Nina Snow, es una de las hijas del Beta de la Manada BLOOD MOON, una de las más conocidas del país. Ella está enamorada de los futuros trillizos Alfas, quiénes son tres futuros Alfas.
Pero después de sufrir una decepción amorosa, decide irse de la Manada y estudiar en el extranjero. Con el paso de los años, se encuentra reacia a regresar a BLOOD MOON, pero se ve en la obligación de hacerlo porque una amiga se lo pidió.
Ahora debe enfrentarse nuevamente con su pasado, pero nada será lo mismo después de su regreso. ¿Aceptará lo que le depara el destino?
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ESPERO QUE ALGÚN DÍA PUEDAS PERDONARNOS
NARRADOR
Al cabo de un tiempo, Nina fue capaz de calmar sus emociones y tras haberse perdido un poco al no tener claro a donde estaba exactamente se dirigió al lugar de la fiesta, para tratar de disfrutar lo que resta de la misma.
Aunque fue muy difícil, porque a causa de los sucesos de hace poco todos los que estaban presentes no dejaban de observarla con curiosidad.
Por otro lado, sus amigos, al verla entrar se apresuraron hacia donde estaba con preocupación. Intentaron averiguar que había pasado, pero al verla tan desorbitada dejaron de insistir y esperarían a que ella le cuente con más calma.
Y para la tranquilidad de Nina, no volvió a ver a los trillizos durante la fiesta.
Una vez que termino todo, casi todo el grupo regreso a la casa del antiguo Beta.
A excepción de Camila, quién junto a Liam iban a dormir en la casa en la que ahora vivirán como pareja.
Una vez que Nina llegó a la entrada, pensó que todos los demás ya estaban dormidos.
Pero para su sorpresa sus padres y Annie estaban en la sala de estar, como si estuvieran esperando a alguien. Sinceramente no le prestó atención a lo que hacía o dejaba de hacer su familia en todo el día, por lo que es la primera vez que se cruza con ellos hoy.
Cuando se percataron de su presencia, su madre corrió hasta ella con la angustia tiñendo su voz.
— Nina, mi vida, ¿estás bien? — le pregunta.
Antes de que pudiera siquiera decir una palabra, su padre también intervino.
— ¿Tuviste algún problema con los Alfas?. No te preocupes haré todo lo que esté a mi alcance para que sea cual sea la situación, no te afecte en lo absoluto.
— Bueno, la verdad no creo que sea algo que otra persona pueda solucionar. — le responde frunciendo su ceño.
Todos tienen expresiones de duda en sus rostros.
— De todas maneras, deja que tu padre hablé con ellos, de esa manera tu regreso a la manada no se verá afectado...— suelta la mamá de repente.
— Mamá, ¿de qué estás hablando?. Recuerdo decirles que solo me quedaría por tres días. Y ese plan no ha cambiado, por lo tanto, ya mañana me voy de aquí.
La Sra. Ana mira a su hija con desesperanzada.
—Pero cariño... Pensé que con la convivencia, que aunque ha sido poca, te haría cambiar de opinión. Además, ¿qué tiene de malo quedarte con tu familia?
— Mamá... Obviamente, los voy a tratar con cortesía, pero a pesar de que tuve convivencia en estos días con ustedes, no significa que me iba a quedar aquí por más tiempo.
Además, no tengo ninguna razón para regresar a un lugar en la que me siento incómoda.
Sus padres la observan con culpa.
Nina creyendo que no tienen más nada de que hablar, se iba a descansar para pararse mañana súper temprano. Pero para su sorpresa, Annie, quién no le había dirigido la palabra desde el día que llegó, por fin dice algo:
— Nina, ¿todavía nos odias por lo que pasó con los gemelos?.— pregunta con cautela.
Cuándo Annie soltó esas palabras, ocasionó que el Sr. Sebastián y Sra. Ana se congelarán en su sitio.
Nina, por su lado, no mostró ninguna reacción.
— Yo no los odio. Me guste o no son mi familia, y obviando ese tema ustedes nunca me trataron necesariamente mal, pero eso no quita el hecho de que su falta de sinceridad y su contribución en toda la situación no me haya hecho sentir traicionada y muy decepcionada de todos ustedes, por lo que por supuesto por mucho tiempo les guarde rencor.— Nina les habla con serenidad.
