Esteban es totalmente serio e incluso, un poco amargado; pero debe aceptar la derrota ante una apuesta con su mejor amigo y presentarse en una cita a ciegas en determinado lugar, donde coincide con una rubia que ya conoce.
Sabe que ella no es su cita, pero verla allí, con mirada pícara y burlona, lo hace bufar porque sabe que no demorará en molestarlo.
Soledad ha estado soltera por cinco años, así que, con la esperanza de encontrar el amor, descarga una aplicación y empieza a hablar con Sergio, con quién se verá esta noche. Aunque en su campo de visión aparece su jefe, el cual la fastidia y se odian mutuamente.
Sin embargo, la velada es una decepción para ambos, ya que sus citas no son lo que esperaban, ni lo que desean volver a ver, por lo que Esteban tratando de salvarse, se toma atribuciones indebidas con su empleada, e inventa una tonta excusa. Una que recordarán toda su vida.
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Posible nueva trabajadora
Iniciar el negocio en un país diferente es complicado, pero no imposible, aunque manejarlo a la distancia sí, por eso lo mejor para Esteban es mudarse temporalmente a la capital de Uruguay. Además, será mejor hacerse cargo personalmente de las entrevistas laborales, no solo para evitar engaños y preferencias, sino también por si desea considerar la oportunidad a quienes tal vez no tengan experiencia, pero sí ganas de salir adelante.
En menos de una semana, llama al ex dueño del edificio que compró para su marca y consultó por hoteles que le dieran alojamiento por al menos dos meses. El señor en cuestión le escribió al siguiente día con diferentes números a los que podía comunicarse, así que actualmente está viviendo en un nuevo país.
Entre los tantos correos que le solicitaron trabajo, uno de ellos llama su atención por el título que le han puesto, siendo que al parecer, la joven dueña de tal hoja de vida no se rinde con un solo "Lo sentimos, por ahora no es requerida" y eso, a veces es bueno para las ventas.
Lee con detalle sus cursos y estudios, tratando de entender quién mezclaría profesiones tan diferentes entre ellas y comprende, sin querer juzgar, que seguramente no ha cumplido sus metas por tal razón.
La respuesta es directa, pero asegura mentalmente que la señorita Soledad necesitará aprender que su manera de comunicarse es un poco... informal o desubicada para pedir un puesto laboral. Sin embargo, en todo caso, deberá explicarle cómo hablar con sus posibles compradores.
Título: "No hay excusa.
Señorita González, quisiera comunicarle que su curriculum parece interesante y desearía entrevistarla personalmente para corroborar cuál sería su ubicación dentro de la empresa.
Saludos cordiales."
No hay nombre, ni algo que lo deje en evidencia como el mismísimo jefe, porque prefiere leer abiertamente qué responden o escriben los que desean comunicarse con la empresa, ya que en Colombia tuvo una secretaria que leía y respondía por él, pero evitaba comunicarle los insultos. Algo que actualmente, prefiere saber para evitar nuevas demandas. Como por ejemplo: la venta de un producto caducado. Algo que sus revendedores no devolvían para reemplazarlo, entonces varios clientes denunciaron directamente a la empresa por indisponerlos, cuando en realidad, los culpables eran otros. Aunque, desde entonces, han creado un supermercado solamente para sus productos, ampliando también en otros alimentos y bebidas, además de seguir en el negocio anterior.
Definitivamente, un problema y una solución.
La respuesta a Soledad le sirve más que nunca, ya que uno de sus empleadores le ha avisado que se mudará de ciudad y se le complicaría ir a limpiar a su casa, entonces sabe que hasta allí obtuvo sus ganancias. Aunque, por su buen trabajo, puntualidad, compromiso y honestidad; ha recibido su último pago triplicado como compensación. Sin embargo, tal ayuda como empleada doméstica no asegura estabilidad por más de dos meses, así que esa entrevista y posible oportunidad, le viene como anillo al dedo.
Por obviedad necesita responder, siendo que el reminente de tal oferta no le ha dado día, ni hora para asistir a la entrevista.
Asunto:"Gracias...
Gracias por su oportunidad, pero por si no se ha dado cuenta, necesitaría saber qué día presentarme y su horario correspondiente."
Estando muy tranquila en su hogar, lee y relee el correo y luego lo envía, creyendo que no hay nada malo en su respuesta. Aunque, a decir verdad, le faltó ser más amable y no tan autoritaria, atrevida e insolente.
Si tan solo supiera que quién lee esos mensajes es su posible jefe, sería más amable, paciente e incluso, un poco hipócrita, cuando en realidad quisiera reclamarle su falta de información desde un inicio.
Esteban debería acostumbrarse a la nueva ciudad, pero solo sale a caminar unos metros hasta un mini mercado para comprar sus productos de higiene e ir al restaurante del hotel en sus horarios alimenticios, así que no se ha tomado el tiempo necesario para hacer turismo.
Mientras que entra al restaurante, su celular suena con la notificación de un nuevo correo, por lo que decide esperar a estar en su mesa para revisarlo. Luego de que un mozo toma su pedido, se queda solo y vuelve su atención al aparato que ha estado ocupando su tiempo la mayor parte del día.
Observa la respuesta de Soledad y sonríe sin quererlo porque ella no dejó pasar su falta de información, algo que le parece bien porque, si bien no lo hizo queriendo; le podría hacer conocer sus errores o le avisará la posibilidad de nuevos problemas, sin miedo a ser sincera. Aunque, tal vez crea que solamente está hablando con la encargada de recursos humanos, pero de igual manera, Esteban, piensa que su respuesta no hubiese cambiado si sabía quién era.
La siguiente respuesta lleva el título de disculpas y su mensaje es, directamente, el día y la hora. Sumado a la frase "La esperamos puntual". Una que quiso enfatizar sólo para que comprenda que su urgencia laboral no será secundada o perdonada por la impuntualidad.
Después de su última respuesta coloca el celular en silencio y cena tranquilo. Cuando vuelve a su habitación, agarra el dichoso aparato para llamar a sus padres y nota la cantidad de mensajes, por lo que se apresura a comunicarse con ellos pensando que ha pasado algo malo.
En realidad, sus padres solo quisieron saber si está vivo o si le ha pasado alguna calamidad, ya que es su único hijo y está fuera de su radar, pero le agregaron tanto drama a la cantidad descomunal de mensajes, que el pobre CEO se estuvo lamentando mentalmente, el estar tan lejos.