Sheng Li Mei se sentía incómoda.
Dos años atrás había huido al extranjero con el cuerpo envuelto en dolor y la mente en una confusa neblina.
Después de una noche que no recordaba, aunque intentara con todas sus fuerzas, el goteo del suero había sido lo primero que noto al abrir los ojos en una habitación descolorida.
Lo segundo fue el dolor insoportable de la piel tras desgarrarse.
“Un accidente” le explicaron, “Hubo que extirpar parte del útero debido a una hemorragia interna por el impacto”
Inconscientemente, acomodo su mano cubriendo la parte baja de su abdomen mientras miraba por la ventanilla del auto que se incorporaba con dificultad a la autopista.
- Una vez me contaste que al pensar en volver, tres cosas te molestaban, pero me dijiste solo dos – Do Ming adivino sus pensamientos.
-Lo tercero – Sheng Li Mei reflexionó un momento – voces.
Do Ming significaba para ella mucho más que un amigo y sentía que le debía su vida, si no hubiera sido por él, ciertamente no podría imaginar como habría sido su suerte en un país lejano completamente sola.
Ella bajo la vista a las palmas de sus manos.
Él la había recogido de la calle y la había convertido en quien era ahora, ser honesta con él era solo una de las maneras en que trataba de demostrarle cuanto lo respetaba.
“Pero hay cosas que al contarlas temo que duelan aún más”, Sheng Li Mei le miro con una sonrisa.
Siempre sonreía.
Do Ming le acaricio la mejilla como siempre y no insistió.
- Al Nuit Shopping – le indicio al chofer -Toma un poco de agua – él esperó con la mano extendida a que ella aceptara la botella –hace mucho calor para ser otoño, ¿siempre es así aquí?
- ¿No eres de aquí tú también?
- Bueno – Do Ming se rascó la cabeza – sabes que no había vuelto en quince años.
- Lo sé – apretando los labios en una línea\, dio pequeños golpecitos en su pera con sus largos y delgados dedos- Tampoco lo recuerdo\, pero creo que no debería hacer tanto calor definitivamente.
La luz del sol caía sobre su pequeño rostro y Do Ming la observaba con suficiencia, “Es tan bella”
- Quédate así – le ordeno
Sheng Li Mei levanto ligeramente su mentón y lo miro divertida mientras él le tomaba una foto con su celular.
- Déjame verla
- ¡No! – escondió el teléfono entre sus manos contra su pecho - ¿Para qué? La vas a borrar
- Si la foto es linda no la voy a borrar
- igual, no confió en tu gusto, siempre borras las mejores fotos
- Siempre exageras -Sheng Li Mei ponía los ojos en blanco.
- Sabes que no es así ¿Esa vez que la empresa quería fotos casuales de sus artistas para la campaña “Zero Makeup”?
-¡Es que esa vez no pudiste enviar peor foto!
-¡De todos modos ya la había enviado! No tenías
que hackear la computadora del Director de Departamento
-Ni que hubiera sido la del Director ejecutivo
- Esa fue otra vez – le recordó – Sheng Li Mei\, si no fuera porque el director está interesado en ti ya nos habría despedido.
Sheng Li Mei aprovecho que Do Ming había bajado la guardia al concentrarse en sus acusaciones y se apresuró a quitarle el celular.
La foto era linda, pero justo en la esquina inferior derecha se veía su mochila
abierta y la toalla de mano asomaba.
Aunque no la habría borrado por eso, Do Ming gritándole de nuevo por cosas por las que ya la había retado antes la aturdía.
Do Ming se sintió afligido cuando ella le devolvió el celular, ya sabía que la habría borrado, no necesitaba confirmarlo.
- Era una foto muy linda – se lamentó
- Sí – lo miro consternada – pero me habías aturdido.
Do Ming la miraba atónito cuando el chofer paro el taxi.
- Eres un demonio sabías – alzando los brazos hacia el cielo dijo en tono dramático - ¿Qué hice para merecer semejante castigo?
- Fuiste avaro, querías ganar dinero a costa de mi trabajo.
- ¡Ingenuo! Fui ingenuo al creer que podríamos trabajar juntos.
-Vanidoso – el chofer del taxi los observaba discutir mientras les entregaba los dos bolsos que habían acomodado en el maletero – Trataste de engañarme con que eras el único mánager del mundo que aceptaría trabajar conmigo en América.
- Jamás te dije eso – grito con una expresión de horror
-¡Cierto! Ya recordé, fue porque tu exesposa te engañaba, por eso tropezaste conmigo y quisiste usarme.
- Pero jamás te mentí – se encogió de hombros- ahora de pronto extraño a mi exesposa, eso fue un golpe bajo – tomo los bolsos rápidamente - tu paga el taxi.
-¡Tú! – Sheng Li Mei lo perdió de vista – Aquí tiene – le entrego al chofer el dinero con una sonrisa, pero en su interior lloraba, “No puedo usar mis cuentas aun”
- Gracias – saludo el chofer
- Gracias – respondió mientras el auto se alejaba “por llevarte mi dinero”
Miro hacia donde Do Ming había desaparecido.
Si las cosas no habían cambiado demasiado en esos dos años, el resto bar en el que solía trabajar estaría aún en la segunda planta del centro comercial.
Cruzo con su mochila entre las mesas de los restaurantes y las vidrieras de las tiendas con el sol de frente y un dolor de cabeza creciente.
Los lugares que gozaban de una ubicación como la del Nuit Shopping, entre la universidad más importante de la Nación y la ruta más directa al aeropuerto, contaban con un número sorprendente de personas en el horario del almuerzo; adornado por edificios jurídicos y la central de la compañía con más sedes a solo una cuadra, había obtenido la etiqueta de uno de los centros comerciales más concurridos y exclusivos del país.
La planta baja se llenaba de estudiantes, pero el segundo piso ya era más estricto en cuanto a quienes ingresaran en las instalaciones, por eso pudieron ingresar al centro comercial sin llamar la atención a pesar de sus bolsos, pero en cuanto al segundo piso, sabía que únicamente podría mirar desde la puerta del bar a su interior.
Una leve sonrisa se formó en la comisura de sus labios. Cuando todavía deambulaba por las calles en América, había deseado tanto volver allí.
Cuando comenzó a trabajar junto a Do Ming había querido volver con cada cheque que cobraba. “Habría invitado el almuerzo a Shaiming”
Después de la muerte de su padre, había buscado trabajos de medio tiempo por toda la ciudad sin éxito.
Su respiración se hacía más lenta mientras recordaba cuando la llamaron del Nuit Shopping.
Había comenzado como una empleada de medio tiempo limpiando después de cerrar el bar y en dos semanas ya era una empleada fija que servía las mesas y los fines de semana cantaba sobre un pequeño escenario.
Unos meses más tarde el accidente sucedió y con ello, Sheng Li Mei llego a la puerta del bar.
- ¿Sheng Li Mei? – Shaiming dejaba caer una bandeja y los ojos de Sheng Li Mei se llenaban de lágrimas.
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