Wally West En The Owl House
Velocidad Triple
El sol apenas comenzaba a asomarse por encima de los árboles cuando la Casa Búho cobró vida con una energía nueva. No por un hechizo, ni por una emergencia mágica…
Sino por un desayuno digno de una guerra santa.
En la mesa principal, Wally West estaba devorando sin tregua.
Y no era exageración.
Frente a él había un banquete que haría llorar de felicidad a cualquier chef: treinta platillos diferentes, desde huevos de bestia glotona, waffles con miel de escamas de dragón, hasta pan de tritón con relleno de queso espectral, sin contar una torre de panceta crujiente mágica que flotaba ligeramente sobre la mesa.
Wally West
Wally tenía una sonrisa de oreja a oreja, un tenedor en una mano, una cuchara en la otra, y ya iba por su sexta ración. Todo mientras hablaba con la boca llena:
—Eda, tienes que abrir un restaurante. No, en serio. Esto... esto es arte culinario.
Eda Clawthorne
Eda, que observaba con los brazos cruzados y una taza de café humeante, sonrió con picardía.
—Me alegra que alguien al fin aprecie mis platillos... no como cierta persona que conozco.
Luz Noceda
Luz, que justo entraba en la cocina medio adormilada y despeinada, levantó una ceja al oír eso.
—¿Estás hablando de mí, Eda?
Eda Clawthorne
—¿Quién más? —respondió la bruja con descaro—. Cada vez que cocino, tú haces esa cara de “¿esto me va a maldecir?” y escondes la comida bajo la mesa.
Luz Noceda
—¡Eso fue una vez! —protestó Luz—. ¡Y fue porque el huevo me habló!
Amity Bright
Amity se asomó desde el pasillo con una ceja levantada.
—¿Otra vez sirvieron cosas que emiten sonidos?
Eda Clawthorne
—¡Callense tortolas! —le gritó Eda—. Hoy es un día especial. Flash está aquí. Un hombre con verdadero apetito.
Wally West
—Un metabolismo acelerado tiene sus ventajas —dijo Wally, ya terminando un pastel completo con tenedor y cuchara a la vez—. ¿Esto tiene esencia de murciélago o…?
Eda Clawthorne
—De murciélago, corazón de basilisco y un toque de limón —respondió Eda—. Receta de mi madre.
Willow, Gus, Hunter y Vee llegaron al comedor justo a tiempo para ver cómo Wally se tragaba una torre entera de pancakes en tres mordidas. Todos se quedaron en silencio.
Vee
—¿Cuánto tiempo llevas comiendo? —preguntó Vee.
Wally West
—Catorce minutos exactos —respondió Wally, limpiándose la boca con un hechizo que Eda había improvisado para no gastar servilletas.
Hunter
—¿Y cuántos platos van? —preguntó Hunter, medio incrédulo.
Wally West
—Veintiséis… espera… ahora veintisiete.
Gus Porter
Fue entonces cuando Gus, con una libreta flotante y una pluma mágica, se acercó con emoción desbordante.
—¿Flash? Digo, ¿Wally? ¿Puedo hacerte unas preguntas para mi bitácora de héroes?
Wally West
—¿Tú tienes una bitácora de héroes? —preguntó Wally, animándose de inmediato.
Gus Porter
—¡Tengo tres! —respondió Gus emocionado—. Una para héroes mágicos, otra para héroes tecnológicos y una exclusiva para ti.
Wally West
—Eso suena extremadamente específico y halagador. Pregunta lo que quieras, pequeño periodista —dijo Wally, acomodándose con una sonrisa.
Gus Porter
Gus se sentó frente a él y empezó:
—Cuéntame todo. Tus inicios. Tus logros. Tus momentos más épicos.
Wally West
Wally hizo una pose dramática, como narrador de un documental:
—Mi nombre es Wallace Rudolph West. Fui el chico torpe, el ayudante de héroe, el payaso de la Liga… y ahora soy el velocista escarlata.
He combatido monstruos, robots, clones, hechiceros, dioses, alienígenas, y una vez una señora enojada en el supermercado que me tiró una sandía.
Spoiler: Gané.
