Amara Brennan, heredera de Brentic Global, una empresa multinacional, criada para ocupar de forma cabal y capaz el cargo de presidenta cuando llegue el momento. Madre de un pequeño de apenas tres años de edad. Se encontraba siendo empujada a una situación difícil en su vida, enfrentando un divorcio por la infidelidad de quien era su esposo, haciendo frente a la disputa por la custodia de su hijo Martyn, una de las artimañas del hombre para obligarla a doblegarse ante él.
Sus problemas aumentan en el momento en que conoce a Rafael Castel, supervisor encargado del nuevo proyecto que realizaban en conjunto con Industrias Zhang un hombre quien se creía era Beta, surgió su Subgénero en el justo momento en que estuvieron frente a frente. Ahora Amara no solo debía enfrentarse a un divorcio y pelear por tener a su hijo a su lado, sino que también debe lidiar con un Alpha que no sabe controlar sus feromonas y quien es su pareja destinada.
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Capitulo 15. un paso a la vez
Encontrarse en esa imprevista situación era extraño para Amara, pero, aunque ella siempre ha odiado cuando las cosas se salen de su control y suceden eventos que no se encontraban en su planificación, por algún motivo no odiaba lo que había sucedido con ese Alpha, al contrario, fue algo que le gusto y más cuando el hombre se encontraba consiente.
En ese momento tocan la puerta de la habitación.
- Servicio a la habitación - se escucha una mujer al otro lado.
Amara camina hacia la puerta y recibe el carro de la comida.
- Aquí esta lo que solicito – le dice la mujer de servicio entregándole un sobre - me retiro, que disfruten de su comida.
- Gracias – le dice Amara entregándole la propina y cerrando la puerta.
Dejo el carro de la comida cerca de la mesa, tomo un vaso con agua y saco unas pastillas del sobre que la mujer de servicio le había entregado.
- ¿Qué son esas pastillas? – le pregunta Rafael viendo a la mujer tomando las pastillas.
- Es un contraceptivo – le dice de forma tranquila – usted me anudo lo que aumenta la probabilidad de embarazo y debo tomar medidas para prevenirlo – le dice dejando el vaso sobre el carro de comida.
- Lo, lo siento – le dice encogiéndose de hombros – me dejé llevar y no medí las consecuencias, le prometo que me hare responsable si las pastillas llegaran a fallar – le dice rápidamente.
- Tranquilo, el tiempo para ingerirlas sin correr riesgos es de Veinticuatro horas, solo han transcurrido seis – le explica mientras comienza a servir la comida.
- De igual forma, por favor notifíqueme si surge algún inconveniente – le dice de forma seria.
- Está bien, ahora venga a comer – le dice terminando de poner la mesa – en tres días no ha alimentado de forma adecuada su cuerpo – le dice sentándose
- ¿Tres días?, lamento llevarle la contraria, pero le aseguro que me he alimentado bien en estos días – no en las proporciones adecuadas, pero no se dejaba de alimentar de forma regular
- Imagino que no tiene recuerdo alguno, pero hemos estado aquí por tres días – le dice comenzando a comer.
- ¡Que! – le dice sorprendido – no puede ser posible, yo no recuerdo que hubiera transcurrido tanto tiempo – le dice alterado, comenzó a buscar su teléfono.
- Su teléfono y pertenecías están en aquel sofá – le dice Amara señalándole un sofá en la esquina de la habitación.
Rafael camino hacia él, consiguió su bolso y saco su teléfono, lo encendió y vio la hora, pasaba de las nueve de la mañana del día jueves, su ultimo recuerdo era del día martes.
- ¡miércoles! – dice alterado – esto no puede ser, no recuerdo los dos últimos días – dice mortificándose.
