NovelToon NovelToon
El Hilo Negro Que Forja Mi Destino

El Hilo Negro Que Forja Mi Destino

Status: En proceso
Genre:Malentendidos / Reencuentro / Amor en la guerra / Batalla por el trono / Mundo de fantasía / Mundo mágico
Popularitas:3.4k
Nilai: 5
nombre de autor: Orihime chan

¿Qué pasaría si eres la villana de una historia mal contada? Anneliese Ross es la hija menor del conde Ross, quien recientemente ha perdido la memoria y no recuerda las sensaciones o personas, durante ese lapso de tiempo descubre cosas desconocidas que siempre la rodearon antes de ser Anneliese.

Porque Anneliese Ross es una persona sobrenatural y desconocida, a la que siempre la envolvían las desgracias y siempre estaba rodeada de chismes.

¿Qué harás cuando tuviste que haber muerto y no lo hiciste? Anneliese Ross, ¿Que harás para sobrevivir?

NovelToon tiene autorización de Orihime chan para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

8.

Anneliese Ross observaba fijamente la figura masculina de Zack Redmin.

— Te alcanzaré luego, hermano Alphonse.

Necesitaba privacidad si iba a tratar a un perro loco asesino como ese. Alphonse asintió desconfiado, siguiéndo el rumbo que lo llevaba a los jardines del templo.

— Quizás sea un poco tarde, pero agradezco su ayuda el día pasado.

— ¿Que día?

— Cuando caí al lago.

— ¿Caíste a un lago?

— Si, y fue su alteza quien me ayudó a salir de ahí.

— ¿Lo hice?

— Si, lo hizo. Agradezco sinceramente su ayuda.

Anneliese reverenció y pensó en marcharse de ese lugar, pero la ancha y masculina figura se acercó, colocándolo su rostro varonil frente al suyo, dejando a su vista sus facciones masculinas.

— ¿Qué pasa si no recibo ese agradecimiento?

— ¿Perdón?

Anneliese quería llorar, ¿que le sucedía a ese tipo loco?

— ¿A qué se refiere con que no aceptara el agradecimiento?

Zack rio, la hermosa figura de la peligrosa que desapareció entre los murales lo cautivaba gratamente.

— Quiero algo más, ¿Qué podría ofrecerme la princesa?

Los labios de Zack rozaron su barbilla y se separaban por milímetros de sus labios. Aquel hombre estaba coqueteando descaradamente con ella.

— ¿Qué le gustaría a su alteza?

Anneliese retrocedió un paso y el tacón de su zapato causó un ruido estruendoso.

Zack volvió a sonreír.

— Entonces agradezcame como es debido y estaré satisfecho.

Cómo es debido.

¿Cómo se agradecían aquellos actos?

Anneliese asintió, pero, su voluntad de querer ir por el camino que antes había tomado Alphonse se vio interrumpida. Porque sus pies estaban aferrados al suelo y sus ojos fijos en los de él.

Cautivadoras cuencas rojas como los rubíes mismos.

— Siendo esa la situación entonces espere mis agradecimientos.

— ¡Joven Príncipe!

Una voz chillona y repanpanante a sus oídos causó estimulación no deseada. Una mujer de cabellos plateados finos y de ojos tan azules como el mar se aferró al brazo del hombre.

— ¡Estaba tan preocupada por usted!, oh señorita Ross, está aquí.

Elizabeth ClannFord sonrió sarcásticamente, los ojos de la mujer estaba fijos en su fuerte agarre en el brazo de Zack.

Anneliese observaba incómoda la situación, algo desconocido se retorcía en su pecho.

— Señorita ClannFord.

Saludo.

La mujer de cabellos platinos observaba al hombre al cual sostenía fuertemente, fijando sus ojos en los de él, quien no apartaba la mirada de la moza de cabello rojo.

Mordiendo sus labios, Elizabeth pensó seriamente en él que podría hacer para evitar esa situación.

— Es raro tener la presencia de la señorita Ross en esta clase de evento, ¿No es su cabello señalado por el templo?

Escondiendo su sonrisa de satisfacción, el rostro de Anneliese se fracturó de la sorpresa, en ese pequeño instante Anneliese comprendió las miradas juzgándoles de los sacerdotes del templo.

Su cabello.

Objeto que parecía su fuente de problemas.