Todos comenzaron a acercarse para escuchar. Amity se sentó al lado de Luz, Hunter apoyó el mentón en sus manos y Willow flotaba en su escoba cerca del techo. Vee, con una botella de jugo en la mano, escuchaba atenta.
Wally West
—He salvado mundos. Más de una vez. He trabajado con los mejores: Batman, Superman, Linterna Verde, Mujer Maravilla, Hawkgirl, y otros que aún no entiendo cómo sobrevivieron. Pero sí… lo hicimos. Juntos.
Una vez —agregó con voz más baja— incluso logramos salvar Temiscira.
Willow Park
—¿Temiscira? —repitió Willow, bajando de su escoba—. ¿No es esa la isla de las amazonas? ¿Donde solo hay mujeres?
Wally West
Wally asintió con solemnidad.
—Sí. Solo mujeres. Guerreras poderosas, mágicas, capaces de quebrarte los huesos solo con una mirada. Y sí, tuvimos que infiltrarnos. Bueno… entrar sin causar una guerra.
Vee
—¿Pero cómo lograron eso? —preguntó Vee.
Wally West
—Con mucha diplomacia… y un poco de suerte. Y por "un poco" me refiero a que casi nos matan al llegar —respondió Wally sin rodeos.
Vee
Entonces Vee frunció el ceño, pensativa.
—Espera… si en Temiscira solo hay mujeres… ¿cómo tenían hijas? Quiero decir, si no pueden entrar hombres…
El salón se quedó en silencio.
Todos se miraron.
Y Wally tragó saliva. No de miedo… sino de sabiduría incómoda.
Wally West
—Chicos… —dijo con voz grave—. No van a querer saber eso. Créanme.
—¡Queremos saberlo! —gritaron al unísono Luz, Willow, Amity, Hunter, Gus y Vee.
Wally West
Wally respiró hondo.
—Okey. Pero recuerden… ustedes pidieron esto.
Veinte segundos después...
—¡¡¿¿QUÉEEEEEEEEEEEEEEEEEEE??!! —gritaron Gus y Hunter al mismo tiempo, mientras sus ojos parecían salirse de sus órbitas.
Hunter
Hunter, con cara de horror, señaló el suelo como si hubiera visto un espíritu:
—¿¿Mataban a los hombres después de usarlos para reproducirse??!!
Wally West
Wally, con una expresión incómoda, levantó las cejas.
—Sí. Técnicamente. No todas las veces… pero... sí.
Aunque no me miren así, ¡yo no fui uno de esos hombres!
Gus Porter
—¡¿CÓMO ES POSIBLE QUE ESA SEA UNA SOCIEDAD FUNCIONAL?! —gritó Gus, agitando su libreta como si quisiera prenderle fuego—. ¡Eso no está en ningún libro de historia!
Vee
Vee puso cara de asco y tapó los oídos.
—Me arrepiento. Me arrepiento completamente de haber preguntado. ¡QUÉ TRAUMA!
Luz Noceda
Luz, sin saber si reír o gritar, dijo:
—Eso es... eso es tan brutal como uno de esos mangas raros que lee Hunter.
Hunter
—¡Oye! ¡No todos son raros! —se defendió Hunter, rojo como un tomate.
Gus Porter
Fue entonces cuando Gus levantó la cabeza con una última pregunta:
—Ok, última, lo prometo… —dijo entusiasmado— ¿Eres el más rápido de todos los Flash?
Wally West
Wally, recostado en una silla con las piernas sobre la mesa, respondió con su típica confianza:
—Sí.
Luz Noceda
Luz lo miró con una ceja levantada.
—¿Así… sin duda?
Amity Bright
—Sin humildad —añadió Amity, cruzada de brazos—. Suenas como si estuvieras presumiendo.
Wally West
—Chicas, chicas… —dijo Wally, bajando las piernas y poniéndose serio—. No lo digo por presumir. Lo digo porque es verdad.
Hunter
—¿No había otros Flash antes que tú? —preguntó Hunter—. ¿Jay Garrick? ¿Barry Allen?
Wally West
—Sí, claro. Jay fue el primero. Barry, el segundo. Luego yo… y después vino Wallace, mi primo, y Bart, mi otro primo. —Wally se cruzó de brazos— Pero ninguno ha ido tan rápido como yo.
