La Experiencia Adquirida

Gael estaba tirando de su camisa por encima de su cabeza mientras subía las escaleras para llegar al dormitorio. Justo al entrar, la camisa quedo olvidada en algún rincón; los zapatos habían quedado tirados en algún lugar cerca de la sala. Necesitaba tomar un baño para relajarse. Haber recibido aire fresco mientras iba a dejar a Daniela a su casa, no había sido suficiente para calmar su necesidad. Su cuerpo necesitaba conseguir alivio de alguna manera.

Tras deshacerse del pantalón, abrió la regadera. El agua caliente caía sobre sus hombros. Gael apoyo una mano en el azulejo y con la otra tomo su miembro, con las imágenes del rostro sonrojado de Daniela recargada en su pecho, la sensación de su piel y el recordar los sonidos de su boca, no tardo en ponerse duro de nuevo.

Con una mano se aferraba en el azulejo mientras con la otra acariciaba su parte viril. Ella había dicho su nombre cuando derramaba su esencia sobre sus dedos. Gael recreo en su memoria las caricias de la chica, solo necesitaba un poco más, el recuerdo de sus manos aferrándose a su pantalón, mientras sus dedos eran aprisionados recibiendo su orgasmo, le hizo imaginar como seria cuando la tuviera debajo suyo, que no fueran sus dedos los que produjeran esas reacciones en ella si no…  

Con movimientos más rápidos echó su cabeza hacia atrás emitiendo un sonido gutural al momento de que un chorro caliente se derramó sobre el azulejo; luego de un segundo chorro, los movimientos fueron más lentos para prolongar su placer. Cuando su respiración y los latidos de su corazón se normalizaron tomo la esponja y el jabón ya con desgano y termino de ducharse.

—¡¿Me dirás que es lo que te tiene tan distraído?! —dijo Liam sonriendo, recargado sobre el marco de la puerta del consultorio. 

Gael hizo un ademán invitando a Liam a pasar; sabía que aunque tratara de disimular, no podría contra la curiosidad de su amigo. Lo mejor sería actuar lo más normal que fuera posible —. En serio llevo un rato tocando la puerta y no escuchas.

—Disculpa, estaba revisando algunas cosas, no me di cuenta que llegaste.  

—No pasa nada, me imagino que ahora que solo tienes a dos personas para ayudar en el albergue, el trabajo se vuelve más pesado para ti.

Liam entro y se sentó en la silla frente al escritorio. Estiró sus piernas reclinando se sobre la silla. 

—Si, tienes razón.  

—Voy a decirle a Dani que te ayude por las tardes, después de la universidad. ¿Qué té parece?

—Si, eso me gustaría —dijo Liam poco convencido, quizás Dani no se sentiría cómoda trabajando con él después de lo que paso entre ellos.

—Pero no es eso en lo que estabas pensando hace un rato ¿cierto? —A veces, solo algunas veces era molesto que Liam le conociera tan bien. Bueno en realidad solo ahora que trataba de ocultar que estuvo con su hermana —. Ha.…no quieres hablar, yo creí que éramos amigos —dijo Liam tras un breve silencio, fingiéndose ofendido llevando su mano su pecho — yo que siempre te cuento todo.   

—A veces preferiría que te guardaras algunas cosas — replicó Gael con una sonrisa que no concordaba con su tono de voz serio.  

—Bueno ya. Me imagino que tiene que ver con tu cita de anoche. 

Gael fingió no prestar atención. Liam era un hombre de treinta tres años que tendía a comportase como si tuviera diez años menos y él también se comportaba así en ocasiones, sobre todo cuando estaban juntos y Liam le contaba de sus conquistas o de alguna cosa graciosa que le pasaba en la clínica donde trabajaba. Gael siempre había sido un tanto reservado, pero siempre le contaba uno que otro detalle que calmara la curiosidad de su amigo como lo de la cita.

Liam había salido con una chica y quería que el saliera con la amiga, algo así como una cita doble, por eso Gael tuvo que decir que ya tenía planes. 

—¿Qué tal te fue? —preguntó Liam acomodándose de nuevo en su asiento, ahora inclinándose hacía el frente. 

—Bien  

Liam se acercó aún más y espero un momento en silencio para no perder detalle pero se dio cuenta de que Gael no pensaba decir nada más. 

—¿Solo bien? Vamos hermano cuéntame— Gael sabía que Liam esperaba algo más que esa simple respuesta, pero que le podía decir. 

"Anoche tuve una cita con tu hermana, porque me pidió que mantuviéramos una relación para que ella pudiera experimentar y yo acepte. La desnudé en la sala de mi casa, la acaricié y la hice terminar con mis dedos, estuve a poco de perder el control, pero logré contenerme y dejarla solo con eso. Después la fui a dejar a tu casa y al regresar me masturbé en mi baño pensado en ella.  Se podría decir que si me fue bien. Es más, hace un momento antes de que entraras estaba rememorando todo y volví a excitarme". Eso no era buena idea.

—Tendrás que conformarte con eso. 

—¿La conozco? — Gael mantuvo su actitud seria, pero no fue suficiente para que Liam desistiera con su interrogatorio; se llevó la mano a la barbilla en modo pensativo y su rostro se ensombreció—. Supongo que si no quieres decirme es porque se trata de alguien con quien no deberías haber estado. No te preocupes, sabes que eres mi hermano y te apoyo, y si necesitas que te cubra o algo, lo hare, solo ten cuidado —.  

Gael solo pudo asentir levemente y mantuvo su actitud; lo sorprendía la declaración de Liam, él también lo quería como a un hermano, sabía que era sincero con sus palabras, pero ahora no podía evitar sentir que lo estaba traicionando, a él y al lazo que habían creado en todos esos años; se sintió miserable.  

—Ya quita esa cara —Liam se levantó de su silla y Gael lo imito sin pensar, Liam volvió a sonreír como si nada —. Tengo algo que contarte, pero no aquí, vamos a tomar algo al café de la esquina y te cuento.  

—Claro hermano. 

Gael hizo a un lado su miseria, no sabía que idea se había hecho su amigo sobre su reciente comportamiento, pero sabía que de ninguna manera imaginaba la verdad. Gael soltó un suspiro seguro que Liam lo escucho, pero no dijo nada, debía dejar de dar vueltas al asunto, si Daniela cambiaba de opinión ya no habría más encuentros de esos, aunque si ella quería continuar… no podía ser tan malo, después de todo, Daniela ya no era una niña.