— ¿Por qué debería? ¿No es el templo un lugar para redimirse y demostrar nuestro amor por Dios? Algunas personas son insolentes incluso estando en la casa del señor. ¿No cree señorita ClannFord?

Esta vez fue Anneliese fue quien sonrió, estaba satisfecha con los ojos fuera de órbita de la señorita Elizabeth. Porque nadie en ese mundo desconocido y sin recuerdos alzaría una palabra en su contra.

Porque según veía, Anneliese es un fantasma.

¿Por qué había caído al lago?, ¿No se había defendido?

Por supuesto que no.

Porque en su estancia en la casa de Ross había descubierto tantas piezas de rompecabeza que formaban una figura inigualable.

A ella y su increíble rechazo.

La sociedad aristocrática es una clase de peste que no asesina, solo perturba y manipula, solo da terror y causa miedo, y aquello era lo que causaba la sociedad en Anneliese. Por eso era un fantasma, Anneliese Ross no era un estrélla en la sociedad porque su mínima acción la asesinaba.

Si,

Porque la peste que solo la aristocracia era capaz de lanzar era aquella que la había asesinado. Pero incluso, estando encerrada en sus aposentos y conviviendo con las personas de su hogar nadie parecía ser amable con ella.

Solo Emily, la joven que llevaba consigo años.

Porque las demás personas eran hostiles y agresivas. Sus comentarios eran tan sarcásticos y el doble sentido se sentía como un cuchillo afilado perforando su piel, no más aún que sus acciones deterioradas o el poco respeto que encontraban hacia ella. Sin contar las muchas veces que era ignorada.

Porque lo había descubierto en los pocos días que llevaba viviendo allí, e incluso en esas pocas situaciones sentía que se ahogaba en el fondo del lago o nuevamente.

Porque cada comentario contrario a lo que creía sí causaba un dolor en su corazón y un estremecimiento en su mente. Pero ella no podría demostrarlo, porque entonces, ella sería su jueguete de desquite.

Y la señorita de cabellos plateados en ese momento tensa, la consideraba eso. Un objeto de burlas.

— Algunas personas juzgan sin conocer, señorita. Incluso los sacerdotes son humanos.

Respondió nerviosa la mujer después del silencio que perforó sus órganos. ¿Desde cuándo Anneliese Ross respondía a sus provocaciones?

— Entonces procure no ser de esa clase de persona, señorita ClannFord. Después de todo, son aquellas que más se confiesan ante la furia de Dios.

Anneliese Ross, una joven dama a la que Elizabeth ClannFord aborrecía, ahora le estaba sonriendo con malicia y el orgullo insolente llenaba sus ojos. E incluso, para hundir aún más su orgullo por los suelos, el hombre a su lado también río bajo su perjuicio.

— Entonces señorita, me disculpo.

Y finalmente desapareció entre el blanco y largo pasillo para los ciudadanos. Cuando por fin fue capaz de tomar un respiro su apoyo fue removido.

El príncipe Zack había arrancado agresivamente su brazo de Elizabeth, porque odiaba su tacto, odiaba su toque, odiaba su olor. Odiaba todo de ella.

— No es correcto de una mujer, Señorita ClannFord.

La mirada de desagrado y el odio impregnado en los ojos del hombre hacía temblar sus piernas y hundir sus pies aún más en el suelo.

— Absténgase de tocar a un hombre de una forma tan indecente.

Y él también desapareció. Dejando su orgullo y dignidad en el suelo, y su único consuelo yéndose con el.

......................

Finalmente las estrellas llenaban el cielo y la luna se encontraba en lo más alto de la cima. El año nuevo estaba a minutos de llegar y ese antiguo se estaba esfumando como el humo.

Las fuentes con jugo, las mesas con postres, las decoracione llenas de brillo y vida, los resonantes murmullos y finalmente, los ojos fijos en su cabello.

Porque si antes estaba perfectamente recogido de una manera que no destacara, en ese momento caía como cascada y llenaba sus hombros de un rojo vivo.

Porque el diablo se hacía presente en la casa de Dios.

Y se manifestaba en su cabello, moviéndose efervescente contra el viento.

¿Pero como había sucedido aquello?

Simple, el hombre de cabellos negros despeinado y ojos rojos había robado su tocado, diciendo que era parte de su agradecimiento, y luego su silueta había desaparecido dejando su cabello destacar debido a los mechones rebeldes que se alzaban entre sí.

Pero lo había dejado así, porque las palabras que había dicho aquel hombre habían causado conflicto en su interior.

