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Cómo Si Fuéramos Novios

Cómo Si Fuéramos Novios

Status: Terminada
Genre:Romance / Amor prohibido / Amor de la infancia / Incesto / Romance oscuro / Completas
Popularitas:1k
Nilai: 5
nombre de autor: Oswaldo Sánchez Arreaza

Es la historia de un amor Asexual, un tributo al romance, Helen y Davis tendrán una relación fuera de lo común, dónde el sexo no se hace necesario para expresar los sentimientos ni el deseo mutuo.

NovelToon tiene autorización de Oswaldo Sánchez Arreaza para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

CAPÍTULO XIV: FATALIDAD

LIBRO II

EL RELATO DE HELEN

Fue la mejor época de nuestras vidas, nos teníamos uno al otro y estábamos con mamá, aunque no soportaba mucho a mi hermana menor, a veces deseaba agarrarla a bofetadas, pero me contenía para conservar la paz de nuestro hogar, ser madre era una experiencia que cambio mi vida.

Todo marchaba bien, hasta que un día mamá recayó nuevamente por el Cáncer, me dolía en el alma verla al borde de la muerte, esa vez no pude ser Doctora y me dispuse como su hija solo a acompañar hasta el último

suspiro a la mujer que me brindo todo su amor desde niña, aún recuerdo nuestra última conversación: “Hija, quiero que recuerdes esto: las parejas no son perfectas,

en una relación siempre hay altas y bajas, van a haber momentos que van a sentir que su fuego se a pago, pero

No es momento de darse por vencido, el verdadero amor es para siempre”.

—¿Tú perdonarías a papá su infidelidad? —Le pregunté a Mamá.

—Antes de adoptar, él tuvo un pequeño desliz, me pidió perdón y lo perdoné, con su llegada nuestro amor floreció nuevamente.

—Pero te volvió a traicionar.

—En parte tuve la culpa, me descuide como mujer, deje que la rutina nos fuera alejando lentamente hasta que en la cama éramos como unos completos desconocidos.

—No es tu culpa, el que ama es fiel.

—El hombre es un ser que necesitado de afecto—Afirmo Mamá.

—Te gustaría hablar con él.

Lisa se comunicó con papá y acepto venir a ver su esposa, pues aún no firmaban los papeles del divorciado, su estatus era separado por acuerdo mutuo, llego al hospital muy elegante y con un ramo de flores en su mano, no me devolvió el saludo y paso a visitar a mamá.

Papá se quedó en un hotel en la ciudad y estaba al pendiente del estado de salud de ella. Fueron días de mucha incertidumbre y nerviosismo, después 21 días en

el hospital en una infame madrugada perdió la guerra contra el Cáncer, el dolor desgarró mi alma, nunca había sentido tan amargo pesar, Davis me abrazo y lloré con profunda tristeza como nunca lo había hecho.

A su funeral acudieron familiares y amigos de toda su vida, se me hacía complicado y fastidioso explicar los hechos después del accidente, pero lo único que me importaba era que ya no tendría a esa mujer cariñosa y sabia conmigo, el dolor de su partida era la peor de la tortura.

Me refugie en el amor de Davis, papá rompió el hielo conmigo y también me consoló “Son los tipos de días que no quieres que llegasen, pero llegan en la vida de

Todo ser humano”.

Llore a más no poder, pase días llorando su partida, perdí mucho el ánimo y el apetito, hasta que caí en la Resignación de su ausencia definitiva.

Luego de pasar el duelo, días después volví al trabajo cada día extrañando a la única madre que conocí. En el trabajo unos de los temas de conversación a diario era el sexo, como no era una experta en el asunto, prefería quedarme callada, mi curiosidad sobre el tema fue creciendo, hasta el punto de ver pornografía, mi primera impresión fue de asco, Ashley Cuoper una compañera del hospital me pregunto:

“¿Cada cuánto tiempo tienes sexo con tu pareja?”

—No me gusta hablar de esas cosas—Le respondí

—Pero chica es algo normal, trabajas mucho tienes que aliviar la tensión—Insinuó Ashley.

