En lo profundo de un bosque antiguo, donde los árboles susurran secretos de siglos pasados, un grupo de leñadores, hombres robustos y curtidos por años de arduo trabajo, se adentra en la espesura en busca de madera. La brisa fresca lleva consigo el aroma a tierra húmeda y resina, mientras las sombras juegan entre los troncos como si el bosque mismo estuviera vivo. Tras una jornada agotadora, los hombres deciden acampar bajo el cielo nocturno que era ocultado por las copas de los árboles.
Sin embargo, esa noche, mientras el fuego crepita y las risas resuenan entre las ramas, una presencia oscura acecha en la penumbra. Lo que sucederá después no solo pondrá a prueba su valentía, sino que cambiará su destino para siempre. El bosque guarda secretos que están a punto de ser revelados, y los hombres pronto descubrirán que algunas leyendas son más reales de lo que jamás imaginaron.
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CAPÍTULO 1
Un grupo de leñadores, hombres robustos y curtidos por años de trabajo, se adentra en la espesura de un bosque antiguo, un bosque lleno de secretos, mitos y leyendas, dichos leñadores deseaban encontrar la mejor madera para cortar y vender a muy buen precio. A medida que se adentraban al bosque, podían observar que el lugar era como un oscuro laberinto de sombras y susurros, los árboles era inmensamente altos y retorcidos, cada rama se entrelazaba en una danza macabra, dejando que la luz del sol apenas se filtrara a través de sus densas copas. La humedad impregnaba el aire, creando una atmósfera pesada que parecía absorber cualquier sonido. Cada paso que daban los leñadores, sobre el suelo cubierto de hojas marchitas resonaba como un eco distante, mientras la niebla se deslizaba entre los troncos como un espectro silencioso.
LUIS: Este lugar es bastante atemorizante._(observando a los lados)
ROCO: ¿No me digas que tienes miedo? Jajajja
LINO: Dejen de hablar y sigan cortando._(derribando un árbol)
PEDRO: Fercho ¿Habrá encontrado un lugar donde dormir?_(dijo después de haber tomado un sorbo de agua)
ALFONSO: Esperemos que sí.
La plática quedó suspendida para seguir en su trabajo. Con el sonar de las hachas y sierras, los murmullos del viento parecían contar historias olvidadas, advirtiéndoles de peligros ocultos. Las ramas crujían a sus alrededores, como si las criaturas del bosque los observaran desde las sombras, aguardando el momento perfecto para revelarse. Un par de horas después, los hombres ya cansados dejaron sus hachas y sus sierras a un lado para sentarse a descansar y tomar un poco de agua.
ROCO: Ya tengo hambre.
PEDRO: En la mochila hay pan._(limpiando el sudor de su frente)
LINO: Esperemos a que llegue Fercho, cuando estemos en el campamento hacemos algo de comer._(quitando su camisa sudada)
ALFONSO: Creo que deberíamos esperarlo más adelante.
LUIS: ¿Dónde nos bañaremos?_(observando a todos lados)
LINO: En el camino encontraremos algún río o quebrada.
ROCO: Tú estás asustado, ¿no es así Luis?_(burlandose del hombre)
PEDRO: Deja de molestar, Roco.
ALFONSO: Tomen sus cosas y vayamos saliendo de aquí.
Cada hombre tomó su mochila, sus hachas, sierras y demás pertenencias para salir al encuentro de compañero.
LINO: Miren dónde pisan, en este lugar debe haber serpientes venenosas.
PEDRO: Claro que hay serpientes y animales peligrosos, estamos en un bosque no en la ciudad.
ALFONSO: Dense prisa, si Fercho no encontró un lugar, debemos buscar nosotros.
ROCO: Esperemos en el árbol de allá._(señalando hacia adelante)
LUIS: Me parece bien, allí Fercho nos podrá encontrar con facilidad.
Los 5 hombres caminaron hacia el árbol mencionado, dejando a su pasó arañas, serpientes y bichos que se perdían entre la neblina que empezaba a ocultar los troncos de los árboles.
