Alexa Stronghold había vivido su vida en una completa calma, nunca se había exigido o esperado nada de ella, vivió su niñez feliz, rodeada de hermanos y primos con quien jugar. Cuando el tiempo paso cada uno tomo su lugar, todos tenían algo a lo que estaban amarrados, un destino asegurado, un lugar seguro que ocupar. Pero cual era su lugar?
Ella tenía la oportunidad de elegir su camino, de labrar su propio destino... pero no había nada, no existía nada en el mundo que despertara su curiosidad o su interés. Hasta que llegó el.
El Beso del Nigromante despertó su oscuridad, una batalla entre el deber y el querer se libraba en su interior, un amor que perdió y que parecía nunca poder volver a encontrar. Por mucho tiempo Alexa se había creído la escritora de su vida, la dueña de su destino, pero un día la verdad sale a la luz, entonces se dará cuenta que su destino nunca le había pertenecido, siempre le había pertenecido a él.
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2. Verdad a medias
El me tomo de la muñeca suavemente y me jalo con el y comenzamos a caminar hacia mi supuesto hogar.
.- No deberias estar en el bosque sola a estas horas florecita, alguien podria querer lastimarte.-
Me quede en silencio y camine a su lado, siendo completamente consciente de su mano en mi muñeca, estaba fria pero calentaba mi cuerpo, me ponía nerviosa su cercania, mi corazon no habia dejado de latir con fuerza en mi pecho.
Rápidamente vislumbramos lo que parecía la entrada de una manada, el se detuvo y volteo hacia mí.- Eres miembro de esta manada?.- asentí hacia el incapaz de decir ninguna palabra.- Bueno, debes saber que no puedo dejarme ver por estas personas así que hasta aquí te acompaño.- solto mi muñeca y dio un paso hacia atrás.- no andes vagando sola en el bosque florecita, es peligroso... Bueno, fue un gusto conocerte.- paso por mi lado dispuesto a irse, mi mano se movió hacia él y lo tome por la muñeca nerviosa.
.- Nunca me dijiste tu nombre...- volteo hacia mi con una sonrisa suave.
.- Me llamo Dereck.-
.- Soy Alexa.-
.- Lindo nombre florecita.- nos quedamos en silencio observándonos, sabia que tenia que dejarlo ir, pero aquello que se habia despertado en mi cuando mis ojos se habían conectado con los suyos, simplemente no queria dejar de verlo, entonces me atreví y lo dije.
.- crees que... Podríamos... Volver a vernos?.- sus ojos se abrieron en sorpresa, como si no esperaba que yo dijera aquellas palabras, pero de repente su expresión se suavizo y me miro.
.- Quieres volver a verme florecita?.-
.- Si... Solo si tu quieres.- movi el rostro hacia un lado sintiéndome nerviosa esperando su respuesta, habia sido muy lanzado de mi parte decirle aquellas palabras, pero yo... Estaba segura de que queria volver a verlo, porque jamas me habia sentido con nadie como en solo segundos el me habia hecho sentir.
.- Sabes que no pertenezco aqui, verdad?.- me quede en silencio sin saber que decir, yo sabia que el no pertenecía aqui, que el no era uno de nosotros, pero eso no importaba, nada importaba, porque no queria perder lo que habia encontrado con el.
De repente el soltó un suspiro y, voltee hacia él, entonces él asintió y un peso que no sabía que estaba cargando, desapareció de mis hombros.- Está bien florecita, podemos vernos mañana en el mismo lugar en donde nos conseguimos hoy... Ahora si debo irme, ve a descansar, ya es tarde.- solté su muñeca y di un paso hacia atrás, él se dio la vuelta y de repente desapareció, dejando solo el susurro del viento agitado por su velocidad.
