El Temible Alfa Y Su Mate

Mateo

Le pedí a Lina que subiera a la habitación y me esperara ahí, necesitaba un minuto para calmarme para entender qué diablos había sucedido.

— Señor estás seguro que se encuentra bien?— Preguntó Ignacio.

— ¿Dónde estabas? ¿Por qué dejaste que estos imbéciles pasaran? Cómo se atrevieron a juzgar mis malditas decisiones respecto a mi manada!— le pregunté entre gritos a mi beta furioso porque él tenía que estar aquí pendiente de que nada sucediera.

Y el hecho de ver a mi luna ahí frente a mí dando la cara por estos imbéciles me había enfurecido aún más. Ellos qué solo hablaban mal de ella y ahí estaba mi luna arriesgando su seguridad sin saber si me podía haber descontrolado y haberla lastimado.

Caminé de un lado a otro sintiendo la furia crecer en mi, me había encargado durante años proteger a las manadas de estos alfas había prestado Guerreros, incluso entrenando a sus guerreros para que fuesen personas fuertes que pudieran proteger sus manadas sin necesitar apoyo de nadie y sin embargo aquí estaban creyendo que podían tomar decisiones por mí y decirme qué hacer.

Bien decía mi padre, hacerle un favor a alguien es hacerle creer que siempre vas a estar ahí para ellos y que ellos pueden dominarte y exigirte.

— ¡Mateo estás fuera de control sé que lo que te dijeron no te gustó y a mí tampoco me gusta que cuestionen tus decisiones ni mucho menos, pero ibas a matar a unos alfas Mateo!— mi beta parecía estar igual de furioso que yo solo que por otras razones.

Si fuese cualquier otra persona juro por la Diosa que lo hubiese arrancado la cabeza de un zarpazo.

— ¿Qué mierda querías que hiciera entonces? — grité con la seguridad de que mi luna no podía escucharme — ¿acaso quieres que deje que ellos subestimen у minimicen el gran potencial que tiene Lina? No me interesa si es humana, si es lobo, si es vampiro, si es hada no me interesa siquiera si es una roca.— grite furioso sin dejar de caminar de un lado a otro— ella fue la persona que la diosa escogió para mí soy la segunda persona y mi generación en encontrar a su mate, fui esa persona afortunada. ¡Ella cree por culpa de ellos que voy a dejarla solamente porque ellos creen que no está mi altura! ¡Pero me interesa una jodida mierda lo que ellos piensen! — grité.

Respire profundo tratando de controlarme porque sentía que en cualquier momento iba a volver a transformarme en lobo y ya tenía la sala hecha un desastre con todo lo que había sucedido. Además definitivamente no quería que Lina tuviera que bajar y asustarse nuevamente al ver que no puedo controlarme.

— No te estoy pidiendo que la dejes tu manada te respalda y estamos felices de que ella esté en tu vida y en este lugar solo te pido que te controles.

— ¡Y yo te exijo a ti que defiendas a tu luna!.

— Sabes que daría mi vida por ella.

Lo se.

Traté de soltar todo el aire que tenía retenido respiré profundo un par de veces e incluso cerré los ojos tratando de pensar solamente en ella en sus preciosos ojos azules, los cuales me enloquecían por completo, trato de recordar aquellos labios jugosos carnosos de color levemente rojos, esas mejillas que se sonrojan con cualquier cosa que pueda decirle o con cualquier mirada que le dé. Los latidos de mi corazón bajaban suavemente a medida que la veía a ella.

No sé que iba a ser para lograr que todos la respetaran, pero de lo que sí estaba seguro es que algo haría porque no permitiría que esta situación volviera a pasar mucho menos que fuese delante de ella.

Ya había hecho mucho, yo la última vez diciéndole que le iba a poner a alguien para que la protegiera haciéndola sentir débil nadie nunca la iba hacer sentir mal.

— Ya estoy más calmado — le dije mientras tomaba asiento en el sofá destrozado de la sala, Ignacio me miró con mucha precaución pero luego de unos segundos de verme bastante tranquilo tomó asiento junto a mí— Necesito que por favor te encargues de que todo salga perfecto esta tarde— él asintió con la cabeza— Lamento los gritos y tengo que admitir que hasta yo me sorprendí al ver como me salí de control pero me enfurece que quieran hablar de ella de esa manera no la conocen ni sabe lo grandiosa que es.

—Deja entonces que ella lo demuestre, para que ellos dejen de verla como una humana frágil tú tienes que dejar de verla también de esa misma forma, creo que ya te demostró que es fuerte y que es valiente no le importó ponerse frente a ti aún en ese estado

Él tenía razón pero no podía dejar de verla de esa manera no por mal sino porque para mí ella era mi tesoro, no importa si fuese humana o loba igual la estaría protegiendo de la misma manera.

— Por favor encárgate de traer a su familia para que esté presente en la presentación— le dije no queriendo hablar de este tema con él, no sabía ni siquiera cómo comportarme bien frente a ella y cómo hacer las cosas bien por mucha esperanza que tuve todo este tiempo jamás me preparé mentalmente para cómo iba a reaccionar si la encontraba.

Pensé que estaba listo para tenerla en mi vida pero ahora me daba cuenta que tenía muchas cosas que debía trabajar.