Alexandra fue engañada creyendo que firmaba un contrato laboral y acabó siendo uno matrimonial.
En tanto que para Christopher la situación también ha sido complicada, ya que como presidente de la empresa familiar, al momento de firmar los papeles para asumir el cargo de manera oficial, dos cláusulas cambiarían su vida para siempre: casarse y ser padre.
Por obligación ambos debieron aceptar la situación; sin embargo, jamás pensaron que la llegada del otro cambiaría muchas cosas para ellos.
¿Podrá el amor surgir con base a un contrato dado por mentiras?
¿Pueden dos personas, con perspectivas de la vida tan distintas, llegar a llevarse bien?
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Capítulo 11 CUANDO VIVAS CONMIGO
Christopher
Mujercita obstinada, no se deslumbró con Gucci, Chanel, Louis Vuitton, seguía imperturbable como siempre.
Creí que si la observaba más lejos y no me veía podría verla mirar con admiración cierta ropa pero dejó todo en manos de la vendedora.
Creí que los zapatos serían una fascinación y que como toda mujer atrasaría comprando mil pares pero tampoco lo hizo. Fui con ella por ropa interior y ahí solo se limitó a mirar, dijo su talla y no le interesó más.
Yo escogí todo lo más hermoso, delicado y sensual ya que cuando finalmente la reclame quiero que me alegre la vista en el proceso. Mis palabras ensombrecieron más su rostro cuando le dije que de todos modos ella es mía, algo que es cierto pero no lo tomó bien.
Llegamos a su hogar, bajó y mecánicamente abrió la puerta, entró y desapareció de mí vista.
No peleó más conmigo ni me mandó al infierno con todo y ropa, simplemente se fue.
Regrese a mí mansión dónde Ismael ya me esperaba
-¿No que estarías hoy con ella?
-Y así fue- comenzaron a traer todas las compras y les di la orden de acomodarlas en la habitación principal
-Si que te salió cara
-Las vendedoras empacaron todo en las tiendas, ella apenas si se probó algo y no estaba interesada, hasta yo acabé eligiendo ropa interior
-¿Por qué no vino contigo a estrenarla?
-Porque ni todo eso llamó su atención, incluso al bajar del auto no tomó ni una pequeña bolsa
-Algo le hiciste seguramente
-Le dije que es mía
-¿Te das cuenta de lo idiota que eres? No acabas de obligarla a enfrentar un engaño que le vives recordando que es tuya como si de un objeto se tratara
-Que lo tome como quiera, es la verdad
-Si cualquier otra hubiera sido engañada seguro no te costaría tanto pero te tocó la más difícil
-Cuando la tenga en la cama se olvidara hasta de que supuestamente me odia, ninguna se resiste a mí y ella no será la excepción
-¿Y cuando salga embarazada qué harás?
-Habre cumplido, la dejaré tranquila y no la tocaré, al menos cuando su vientre crezca no lo haré. Cuando de a luz le daré lo que prometí y el divorcio
-Espero que todo te salga bien porque si me lo preguntas tengo mis dudas
Cené con Ismael y luego él se retiró porque saldría a buscar alguna mujer con quién pasar la noche mientras que yo me fui a la cama agotado
Vi toda su ropa ya ordenada perfectamente y pensé lo divertido que sería cuando aquí viviera, no podría evitarme porque estaría en el mismo cuarto.
Cuando vivas conmigo morocha salvaje antes de los diez días estarás entre mis brazos pidiéndome que te folle, quizás hasta si sales buena en al cama puedas quedarte aquí como mí amante personal. Me dormí con el pensamiento rondando mí mente porque si de algo estaba seguro era que mientras más ruda una mujer, más buena la intimidad y ella debía ser una diabla traviesa.
Me divierten los dos.