...𝐀𝐔𝐑𝐎𝐑𝐀 𝐂𝐎𝐍𝐓𝐈...
...——— ☆ • ♧ • ♤ • ♧ • ☆ ———...
La suave luz gris del amanecer entraba por la ventana de mi habitación, recordándome que el tiempo se me había acabado. La noche anterior no pude dormir en absoluto. ¿Cómo podría hacerlo? Las palabras de mi padre, de Claudia y de Valeria resonaban en mi cabeza como un martillo: —“Mañana es la boda.” — “Eres perfecta para él.” Cada una de esas frases se sentía como una cadena que se apretaba más y más alrededor de mi cuello. Salvatore Romano, el monstruo que todos temían, era ahora mi destino... y yo iba a ser una de sus víctimas.
“¿Qué demonios es lo que estaré pagando en esta vida?”
De repente, un golpe en la puerta me asustó. El cerrojo chirrió al abrirse, y Claudia entró en mi habitación con un vestido blanco envuelto en plástico. Su sonrisa era tan falsa como sus cirugías, una inquietante fachada de elegancia.
—Es hora de que te prepares, querida —dijo, dejando el vestido en la cama— No querrás hacer esperar a tu futuro esposo.
La miré en silencio, sin poder hablar. Ante esto, ella simplemente giró sobre sus talones y salió cerrando la puerta detrás de ella nuevamente con seguro. Me quedé quieta, mirando la tela blanca. El vestido tenía un hermoso encaje y diamantes, pero esa belleza parecía burlarse de mí. No era un vestido de novia; era una trampa, lista para asfixiarme. ya me había duchado así que solo faltaba ponerme el vestido , con las manos temblorosas, empecé a ponérmelo sin atreverme a mirarme en el espejo. En su lugar, me concentré en mi único objetivo: sobrevivir, y mantener a mi madre con vida... ¿Eso no podía ser tan difícil, verdad?...
En el instante en que terminé de ajustar el vestido a mi figura, Claudia apareció en la habitación con su energía característica. Se acercó a mí rápidamente y comenzó a trabajar en mi peinado, manejando con habilidad cada uno de los mechones de mi cabello. Mientras realizaba su tarea, también empezó a aplicar el maquillaje, esculpiendo mis rasgos con precisión. Sin embargo, lo que me llamó la atención fue la falta de alegría y entusiasmo en su forma de actuar; su dedicación no parecía surgir de un deseo genuino de embellecerme, sino que era el resultado de una orden directa de papá, quien le había encargado que me preparara para esa ocasión tan "especial". Finalmente, cuando terminó, me colocó el velo, dando el último toque a mi apariencia.
Una hora más tarde, un guardia de rostro severo me escoltó escaleras abajo. La mansión estaba envuelta en un profundo silencio, como si las paredes mismas comprendieran que lo que estaba por suceder no era una celebración festiva. Ahí estaba Valeria en el vestíbulo, luciendo un vestido rojo que parecía clamar arrogancia. Me observó con esa mezcla de lástima y satisfacción que me provocaba una ira intensa. Mi padre, vestido con un traje impecable, ni siquiera se molestó en levantar la vista para mirarme.
Fuera, el Rolls-Royce negro esperaba, brillante bajo la lluvia interminable que caía del cielo. Tomé una profunda respiración y subí al vehículo, sintiendo cómo mi corazón golpeaba contra mis costillas con fuerza. El interior del automóvil olía a cuero de alta calidad y poder, pero lo que realmente me detuvo en seco fue la figura que se encontraba frente a mí: Salvatore Romano. Se sentaba en el asiento de enfrente, ocupando el espacio con una autoridad que parecía abrazar al mundo entero. Su traje negro parecía absorber la luz a su alrededor, y su cabello oscuro, peinado hacia atrás, dejaba al descubierto un rostro que era a la vez impresionante y aterrador; pómulos marcados, una mandíbula definida y unos ojos grises que me atravesaban como cuchillos. La intensidad de su mirada me hizo sentir expuesta, vulnerable, pero al mismo tiempo encendió en mí una chispa de desafío que no podía ignorar.