Amity Bright
—Modesto —murmuró Amity con una sonrisa sarcástica.
Wally West
—Ey, ey, ey, escuchen —dijo Wally, levantando una mano como si estuviera en una conferencia—. Entre los Flash vivos, sí: soy el más rápido.
Pero... si hablamos de una entidad que me supera, entonces hay uno: Dark Flash.
Todos se inclinaron hacia él como si estuviera a punto de contar una historia de miedo.
Luz Noceda
—¿Dark Flash? —repitió Luz.
Wally West
—La manifestación viviente de la Fuerza de la Velocidad misma.
Una figura oscura, sin rostro, sin límite. Cuando un velocista muere… él aparece.
No para llorarlo.
No para enterrarlo.
Sino para reclamar su energía y devolverla al núcleo mismo de la velocidad.
Gus Porter
Gus abrió los ojos, fascinado.
—¿¡Entonces es como un espíritu de la velocidad!?
Wally West
—Más bien como un... zombie cósmico que solo aparece cuando estás a punto de convertirte en polvo por correr demasiado.
Yo lo vi.
Lo sentí.
Y créanme… no hay nada más rápido.
Porque Dark Flash no corre…
Él existe entre los latidos del tiempo.
Hubo un silencio en la sala.
Luz Noceda
—Eso suena como algo que inventarías para presumir más —dijo Luz, cruzada de brazos, con una ceja arqueada.
Amity Bright
—Sí —añadió Amity, con una media sonrisa—. Suena a "yo soy el mejor, pero hay uno más aterrador que nadie puede ver y del que no hay pruebas".
Wally West
—¿No me creen? —dijo Wally ofendido— Está bien… entonces pregúntenle a Rodrigo.
Todos se miraron confundidos.
—¿Cuál Rodrigo? —preguntaron Luz, Amity, Willow, Hunter y Gus al unísono.
Wally West
Wally los miró con una sonrisa tan maliciosa que ya era sospechosa.
—Cuando sepan nadar, se los digo.
Lilith Clawthorne
Lilith, que había estado escuchando toda la conversación sin ser notada, no pudo más. Soltó una carcajada digna de un hechizo de risa forzada.
—¡“Rodrigo cuando sepan nadar”! ¡¿De dónde sacaste eso?! ¡Eres más caótico que Hooty con azúcar!
Wally West
Wally le guiñó un ojo.
—El caos… es parte de mi encanto.
Gus Porter
Gus se tapó la cara con la libreta.
—No sé si estoy más impresionado por tu velocidad o por lo absurda que fue esa broma.
Wally West
—Ambas son habilidades letales —dijo Wally, haciendo una reverencia ficticia.
Pero cuando Wally iba a salir de la casa, apenas abrió la puerta principal de la Casa Búho, vestido con su traje escarlata, listo para dar una vuelta rápida por la isla y estirar los músculos, se escuchó un sonido que le erizó los vellos del cuello:
—¡AAAAAAHHHHHHHH!
—¡ES ÉL!
—¡EL FLASH HERMOSO!
—¡DEJA QUE TE ABRACE, VELOCISTA!
—¡TE HICE UN FANFIC!
Cinco chicas, todas aproximadamente de su edad, y una que tenía el doble de entusiasmo que el resto, aparecieron entre los arbustos como si hubieran estado esperando desde el amanecer. Todas con pancartas improvisadas que decían cosas como “Te amo Flash”, “¡Cásate conmigo!” y “¡Tu traje rojo me da vida!”.
Flash
Wally parpadeó.
—¿Pero qué demonios…?
—¡CORRAN, QUE SE ESCAPA! —gritó una de ellas.
Flash
En ese instante, el Flash entró en modo pánico total.
—¡NOPE! —exclamó.
Disparó hacia adentro de la Casa Búho.
Eda Clawthorne
La puerta se cerró de golpe. Eda, que estaba tomando un té con Lilith, levantó una ceja.
—¿Ese fue Flash o una polilla con esteroides?
Lilith Clawthorne
Lilith soltó una carcajada.
—Creo que lo siguen más fans que a mí cuando era directora…
Flash
Dentro de la casa, Wally miraba por la rendija de la ventana como si fuese una película de terror.
—¡Esto es como un episodio perdido de Scooby-Doo, pero sin la camioneta para huir!
