chicas no me maten, pero necesito publicarla o se me va a ir la idea
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capítulo 14
Mientras todo eso ocurría, Vivían se había dirigido temprano al juzgado para dejar asentados los papeles de divorcio. Al salir de allí, fue a uno de los locales que había estado viendo para comprarlo. Aunque en la universidad estudió Administración de Empresas, su verdadera pasión era la cocina. Durante su estadía en Rusia, se había formado profesionalmente en ese ámbito.
Después de visitar un par de lugares, encontró el que más le gustaba: un restaurante antiguo, con excelente ubicación y acceso a la playa. Lamentablemente, había caído en bancarrota por mala administración y algunos comentarios negativos. Al ver que el edificio no necesitaba demasiado trabajo, miró a Iván, que estaba a su lado, y preguntó:
—¿Qué opinas?
El hombre observó el lugar, notando que requería bastante esfuerzo, y preguntó:
—¿Por qué quieres este lugar? Hemos visto algunos donde solo tendrías que cambiar un poco la fachada y el nombre, y ya podrías empezar. Este sitio necesita mano de obra, sin contar empleados, muebles, permisos y...
—Pero esos son muy costosos. Además, a este sitio no le falta mucho. Mira, aquí iría la barra...
Comenzó a mostrarle cómo redecoraría el lugar. Iván sonrió, aunque insistió:
—Señorita, disculpe la intromisión, pero ¿por qué se preocupa tanto por el dinero? Su padre o sus hermanos podrían darle lo que usted necesite...
—No quiero. Tengo mis ahorros y sacaré un préstamo. No quiero que piensen que me estoy aprovechando de ellos.
—Conozco hace muchos años a sus hermanos, y jamás pensarían algo así.
—Lo sé, pero aun así no quiero ser una carga. Soy muy buena con los números, tengo un título en Administración de Empresas y un posgrado en Finanzas. Creo que sabré cómo manejarlo.
Iván no insistió más y simplemente agregó:
—Muy bien. Si necesita mi ayuda...
—Te lo haré saber. Ahora vamos con la asesora. Ya lo decidí, me quedaré con este.
Iván sonrió y la siguió hacia la salida. Le agradaba esa chica. Era una mujer independiente y, por lo que había visto durante estos años, jamás se había aprovechado de los Vitale. Incluso si lo hubiera hecho, nadie habría podido juzgarla. Pero cada día demostraba que era el tipo de mujer que valía la pena proteger.
Después de cerrar el contrato, ambos se dirigieron a la empresa familiar.
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En la empresa L–Motors, los periodistas esperaban al señor Lauren. En cuanto Mark llegó, todos se le acercaron desesperados por obtener una declaración sobre las acusaciones de los hermanos de su esposa.
—¿Qué opina sobre las acusaciones que hicieron en su contra los hermanos de su esposa?
Mark miró al periodista, sin entender a qué se refería. En ese momento, su asistente llegó y, interrumpiendo, dijo:
—El señor Lauren no dará declaraciones por el momento. Por favor, déjennos pasar...
Liam abrió paso y, una vez dentro del edificio, Mark preguntó:
—¿Qué sucede?
—Señor, creo que debe ver las noticias.
Liam le entregó su tablet y, mientras se dirigían al ascensor, Mark frunció el ceño al escuchar las declaraciones del CEO. Luego dijo:
—Programa una reunión con Sergei Vitale.
—Muy bien, señor. ¿Quiere que envíe un comunicado desmintiendo las declaraciones?
—Haz lo que te pedí, por favor. Después me encargaré de eso.
Al ingresar a la oficina, Sergio estaba sentado en uno de los sillones, esperándolo. Apenas cruzó la puerta, comentó:
—Qué bueno que llegas. Esto es grave...
—No quiero hablar sobre eso. ¿Qué pasó con tu junta?
—Se canceló el contrato. Los italianos no quieren enviarnos los repuestos que teníamos programados. Pagaron la compensación y se retiraron de nuestra cartera de inversores.
—¿Qué? Pero... no pueden. Tenemos un acuerdo.
—Intenté comunicarme contigo toda la mañana, pero no atendías el teléfono.
Liam, que estaba presente para repasar la agenda, intervino:
—Señor, y no es el único. —Ambos lo miraron—. La fábrica de cuero no quiere entregar el último pedido. Dicen que primero quieren hablar con usted en persona y luego verán si continúan haciendo negocios.
Mark apretó los puños.
—Comunícame con ambos. Esto tengo que resolverlo hoy. No entiendo qué está pasando. No he incumplido ninguna norma, siempre fuimos muy cumplidos. Sergio, averigua qué está pasando.
—Ya estoy en eso también. —Luego miró a Liam—. Déjanos a solas.
Liam asintió y salió. Una vez solos, Sergio continuó:
—Esto es obra de los Vitale. Te dije que no debíamos meternos con esa gente.
—Yo no les hice nada...
—Pues ellos no lo ven así. Mira todo lo que han hecho de la noche a la mañana. Estamos en un proyecto grande y no podemos tener contratiempos. Discúlpate con Vivían e intenta llevar la fiesta en paz, por lo menos hasta que el lanzamiento esté terminado. Luego haz lo que quieras, pero prioriza nuestro trabajo.
—No estoy para tus bromas. No me voy a disculpar por algo que ni siquiera hice. ¿Viste esa entrevista? Dicen que soy un completo machista, que maltrato a las mujeres y no sé cuántas cosas más.
—¿Y lo hiciste? ¿La trataste así alguna vez?
Mark guardó silencio por un momento antes de responder:
—Nunca le pegué, si eso es lo que estás pensando. ¿Por quién me tomas?
—Eso ya no importa. Te recomiendo que hables con Vivían y le pidas a su familia que pare con esto. No podemos darnos el lujo de perder inversores y proveedores.
Mark no respondió. Sabía que no le quedaría otra opción que hablar con Vivían para aclarar todo ese asunto.
Es el famoso libre albedrío, del que todos ante una disyuntiva echamos manos ✋ y optamos por algo en entredicho 👍🏻🙌
Y tampoco ha habido acción 🤷 de él hacia Camila, para que descubran la joyita que es 🤨😵🤯