Caperucita Roja: El Eco De La Noche

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La caminata seguía y el sol ya empezaba a ocultarse, el bosque se sentía en calma, los murmullos habían cesado, el crujir de los árboles ya no era tan fuerte, sin embargo a pesar de la calma aparente, había una tensión palpable en el ambiente.

FERCHO: Debemos parar a descansar._(agotado)

LINO: También lo creo, llevamos todo el día caminando._( cansado, tirando sus cosas al suelo)

PEDRO: Yo haré la primera guardia esta noche._(dejando sus cosas al lado de las de Lino)

FERCHO: Espero que no te quedes dormido._(acostándose en el suelo)

PEDRO: Y yo espero que esté camino no sea una trampa tuya._(molesto)

LINO: Están viendo la situación en la que estamos y ustedes aún siguen discutiendo._(molesto por la actitud de los hombres)

Cada uno tiró una manta en el suelo para poder dormir, Pedro al tener el primer turno, prendió varios mechones y los colocó alrededor de dónde dormirían, el calor haría alejar los bichos y otros animales y mantendría el espacio un poco seguro. Los tres comieron y Pedro se quedó sentado en la manta con un machete y una linterna en la mano. Esa noche, las ramas de los árboles  crujían de manera irregular, tratando de ocultar la presencia de aquello que observaba a los hombres desde las sombras,  el aire se tornaba más denso a medida que avanzaba la noche y una bruma comenzaba a levantarse del suelo, envolviendo todo en un manto etéreo que acentuaba la atmósfera inquietante.

PEDRO: (( Espero que la mañana llegue pronto))_(observando la oscuridad que los rodeaba)

La mañana llegó y los rayos del sol nuevamente luchaban por penetrar el oscuro bosque, los hombres se levantaron, lavaron su cara, comieron un poco de la comida del día anterior y nuevamente iniciaron su caminata. La penumbra del bosque era iluminado por los pocos destellos del sol que llegaban a colarse por entre la copa de los árboles, el camino cubierto de hojas secas hacían saber el paso de los hombres con cada pisada, los pájaros revoloteaban con la presencia de los hombres o tal vez con la presencia de aquello que los seguía burlándose del intento de estos por salir del lugar. A medida que avanzaban, el bosque se tornaba un poco más ameno dejando ver una belleza natural pero que aún se entrelazaba  con el miedo y la sensación de estar siendo seguidos. Los hombres observaban a su alrededor fijándose de estar yendo por el camino correcto, sin embargo a dónde quiera que dirigían su mirada, sentían que había ojos vigilandolos, sentían que el bosque trataba de advertirles sobre algunos secretos oscuros  y que la poca tranquilidad que había en el ambiente solo era una máscara que ocultaba lo desconocido.

PEDRO: Con esta tranquilidad me siento aún más intranquilo._(incómodo)

FERCHO: Ya estamos llegando al camino principal para salir de aquí._(guiando el camino y quitando algunas ramas del medio) 

LINO: Fercho, creo que regresamos al camino cerca del río._(viendo a su alrededor)

FERCHO: Maldita sea, qué mierda está sucediendo._(sin entender por qué caminaban sin avanzar)

PEDRO: Descansemos un poco._(recostandose a un árbol)

LINO: Descansemos para seguir.

FERCHO: No tenemos tiempo para descansar, debemos averiguar cómo salir de esta mierda._(frustrado)

LINO: Tengo que ir a cagar._(dejando sus cosas a un lado)

PEDRO: No vayas tan lejos, no sabemos qué es lo que nos acecha.

FERCHO: no te demores, debemos salir de aquí.

El hombre se alejó un poco y se ocultó tras un árbol para hacer sus necesidades. Habían pasado ya varios minutos y el hombre no salía, Pedro preocupado comenzó a llamarlo pero no obtenía respuesta.

PEDRO: ¿ Crees que le ocurrió algo?_(preguntó a Fercho)

FERCHO: Vamos a buscarlo._(decidido a no perder otro compañero)

Los dos hombres con machetes en mano se dirigieron a la dirección por dónde había  ido Lino. Al estar cerca del lugar, pudieron ver al hombre tirado en el suelo con una expresión de horror viendo algo en el suelo frente a él.

PEDRO: Lino, Lino, ¿qué te pasó?_(acercándose sin ver que era lo que veía su amigo)

FERCHO: Lino, ¿qué sucede?

Ambos hombres preocupados por el estado de shock del hombre y que este no respondía, se acercaron aún más para saber qué sucedía y que era eso que veía el hombre fijamente sin espabilar.

FERCHO: Maldita sea._(viendo que lo que veía Lino era la cabeza de Roco)

PEDRO: Por Dios santo, ¿de qué manera murió Roco?_(asustado)

Se preguntó al ver la expresión que había quedado grabada en la cara del hombre, el rostro de Roco mostraba un profundo horror, los ojos estaban abiertos de par en par reflejando una desesperación indescriptible, esos ojos parecieran como si quisieran salir de allí para buscar una salida de la agonía que había vivido, esos ojos abiertos de par en par y sin algún brillo en ellos, evocaba un vacío helado y un terror que contrastaba con la piel pálida del rostro del hombre, las pobladas cejas del que era Roco, estaban arqueadas de manera tensa y elevadas enmarcando el horror reflejados en los ojos, los labios del rostro estaban entreabiertos mostrando una línea fina y tal vez temblorosa, esos labios atraparon  el último grito del hombre y no lo dejaron salir, en esos labios se podía ver acentuado la angustia y agonía del último momento de Roco, las mejillas de esa cabeza estaban completamente hundidas, como si el terror hubiera consumido más allá de la vida misma. Esa cabeza con esa expresión de horror era la prueba fidedigna de que la última visión que tuvo el hombre fue algo realmente escalofriante y no tuvo oportunidad de pedir ayuda.

PEDRO: Larguemonos ya de este maldito lugar._(ayudando a Lino ponerse de pie)

FERCHO: Vámonos, así tengamos que caminar de noche saldremos de aquí._(ayudando a Lino a que caminara)

 Lino estaba en un estado de shock profundo, ver la cabeza de su compañero y amigo en ese estado y con esa expresión lo dejó helado y temiendo por lo que pudiera pasarles a ellos. Fue tanta su impresión que comenzó a sudar debido al miedo y algunas pequeñas gotas de sudor permanecían en su frente cómo testigos del miedo que lo había invadido. 

FERCHO: Sé que ver la cabeza de Roco y con esa expresión fue algo impresionante, Pero debemos calmarnos para salir de este lugar._(tratando de calmar a sus angustiados compañeros)

LINO: Fercho, temo que no podamos salir de aquí y nos pase lo mismo que a ellos._(tratando de calmar su miedo y su acelerado corazón)

PEDRO: ¿U-Ustedes creen que encontremos también las cabezas de Luis y Alfonso?_(temblando de miedo mientras observaba a sus lados)