Obligada A Casarme Con... ¿Mi Jefe?

Así pasaron los próximos tres días, muy normales para mí y sin novedades, no esperaba pronto un caos total a mi vida que se avecinaba.

Llegue a la empresa con mi amiga después de mi carrereada mañana, cheque mi hora de entrada y nos fuimos a nuestro lugar de trabajo, empezamos a trabajar cuando llego Sam

Sam: chicas buenos días

Perla: Hola Sam ¿amaneciste bien?

Melissa: buenos días Sam

Sam: No tan bien como tu Perla

Perla: gracias que lindo eres

Sam carraspea algo nervioso y vuelve a la realidad, era evidente que Perla lo sacaba de su mundo real

Sam: bueno vine a avisarles que tenemos que dejar todo listo porque mañana viene Rodrigo y lo más probable es que nos haga una reunión para ponerse al corriente, Rodrigo nunca dura mucho tiempo aquí, pero al parecer ahora si se va a quedar de planta aquí y ustedes dos son una pieza muy importante aquí y de mi entera confianza

Melissa: ok no te preocupes dejaremos todo listo para cuando el jefe venga, va a quedar encantado

Perla: si Sam, no te preocupes este día nos encargaremos para tener todo listo

Sam: gracias chicas y bueno, las dejo trabajar, Bonito día Perla, bonito día a las dos

Perla: igual mente Sam, que tengas bonito dia

Melissa: Adiós Sam

Sam: nos vemos

Sam se retiró y Perla se quedó con la mirada fija hasta que lo perdió de vista

Melissa: llamando a tierra firme Perla, Perla, tenemos una mujer en la luna, llamando a tierra firme

Perla: shhh baja la voz, que vergüenza (sonrojada)

Melissa: ya acéptalo ¿te gusta verdad?

Perla: hay amiga que cosas dices, cambiando de tema ¿cres que la llegada del jefe haga que podamos perder nuestro trabajo?

Melissa: si, las saladitas son horneadas, no creo amiga, no hay queja de nosotros así que lo tenemos en nuestra bolsa

Perla: según dicen es de un carácter muy fuerte, muy amargado para ser exactas

Melissa: bueno a mí no me importa su carácter, yo cumplo con mi parte del empleo y ya lo demás no importa

Perla: pues si tienes razón, hemos hecho nuestro trabajo muy bien, ojalá que el jefe piense lo mismo por nuestro bien

Melissa: pues si, si no pues no nos vamos a morir amiga

Perla: a veces quisiera pensar como tú, ACLARO solo a veces

Melissa: Aja deberías amiga, y no solo a veces, todo el tiempo, te aseguro que dejarías de estresarte

Las dos chicas se sentaron en sus sillas frente a su computadora y se pusieron a trabajar, las dos querían que por su parte el jefe no tuviera quejas para dar una buena imagen aunque las dos trabajaban perfecta mente bien apenas se conocerían con el jefe y querían causarle una buena impresión, las dos estaban nerviosas en ese sentido

A la hora de la comida, salimos como todos los días de nuestro escritorio y Perla y yo fuimos a comer a la cafetería, después subimos nuevamente al último piso del edificio, fuimos al baño a retocarnos y luego a nuestro lugar de trabajo y continuamos trabajando toda la tarde hasta dejar todo listo para que nuestro querido jefe encuentre su empresa ya resuelta, tome mis cosas me despedí de mi amiga y baje a la primera planta de la empresa

Cheque mi hora de salida y me subí a un taxi hasta que llegue a mi pequeño departamento, me preparé algo de cenar me di un baño y cepille mis dientes y me acosté a dormir

La verdad batallé un poco para dormirme, la idea de conocer a tu jefe siempre es aterradora y la verdad no supe como a que hora me dormí, solo recuerdo dar vueltas y vueltas en la cama hasta que me quede dormida

A la mañana siguiente me desperté por el sonido de mi alarma y me levante rápidamente, hice mi rutina, me arregle y salí rápidamente a la oficina en un taxi...