Morir en la decepción, la desesperanza y el arrepentimiento más profundo, resultó llevar a Cassie Night a vivir el destino de su segunda vida.
No solo se fue junto con sus dos hijos para dejar atrás a un esposo infiel, Cassie también estaba decidida a hacer que su mejor amiga ya no brillara más.
En su huida, Cassie se encuentra con un hombre rodeado de espíritus malignos y con un aura helada en todo su cuerpo.
Sin embargo, lo inesperado es que ese hombre está tan obsesionado con ella que tanto ella como sus dos hijos son colmados de mimos…
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Capítulo 8
A la mañana siguiente, Cassie lucía deslumbrante con una camisa celeste y pantalones blancos largos.
Dejó los dos botones superiores desabrochados, haciendo que su camisa formara un escote en V, resaltando así el collar de dos capas que adornaba su esbelto cuello.
A pesar de su aspecto relajado, con las mangas enrolladas hasta debajo del codo, Cassie seguía viéndose elegante y distinguida.
Quien la viera no sospecharía que Cassie estaba casada, e incluso que tenía dos adorables hijos varones.
Al bajar del coche, Cassie fue recibida por su suegra y sus dos hijos frente a la gran casa de la familia Murphy.
"Madre, ¿cómo estás?", preguntó Cassie por cortesía, pegando su mejilla derecha e izquierda al rostro de la señora María.
"Siempre estoy bien", respondió la señora María amablemente, en consonancia con la calidez del sol matutino.
"¿Cómo les ha ido a ustedes dos mientras los niños no estaban?", continuó la señora María, sonriendo con picardía mientras lanzaba una mirada traviesa a Cassie.
Aunque era algo molesto lidiar con las travesuras de sus dos nietos, la señora Murphy estaba muy contenta con su presencia.
De este modo, ya no se sentía tan sola.
Además, su hijo y su nuera tenían más tiempo para estar juntos sin interrupciones.
Cassie solo esbozó una sonrisa, sin ninguna intención de responder a la pregunta de su suegra.
Al ver la sonrisa de Cassie, la señora Murphy pensó que su nuera se sentía avergonzada.
"Deberías dejar a Austin y Charlie aquí más a menudo, creen más tiempo para ustedes dos", aconsejó la señora Murphy con un tono dulce y ojos brillantes. "Denles una hermana pequeña adorable, Felix estará muy contento".
"De acuerdo." Cassie asintió y mantuvo la sonrisa fingida que impidió a la señora Murphy detectar algún problema en su matrimonio con Felix.
Inicialmente, Cassie sí que planeaba ampliar la familia. Lo ideal sería tener una niña como decía su suegra.
Por eso, dejó a sus dos hijos al cuidado de la señora Murphy.
Quería crear más tiempo y momentos románticos con Felix.
Sin embargo, él prefería tener momentos románticos con Aleena.
"No habrá más tiempo después de esto", murmuró Cassie para sí misma, mirando fijamente a la señora Murphy. Su corazón se debatía entre el amor que aún sentía por Felix y el deseo de protegerse a sí misma y a sus hijos. "¡Me los llevaré!"
"Madre, nos vamos a casa", dijo tras despedirse a la ligera y con un tono firme, indicando que su decisión estaba tomada.
Salió de la residencia Murphy con paso firme, sin mirar atrás.
Cassie sabía que era el paso más valiente que había dado en su vida.
Nunca se echaría atrás ni volvería, ¡esta sería la última vez que pisaría la residencia Murphy!
Al llegar al coche, Cassie se sentó en el asiento del conductor, encendió el motor mientras miraba al frente con ojos llenos de determinación.
"Mamá luchará", murmuró suavemente, recordándose a sí misma que el verdadero amor nunca separaría a una familia.
Mientras conducía el coche alejándose de la residencia llena de sombras del pasado, Cassie sintió que una nueva esperanza comenzaba a crecer en su interior.
Por la noche, Cassie estaba acostando a Austin y Charlie cuando Aleena envió un vídeo.
En él, Aleena llevaba una bata de baño mientras estaba sentada junto a Felix, que yacía con los ojos cerrados con fuerza.
"Lo siento, mi energía masculina me ha agotado por completo". Aleena enfocó deliberadamente la figura de Félix que cerraba los ojos con fuerza.
El hombre parecía muy cansado, como si hubiera hecho un trabajo pesado durante toda su vida, ni siquiera se sintió molesto por la voz de Aleena que provocaba a Cassie.
"Mira, también dejó muchas marcas en mi cuerpo". Aleena levantó la barbilla y dejó que sus dedos se deslizaran alrededor de su cuello solo para mostrar los puntos rojos violáceos que creó Felix, incluso abrió un poco su bata de baño en el área del pecho. "Hay muchos más en otros lugares, es mejor que no los veas".
Cassie cerró su celular por la fuerza, sin querer saber ni ver hasta dónde Aleena mostraba las huellas de su romance con Felix.
Es mejor que no lo vea, o perderá la paciencia y el gran plan que ha preparado se vendrá abajo.
¡Ella no quiere que todos sus esfuerzos sean en vano!
"Felix, ¿hasta cuándo me vas a mentir?" Cassie resopló con sarcasmo, las palabras de despedida que Felix dejó antes de salir de casa seguían resonando en sus oídos.
"La empresa tiene asuntos urgentes, tengo que encargarlos inmediatamente. Tu cuerpo aún no se ha recuperado, así que descansa temprano. No me esperes despierta."
Así que, Aleena es su asunto urgente.
Al amanecer, Felix finalmente regresó y entró en la habitación con los movimientos más suaves porque temía despertar a Cassie.
Sin embargo, Cassie se despertó por el sonido de la puerta que se cerraba con fuerza.
Felix se dio cuenta de que Cassie se había despertado, así que se acostó abrazando a su esposa por la espalda. "¿Aún no estabas dormida o te despertaste por mi culpa?"
"Me desperté", respondió Cassie breve y directamente.
Felix besó la nuca de Cassie, subiendo hasta el cuello de su esposa.
"Acaba de bajarse de la cama de Aleena, ya quiere subirse a mi cama". Su pecho se oprimió de repente, su cuerpo se congeló rechazando el toque de Felix.
De repente recordó las huellas que quedaban en la piel de Aleena, imaginando que así es como Felix tocaba a Aleena.
La náusea se deslizó en su corazón, quemando cada rincón de sus sentimientos hasta que el asco surgió sin poder evitarlo.
"Tengo sueño, ¿qué tal otro día?", la voz de Cassie se quebró, tratando de contener la ira y la sensación de contaminación que se acumulaba.
Cassie casi quería correr al baño, limpiándose del olor y las sombras de esa traición. Pero se contuvo, temiendo que las sospechas de Felix aumentaran.
Felix asintió sin decir palabra, retrocediendo lentamente. No había decepción, solo una vaga satisfacción que aún estaba grabada en su rostro.
Su cuerpo estaba cansado, su mente se había llenado de la figura de Aleena esa noche. El rechazo de Cassie era solo una pequeña sombra detrás de la lujuria y el cansancio.
Cassie miró hacia el techo, su corazón gritó en silencio, "¡Dios mío, deja que el tiempo pase rápido! ¡Quiero alejarme pronto de este infierno que estoy pisando!"