...‘Una vez dijiste que tu cabello es una manera de expresar tu personalidad. ¿Por qué no demuestras que es más que eso?’...

Y su corazón insolente se agitaba cada vez que recordaba su voz susurrante, el suave suspiro que fluía entre cada palabra o el suave toque de sus dedos en su cabello.

La había satisfacido de una manera que desconocía y le parecía maravillosa. Pero como había dicho, desconocía, entonces no podría confiar en que aquel toque característico no traía algo consigo.

— No voy a destacar hermano.

Alphonse imitaba su voz y se reía del nido de pájaros que en ese momento era su cabello revuelto. El conde observaba en silencio el disturbio que causaba Alphonse y el rostro de molestia de Anneliese.

— Se ha caído mi tocado, ¿Crees que es divertido traer el pelo así?

— Lo es si no es mí cabello.

Y otra carcajada se escapó de los labios masculinos, causando un puchero rabioso en Anneliese.

Quizás era absurdo e inmaduro, pero Alphonse era en definitiva, la persona que más apreciaba en ese mundo. Porque no parecía tener prejuicios contra Anneliese, e incluso parecía tener un amor abismal por su persona.

Era agradable sentirse de aquella forma después del torbellino de emociones que causó su pérdida de memoria temporal.

Esperando la media noche, algunos nobles bailaban a mitad del jardín y muchos otros platicaban en mesas más alejadas. La familia Ross permanecía en una esquina del lugar, alejada del resto de sociedad.

— ¿Deberíamos bailar, Lissie?

— Prefiero bailar con un árbol que contigo, hermano Alphonse.

— ¡Oye!, soy buen bailarín.

Y esta vez, fue Anneliesee quien soltó una carcajada satisfecha al observar el rostro de Alphonse. Y ahora era el Conde quien había cambiado su expresión dura y seria y se deleitaba con las sonrisas de ambos hijos.

— ¿Deberiamos bailar entonces?

Esta vez fue Anneliese quien ofreció su mano a Alphonse, quien sonrió y la tomó del brazo, jalándola al centro del lugar.

La música clásica y de simples movimientos llenaba sus oídos y con una incomodidad inesperada, comenzó a mover sus pies, pero contrario a lo dicho por Alphonse, uno de sus pies fue pisado duramente por uno de los del hombre.

— Ach.

— Ten cuidado, ¿No sabes bailar?, ¿O porque tus pies están bajo los míos?

Irritada, esa frase la describía de manera correcta. Porque Alphonse era una persona sarcástica y egocéntrica, y en ese momento se reía de su propia torpeza.

Pero a su parecer, ella no debía saber bailar pero lo estaba haciendo, contrario a lo que creía podría ser la memoria muscular que aún poseía su cuerpo.

Eso le era suficiente para disfrutar los minutos que aún faltaban para el año nuevo, pero antes de dar otro paso con Alphonse, una pequeña bola circular de tamaño mediano golpeó sus pies.

Un tono azul marino llenaba sus fauses y un color más oscuro se centraba en su interior.

Pero aquella cosa explotó.

— ¡Ahh!

Más de un grito se escuchó en el salón y Alphonse cubrió su cuerpo con el suyo. Cubriéndola de cualquier escombro que pudiera caer sobre ellos.

— ¡¿Qué clase de cosa es esa?!

— ¡¿Desde cuando el templo es inseguro?!

Más de un noble se quejaba bajo el humo que rodeaba su entorno y el vapor caliente que asfixiaba los pulmones. Siendo imposible que alguien se moviera de su sitio.

Pero cuando el humo se dispersó una baba viscosa se aferraba al suelo y mantenía sus pies hundido en el, hundiendo poco a poco, centímetro a centímetro cada parte de sus cuerpo. En ese momento los gritos de terror comenzaron a escapar.

— ¡¿Esto es una prueba de Dios?!

— ¡Por favor ayúdenme!

Más de un grito se escuchó a su alrededor y una clase de capa redondan rodeó toda el área que ocupaba el perímetro del templo, dejando encerrados a los nobles cobardes que intentaban huir con el disturbio de la zona.

— ¿Qué clase de magia es esta?

— ¡¿Por qué las puertas no se abren?!

— ¡Dios ayúdanos!

La desesperación empezaba a materializarse y sus nerviosos comenzaban a hacerse presentes. Porque la baba que absorbía sus pies empezaba a llegar a su cadera.