— Pero ya han pasado años de eso. Esos sentimientos ya debieron quedar atrás. — les pregunta la mamá con desesperación.
— Claro— la chica les dedica una pequeña sonrisa vacía. —Pero nada eso cambia el hecho de que la traición sigue presente.
— Pero hija mía...— su padre suelta un suspiro. — ¿Qué quieres decir con qué nunca te tratamos necesariamente mal? A los tres siempre los tratamos por igual.
Nina cai se queda sin palabras.
— Eso no es verdad y ustedes lo saben. Como dije nunca me trataron mal, tal vez a nivel material no estábamos tan dispares, pero a nivel emocional claramente había una marcada diferencia.
Ya sea porque Liam era el mayor, y el que en consecuencia, heredaba el cargo de Beta o Annie porque era muy amiga de los trillizos, siempre eran prioridad. Sin importar que a ellos nunca le fallaron, en cambio, a mi... Bueno eso era otra cosa.
Quiero que me digan la verdad ¿Nunca quisieron tenerme, no es así?
— Nina... No dijo esas cosas. — le replicó su madre.
— Pero es que no encuentro otra explicación. No importaba el evento en donde yo estuviera involucrada, de alguna manera siempre coincidía con algo de mis hermanos sobre todo con Annie. Si había ocasiones en donde se tenía la oportunidad de convivir en familia, mágicamente yo no podía estar presente. Es que acaso, ¿yo soy la culpable de aparentemente arruinar su perfecta familia de cuatro?. Si ese es la razón, por favor dígamelo a la cara. Tal vez de esa manera pueda entender tanto desapego por parte de ustedes, mis padres.
— Nina... Mi niña, nosotros nunca quisimos que te sintieras así. — suelta el padre un pesado suspiro, como si todas las decisiones que tomo hasta ahora le abofetearan en la cara. — desde hace siglos en esta manada se estableció un tipo de profecía, en donde se decía que una de sus generaciones iba a ser la bendecida por la Diosa taer al mundo a los hijos que gobernarían el mundo de los hombres lobo por completo. Se decía que las parejas iban a conformarse por unos trillizos y la hija de un beta de lo que ahora se conoce como BLOOD MOON.
Pero que si por alguna razón esa conexión se rompía, todo el equilibrio natural de nuestro mundo se desaparecería, sin darnos cuenta dejaríamos de existir.
Entonces por años, se estudió meticulosamente cada generación tanto en la familia de Alfa como del Beta, ya que tremenda responsabilidad sobre nuestra manada no era algo que se toma a la ligera. Pero con el paso del tiempo, como nada pasaba se empezaba a creer que todo era un mito. Hasta que llegaron los trillizos y ... Después Annie.
Con esto se asumió que ellos iban a ser los encargados de cumplir con esa profecía, por lo que era muy importante fortalecer su relación, incluso, antes de que obtuvieran a sus lobos. Por eso se les prestaba una mayor atención a Annie. Pero con el tiempo no dimos cuenta de que tú estabas generando interés por los trillizos. Esto fue una de las principales cosas que preocupo a todos.
Que tú te convirtieras en un problema para cumplir con la profecía. Por lo que se debían tomar cartas en el asunto.
También estaba el hecho de que, aunque los trillizos se llevaban muy bien, ellos aseguraban que Annie no era su compañera. Que esa persona estaba en otro lado, pero no sabrían decir con exactitud donde era.
Por lo que para evitar mayores problemas, lo mejor era mantener alejada hasta que se te pasara el capricho con los trillizos.
Annie los miraba con sorpresa, aparentemente ajena a todo esto.
Nina estaba impactada con todo lo que soltaron.
Se quedaron en un silencio incómodo por lo que parecieron horas. Hasta que Nina decidió hablar:
— Entonces me estás insinuando que por una profecía que sabrá la Diosa de quién salió, lo mejor que se les ocurrió hacer fue convertirse en unos padres negligentes emocionalmente, para que una niña que no pidió nacer en esta familia, no tenga la oportunidad de destruir las ilusiones de un montón de adultos supuestamente competentes sobre la relación entre los trillizos y Annie... Vaya la verdad es que es algo bastante lógico y entendible. — soltó con sarcasmo e incredulidad.