Luz Noceda
Luz bajó las escaleras y se lo encontró contra la pared, respirando agitadamente.
—¿Todo bien, primo?
Flash
—¡No! —susurró dramáticamente— ¡Hay un escuadrón de chicas con ojos brillantes y energía peligrosa afuera! ¡Y no sé cómo saben que estoy aquí!
Amity Bright
Amity apareció al lado de Luz.
—¿Te refieres a las cinco que están afuera con banderas y gritando "Flash, te haré una bufanda de amor"?
Amity Bright
—Wow —dijo Amity, cruzándose de brazos—. Nunca pensé que vería al Hombre Más Rápido del Mundo huyendo como un gatito asustado.
Flash
—¡No estoy huyendo! ¡Estoy haciendo una salida táctica!
Y con eso, Wally sonrió con picardía. Extendió las manos, vibró a través de las moléculas del suelo y literalmente desapareció.
Gus Porter
—¿A dónde fue? —preguntó Gus, que acababa de entrar con una fruta en la mano.
Fuera de la Casa Búho, en un rincón del bosque, una nube de hojas salió volando en todas direcciones cuando Wally emergió del suelo con una sonrisa triunfal.
Flash
—Flash uno, fans cero.
Se sacudió un poco el traje, miró al cielo y estiró los brazos con alivio.
—Nota mental: no salir con el traje puesto sin invisibilidad mágica. Segunda nota mental: crear invisibilidad mágica.
Mientras tanto, detrás de él… una rama crujió.
Wally West
Wally se dio la vuelta con una gota de sudor bajándole por la sien.
—No puede ser…
Flash
Y en un estallido rojo, Flash desapareció nuevamente, corriendo por los árboles, por la arena, por los acantilados.
Pero una de las chicas gritó con fuerza:
—¡TE ALCANZAREMOS EN EL CAPÍTULO FINAL DE NUESTRA NOVELA!
La tarde era tranquila en las Islas Hirvientes, pero como suele pasar en la vida de Luz y ahora también en la de Wally... la paz no dura mucho.
Luz, Amity, Willow, Hunter, Gus y Vee caminaban cerca del mercado de huesos, explorando, comiendo golosinas y disfrutando del clima extraño y ligeramente mágico que las islas siempre tenían.
Luz Noceda
Pero entonces, Luz resbaló ligeramente con algo en el suelo. Se agachó y notó que… era hielo.
—¿Hielo? —dijo, frunciendo el ceño—. Aquí casi nunca hace frío.
Willow Park
Willow miró a su alrededor y notó que el suelo se estaba congelando.
—Eso no es natural.
Luz levantó la mirada… y entonces lo vio.
Allí estaban… de pie en lo alto de una torre derrumbada del mercado, cinco figuras muy familiares para Wally:
Capitán Frío, apuntando con su pistola de congelación hacia todos lados.
Capitán Boomerang, lanzando explosivos en círculos mientras reía.
Ola de Calor, desatando llamaradas junto al hielo.
El Amo de los Espejos, usando portales brillantes como trampas.
The Top, girando a velocidades peligrosas que generaban ráfagas de viento.
Luz Noceda
—¡NO PUEDE SER! —gritó Luz—. ¿Cómo demonios llegaron esos tipos aquí?
El pánico se empezó a extender entre los civiles de las islas. Varias brujas corrieron, y comerciantes escapaban en escobas. Todo era un caos mágico.
Fue entonces que ocurrió lo peor.
Capitán Frío giró para disparar sin mirar… y su rayo de hielo apuntó directamente a Vee.
Luz Noceda
—¡¡¡VEEEEE!!! —gritó Luz.
Vee se quedó paralizada, y cuando el hielo salió disparado, su grito se escuchó por todo el lugar…
Pero entonces, en una fracción de segundo, alguien apareció en un relámpago dorado.
—¡ZAAAAP!
Una ráfaga de viento levantó polvo, hojas y nieve.
Vee sintió que fue elevada del suelo suavemente, y en el siguiente parpadeo… estaba lejos del ataque, en brazos de alguien.
Una voz joven, tranquila y decidida le dijo:
—Tranquila, ya estás a salvo.
Vee abrió los ojos… y lo vio.
