El SABOR DE LO PROHIBIDO

La cena ... En palabras de Camila.

Llegué a casa y, como era habitual, Jimena ya había elegido mis zapatos y el vestido que llevaría esa noche. Me desplomé sobre la cama, sintiéndome abrumada, ya que no sabía cómo iba a soportar tenerte cerca, Sebastián.

Decidí tomar mi teléfono y llamar a Violeta para desahogarme un poco.

La llamada empezó a sonar...

—Hola, hermosa, ¿cómo te va en el trabajo? —preguntó Violeta, su voz rebosante de alegría.

—Horrible. Lo único bueno de todo esto es que conocí a Emiliano, ¡es una buena persona! —respondí, soltando un suspiro de frustración.

—Emiliano, ¿no me habías hablado de él? ¡Vaya, suena guapo! —dijo Violeta, riendo de manera contagiosa.

Es suficiente, no tengo ningún tipo de interés en él. Es una persona muy tierna y amable conmigo; solo somos buenos amigos, eso es todo. Dije con firmeza.

Bueno, ese tal Emiliano puede ser una buena distracción para que no estés pensando en Sebastián, comentó Violeta, con una sonrisa astuta en su rostro.

Ni siquiera lo menciones, respondí, sintiendo cómo la frustración me invadía. Sebastián va a venir esta noche a cenar y ha estado haciéndome la vida un lío hoy por la tarde. Se puso realmente insoportable cuando nos encontró a Emiliano y a mí en la alfombra, trabajando. Yo solo intentaba ayudar a Emiliano a quitarle algo que tenía en el ojo, y creo que Sebastián malinterpretó completamente la situación y nos regaño horrible a ambos.

Podría comentarte que está experimentando celos, pero considerando lo que te hizo, quizás su intención es hacerte sentir tan incómoda que decidas dejar la empresa de tu papá. Así, él y su madre podrían quedarse con ella, dijo Violeta.

Me quedé reflexionando; lo que ella decía realmente tenía mucho sentido. Lo que yo había interpretado como celos por su parte, podría ser en realidad un plan para conseguir que me alejara de la empresa de mi padre.

En realidad, no había reflexionado sobre eso, pero que no se ilusione, no será tan fácil deshacerse de mí. Y si intenta jugar sucio, yo también sé cómo jugar a ese juego, respondí con evidente molestia.

Así se habla, amiga. Lucha por los intereses de tu padre y no permitas que él te estropee tus planes con Emiliano, comentó Violeta entre risas.

¡Basta! No hay ningún tipo de plan con Emiliano. Pero ahora te dejo, porque necesito prepararme para la cena que Jimena ha organizado, dije, soltando un profundo suspiro.

Observé el vestido que Jimena había dejado sobre mi cama. Era realmente peculiar, ya que parecía un atuendo de monja: muy largo y bastante suelto. Al verlo, decidí que no era lo que quería ponerme, así que lo guardé de nuevo. En su lugar, elegí uno de los vestidos que Violeta me había regalado. Me miré en el espejo, arreglé un poco mi cabello y me preparé mentalmente. Estaba decidida a demostrarle a Sebastián que nada de lo que había sucedido antes me había afectado en absoluto, ni lo más mínimo.

Cuando bajé a la sala, ya estaban Jimena y mi padre allí, ambos disfrutando de una copa de vino.

Oh, por Dios, Camila, ¿qué llevas puesto? Es muy vulgar, exclamó Jimena, mientras me lanzaba una mirada crítica de arriba abajo.

Intenté mantener la calma y respondí, un poco nerviosa: Tranquila, Jimena, es un vestido de una marca muy reconocida y costosa. Además, creo que se ve bien.

Mi padre, siempre queriendo apoyarme, comentó: Claro, cariño, tú te ves hermosa con cualquier cosa que te pongas.

Justo cuando Jimena iba a hacer otro comentario despectivo sobre mi ropa, el timbre sonó y una de las empleadas salió a abrir la puerta.

Buenas noches a todos.!_ dijo Sebastián, con esa voz sexy varonil que lo distingue Pero yo ni siquiera lo miré.

mi niño querido qué gusto verte dijo Jimena mientras lo abrazaba.

Sebastián bienvenido esta es tu casa- dijo mi padre pues él y Sebastián siempre se habían visto como padre hijo aunque no fuera la realidad así.

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Sebastián dirigió su mirada hacia Camila y, en ese instante, sintió que algo profundo y significativo se despertaba en su interior. Era una sensación intensa, como si una chispa vital brotara dentro de él. En su corazón, comprendió que había un vacío que sólo ella podía llenar, y una necesidad apremiante de su presencia se apoderó de él. La idea de estar sin ella se tornó inaceptable, como si su vida no estuviera completa sin su luz y su compañía.

