FRANCO DE LA BARRERA
Las noticias no paraban, todos los reporteros estaban fuera de mi empresa preguntando:
- Señor de la Barrera, ¿es cierto que la señora Montenegro, desfalco y engaño a su esposo y a toda su familia?, ¿es verdad, la infidelidad de la señora Montenegro?, ¿Usted sabia del amante de su cuñada?, ¿demandaran a la señora Montenegro por malversación de fondos?, se mantenían gritando preguntas.
No entendía nada de lo que hablaban, pero solo pensaba una cosa, ‘todo esto es una mentira y un plan muy estúpido para manchar a una mujer que estorbaba en el camino’. En ese instante, sonó mi teléfono con llamadas de mi padre, madre, mi hermano y hasta de mis abogados, sin llegar a contestar ninguna.
Llegue a la recepción de mi empresa y una mujer que supuestamente, es la primera persona que recibe a todos, se acercó a mí de forma coqueta y con un escote demasiado pronunciado:
- Señor de la Barrera, sea usted bienvenido, se arregló el escote y casi sacando sus pechos a la vista de todos. Quiso acercarse más, pero pase por su lado sin siquiera mirarla.
Subí por el ascensor hacia mi oficina, al llegar veo a mi asistente, la señora Matilde, se mantuvo trabajando antes en la empresa de mi padre, pero por un altercado con ella, la obligaron a dejar su puesto para que no tenga represalias, siempre le pregunte cuales fueron las razones por las que dejara la empresa, sin embargo, nunca quiso decírmelas. Respete su privacidad, tampoco investigue.
Un día me la encontré, cuando estaba de compras en el supermercado. La vi de lejos y mientras me acercaba, escuchaba que no podía pagar todo lo que había pedido, me acerque a grandes pasos a pagar todo y solo me miro, me agradeció con una lagrimas que caían por sus mejillas.
Y desde ese momento, trabajo conmigo en la empresa, conocía todo su trabajo y sabía que es una persona de confianza, pero nunca se llevó con mi esposa, desde el primer momento que la conoció no fue de su agrado. Siempre cuando mi difunta esposa venía a la empresa, ella se ponía seria o desaparecía por un tiempo. No llegue a entender su comportamiento porque conmigo siempre fue amable, la quiero como una madre, le pedía consejos para conquistar mujeres cuando mi padre me llevaba a la oficina y siempre me regañaba:
- Mi querida Matilde, llegaba con 13 años a la oficina de mi padre para ir aprendiendo como se tenía que llevar la empresa, Matilde ahora si me dirás como debo conquistar a la mujer de mis sueños, que me aconsejas, ayúdame por favor, por favor Matilde; me arrodillaba abrazando sus piernas.
- Recibí un zape en mi cabeza, muchacho tonto párate en este mismo instante que no voy a aguantar berrinches en mi oficina, párate de una vez, y recibí otro zape.
- Matilde tienes la mano pesadita, me sobo donde me golpeo. Ayúdame por favor, ella es la indicada, solo tú me puedes ayudar y también para que mis padres la acepten, por favor Matilde, te daré lo que sea o hare lo que tú me digas solo necesito que me ayudes.
- Niño tonto, que me dejes, me decía mientras la abrazaba. Lo único que quiero que sea feliz y si tú crees que es ella la indicada te ayudare, pero primero báñate para que te saques tus niñerías y sácate los mocos. Reímos los dos.
Me ayudo a conquistar a mi esposa, solo se conocieron el día de la boda porque me salí de casa a los 18 años y desde entonces vivimos juntos, pero en ese momento que se vieron las dos solo se quedaron viendo y solo se fue corriendo Mariana llorando y Matilde se quedó paralizada. No entendía nada, pero desde ese instante, las cosas cambiaron, Matilde cambio conmigo dejo de ser tan cariñosa y amable, me decía que me alejara de mi esposa que ella no era lo que aparentaba, que ella no pertenecía a mi mundo.
Con el tiempo, mi Mariana no me dijo nada, solo le preguntaba qué era lo que pasaba:
- Mariana, amor, ¿dime, que pasa con Matilde?, porque cada vez que vas a la oficina a verme, ella se va. ¿la conocías, sabias quién era? Le preguntaba todos los días.
- Nada mi amor, solo me siento cansada por el trabajo y a esa señora jamás en mi vida la había visto. No te preocupes que hablare con ella la próxima vez para que todo esté bien. Me beso y se fue a su trabajo en la empresa.
Ahora que paso el tiempo, me doy cuenta que nunca se arreglaron las cosas. Solo se toleraban, pero nunca llegaron a entablar una conversación.
Al llegar a mi oficina, me dio todos los pendientes Matilde con una taza de café y tenía llamada que me esperaba.
- Pásamela por favor, Matilde, avísame cuando empiece la reunión con los nuevos inversionistas y llévalos a la sala de reuniones. Le dije con la mirada en la computadora.
- Está bien, señor. Enseguida lo hago. Salió y sonó levante el teléfono.
- Diga, hable con un tono serio.
- Franco, habla Esmeralda. Y me quede quieto. ¿podemos reunirnos hoy, por favor? Necesito tu ayuda.
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Updated 47 Episodes
Comments
Mari Delgado Flores
Muy interesante, hay incógnitas que resolver de los diferentes personajes de la novela; continúo en el desarrollo de la historia.
2024-11-01
1
Camila Llajaruna Cornejo
¡Tu historia me ha dejado anhelando más! ¿Cuándo publicarás el siguiente capítulo? 🤔📖
2024-06-11
5