Un chico joven, de piel morena, pelo corto y una sonrisa amable, con un traje rojo con amarillo y un rayo escarlata cruzándole el pecho y en su pecho.
Era Wallace West Alias Kid Flash.
Vee
—¿Tú también eres Flash? —preguntó Vee, aún procesando.
Kid Flash
El chico sonrió.
—No, yo soy Kid Flash.
Y entonces, en un rugido eléctrico que sacudió el suelo, Flash apareció. Wally llegó corriendo, deslizándose en seco frente a los villanos.
A su lado, una nueva ráfaga de energía: un chico de cabello desordenado, una gran sonrisa traviesa, y un traje rojo con blanco y gafas gigantes.
Impulso
—¡Impulso presente! —gritó Bart Allen, haciendo una pose de acción exagerada—. ¿Qué me perdí? ¿Villanos otra vez?
Flash
Wally se cruzó de brazos, con una sonrisa confiada.
—Así se hace, Kid Flash.
Impulso
Bart se estiró como si fuera a correr un maratón de mil años.
—¡Uy, me encantan los crossovers! ¡Esto va a estar épico!
Capitán boomerang
Desde la torre, Capitán Boomerang los vio y gritó:
—¿¡PERO QUÉ—!? ¿¡CÓMO NOS SIGUIERON HASTA AQUÍ!? ¡YA NO PUEDEN VIVIR SIN NOSOTROS, EH!?
Amó de los espejos
El Amo de los Espejos resopló:
—Yo sabía que Flash no vendría solo...
Ola De Calor
Ola de Calor encendió su lanzallamas:
—Me da igual quiénes sean. Me da igual este mundo raro. ¡Los vamos a hacer carbón!
Y justo antes de lanzarse al combate, Wally se giró brevemente hacia Luz, Amity y el resto del grupo.
Flash
—Ustedes… quédense atrás. Esto… es personal.
—Muy bien, chicos —dijo Wally, ajustando sus guantes con una sonrisa—. Recuerden: prioridad uno, proteger a los civiles. Prioridad dos… destrozar sus juguetes.
Impulso
—¡Y prioridad tres, hacerlo con estilo! —añadió Bart Allen, mientras giraba sobre sí mismo y soltaba una risa.
Kid Flash
—Yo diría que no arruinemos el mercado entero —añadió Wallace—. La última vez que los tres peleamos juntos, terminamos destruyendo un ala entera del museo de Central City.
Impulso
—Detalles —replicó Bart.
Del otro lado, los villanos ya estaban preparándose. Capitán Frío disparó al suelo, creando una alfombra de hielo que se extendía por el terreno. Ola de Calor encendió su lanzallamas y lo apuntó al cielo. Boomerang sacó sus explosivos con una sonrisa fanfarrona. The Top comenzó a girar como un tornado, y el Amo de los Espejos abrió portales reflejantes por todas partes.
Flash
—¡Ya conocen el plan! —gritó Wally.
Impulso
—¡Rómpelo todo! —gritó Bart.
Los velocistas se dispersaron al instante.
Wally corrió en zigzag por el mercado, desviando los disparos de hielo de Capitán Frío con ráfagas de viento que generaba con los brazos.
Frío frunció el ceño y disparó varias veces. Wally, como una sombra de relámpago rojo, desaparecía antes de cada impacto, apareciendo encima de un puesto de fruta para lanzarle una ráfaga de rayos eléctricos.
Mientras tanto…
Wallace (Kid Flash) se encargaba de The Top, esquivando sus vórtices de viento, deslizándose por debajo de tornados, y devolviendo el giro con su propia técnica: vibración sísmica, haciendo que el suelo se abriera y desestabilizara a su enemigo.
The Top se tambaleó y cayó de espaldas mientras Wallace corría en círculos a su alrededor, dejándolo atrapado en un vórtice de tierra giratoria.
En otro punto del campo…
Bart Allen (Impulso) se reía mientras corría por los techos del mercado, perseguido por boomerangs explosivos que esquivaba con saltos imposibles.
Después de un rato los cinco villanos retrocedieron, jadeando, lastimados, cubiertos de polvo y desesperación.
