Ethan planeaba ir solo porque no soportaba la idea de que alguien más sufra por su culpa, jamás se imaginó que Ethiel acudiría en su ayuda. Estaba verdaderamente felíz al contar con la ayuda de su mas leal amigo a quien consideraba un hijo pero no podía evitar de sentirse preocupado por su seguridad ya que los que se llevaron a Lionel y Liam no dudarían en matar a Ethiel por el solo hecho de ser su amigo y ver que colaboraba con él.
Sabiendo aquello Ethiel optó por seguirlo sin dudarlo un segundo no bien se enteró del problema en que se encontraba. Ambos vivieron mútiples aventuras juntos en los días en que estuvieron bajo las ordenes de Erik. Ethiel se hubo unido a él voluntariamente por motivos personales y al conocer a Ethan se hicieron grandes amigos, uniéndose como padre e hijo.
- No creas que te dejaré a la deriva ahora, cuando más me necesitas Ethan. Juntos hicimos aquellas crueldades ¿recuerdas?
- Pero solo yo fui quien las ejecutó a plena luz del día – decía Ethan - Yo era Scarlet Demon después de todo.
- Y yo destruía en la oscuridad torturando a todo aquel que caía en nuestras manos ¿ y qué? – dijo Ethiel – Ahora ninguno de los dos somos así, cambiamos Ethan ¿por qué no pueden comprenderlo? Nadie es infalible y lo sabes ¿acaso quienes se llevaron a Lionel y a Liam son la bondad pura? ¿ellos representan la justicia? ¡No lo creo porque encerraron a Lionel nada menos que en un ataúd de diamante azul.! Si en verdad fuesen buenas personas no habrían actuado así, no importa lo que tú y yo hicimos en el pasado ni cómo lo pasaron de mal ellos. Esto que están haciendo no es justicia, dista mucho de serlo. ¡Y tú no debes inclinarte ante esta gente! No es a ellos a quien debes pedirles perdón ya que no se lo merecen, y yo no voy a abandonarte en ningún momento.
- Gracias Ethiel - Ethan necesitaba escuchar aquello no se había dado cuenta de lo mucho que necesitaba oir esas palabras.
Ethiel era un Lastey también y estuvieron juntos más de cinco siglos, compartieron muchas cosas. Con su ayuda y apoyo comenzaba a tener esperanzas y a ser optimista nuevamente - Mil gracias
- No tienes nada que agradecerme ya que aún no entramos a la montaña. Agradecemelo cuando todo haya terminado.
- Cierto, muy cierto - los dos miraron las nieblas densas y azules que se movían y tapaban la visión frente suyo. El camino era incierto ya que serían conducidos a otras dimensiones sin saber específicamente a cuál.
Para no ser separados los dos Lastey se sujetaron de las manos y tomando aliento entraron dejando el temor atrás y llevándose con ellos solo la esperanza y el valor.
II
Las múltiples nieblas azules los envolvían como cortinas de seda movidas por el viento, un sobrenatural frío se adueño de ambos amigos quienes tenían en sus mentes llegar al lugar donde estaba la llave plateada y lo más pronto posible.
Entre las multiples imágenes incomprensibles que se dibujaban frente a ambos apareció una llave del mismo tamaño que la mano de un hombre adulto brillando en la intensa niebla, el objeto hecho de niebla lanzaba destellos plateados. Los lastey supieron que ese era el sitio hacia donde debían dirigirse.
Mientras iban acercándose al objeto este retrocedía lenta pero continuamente, a ambos amigos les pareció que habían recorrido varios metros de disancia aunque eso parecía interminable.
Ninguno deseaba perderse en ese sitio ya que ambos escucharon historias de inmortales que aun seguían vagando por los laberinticos senderos de la montaña de la niebla en busca de la salida sin lograr encontrarla.
Centraron en su mente la fija idea de llegar al lugar donde yacia el objeto deseado y hacia allí se estaban dirigiendo.
