Alejandro
Han pasado ya varios meses desde que conocí a Sofía en aquel café del parque, y aún siento que mi corazón se acelera cada vez que recuerdo nuestro primer encuentro. Desde entonces, nuestra relación se ha ido fortaleciendo día a día, convirtiéndose en algo que va mucho más allá de una simple amistad.
Recuerdo que cuando la vi entrar por la puerta de aquel establecimiento, quedé completamente cautivado por su presencia. Su belleza arrolladora, sus curvas generosas y su porte de seguridad en sí misma me dejaron sin aliento. Fue como si el mundo a mi alrededor se hubiese difuminado, dejando sólo su figura como el centro de mi atención.
En ese momento, supe que mi vida iba a cambiar para siempre. Esa mujer, tan diferente a todo lo que había conocido hasta entonces, se había adueñado de mis pensamientos sin que yo pudiera hacer nada por evitarlo. Y cuando nuestras miradas se cruzaron, sentí como si un rayo me hubiese atravesado.
Reuní todo el valor que pude para acercarme a ella y presentarme, pero justo cuando estaba a punto de dar el primer paso, Sofía recogió su pedido y se dirigió a una de las mesas, perdiéndose entre la multitud. Maldije mi suerte en silencio, sintiéndome como un tonto por no haberme movido antes.
Sin embargo, algo en mi interior me decía que esa mujer volvería a cruzarse en mi camino. Y cuando eso ocurriera, no dejaría escapar la oportunidad de conocerla.
Días después, mi deseo se hizo realidad. Fue una tarde, mientras caminaba distraído por el parque, que la volví a ver. Allí estaba, tan hermosa y radiante como la recordaba, y sin pensarlo dos veces, me acerqué a ella.
Cuando nuestras miradas se encontraron, pude ver reflejado en sus ojos la misma sorpresa y emoción que yo sentía. Y sin saber muy bien cómo, terminamos sentados en una pequeña cafetería, charlando como si nos conociéramos de toda la vida.
A medida que la conversación fluía, pude ir descubriendo más y más facetas de Sofía que me cautivaban cada vez más. Su inteligencia, su pasión por su trabajo, su sentido del humor y esa chispa de vida que parecía irradiar por cada poro de su ser, me tenían completamente hechizado.
Conforme pasábamos más tiempo juntos, nuestra conexión se fue fortaleciendo. Podíamos pasar horas hablando de cualquier tema, riendo y disfrutando de la mutua compañía. Y aunque en un principio intentaba mantener cierta distancia, poco a poco fui cediendo a los encantos de Sofía, dejándome llevar por esa atracción que parecía consumirme por dentro.
Recuerdo una ocasión en particular, en la que la invité a dar un paseo por el parque. Caminábamos tranquilamente, disfrutando del atardecer y de la belleza del entorno, cuando de pronto Sofía tropezó con una piedra y estuvo a punto de caer. Por puro reflejo, la sujeté entre mis brazos, evitando que se golpeara.
En ese momento, nuestros rostros quedaron a escasos centímetros y pude sentir su respiración cálida acariciando mi piel. Nuestras miradas se encontraron, y por un instante eterno, todo a nuestro alrededor pareció detenerse. Fue como si existiéramos sólo nosotros dos, en un universo aparte donde nada más importaba.
Lentamente, fui acercando mi rostro al suyo, sintiendo como mi corazón latía desbocado dentro de mi pecho. Estaba a punto de besar esos labios que tanto había anhelado, cuando de pronto Sofía se separó de mí, rompiendo el hechizo.
Me sentí como si me hubieran arrojado un balde de agua fría. Por un momento, creí que había arruinado todo, que había cruzado una línea que ella no estaba lista para atravesar. Pero la suave sonrisa que me regaló, junto con el leve rubor en sus mejillas, me hicieron entender que simplemente no era el momento adecuado.
Desde entonces, he respetado el ritmo de Sofía, consciente de que necesita tiempo para sentirse segura y para confiar plenamente en mí. No quiero presionarla, ni mucho menos hacerla sentir incómoda. Mi único objetivo es poder brindarle todo el amor y la dedicación que se merece, sin importar cuánto tiempo tome.
Porque sí, he llegado a la conclusión de que me he enamorado profundamente de ella. De esa mujer que, a diferencia de todas las demás, me ha cautivado no sólo por su belleza exterior, sino también por la riqueza de su interior.
Sofía es una persona única, con una fortaleza y una autenticidad que me dejan sin aliento. A pesar de los estereotipos y las presiones sociales, ella se ha aceptado tal y como es, sin intentar encajar en un molde que no le corresponde. Y eso, lejos de ser un defecto, se ha convertido en una de sus mayores virtudes a mis ojos.
Cada vez que estoy a su lado, siento que puedo ser yo mismo sin temor a ser juzgado. Ella me acepta tal y como soy, con mis virtudes y mis defectos, y me hace sentir como si fuera el hombre más afortunado del mundo.
Por eso, he decidido que haré todo lo que esté en mis manos para conquistar su corazón. Quiero demostrarle que el amor va más allá de las apariencias, que puede florecer entre dos personas que se aceptan y se respetan incondicionalmente.
Sé que el camino no será fácil, que tendremos que enfrentar muchos obstáculos y prejuicios. Pero estoy dispuesto a luchar con uñas y dientes por esta oportunidad que la vida me ha regalado. Porque Sofía vale cada segundo de esfuerzo, cada lágrima y cada desafío.
Ella es la mujer de mis sueños, la compañera que siempre había anhelado sin saberlo. Y voy a hacer todo lo que esté a mi alcance para que nada ni nadie se interponga entre nosotros.
Juntos, vamos a demostrarle al mundo que el amor verdadero puede encontrarse en los lugares más inesperados. Que la belleza no se mide por un número en la balanza, sino por la riqueza del alma.
Y quién sabe, tal vez algún día, Sofía y yo logremos escribir una historia de amor tan apasionada y memorable, que inspire a otros a romper con los prejuicios y a abrir sus corazones a la posibilidad de amar sin límites.
Por ahora, me conformo con seguir disfrutando de cada momento a su lado, atesorando cada sonrisa, cada mirada y cada gesto que me hace sentir que, por fin, he encontrado mi hogar.
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Updated 60 Episodes
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Aura Carolina Muñoz Vasquez
Lo bueno es que está claro que habrán sus dificultades y están en ellos vencerlas sin importar el qué dirán.
Mientras ellos sean felices, los demás les resbale.
2024-06-13
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