Flash
—Son solo tres —dijo Wally, apareciendo justo detrás de ellos—. Tres velocistas… y ustedes no pueden con uno.
Entonces lo hicieron.
Los tres se alinearon frente a los villanos.
Flash
—¿Listos? —preguntó Wally.
Impulso
—¡Listísimo! —gritó Bart.
Kid Flash
—Vamos allá —dijo Wallace.
Entonces los tres corrieron juntos, girando en círculos a velocidades absurdas, generando una prisión ciclónica de velocidad, atrapando a los cinco enemigos en un tornado de rayos, vibración y presión electromagnética.
ZAAAM.
Todo explotó en una onda de energía que no dañó a nadie, pero dejó a los cinco villanos en el suelo, desmayados y amarrados por cables eléctricos y cristales mágicos absorbidos del entorno.
---
Los tres velocistas quedaron de pie en medio del campo destrozado, jadeando un poco… pero sonrientes.
Luz Noceda
Luz sonrió y gritó:
—¡Digan lo que digan, esto fue mejor que cualquier Spider-Verse!
Luego de que Wally se llevara a los villanos en un abrir y cerrar de ojos, el silencio volvió por un instante. El grupo respiró por fin fuera de peligro. En cuestión de segundos, Wally los transportó a un lugar mucho más seguro: la Casa Búho.
Allí, mientras los demás se reponían, Wally, con una sonrisa relajada, presentó con orgullo a sus dos amigos que había traído consigo: Bart y Wallace.
Wally West
—Todos, les presento a dos aliados muy especiales —dijo Wally, dándole una palmada en la espalda a cada uno—. Este es Bart Allen, y este de aquí es Wallace West.
Impulso
Bart saludó agitando la mano con entusiasmo.
—¡Ey! Soy Bart, miembro de la Young Justice, viajero del tiempo, velocista profesional y ocasional salvador del multiverso… pero trato de mantenerlo humilde.
Kid Flash
Wallace se cruzó de brazos, algo más tranquilo pero igual de amable.
—Wallace West. También velocista, miembro de los Nuevos Jóvenes Titanes. Un gusto conocerlos.
Luz Noceda
Luz, curiosa como siempre, se acercó con una sonrisa.
—¡Wow! Esto es como… como el Spider-Verse, ¿no? Ustedes vienen de diferentes líneas del tiempo, dimensiones, equipos de velocistas…
Pero apenas terminó de decirlo, Wally, Bart y Wallace gritaron al unísono, con fuerza y hasta un poco de indignación:
—¡NO NOS COMPARES CON EL SPIDER-VERSE!
Luz parpadeó sorprendida, mientras todos los demás contenían la risa. Camila se llevó una mano a la boca disimulando una carcajada.
Impulso
—Lo sentimos —dijo Bart rápidamente—. Nada en contra de Spidey… pero es que eso ya nos lo dicen cada vez que aparecemos juntos.
Kid Flash
—Y no somos una “variante” de nadie —agregó Wallace—. ¡Somos velocistas! ¡Lo nuestro va a la velocidad de la luz, no colgados de telarañas!
Wally West
Wally rió un poco, rascándose la nuca.
—Lo que quieren decir es que… tenemos identidad propia.
—¡Exacto! —dijeron Bart y Wallace al mismo tiempo.
Nota del autor: Luz al igual que Wally y Wallace, Luz es una sobrina también de Iris West, y eso hacé a Luz, Wallace y Bart primos, pero bueno sigamos con la historia.
Todos estaban reunidos alrededor de la mesa en la acogedora sala de la Casa Búho. Las luces cálidas iluminaban los rostros de Luz, Amity, Willow, Vee, Camila, Eda, King, Raine, Hunter, Gus, Bart, Wallace y Wally, que se habían relajado después de tantos días caóticos. Mientras esperaban la prometida recompensa culinaria —pizza cortesía de Wally West—, Bart y Wallace aprovechaban el momento para contar sus historias.
Bart Allen
—Bueno —empezó Bart, recostado en el respaldo de la silla con una sonrisa confiada—, técnicamente soy el nieto de Barry Allen, el Flash original de mi línea temporal. Pero nací con una conexión inestable a la Speed Force. Mi metabolismo estaba tan acelerado que literalmente envejecía a una velocidad imposible… como si fuera un vídeo en cámara rápida.