Murmullos susurrantes escuchaban a su alrededor, caricias suaves sentían en sus rostros y brazos pero ambos siguieron avanzando sin perder de vista aquella llave hecha de niebla que flotaba en el aire a la altura de sus ojos…
Al cabo de varios minutos la llave se desvaneció y en su lugar la niebla azul se abrió como cortina de seda dejando paso a ambos viajeros.
Al otro lado solo había oscuridad, habían llegado a destino. Sin detenerse atravesaron el umbral y tras de ellos la cortina de niebla azul se cerró y desapareció. Estaban en otro mundo dimensional, el firmamento estaba colmado de estrellas y dos lunas brillaban en aquella bóveda oscura.
III
El aire tibio tenía cierta intensidad que les provocaba un extraño escalofrío, ninguno de los dos sabían dónde estaban ni hacia dónde dirigirse. Pero eran concientes de que en alguna parte de aquel extraño mundo estaba el objeto que fueron a buscar.
Pero no tuvieron tiempo para detenerse a meditar al respecto ya que unos ruidos extraños los alertaron, iban hacia ellos y por la intensidad no auguraban nada bueno. En menos de un minuto se vieron rodeados de seres que tenían el mismo aspecto físico que ellos, todos eran hombres jóvenes que los apuntaban con extrañas lanzas:
- ¡Intrusos! - rugió uno de ellos - - ¡Extraños! - aquello sorprendió a los Lastey ya que entendían el idioma ¿cómo era posible? -¡Acaben con ellos! - aquella orden los alejó de las meditaciones filosóficas momentáneamente para centrarse en defenderse mutuamente. Comprobaron, para asombro de ambos amigos, que podían con todos sus rivales. Los poderes de Lastey les permitían desintegrar con facilidad esas armas inclusive noquearlos a todos sin demasiado esfuerzo
- ¡ A ellos! - rujia el líder sin mover un solo músculo.
Ethan y Ethiel hicieron gala de sus destrezas en combate tan acostumbrados a realizar durante muchos siglos atrás. Espalda contra espalda se defendían y atacaban sin compasión, rompiendo los huesos de sus enemigos, dejándolos inconcientes y quebrándoles las armas. Cuando no quedó nadie mas que el líder de pie, los Lastey lo contemplaron desafiantes. Este fue retrocediendo pálido del terror repentino, pero Ethiel empleo su sobrenatural velocidad y unos segundos luego apareció detrás sujetándolo de ambos brazos con firmeza:
- Ahora responderás unas cuántas preguntas - dijo Ethan tranquilo - ¿Qué lugar es este?
- Es el mundo del señor Hades - respondió con voz entrecortada el prisionero
- ¿Hades? - preguntó Ethan - ¿Dónde se encuentra él?
- En su castillo oscuro - luego miró hacia su costado derecho - Aquel que se alza en medio de las principales ciudades que convergen juntas - los amigos siguieron la trayectoria de la irada y lograron divisar a lo lejos la punta de una torre oscura que brillaba pálidamente ante los reflejos de las dos lunas - ¿Qué quieren?
- ¿Sabes dónde está la llave plateada? - volvió a preguntar Ethan
- No se qué es eso
- ¡¿Dónde está?! - rugio Ethan
- ¡No lo se! - dijo temblando de miedo el prisionero - Por favor…no me maten…se los juro…no lo se…
Ethan buscó en la mente de ese ser y averiguó muchas cosas interesantes entre las que se encontraba la ignorancia sobre el paradero del objeto en cuestión. Ethiel lo soltó y el prisionero huyó despavorido debido al terror que sentía.
- No será fácil esto Ethiel - dijo angustiado Ethan
- Nunca se dijo que lo iba a ser - contestó Ethiel - Sigamos buscando, a lo mejor ese tal Hades sepa algo
- Si, es lo que he estado pensando
- ¿Por dónde entonces?
- Lo ignoro pero…sigamos la trayectoria de la torre oscura ¿ te parece?
- Seguro
Los dos se alejaron de allí y se adentraron en lo que parecía ser un oscuro bosque silencioso y misterioso sin detenerse un instante.
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