Mi Sugar Baby

Marisolio, “el imprudente”, cayó en cuenta que iba a decir algo indebido. Pero, obviamente, a él no le importa, pues él es: Marisolio, el más chismoso del emporio.

—Marisolio, eres un cotillero de primera. Y sí, es lo que te imaginas. —Axel sabe que de nada vale negarlo ante Marisolio —Pero esos comentarios no los hagas y menos delante de Sarah. Ya sabes que ella es la informante de mi mamá. Así que si quieres seguir siendo mi amigo, no digas nada. Hazme el favor y le dices a la de ojos bonitos, que entre. —Axel le pide a Marisolio y este le hace la señal de saludo militar, acatando la orden.

—Ya mismo la llamo. Pero dile que no grite como desquiciada, que luego Sarah la escucha y ella es muy chismosa —Marisolio le advierte a Axel.

—Cállate, Marisolio, y llama a Angelica. —Axel se enoja.

—Lindo nombre así como ella. —Marisolio salió rápidamente a llamar a Angelica, la cual aún estaba afuera de la oficina, limpiando las hojas de las plantas de la sala de espera.

—Pss, psss. ¡Ojos bonitos! —Angelica escuchaba al niño mariposo y se hacía la que no era con ella. —¡Ángelica!

Ahí sí ella volteó a mirar.

—Sí, señor. ¿Me necesita? —Angelica preguntó con decencia.

—Yo no la necesito. Pero Axelito sí. Que si por favor va a su oficina. —Angelica, deja de limpiar las plantas y mete el limpión en su delantal.

—¿Axelito? —pregunta aunque sabe a quién se refiere.

—Sí, el jefecito. Oh, yo no me presenté, qué maleducada. Mucho gusto, soy Marisolio San, pero solo dime Marisolio. Ya Axelito me dijo tu nombre y es muy bonito, Angélica. Ve rápido que, como es de desesperado, no demora en salir por ti. —Angelica asiente y se dirige a la oficina de Axel, no sin antes darle las gracias a Marisolio.

Axel, tal como lo dijo Marisolio, ya iba a salir por Angélica y cuando él abría la puerta, ella ya iba a tocar.

Sin mediar palabras la entró y, apenas cerró, le quitó el delantal, desabrochó su blusa y sacó sus senos por encima de su brasier.

—Qué lindos —le decía tocándolos.

—¿Ja, te parece? Mira lo caídos que son. Me imagino que has tenido unos más bonitos en la mano y en la boca. —Angelica le decía con sinceridad, burlándose ella misma de sus senos.

—Pero estos son naturales. Yo ya estoy cansado de chupar plástico. —Axel llevó a Angelica hasta su silla; él se sentó y la puso a ella en sus piernas. —Dame que quiero chupar tetica.

Axel dice esto y empieza a chupar los pezones de Angélica. Esta comienza a gemir y Axel rápidamente la calla con sus besos.

Axel termina de abrir la blusa de Angelica, para seguir tomando tetica más facil. Angelica se calienta con lo que le hace Axel y empieza con su manito a masajearle su miembro por encima del pantalón.

Ante esta acción, Axel la sienta en el escritorio y, como el uniforme es de falda, abrió sus piernas, subió su falda, corrió el panty y...

—Oh, aquí estás. Qué hermosa. —Axel la tocó con suavidad. Como si tocara la joya más delicada. Introdujo su dedo y Angelica se estremeció; Axel lo entraba y sacaba. Luego lo probó ante la mirada excitada de Angelica. —Mmm, deliciosa. Prueba.

Axel dio a Angelica de probar de su dedo, y esta lujuriosa lo chupó despacio y...

📠Axelito, espantapájaras uno, más progenitora. SOS. SOS. SOS. Protege a ojos bonitos.

Un mensaje de Marisolio desde el interfono alertó a los amantes. Axel se levantó de su silla acomodando su erección que, del susto, se fue desinflando. Le pasó el delantal a Angelica, que de un brinco se bajó del escritorio, se lo puso y...

Cinzia, acompañada de Patricia del Pino, abrió la puerta de la oficina, como siempre lo hace sin anunciarse, y vio una escena muy inusual.

Axel en su silla, sentado, leyendo el periódico y Angelica limpiando la planta de la mesa de té, dándole la espalda a ellos.

—Hola, hijo ingrato. Si no vengo con tu prometida, pasarían días sin verte. —Luego se dirigió a Angelica: —Querida, por favor, retírate. Más tarde puedes limpiar la matita. —La señora Cinzia saludo a su hijo y luego hizo que Angelica saliera de la oficina. La cual lo agradeció, ya que no sabía cómo más disimular.

Angélica rápidamente salió y se topó de frente con Sarah.

—¿Qué hacías en la oficina del señor Darko? A él no le gusta que le hagan aseo cuando está en ella. —Sarah la interroga.

—El señor Darko me mandó a llamar. Necesitaba que le limpiara... —En ese momento llegó Marisolio a su rescate.

—Yo la llamé, porque Axelito regó el tinto que estaba destinado a reposar en tu cabeza hueca, tonta e inútil —Marisolio le dijo su poco a la flacuchenta. —Señora, me puede limpiar los espejos de mi estudio. Necesito que mi belleza se refleje bien.

Angélica salió detrás de Marisolio para limpiar unos espejos que están más que limpios y aun así no reflejan ninguna belleza a Marisolio.

En ese momento Angelica es salvada, pero al que no lo salva nadie es a Axel.

—¿Qué hacía esa mujer aquí? A ti no te gusta que estén limpiando tu oficina mientras estás en ella. —Cinzia interroga a su hijo.

—Mamá, ya te dije que ella es nueva y no sabía. Yo estaba en medio de una llamada importante y no la hice retirar por eso. —Axel sabía que Cinzia tenía ese sexto sentido que tienen las madres bien desarrollado, tanto que ya hasta había evolucionado a un séptimo sentido, y es de temer.

—Okey, te creo. Bueno, Paty y yo vinimos para que fijemos la fecha de la boda. Mañana llegan los señores del Pino desde Canadá y vamos a ir a su mansión a un almuerzo de bienvenida. Así que no puedes faltar. —Cinzia hablaba y Paty solo asentía a lo que su "suegra" decía.

—Mamá, yo aún no me pienso casar. Soy muy joven. Apenas tengo 25 años. —Axel se defendía. Pero su mamá estaba empecinada en emparentar con los del Pino.

—Tu papá se casó conmigo de 22 años, y 26 años después aun nos hablamos. —Cinzia justificaba que la edad no es problema y Patricia del Pino era una simple espectadora. Estaba acostumbrada a que Cinzia o sus padres son los que hablan.

—Sí, se casaron porque estabas embarazada de mí. Qué escándalo que la hija del famoso señor Cantu sea una madre soltera. —Cinzia le pegó un zape a Axel para que dejara de ponerla en ridículo con su amada nuera. —Madre, jamás vayas a hacer eso con Carolina. Si se casa con alguien, que sea porque la aman y no por obligación.

—Carolina es una niña aún. Todavía no pensemos en eso. Piensa en una fecha y mañana la propones en el almuerzo. —Cinzia y Patricia se despiden, dejando por fin a Axel solo.

Este tenía tanto coraje por la manipulación a la que esta sometido por parte de su madre, que recordó el vestido que hizo cuando sus emociones se desbordaron. Así que llamó a Marisolio.

📲 Marisolio, tengo un nuevo vestido para la colección.