Gus Porter
—¿Y eso no te afectó? —preguntó Gus curioso.
Bart Allen
—Lo hizo —respondió Bart con seriedad por un momento—. Pero Wally me ayudó. Me llevó a la Speed Force, y con su guía, logré estabilizar mi vínculo con ella. Desde entonces he sido... bueno, ¡Impulso! ¡Y a veces Kid Flash! ¡Y una vez hasta fui Flash por un día! Pero esa es otra historia.
Vee
Todos lo miraban fascinados. Luego Vee se giró hacia Wallace.
—¿Y tú? ¿Cuál es tu historia?
Wallace West
Wallace sonrió levemente.
—Digamos que soy una consecuencia... rara. Durante un evento llamado Flashpoint, Barry Allen cambió la historia intentando salvar a su madre, y cuando el universo se reconfiguró, yo aparecí. Soy parte de esos cambios. En teoría, no debería existir… pero aquí estoy.
Willow Park
Willow alzó una ceja.
—¿No deberías?
Wallace West
—Sí, pero la Speed Force hace cosas raras —dijo Wallace encogiéndose de hombros—. Me dio habilidades, una nueva familia, un propósito. Así que… no me quejo.
Wally West
Justo en ese momento, se escuchó el característico fwoosh de Wally llegando a toda velocidad.
—¡Listo! —dijo triunfante, colocando tres cajas grandes sobre la mesa— ¡Pizza para todos!
—¡Siii! —gritaron Luz y King al mismo tiempo, mientras todos se inclinaban hacia adelante.
Pero cuando Wally abrió la primera caja… estaba vacía.
Silencio.
Wally frunció el ceño, abrió la segunda caja... también vacía. La tercera… ni una miga.
Eda Clawthorne
—¿Wally… esto es una broma? Porque no me parece graciosa. Y mira que yo hago bromas de todo tipo…
Wally West
—¡No, no, lo juro! —respondió Wally desconcertado—. ¡Esto es real! ¡Los pizzeros me estafaron! Si serán… ¡Rápidos para cobrar, pero lentos para entregar comida!
Camila noceda
—¡Literalmente trajiste cajas vacías! —dijo Camila, levantando una ceja.
Wally West
Se inclinó, alzó una pequeña tarjeta grasienta con una huella de salsa de tomate, y la leyó en voz alta:
—“Gracias por la pizza. La necesitábamos más que tú. Con cariño, las tortugas ninja.” —Se quedó en silencio, luego exclamó— ¡¿Tortugas Ninja?! ¡ESOS LADRONES DE QUESO Y PEPPERONI!
Las alcantarillas de Nueva York no eran precisamente el lugar favorito de Luz Noceda. Caminaba con una expresión de asco, sujetando su nariz y mirando los charcos verdosos con desconfianza.
Luz Noceda
—¡Esto es un asco total! —exclamó—. ¿Cómo pueden vivir aquí? ¡Huele como si un calamar mutante se hubiera bañado en sopa de calcetines!
Gus Porter
—¿Y si eso ya pasó? —preguntó Gus con tono burlón.
Amity Bright
—Muy posible —añadió Amity, evitando pisar algo sospechoso con cara de “eso se mueve solo”.
Flash
Wally se echó a reír mientras se adelantaba por el túnel húmedo.
—Vamos, relájense. Esto es Nueva York. Todo lo raro vive aquí. Incluso las Tortugas Ninja.
Luz Noceda
—¿Cómo los conociste? —preguntó Luz con curiosidad, mientras caminaba pegada a Willow.
Flash
Wally se giró mientras caminaba de espaldas.
—Fue hace unos años. Había una amenaza en la ciudad, un loco llamado Kraang estaba intentando abrir un portal interdimensional con tecnología robada de STAR Labs. Corrí tan rápido para detenerlo que terminé atravesando una pared… y caí directo en su guarida. Desde entonces, somos colegas. Compartimos pizza. Salvamos al mundo. Lo normal.
Hunter
—¿Lo normal? —Hunter alzó una ceja—. ¿Eres consciente de lo absurdo que suena todo eso?
Flash
—¡Totalmente! —dijo Wally—. Pero es divertido.