—Yo me siento bien.

—Dime una cosa te gusta por detrás.

—¿Cómo así?

—Eres un poco lenta, por el culo, a mi marido le encanta— Explico Ashley.

—Ay no que asco.

—Por mujeres como tú, es que los hombres son infieles, tienes que ser una perra en la cama—Sonriendo Ashley

—Ok, hablamos luego, voy a ver un paciente—Me excusé y Salí literalmente huyendo.

Llego un momento en que quise intentarlo con Davis, sin saber cómo hablarlo, pensé en abordarlo mientras se bañara y que fuera algo espontaneo, en un intento, abrí silenciosamente la puerta del baño, sin él darse cuenta lo observé, con su miembro en su mano hacia lo que comúnmente se conoce como masturbarse, quede

Atónita y me alejé, luego una conversación muy extraña comenzó: “Amor por que te masturbas”.

—Por qué me preguntas eso.

—Porque te vi.

—Ahora me espías—insinuó Davis

—Fue intencional, pero responde mi pregunta por favor—Le insistí una respuesta.

—Más que todo por ocio.

—Piensas en mí cuando lo haces.

—No como crees, sabes que no tengo esos tipos de pensamientos lascivos contigo—Expuso Davis.

—Es que no te gusta mi cuerpo—Le pregunte.

—Claro que si mi amor, amo tu cuerpo—Exclamo Davis.

—Entonces hazme el amor—Le exige de forma autoritaria

—¿Qué te pasa hoy? Habíamos quedado en una relación romántica.

—Las parejas evolucionan.

—No necesitábamos sexo para ser feliz, que bicho te pico.

—Siempre eres tan bruto—Le grité con Molestia.

Puso cara de molesto y dijo: “Vas a ver, anda voltéate”, comenzó a morder mi trasero fue bajando el mono para dormir que tenía puesta, medio unas nalgadas, pensé

Ahora sí, pero todo se quedó en un momento erótico nada más “Lo siento no lo puedo hacer”, medio rabia y lo corrí del cuarto esa noche.

En la mañana, no podía disimular mi disgusto con él, entonces Lisa se dio cuenta “¿Qué paso, problemas en el paraíso?

—No es el momento Lisa—Dijo Davis.

—Mejor vete a trabajar—Comente con desagrado.

Me quede sola con mi hermana en casa, y sin dudar pregunto qué pasaba entre nosotros, Dijo Lisa: "Es raro que ustedes pelen, cuéntame, puedes confiar en mí".

—Si lo sé, en este momento necesito una amiga.

—Si aquí me tienes—Aseguro Lisa.

—Hay una parte de mí que siente curiosidad por tener relaciones, pero Davis, no quiere hacerlo conmigo, quizás no me encuentra sexy.

—No seas boba, claro que se te encuentra sexy, lo que pasa que aún te ve como su hermanita, se criaron juntos esa imagen no es fácil de sacar.

—Tengo que parecer otra persona para poder

acostarme con él.

—No lo sé, pero algo que no entiendo, todo este tiempo viviendo juntos y como es que ahora surge este conflicto por el sexo y no antes al principio de su relación—Cuestiono Lisa

—Digamos que teníamos un acuerdo de no sexo—Le explique a mi Hermana.

—Pero tú cambiaste de parecer y ahora quieres fornicar y Davies no.

—Exactamente, tengo curiosidad de cómo se siente.

—No puede ser, en verdad eres virgen, en este país es casi un milagro a tú edad conservar la virginidad, pero aparte de Davis, no saliste con otros chicos—Afirmo

Lisa.

—Sí, pero no quise llegar a eso.

—La solución es simple, tienes que coger con alguien—Propuso Lisa.

—Definitivamente, no puedo hacerle infiel a Davis.

—Debemos salir las dos para que te relajes un poco.

—Me gustaría—Acepte con entusiasmo.

