Embarazado Del Padre De Mi Ex-novio

𝐸𝑀𝐼𝐿

Desde que abrí los ojos supe que este día iba a ser una completa basura.

Me sentía pesado, como si me hubieran atropellado con un camión, retrocedido y luego vuelto a pasar por encima. Tenía escalofríos, me dolía el estómago, el cuerpo y hasta el alma. Y lo peor… no tenía ganas ni de insultar a nadie.

Eso sí que era grave.

No desayuné. Apenas pude pararme. Nicol pasó caminando frente a mi habitación y dijo:

— Miralo, ahora se hace el moribundo. Seguro quiere atención.

Estuve a punto de lanzarle un zapato a la cabeza, pero no tuve fuerzas. Qué triste. Me estaba rindiendo sin pelear. Era mi señal definitiva de que algo andaba mal. Muy mal.

Así que decidí hacer algo que jamás en la vida pensé hacer por voluntad propia:

Ir al médico.

El consultorio olía a desinfectante barato y desespero. Había un par de niños llorando, una señora tosiendo como si se fuera a morir, y una enfermera que me miró como si yo fuera otro número más en su lista del infierno.

Cuando me tocó pasar, el médico —un beta viejo con cara de lunes— me hizo sentar y comenzó con su interrogatorio.

— ¿Síntomas?

— Dolor de cuerpo, cansancio extremo, tengo náuseas y no tengo hambre. Probablemente una gripe, ¿no?

El doctor me miró por encima de los lentes.

— ¿Hace cuánto que tiene esos síntomas?

— Una semana… o dos. —Me encogí de hombros.

— ¿Fiebre? ¿Mareos?

— Sí a todo —contesté.

Anotó algunas cosas en su computadora, me tomó la presión, me pidió que abriera la boca, que respirara profundo y que no me moviera. Yo seguía ahí, sintiéndome como una planta sin agua.

— ¿Tuviste relaciones sexuales en los últimos treinta días? —preguntó de pronto.

Casi me atraganto con mi propia lengua.

— ¿Eso qué tiene que ver con mi gripe? —solté, a la defensiva.

— Es una pregunta estándar —respondió sin inmutarse.

— No recuerdo bien —mentí con la voz más plana del universo.

El médico solo asintió.

— Vamos a hacer un análisis de sangre completo. Hay que descartar varias cosas. ¿Podés pasar por el laboratorio hoy mismo?

— Supongo.

— Los resultados estarán en tres días. Tenés que venir en persona.

Asentí con desgano. Acepté el papel del laboratorio, le agradecí (de mala gana), y me fui a hacerme el análisis como si no fuera nada.

Porque en mi cabeza, todo era eso. Una simple gripe.

Tres días después, seguía sintiéndome fatal. Pero no fui a buscar los resultados.

¿Por qué? No lo sé. Capaz porque no quería saber. Capaz porque algo en mi estómago me decía que no era gripe. Y mi instinto me daba miedo. Como si mi cuerpo supiera algo que mi mente todavía no aceptaba.

Paul me preguntó cómo estaba y le dije que mejor. Le mentí. Alex intentó hacerme reír con un chiste sexual sobre omegas con fiebre… pero no funcionó. Y eso sí que era raro.

Ese mismo día, mientras estaba tirado boca abajo en la cama, el celular sonó. Número desconocido.

— ¿Hola? —respondí con voz ronca.

— ¿Señor Emil Meyer?

— Él habla.

— Le llama el doctor Rivas. Hace unos días le mandé un análisis. Quiero que pase por el consultorio para hablar personalmente.

Me tragué en seco.

— ¿No puede decirme por teléfono?

— Prefiero que sea en persona. ¿Puede mañana?

— Estoy complicado —mentí otra vez, obvio.

— Emil… —usó mi nombre de pila. Eso no era buena señal—. Es importante.

— Veré si puedo —fingí cortesía y corté antes de que me diga algo más.

Tiré el teléfono al otro lado de la cama y me tapé la cabeza con la almohada.

No fui al otro día. Tampoco al siguiente.

Bloqueé el número del médico. Total, si es una gripe, se me va a pasar. ¿Verdad?

...¿Verdad?

Esa noche, soñé otra vez.

Era la misma sensación: brazos fuertes rodeándome, como si estuviera siendo sostenido en el aire. Como si me llevaran a algún lugar seguro, y me odio por sentirme seguro en esos brazos.

Y esa voz otra vez, susurrando cerca de mi oído:

— No vas a escaparte de mí, omega.

Desperté sudando, con el corazón latiendo como un loco. Mi cuello ardía.

Y mi estómago… se sentía extraño. Como si algo se moviera muy dentro. Pero no. Seguro era solo ansiedad. ¿No?

To Be Continued…