Llegaron a una gran puerta metálica oculta tras un montón de tuberías. Wally la golpeó tres veces con un ritmo particular.
Una ranura se abrió al nivel de sus ojos y una voz chillona se escuchó:
—¿Cuál es la contraseña, viejo?
Flash
Wally se cruzó de brazos y respondió con voz confiada:
—Déjanos entrar.
Flash
Wally sonrió de lado y exclamó:
—Totalmente tubular.
Hubo un silencio, y luego:
—Aprobado, viejo.
CLANG. La puerta se abrió lentamente revelando una amplia guarida subterránea iluminada con luces de neón, graffiti, monitores gigantes, una pista de skate improvisada, y... mucha pizza.
Luz y sus amigos quedaron boquiabiertos.
Gus Porter
—¡Esto es... increíble! —exclamó Gus.
Amity Bright
—¡Y asquerosamente impresionante! —añadió Amity.
Las Tortugas Ninja se giraron al verlos y saludaron a Wally con gestos amistosos.
Miguel Angel
—¡Que onda amigo Flash! —dijo Miguel Ángel chocando los puños con él.
Willow Park
Willow cruzó los brazos.
—Así que aquí estaba toda la pizza.
Miguel Angel
Miguel Ángel se ofendió de broma.
—¡Hey! ¡Ustedes enloquecieron! No dejaban de pedir pizza. ¡No quedó ni una rodaja para nosotros!
Donatello
—¿Y saben lo que tuvimos que comer a cambio? —dijo Rafael con los brazos en jarra.
Hunter
Hunter respondió sin pensarlo:
—¿Porquería?
Rafael
—¡No asqueroso! —dijo Rafael con indignación—. Sándwiches. ¡Y los sándwiches no son geniales!
Flash
Wally, ofendido, alzó una ceja.
—¡Hey! Los sándwiches sí son muy geniales.
Leonardo
Leonardo dio un paso al frente, con gesto solemne.
—En conclusión, hermano: ustedes nos quitaron la pizza. Nosotros la recuperamos.
Flash
Wally sonrió de lado.
—Entonces... solo queda una opción…
Hizo una pausa dramática, y con un grito desenfrenado, dijo:
—¡TITANES AL ATAQUE!
Y entonces empezó la pelea, Wally se fue contra Mike, pero Mike le lanzó unas canicas haciendo que Wally se desestabilice, y entonces Mike le dió un combo con sus jacos y lo dejo en el suelo, Luz y Amity se enfrentaron a Donatello, Pero Donnie las venció usando su Bo y sus bombas, Hunter y Willow se enfrentaron a Leonardo, pero Leo los venció usando sus habilidades en artes marciales, Bart y Wallace se enfrentaron a Rafael, pero Rafa los atacó como toro y en un descuido de los dos velocistas, Rafa los atacó y los dejo en el suelo, y Luego Gus estaba solo y las tortugas lo atacaron y lo dejaron en el suelo con los demás.
Leonardo
Leonardo, con aire triunfante, dijo:
—Supongo que solo hay espacio para un equipo de superhéroes comedores de pizza tontos y alocados.
Flash
Wally se levantó sacudiéndose una rebanada de su hombro.
—Esto no ha terminado.
Entonces Wally empezó a recargar un rayo con sus manos.
Miguel Angel
Miguel Angel lo miro sorprendido.
—¿¡Esta haciendo el Kamehameha!?
Entonces Wally lanzó el rayo generando una explosión que dejó viendo estrellitas a las tortugas ninja, Wally, Luz, Amity, Willow, Hunter, Gus, Bart y Wallace quedaron en la cima de la montaña de pizza, posando como campeones.
Hunter
Hunter, recuperando el aliento, preguntó:
—¿Qué hacemos con las Tortugas Ninja?
Flash
Wally se puso de pie sobre una caja de pepperoni, con el puño alzado y una mirada brillante.
—Tengo una idea... RADICAL.
Luego se veía a Luz, Amity, Willow, Hunter, Gus, Bart, Wallace y Wally aparecen con antifaces de colores y ropa ochentera, todos montando patinetas, bajando por las alcantarillas en cámara lenta.
Todos, al mismo tiempo, con actitud exagerada, gritan:
—¡!NINJA GOOO!!
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