LUIS: No es demasiado tarde como para que la neblina sea tan densa._(nervioso)
ROCO: Deja de ser miedoso, en los bosques es natural este tipo de cosas y más si la luz del sol no entra con facilidad.
ALFONSO: Ojalá Fercho haya encontrado un lugar menos frío para poder dormir.
Cansados por su larga jornada de trabajo, se sentaron bajo el árbol a esperar por su compañero, el día había sido bastante agotador y solo querían darse un baño, comer e ir a dormir.
PEDRO: Fercho se está demorando mucho.
LINO: Dejen de hablar tanto y descansen.
ALFONSO: Si se demora es porque tal vez encontró un buen lugar lejos de aquí.
Los minutos pasaban y algunos ya estaban molestos por la demora de Fercho, querían irse de allí y el hombre nada que aparecía. Mientras esperaban, Roco comenzó a molestar Luis contándole algunas historias de miedo inventadas, el hombre era nuevo en el grupo y era la primera vez que iba a un bosque tan denso, razón por la cual era blanco de las burlas de Roco. Pedro comía algo de pan y Alfonso y Lino observaban el camino esperando que a su amigo llegara pronto.
LINO: ¿Dónde demonios se metió ese imbécil? Ya llevamos una hora esperando por él.
ALFONSO: Conociendolo, debió perder el tiempo cazando.
ROCO: Les dije que era mejor que yo fuera a buscar dónde acampar.
LUIS: Contigo nos hubiéramos quedado a dormir sobre la madera cortada.
PEDRO: Esperemos un rato más, si no llega seguiremos caminando.
Los minutos pasaban y a pesar de que el sol estaba en lo alto del cielo indicando que era un poco más de medio día, el bosque parecía sumido en una penumbra perpetua. Las densas copas de los árboles bloqueaban la luz, creando un manto de sombras que se extendía sobre el suelo cubierto de musgo.
LUIS: Allá viene ese idiota._(señalando al hombre que venía a lo lejos)
ALFONSO: Espero que haya encontrado dónde acampar esta noche. De lo contrario lo golpeare por hacernos esperar tanto.
LINO: espero lo mismo, el día de hoy estuvo pesado y quiero darme un baño y descansar._(levantándose del suelo)
Los 5 hombres se levantaron del suelo, tomaron sus cosas y se dirigieron al encuentro de Fercho.
ROCO: Por fin llegas, pensé que habías sido comida de algún animal.
LUIS: ¿Encontraste dónde quedarnos?
LINO: ¿Por qué te demoraste tanto?
FERCHO: Disculpen la demora, Pero este maldito bosque es igual en todas partes, no encontraba un lugar adecuado donde colgar las hamacas.
PEDRO: ¿Pero encontraste o no encontraste dónde acampar?
FERCHO: Si encontré un buen lugar, pero está un poco alejado de aquí.
ALFONSO: Entonces caminemos para llegar rápido.
FERCHO: Vamos, de camino hacia allá casé un par de iguanas para comer.
LUIS: ¿Hay algún lugar donde bañarnos?
ROCO: Deja de joder tanto con el puto baño.
LUIS: Todos se quieren bañar, no solo yo._(respondió molesto)
FERCHO: Andando, en el camino hay un río.
Los 6 hombres emprendieron su camino hacia el lugar donde dormirían durante su estadía en ese bosque. A medida que avanzaban, el aire se sentía más frío y húmedo, era como si se tratara de un aliento helado que se deslizaba entre los troncos como un susurro escalofriante. La brisa, en lugar de ser un alivio, traía consigo el aroma a tierra mojada y una sensación de misterio, maldad y algo más siniestro, esa brisa del bosque era una mezcla de fragancias que recordaba lo podrido, el moho y la soledad del lugar. Cada paso de los hombres, resonaba en el silencio opresivo del lugar, interrumpido solo por el crujir ocasional de las ramas, las hojas secas o el roce furtivo de algún animal escondido. Era como si el bosque mismo quisiera advertirles del peligro inminente.
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NOTA
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