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Buenas noches Camila.!_ dijo Sebastián y lo mire a los ojos, esos ojos azules que me miraban de una manera obscura.

Buenas noches.!_ dije soltando su mano enseguida.

Vamos a pasar al comedor por favor.!_ dijo Jimena con una gran sonrisa mientras yo tenía tantos nervios.

Para mi desgracia, ambos terminamos sentados muy cerca uno del otro. Me sentía tan incómoda que ni siquiera prestaba atención a la conversación que se desarrollaba a mi alrededor, hasta que de repente las palabras de Jimena resonaron en mi mente, impactándome de una manera que me dejó completamente aturdida.

‘Sebastián, ¿por qué no trajiste a Cecilia? Me imagino que ya han fijado la fecha de su matrimonio’, dijo Jimena, mientras yo me quedaba paralizada. Un intenso dolor se apoderó de mi pecho y me era difícil respirar.

Mamá, por favor ahora no.!_ dijo Sebastián mientras yo sentía su mirada en mi.

No sabía que estabas comprometido, Sebastián.!_ dije guardando la calma Pero me estaba pareciendo imposible.

Así es, Sebastián se comprometió hace unos meses. Aunque me encantaría que tú también estuvieras comprometida con alguien Camila, Emiliano es un buen partido. Dijo mi padre, y en ese momento una mezcla de sentimientos me invadió. Sentí un profundo coraje al enterarme de que Sebastián ya tenía un compromiso, especialmente cuando recordaba lo que había pasado entre nosotros. En ese instante, todas las piezas del rompecabezas encajaron: ahora comprendía por qué me había dejado aquella noche, por qué no estaba dispuesto a arriesgar su futuro y su prometida por lo que había entre nosotros. Su elección me dolía profundamente y me hacía sentir una montaña rusa de emociones, pero, sobre todo, me dejaba con una sensación amarga de traición.

Tienes razón papá, emiliano es muy atento inteligente y sobre todo honesto, talvez el siguiente compromiso sea el mío, no dudo que sea el hombre perfecto.!_ dije con tanto coraje, Pero con una sonrisa en mi rostro mirando a Sebastián mientras mi padre y Jimena sonreían.

No creo que sea lo más prudente, dijo te acabas de graduar y estás empezando a trabajar.!_ dijo Sebastián.

Estaba a punto de responder cuando sentí su suave toque sobre mi muslo, mi respiración se volvió más tensa, intenté detener su mano sin que nadie se diera cuenta,Pero el era más fuerte que yo en segundos entro su mano en mi pantaleta y sus dedos me recogieron.

Enseguida me levanté de la mesa para evitar que me siguiera tocando.

Yo iré a ver si el postre está listo._ dije agitada mientras mire a Sebastián llevándose los dedos con lo que me tocó a su boca y piel se erizo.

Está bien nosotros iremos a jardín.!_ dijo mi padre y Jimena mientras yo intentaba reponerme alejándome de Sebastián.

Me aleje por uno de los pasillos de la casa cuando sentí las manos de el sobre mi y su voz en mi oído.

No existe otro hombre para ti que no sea yo.!_ dijo mientras apretaba su cuerpo contra el mío.

Eres un idiota estabas comprometido, suéltame.!_ dije mientras luchaba con el.

No sabes realmente cómo están las cosas.!_ me dijo mientras me tomaba con fuerza del cuello y de la cintura para besarme de tal manera que me hacía sentir débil.

Sebastián.!_ dije Pero sus besos ahogaban mis palabras.

No puedo, no puedo estar en segundo más si ti, se que tú sientes lo mismo, dijo mientras sus manos recorrían mi cuerpo.

Basta Sebastián alguien puede vernos.!_ dije jadeando y es que mi cuerpo lo deseaba también Pero mi cabeza lo odiaba tanto.

No quiero, no me importa nada.!_ dijo Sebastián mientras abría la puerta del baño y entre besos los dos entramos, en un movimiento el me subió encima de la lava manos y bajo sus pantalones y enseguida yo me aferré a el sintiendo aún dolor.

Sus embestidas eran continuas y me llenaban de placer mientras nos mirábamos a los ojos y me besaba como un loco desesperado.

Al llegar al clímax ahogué mi grito en su boca mientras Sebastián me abrazaba.

Toc toc toc...

Sebastián está todo bien.!_ dijo Jimena mientras mi corazón se aceleraba aún más y Sebastián, me daba sus últimas estocadas temblando los dos.

Enseguida me baje y acomode mi ropa.

Si mamá ya salgo.!_ dijo Sebastián agitado acomodando su ropa.