, y saber que, haría todo por ganar. La castaña rodea el cuello de Lawrence, uniendo sus labios con los suyos. El azabache no dudo en corresponder el beso.
El beso se hace profundo, apasionado, sus labios encajan perfectamente y sus lengu*s juguetean entre si, ahogando leves suspiros. Las manos del azabache presiona la cadera de Lucien y la levanta, Lucien aprovecha esto para enredar las piernas en la cintura de Lawrence. Este camina hasta la cama, donde él se sienta en la orilla, con la castaña en su regazo, rompiendo el beso, cuando Lucien aprovecha su posición para quitarse la blusa, dejando a la vista un sujetador de encaje, Lawrence desliza su mano por la espalda de la chica, para quitar los ganchos del sujetador y liberar los sen*s de la chica.
Al verlo, Lawrence sonríe ladino y aprovecha tomando uno entre sus labios, mientras que Lucien deja salir un suspiro. Lawrence, sin dejar de atender los sen*s de la chica, desliza sus manos por la espalda, presionando sus caderas, a lo que ella, empuja su cadera buscando mayor contacto contra el cuerpo ajeno.
Ante esa presión, Lawrence levanta un poco a la chica y la hace caer contra la cama. Al observarla, sonríe ladino y la chica, es quien se reincorpora para desabrochar el pantalón de Lawrence mientras él se quita la chaqueta y camisa. Lucien aprovecha esto para besar y morder la piel de su abdomen saboreando esos perfectas abdominales.
—que atrevida...— sonríe ladino mientras sostiene el hombro de la castaña.
Lucien no dice nada, solo baja el pantalón, liberando la evidente dureza del azabache, sin dejar de besar su abdomen. Lawrence deja salir un suspiro, cuando siente como la chica pasa su lengu* por su dureza. Lawrence inclina la cabeza hacía atrás, disfrutando como la lengu* de la castaña pasa desde la base hasta la punta y es atrapada entre sus labios, moviéndose suavemente de arriba hacía abajo usando la leng*a. El azabache nunca espero que esa chica hiciera algo así, pero, lo estaba disfrutando, su respiración era agitada y sentía su cuerpo estremecer con cada movimiento.
Sintiendo que estaba por alcanzar su límite, apara a la joven y la empuja nuevamente sobre la cama quitandole la parte inferior de la ropa. Observando la desnudez de la joven, así que, se inclina besando el vientre de esta, pero, Lucien le detiene.
—no puedo esperar...hazlo ya...— le pide.
—vaya...ansiosa...eso me gusta...— sonríe.
Lawrence se acomoda entre sus piernas, frotándose con su intimidad, causando que ambos dejen escapar un par de suspiros ante el cosquilleo que recorre sus cuerpos. Lawrence al sentirse así, no duda más en empujar su dureza dentro, lo hace lentamente, observando la expresión de Lucien, quien parecía sentir dolor. Lucien arquea la espalda al sentir la invasión, y el dolor punzante era un poco molesto, pero, cuando Lawrence empieza a moverse, esto empieza a volverse solo una sensación placentera.
Lawrence al notar que la castaña ya no muestra dolor, empieza a moverse con más brusquedad, sintiendo su cuerpo estremecer en cada embestida cuando el interior de la chica aprieta en cada estocada. Lucien jadea con su cuerpo estremeciendose en cada movimiento, apretando las manos sobre las sábanas mientras arquea la espada y el azabache la sostiene con firmeza de la cintura. La habitación se lleno de sus jadeos, Lawrence se aseguraba de que ambos lo estuvieran disfrutando, y Lucien sentía su cuerpo temblar ante el placer, hasta que, finalmente alcanzó su clim*x y pudo sentir que Lawrence alcanzaba el suyo dentro de ella. Sus respiraciones eran agitadas y Lawrence se dejo caer sobre el cuerpo de la chica.
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En otro lado, en aquel laboratorio, los voluntarios, han sido puestos en habitaciones monitoriadas por cámaras de seguridad, los cinco han sido infectados con los parásitos y sus cuerpos empezaban a reaccionar. Se les ha informado, que el parásito no los controlará, y solo obtendrán su poder, pero, no era como les habían dicho, el parásito se extendía en su cerebro, sentían como este empezaba a tomar el control.
Los del laboratorio monitorean el proceso, asegurandole a Peterson que hasta el momento todo iba como lo planeado.
"Los sujetos están aceptando la fusión."
"Están a un ochenta por ciento, si continúa así, el control será tomado por control y los cuerpos se adaptaran a la unión."
"Perfecto, estamos a poco de lograr la perfección." Peterson sonríe con malicia.
Los monitores empiezan a sonar, los sujetos en esos cuartos, convulsionan, y finalmente sus cuerpos empiezan a cambiar, transformandose en parásitos. Que empiezan a golpear las paredes del cuarto, pero, de repente se detienen y regresan a su forma humana, mirando hacía la cámara con una siniestra sonrisa.
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