Pase toda lo que quedaba de noche y el resto del día siguiente ansiosa por volver a verlo, por querer saber más de él, algo dentro de mí deseaba saber más de él, como si hubiera un imán que me jalara hacia él, me desconecte del mundo por completo, atrapada en mi cabeza, pensando en él... Dereck... Hasta su nombre era lindo como él, jamás había conocido a alguien con el cabello Azul o que tuviera unos ojos felinos como los suyos, todo en el era una intriga, quería saber más sobre él.
Cuando llegó la hora corrí al bosque esperando encontrarlo en aquel lugar. Cuando llegue no había nadie, me senté en el suelo y me recosté en el tronco dispuesta a esperarlo, los minutos pasaron y parecía no venir, pero de repente el aire cambió y aquel olor a muerte invadió mis fosas nasales, pero está vez no solo olía a muerte, un sutil olor a Azufre y hierbas se paseó por mi nariz, jamás había olido nada como eso. Sentí una presencia detrás de mí y voltee el rostro encontrándolo de pie observándome.
.- Hola, florecita, que puntual.-
.- Hola.- él me observo con el rostro serio e impasible, se acercó hacia mí y se sentó a mi lado.
.- Parece que eres una chica de pocas palabras.-
Una chica de pocas palabras, esa no era la manera en la que todo el que me conocía me describía, más bien era una chica con demasiadas cosas por decir, por qué razón cuando estaba con él parecía que las palabras no podían salir de mis labios?.
.- Me sorprendió que me pidieras vernos de nuevo, Vampiros y Lobos nunca se han llevado bien.-
.- Pero hemos vivido en paz.-
.- Lo hemos hecho.- él miro hacia el bosque en calma y nos quedamos en silencio, no era un silencio molesto, era tranquilo, un silencio que había comenzado a disfrutar en soledad y que ahora podía disfrutar con él.
.- Cuéntame de ti florecita, ¿por qué razón escapas al bosque por las noches? No tienes amigos en tu manada?.- sus palabras entraron por mis oídos y una alerta silenciosa se encendió en mi mente, que debería decirle a este magnífico desconocido a quien quería conocer... la verdad sobre mí?... No, no era una opción, la verdad sobre mi era algo que siempre había alejado a los demás, era la segunda princesa del norte, la hija de una loba Sagrada, la hermana de la Reina sangrienta, nadie se atrevía acercarse a mí sabiendo lo que yo significaba. Entonces podía simplemente contar... Una verdad a medias
.- Me gusta el silencio del bosque... Por eso siempre salgo de mi manada y camino por él... Y no, no tengo amigos.- no los tenía, esa era la verdad.
.- Y tu familia?, no se preocupan por qué estés en el bosque de noche?.- me quedé en silencio pensando que responderle, Se preocupaban? La respuesta era no, porque no sabían lo que estaba haciendo, mis padres confiaban completamente en mi juicio, me habían dado una libertad plena, estaba a meses de cumplir mis 18, ya era casi una adulta, mis padres habían dejado de correr detrás de mi hace mucho tiempo.
.- Están bien con eso.- él miro hacia mí con una sonrisa en el rostro.
.- Ellos no lo saben verdad?.- lo miré desencajada.
.- Por qué crees eso?
.- Dudaste mucho en responder Florecita y personalmente, si yo fuera tu padre, hermano o cualquiera de tu familia, no te dejaría vagar en el bosque sola.-
Bueno... Agradecía a la diosa que el no fuera nada de eso.
.- Mis padres y hermanos confían en mí, saben que jamás haría nada para ponerme en peligro a mi misma.- su rostro se inclinó hacia un lado observándome con aquellos ojos de felino.
.- Y no crees que te estás poniendo en peligro ahora mismo?.-
.- No.- respondí hacia el segura de mis palabras, me sentía segura con él, algo dentro de mí sabía que él no era un peligro para mí, a mí nunca me había atraído el peligro o la adrenalina, me gustaba la comodidad y la seguridad y eso era lo que él me trasmitía.
.- Como estás tan segura?.
.- Porque puedo sentirlo.-
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Les pongo foto aquí de los protagonistas de esta historia
Alexa
Dereck