— A-Alphonse…?

— Lissie ¿Estás… Carajo.

Alphonsee observó como el cuerpo de su hermana estaba siendo absorbido con furia por esa viscosa textura mientras que él seguía estando enterrado solo por sus pies. Porque la baba no tenía la intención de tomar toda la vitalidad que estaba absorbiendo.

Solo la necesaria.

Alphonse tomó a Anneliese del brazo y tiró de ella, tratando de sacarla de aquella cosa viscosa que con el pasar de los segundos parecía absorberla más. A tal punto que su cintura estaba enterrada en esa textura.

Pero quizás los intentos desesperados de Alphonsee por sacarla de allí era en vano, porque aquella baba no se movía incluso si era cortada con el filo de una espada. Solo se extendía a un más a su paso y devoraba todo aquel objeto que estuviera en su frente.

Desgraciadamente, Anneliese comenzó a marearse y su boca empezó a sangrar, y en ese pequeño instante pudo observar las figuras derrumbadas en algunas mesas de muchos nobles, algunos igual que ella.

Sangrando.

Y uno de ellos era el conde.

Su padre.

Que cubría su boca con sus manos ensangrentadas y trataba de deshacerse de esa barrera de color turquesa que parecía tenerlos presos.

— ¿Es divertido?

Una voz desconocida se escuchó en medio del salón.

Y una figurara cubierta por una capa negra emergió de aquella clase de bola que antes había tocado sus pies.

— Es lindo observar la vitalidad desvanecerse.

Un cristal azul profundo estaba en la punta del cetro en sus manos y brilló con intensidad.

— Es hora de que algunas personas mueran y muchas más fallezcan. Espera… ¿No es lo mismo? Está bien, no importa. Pudransen en las llamas del infierno bastardos.

Y antes de que sus ojos se cerraran el cristal brilló y cegó todos los ojos que lo miraban. Trayendo destruccion con su fulminante poder.

Más de un noble, al percibir el hedor que provenía del estremeciente poder azul grito de terror, e incluso ella, que no alcanzaba a ver con claridad gracias a la figura protectora de Alphonse protegiéndola tuvo terror, el miedo se apoderó y sus ojos se cerraron por sí solos, porque la baba estaba subiendo por su barbilla.

Y el ardor que causaba en la piel aquel brillo fulminante causó gritos estremecedores.

— ¡Dios mío!, ¿Lissie? Te sacaré de aquí, solo, S-solo dame un segundo. Por favor confía en mí.

Alphonse quien en su desesperación comenzó a tomar la baba con sus manos y arrancarla de su piel sentía el peso de la próxima muerte de Anneliese.

Porque cada vez suspiraba más rápido y aunque ella no lo dijiera, estaba nerviosa. Incluso otros nobles ya absorbidos se encontraban inconscientes en aquella baba. Probablemente muertos.

— ¡Vamos!, ¡vamos!, ¡Lissie estás…¿?

Finalmente su boca había sido atrapada y sus ojos ya cerrados estaba cubiertos a la mitad.

— ¡Mierda!, ¿Qué clase de celebración es esta? Carajo Lissie.

Anneliese ya estaba completamente cubierta y sus cachetes estaban hinflados, la mano de Alphonse que antes era quien sostenía a su hermana también estaba dentro de aquella viscosa baba también era absorbido y sentía como su brazos o se cortaba debido a la presión.

Mientras que su demás cuerpo solo era cubierto hasta las rodillas, y aquella mujer de sonrisa loca hacía brillar la bola mágica de manera terrorífica. Quien atraía una energía verde al centro de la bola.

— ¿Dónde carajos están los caballeros cuando se necesitan?

Cuando Alphonse fijó su mirada en su padre pudo observar su figura fallecida en el suelo, en el poco que no estaba cubierto por baba.

— ¡Viejo!, ¿Zack? Escucha maldito bastardo, necesito, necesito que vengas a este puto lugar y saques a Anneliese de aqui.

Por arte de magia y algo de locura, Alphonsee tiró palabras al aire pero sus ojos verdes enjoyados brillaron con locura. La espada en su mano poseía una piedra que le permitía comunicarse con Zack, su amigo de la infancia y quien creía que podría deshacerse de esa situación.

Y un estallido se escuchó a su espalda, al igual que el romper de un vidrio detrás suyo. Seguidamente de una bola blanca que se movió tan rápido como la luz e impactó contra el cuerpo de Anneliese, deshaciéndose rápidamente de la baba que antes impedía su movimiento.