-
- Es normal – le dice Amara de forma tranquila – si no tiene un control de sus feromonas, es normal que pierda los sentidos, el RUT de un Alpha dura alrededor de una semana, pero con un Omega dominante solo con dos o tres días basta, así que, una vez aprenda a controlar sus feromonas, ya sabe a qué atenerse en el caso de que su Omega sea dominante o no – le dice continuando con su comida – ahora siéntese a comer, su comida se le enfriara y podría darle dolor de estómago – le dice
- Primero debo llamar a la oficina y notificar el porqué de mi ausencia durante tanto tiempo – le dice preocupado
- Ya están notificados – le dice Amara.
-
- ¿En serio? - le dice sorprendido y aliviado
- El gerente Hillcen lo llamo al día siguiente de usted no haberse presentado a la oficina – le dice – me tome el atrevimiento de contestar dicha llamada ya que usted se encontraba indispuesto, le explique la situación en la que se encontraba y me pidió que, cuidara de usted hasta que se sintiera mejor – le termina de decir.
- Muchas gracias, le agradezco por todo lo que ha hecho por mí en estos días – le dice avergonzado por todas las molestias que le había causado a la directora
- La mejor forma de agradecerme es mostrando resultado positivos y beneficiosos en la realización y ejecución del proyecto – le dice viéndolo de forma seria.
- Claro que vera lo resultados – le dice entusiasmado
- Excelente, ahora siéntese a comer, imagino que su cuerpo debe estar a punto de colapsar – le dice señalando el asiento.
Rafael se sentó a comer junto a la mujer, no había conversación alguna en ese momento o tema que tratar, así que solo se escuchaba el incómodo silencio entre ambos.
Luego de eso se arreglaron y salieron del Hotel, como si de dos desconocidos se tratara, cada uno por su lado lo más apartados posibles, una manera de aparentar que no había sucedido nada entre ellos, o si paso, pero no significo más que un simple acto de ayuda.
- Le recomiendo que se tome el día de hoy para descansar y mañana se presenta a trabajar – le dice Amara al llegar al estacionamiento.
- ¿Usted qué hará? – le pregunta curioso, sentía que no quería apartarse de ella.
- Debo ir a ver a mi hijo y recompensarlo por dejarlo solo por tanto tiempo – le dice mientras su rostro se iluminaba esbozando una sonrisa hablando de la única persona que era importante para ella.
Esa sonrisa a la que Rafael sintió querer estar atado durante toda una eternidad con solo poder verla, se acercó a la mujer y la abrazo.
- Gracias por lo que ha hecho por mí y lamento haberle causado problemas – le dice en tono suave.
Luego de ese fuerte abrazo, se separó de ella y se marchó, antes de que fuera más difícil el dejarla ir.
Amara quedo impactada, no esperaba un abrazo de forma repentina, su corazón comenzó a latir rápidamente sin poder calmarlo y su mirada siguió al hombre hasta que se perdió de su vista, conteniendo el impulso de querer seguirlo.
Rafael llego a su edificio y subió hacia su departamento, al estar frente a su puerta, su vecina salió a saludarlo como ya se estaba haciendo costumbre y antes de que pudiera entrar a su casa, la mujer lo detuvo.
- Quiero disculparme por la propuesta que le hice hace unos días – le dice la mujer, Rafael volteo a mirarla.
- ¿Disculpe? - no recordaba esa supuesta propuesta.
- Lo que le dije sobre ser mi Alpha – le dice apenada – le juro que no sabía, que usted ya tenía una Omega – le dice
- ¿Quién le dijo que yo tengo una Omega? - le pregunta sorprendido por aquella conjetura.
- Pues, no hace falta que me lo digan – le responde la mujer – usted está impregnado por su aroma y no es algo superficial como hace algunos días, se puede sentir las feromonas de su Omega mezcladas con las suyas, así que, por mi imprudencia, quisiera disculparme – le dice la mujer encogiéndose de hombros.
- Si, tranquila no hay problema – le dice apresurándose en entrar a su departamento.
Se quitó su saco y lo olfateo, era verdad, aunque se sintiera un poco diferente era el embriagante aroma de la directora.
- ¿Ahora que podría hacer?, creo que me volví adicto al aroma de esa mujer – dice desplomándose en la cama mientras abrazaba su saco.