— Se que viéndolo ahora suena egoísta e inmaduro, pero todo lo hicimos por tu bien. Y teniendo en cuenta de que tiempo después tanto Annie como los trillizos fueron avanzando en su relación, más rápido nos convencimos de que estábamos haciendo lo correcto. — continua diciendo el padre de Nina.
Nina no sabe si reír o llorar.
— No me digas, el hecho de que en mi cara tanto ustedes como mis hermanos tuvieran el descaro de decirme que nunca me rindieran con los trillizos, pero a mis espaldas Annie y ellos estaban viviendo su romance de película, también fue por mí bien — Nina suelta notablemente molesta y sus padres solo se limitan a bajar la mirada.
Mientras que Annie se esforzaba por querer decirle algo, pero no le salían las palabras.
— Bueno con todo este cuento, lograron lo que querían porque se me "quito el capricho" que tenía con los actuales Alfas. Ahora les pregunto, ¿todo esto valió la pena? ¿Pudieron garantizar la profecía? — preguntó Nina con seriedad.
Su madre decide tomar la palabra:
— Bueno cuando dejaste de perseguir a los trillizos nos sentimos aliviados. Después nos dimos cuenta de que habías descubierto la relación y que te querías ir al extranjero, nos sentimos fatal, pero consideramos que cuando se te pasará el enojo, con una buena explicación, podrías entender nuestro accionar.
Pero mientras seguía pasando el tiempo, empezamos a caer en cuenta de que no era un capricho, tú en realidad si habías desarrollado sentimientos por los trillizos, así que está verdad nos empezó a golpear en la cara, pero ya era tarde para revertir la situación y considerar abordarla de otra manera.
Solo nos quedaba esperar y ver qué todo no hubiese sido en vano.
Pero como si el universo viendo lo mal que nos comportamos contigo decidiera que era necesario que recibiéramos nuestro karma, a la ahora de la verdad descubrimos que, en efecto, Annie no era ja compañera destinada de los Alfas Moon. Así que ya te imaginarás como nos sentimos al darnos cuenta de lo equivocados que estábamos.
— No, no me quiero imaginar nada— soltó Nina— Creo que ya escuché suficiente de sus excusas sin sentido. Mira que lastimar a uno de tus hijos por complacer a los demás, peor todavía, personas que no te corren por la sangre...
Espero que se hayan sentido muy a gusto haciéndome sentir mal y viéndome la cara de estúpida, sobre todo tú Annie... Siempre diciéndome que yo era muy importante para ti y que sin importar que siempre me protegerías porque yo era tu hermanita...
— Nina... Te juro que yo no tenía idea de todo esto...— le dice ella desesperada.
— Consciente o inconsciente de está dizque profecía, de igual manera me lastimaste. Espero de corazón que en verdad hayas disfrutado reírte de mí con tus amiguitos, porque minimizar los sentimientos de tu hermana... Mejor no digo nada más.
— Hija... Espero que algún día puedas perdonarnos. — dice la madre que de un momento a otro rompió a llorar.
Nina siente que ya debe salir de allí, su mente ha estado bajo suficiente estrés hoy y con todas sus emociones alteradas todavía más no cree aguantar un minuto más con estas personas.
— Eso es difícil de imaginar, pero en realidad yo también espero algo de todos ustedes.
Qué por todos esos años, de hacerme sentir que estaba fuera de lugar, pero que al mismo tiempo les debía algo por ser mi familia, quiero que se olviden de que alguna vez regrese a este lugar.
Bueno y si el Señor aquí presente en verdad quiere ir a hablarar con los Alfas, adelante dígales de mi parte que espero que les quedará bien claro todo lo que conversamos cuando se les ocurrió que era buena idea arrastrarme de esa forma fuera de la fiesta.
Creo firmemente que ya no es necesario tener ningún tipo de comunicación entre nosotros.
Después de decir eso, Nina sale de la casa a despejar su mente, mientras que sus padres y hermana se desmoronan de la culpa y remordimiento en el lugar.