“Al menos algo de los rumores si era cierto, es un hombre muy atractivo y su belleza ...Es como la de un dios griego.... ¡¡Oh vamos Aurora!! ¡¡No halagues a tu presunto verdugo!! ”
Apenas me acomodé en el asiento del vehículo, el motor prendió y comenzamos el trayecto en un silencio abrumador. Él no pronunció ni una palabra y yo tampoco, pero podía sentir su mirada fija en mí, como si su intensa observación pudiera atravesar mi ser. Intenté mantener la vista en la ventana, ignorando los rumores y temores que giraban en mi mente. Se decía que ninguna mujer que entraba en su vida volvía. No quería dejarme llevar por esos pensamientos oscuros, pero se tornaban imposibles de ignorar. Mi vida estaba en manos de ese hombre, y en mi interior luchaba con la incertidumbre de si él era mi salvador o, por el contrario, mi verdugo.
Al llegar a un imponente edificio de cristal y acero, un lugar que parecía más un símbolo de poder que un espacio para celebrar bodas, sentí un escalofrío. El interior era gélido, adornado con flores blancas que recordaban a un funeral y con luces tenues que apenas lograban aportar calidez al ambiente. Un pequeño grupo de personas se agrupaba en la sala, pero su aspecto no parecía el de invitados festivos; eran hombres vestidos de trajes oscuros, con rostros serios y duros, dando la impresión de ser guardianes de un rey. Mi piel se erizó ante la intimidad de la situación, pero traté de mantener la cabeza en alto. No les daría la satisfacción de verme temblar de miedo.
Un hombre mayor, que irradiaba autoridad, ocupaba el centro del lugar. Salvatore se situó a su lado, y yo avancé sola, sintiendo que cada paso se asemejaba a un clavo que se introducía en un ataúd. Al llegar junto a él, extendió su mano, esperando a que la tomara. Dudé por un instante; mi corazón latía pesado, como un tambor en mi pecho, y la imagen de mi madre en el hospital me pesaba en la conciencia. Finalmente, cedí. Su mano era fría y dura, y su contacto me envió un escalofrío que recorrió mi espalda de arriba a abajo.
La ceremonia se convirtió en un borrón de palabras vacías que resonaban en mis oídos. Promesas que no quería hacer y votos que carecían de significado. Cuando el juez pronunció la frase “pueden besarse”, sentí un retorcimiento en mi estómago. Lo mire, esperando un gesto brusco, pero para mi sorpresa, se inclinó lentamente hacia mí, con esos penetrantes ojos grises fijados en los míos, cautivándome de una manera que no sabría explicar.
Luego levantó el velo con una lentitud deliberada, como si estuviera disfrutando cada instante, como si deseara que cada segundo se grabara en mi piel. Mi respiración se detuvo en esa fracción de tiempo, mientras su mirada descendía hacia mis labios y, por un breve momento, creí que se inclinaría para besarme. Todo en su presencia sugería una sensación de posesión, un reclamo silencioso que se sentía inminente.
Sin embargo, para mi sorpresa, no ocurrió.
Su mano, fría al tacto, se posó delicadamente sobre mi piel, enmarcando mi rostro con suavidad, mientras que con la otra me rodeaba la cintura con un agarre firme, atrayéndome hacia él. Antes de que pudiera reaccionar, sus labios descendieron… pero no para encontrarse con los míos, sino que se posaron en mi frente. El contacto fue breve, cálido, casi reverente, aunque no como un gesto de afecto, sino como si existiera algo más, un significado que no lograba descifrar, y eso me confundía aún más.
—Ahora eres mía, Principessa —susurró contra mi oído, su voz sonaba ronca, baja y peligrosa— No lo olvides.
Cuando nos separamos, sus ojos permanecieron fijos en mí, y por un instante, vislumbré algo más allá de su frialdad: una chispa de fascinación, como si mi resistencia fuera un juego al que estaba dispuesto a jugar. Sin perder tiempo, sin previo aviso y sin darme la oportunidad de protestar, me tomó en sus brazos y, salimos del lugar, seguidos de cerca por sus hombres.
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Comments
Veronica Sotelo
Mi niña tu tienes la mango por la sartén, si eres inteligente 🧠 puedes quitarles todo eso que ellas, disfrutan, si juegas bien el papel de esposa y le pides a Salvatore que le niegue su ayuda, de todas maneras tu padre es un vicioso y no creo que con la ayuda que le de Salvatore pueda mantener su fortuna
2025-07-12
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Elda Marquez
crea fama y échate a dormir.... creo que este hombre la tratara como una Reyna para envidia de sus parientes femeninas...
2025-07-09
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Isis Sisa
Empezando esto y ya nos dejan con los signos de interrogación y sorpresa ❓ ⁉️ casi tatuados en la frente 🥹
2025-06-28
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