Gregorio era un omega solitario en el mundo moderno, un día muy cansado fue a dormir al despertar estaba en un lugar que no conocía.
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cap15. fin de los monstruos.
En esos días Gregorio estuvo haciendo repelente para los blatodeos, y lo iba a ponerlo en práctica. Recordaba lo que usaba para ahuyentar las cucarachas en su antiguo hogar, estuvo en el bosque por dos días enteros, encontró: laurel, menta gatuna y romero, eso fue lo que uso para hacer incienso, también trajo las platas y los planto por los alrededores también lo hizo polvo y los regó por los alrededores de la aldea.
El omega después de lo sucedido siempre estaba en alerta ante cualquier movimiento desconocido se asustaba.
Gregorio:-espero que esto funcione como en mi mundo.
Noah:-funcionará, también un grupo iremos a buscar su nido, así lo eliminamos a todos, Ian irá con el primer grupo y cuando él regrese iré yo con otro grupo también probaremos las cosas que hiciste.
Gregorio:-*suspira*Espero no volverme a cruzar con ellos o moriré de un infarto.
Para la búsqueda se juntaron con otra tribu, así abarcaba más lugares en la búsqueda, hasta que encontraron el nido era una cueva muy grande y profunda lleno de esos monstruos. Empezaron a hacer humo con el polvo que hizo Gregorio, al rato empezaron a salir los blatodeos casi todos a la vez.
Los hombres bestias empezaron a atacar y matar a los monstruos, Ian luchaba con uno de tamaño descomunal, en un descuido le hizo varios cortes al león, pero nada muy grave.
Al estar ya todos los blatodeos muertos entraron a la cueva a eliminar todos los huevos y crías que pueda llegar a quedar.
El polvo creado por Gregorio fue de mucha ayuda, ya que los monstruos parecían aturdidos y eso les daba la ventaja y gracias a eso tuvieron solo heridos, pero ningún muerto y ya no estarían con miedo todo el tiempo.
Al terminar todo se dirigen a la otra aldea, al quedar más cerca pasaría a tomar y comer algo para dirigirse a su aldea.
Ya en la aldea que los ayudo tomando agua y comiendo algún alimento se acerca el jefe de la aldea que era un bestia lobo llamado Blas
Ian:Jefe Blas, estamos muy agradecidos por la gran ayuda que nos dio y quiero compensarlo, mañana enviaré alimentos como agradecimiento, espero lo acepte, me sentiré muy ofendido si no lo hace.
Blas:-en estos tiempos creo que no es buen momento para regalar alimentos, pero si me lo dice así creo que no tengo más opción que aceptar.
Ian:ya terminamos ahora volveremos a nuestra aldea, mañana estaré enviando lo que le prometí, espero tengan un buen invierno.
Blas: estaré esperando.
Los aldeanos volvieron todos. Al llegar ya había gente esperando a su llegada, muchas mujeres esperando a sus parejas y cachorros en la espera de sus padres fue muy emotivo, algunos estaban heridos, ellos se dirigían con el curandero, pero ninguno estaba muy grave.
Gregorio miraba en la multitud y se puso muy ansioso al no ver a Ian hasta que ya no aguanto y empezó a llamarlo al nombrarlo tres veces, lo ve tras otros chicos y se apresura a llegar junto a él, lo abraza y lo llena de besos.
Gregorio:-Tenía miedo de que no volvieras, te lastimaste mucho.
Vamos, te pongo medicina en las heridas.
Se van a su choza los tres, al llegar el omega saca algunas hojas, las tritura, los mezcla y le pone en las heridas al león.
Noah:-quería decirles que dentro de tres noches estaré invernando.
Gregorio:¿por cuánto tiempo hibernarás?
Noah:-dos lunas llenas.
Gregorio:-voy a extrañarte mucho, pero ya estarás despierto para recibir a los cachorros.
Noah:-si estaré contigo para ese entonces y no estarás solo, Ian estará acompañándote. Sabes que te amo y mucho, ve a darme besos cuando me echas de menos, así también no te extrañaré tanto.