Le hablé a Davis, pero fui un poco seca con él los siguientes días, un viernes por la noche le pedí que se quedara con el pequeño Lían para tener una salida de hermana, no le quedó más remedio que aceptar.

Con unas amigas de Lisa, fuimos a un club nocturno, no quería tomar, pero mi hermana me persuadió, me convido a la pista de baile y bailamos las dos, me sentía tan emocionada, en eso me dice: “Conoce a un amigo”, luego me dejo hablando con él, la verdadera un hombre agradable, inteligente y con una sonrisa cautivadora, la conversación se a largó y me dijo: “¿Quieres dar un

Paseo en mi Porsche?” accedí y salimos del lugar, ya tenía unos tragos de más.

Me dio un paseo a bordo de su deportivo último modelo, me llevo a su apartamento, estando allí, me sirvió vino, la charla avanzaba, cuando me beso, me deje llevar por el momento, sin darme cuenta estaba

desnuda, saco su pene y lo metió en mi boca, me sentí algo nerviosa y me negué a continuar, salí del edificio y

Lisa me fue a buscar.

Al día siguiente me desperté sola en la cama, Davis vino y sentía que algo no andaba bien.

—¿Qué paso anoche Helen? Llegaste borracha a la casa y sin sostén—Pregunto Davis con cierta molestia.

—Lo siento, no volvería a pasar.

—¿Estuviste con un hombre? —Insistió Davis.

—No te voy a mentir, pero solo me robo un beso.

—Cómo pudiste hacerme esto—Grito con decepción Davis.

—Perdón mi amor—Suplique con lágrimas.

—Si tanto te importa el sexo, es mejor que te busquen a un hombre que pueda complacer tus deseos.

Muy molesto tomo algunas de sus cosas y se fue de la casa, pensé que volvería al rato, pero no volvió ese día ni al siguiente, le deje mensajes y lo Llame y no me

Contesto, me sentí avergonzada por lo que había hecho, no Sabía cómo recuperar la confianza de Davis.

Me sentía desesperada y angustiada, recordé las palabras de Mamá (toda relación tiene sus altas y bajas), fui a verlo para su trabajo, pidió: “No hablaré contigo aquí, vamos a tomar un café”.

—Sabes que te amo con todo mi corazón, perdóname me deje llevar por la presión social, todo lo que hablan en el trabajo y en la calle es de sexo y yo me quedo sin

qué decir por qué no tengo experiencia.

—Créeme no te pierdes de nada extraordinario, yo si he tenido sexo, pero fue algo mecánico, sin afecto y sin

deseo genuino, lo que siento por ti va más allá del placer y de la lujuria.

—Yo también siento lo mismo, perdóname mi amor.

—Pero me fuiste infiel—Argumento Davis.

—Si lo sé y me arrepiento, estaba borracha y me desoriente mucho—Alegue con Ahínco.

—En verdad fue solo un beso.

—Te lo juro mi príncipe.

—Está bien te creo.

Me beso y sentí una paz inmensa, al terminar su jornada volvió a la casa, preparé su comida favorita, cenamos y

luego tuvimos una sesión de besitos y caricias, me recosté sobre su pecho y me quedé relaja y me dormí a gusto.

Sin darnos cuenta era otra victoria para nuestro amor, me olvide del sexo y me enfoque en lo que teníamos, un día me sorprendió me invito a cenar para un restaurante elegante.

—Eres el amor de mi vida, quiero darte este anillo de casa dos como Símbolo de nuestra unión—Declaro Davis.

Acepté con gusto el anillo, me lo colocó en mi dedo y yo en el suyo, de allí viví mi vida como una mujer casada.

Pero las cosas cambiarían un poco, Lisa se fue de la casa a probar suerte con una amiga en otra ciudad, nuestro hijo tenía un año y 4 meses ya, le propuse yo trabajar y el quedarse en casa cuidando el niño, no le gustó la idea, pero mi salario era el más alto, por eso quedamos de acuerdo en conservaría mi trabajo.

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matenñz
soy el primero en leer esta historia
matenñz: es re lindoooo
matenñz: es re lindoooo
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