— Ha-

Un suspiro fuerte y la respiración entre cortada de la mujer empezó a escucharse y su cuerpo falleció en el piso con cansancio. Alphonse quien aún podía moverse la sostuvo antes de que su cuerpo cayera por completo.

— ¡Lissie!, ¿Estás bien?

Alphonse sacudió en el aire el cuerpo medio consciente de Anneliese, quien sintió sus sentidos retumbar.

— E-está-te, q-quie-to.

La mujer golpeó los brazos insistente y tomó aire nuevamente, observando cuando sus ojos finalmente retomaron su visión el cabello negro y el brazo extendido que se asomaba por un agujero causado en el escudo.

— ¿No es un truco muy sucio?

Preguntó el pelinegro, quién ahora mantenía una gran bola oscura en su poderío, similar a la que antes los había emboscado.

— Juguemos esta vez enserio.

.

.

Atte: Amelie Ross.

1
yuri
este capítulo estuvo intenso,espero que puedan sacar a Anne de adentro antes de que el humo le afecte
y como Anne no se dió cuenta de la sangre oscura antes cuando la seguía?
ojalá Zack no tenga que usar magia de vuelta,pueden que lo castiguen.
que sucedió con el monstruo o demonio ,la caída de los escombros lo mató o fue Anne ?por otra parte es bueno que la hermana aún estuviera ahí ,aunque se esté muriendo.espero que descanse en paz
gracias por el capítulo
Amelie_Ross: Yo también espero que descanse en paz
total 1 replies
yuri
Anne se está metiendo en algo peligroso y lo peor es que no sospeche de la hermana hasta ahora
por lo que ese demonio,se oculto bien
por otra parte si el principe Zack llega a ver qué se fue Anne ,de preocupara mucho
y la Anne anterior ya le dió una advertencia a la actual protagonista,
pero por qué el principe Zack mataría a Anne ,si parecen llevarse bien ?
yuri
ojalá se le pueda aclarar esa duda a Anne ,porque no comprendo porque debería alejarse del principe Zack si, al parecer se llevan bien y incluso puede que se amen entre si.pero estoy alerta ,cómo dijo la prota,todo está muy tranquilo,pueden que las ratas se estén escondiendo para atacar de sorpresa
yuri
no sabría que decir exactamente,quienes eran esas personas que amenazaban a la protagonista?
que hacía el principe Zack allá ?
y por último que vio la adivina que las echo
gracias por el capítulo,espero que nuestra protagonista esté bien. me ausente por estudios pero hace tanto que no leo el libro que me pareció un escenario con mucho peligro para la prota.
Graciela Guzman
me está gustando mucho, pero me cortan la lectura porque engañan diciendo que es gratuita la novela desde el principio hasta el final ,pero mienten.
Amelie_Ross: ¡Hola! Discúlpame tengo entendido que la novela es gratuita. Puedes leerla gratis ya que los capítulos no tienen ningún costo ni necesitas puntos para desbloquear los capítulos. ¿Hay algún problema respecto a eso? Si es así te agradecería que me lo comentaras y yo trataré de solucionarlo
total 1 replies
~
Estos dos niños apapachan mi corazón ㅠㅠ
Jeon Sarai
Muy buena 👍 me llamo la atención ❤️
Khe. Creo que ya explotó el sol. JAJSJSKJS.
Pero. ._.
Tan bello ese varón.
Creí que era bromita.
Amelie_Ross: Yo también
total 1 replies
Que bonito.
Khe.
Ufff. Todo porque Dios lo abandonó, nooooo. Denle un pañuelo que va a llorar.
La estabilidad emocional para los hijos estaba sobrevalorada.
Y más factos.
Tiró factos.
Amelie_Ross: Ella siempre
total 1 replies
Por fin sentido común. Creo que lo tiene cuando le entra la gana.
Amelie_Ross: JAJSKSJLSSKKSA Creo que nos pasa un poco a todos
total 1 replies
Caes mal, muy mal. Por si no quedó claro.
Amelie_Ross: Que mal
total 1 replies
Yo te quería defender, pero ya me caes mal. ¿Ves lo que haces? Toda la razón a la Muñequite pendejete. Mal, mal.
NovelToon
Step Into A Different WORLD!
Download MangaToon APP on App Store and Google Play