CAPITULO 16

CAPITULO 16

Al día siguiente Guadalupe se levantó muy temprano y con una idea fija encontrar a Teresa, se recorrió todo el hotel buscándola y no la encontró, fue a la recepción pregunto por ella y le dijeron que su turno recién empezaba hasta la tarde y había dejado dicho que si quería verla que la buscara en su casa, la recepcionista le extendió

un papel con su dirección. Agradecida por la atención se retiró a desayunar con la familia, ya todos estaban allí preguntándose dónde estaba, su papá había pasado por su habitación y no la había encontrado.

- Hija donde estabas? - preguntó Alejandro extrañado

 -Caminando por la playa, salí a dar una vuelta temprano antes de desayunar - contesto Guadalupe mientras tomaba asiento

-Bueno me alegro que estés bien y tratando de disfrutar estos días a pesar de las circunstancias que nos han traído a este lugar

-Si papá fingió una sonrisa para que nadie se diera cuenta en realidad lo mal que estaba por dentro. Desayunaron y decidieron averiguar con la recepcionista que había hecho Romina ahí todos esos meses, la señorita les comento que ella era una persona muy dulce y atenta que mayormente solía desayunar en la terraza y luego salía a caminar por la playa y recorriendo los alrededores y a veces ayudaba en la cocina… En ese momento llegó gente a instalarse en el hotel y no quisieron seguir molestando, dieron las gracias y se retiraron. Sin planearlo todos fueron a caminar por la playa, cada uno a su ritmo Alejandro y sus hijas trataban de encontrar en cada cosa que les llamaba la atención a Romina… porque había elegido ese lugar para estar sus últimos días pero no lograban entenderlo, ya que ese lugar nada tenía que ver con ella con su personalidad ni con las cosas que a ella le gustaban.

La más afectada con la partida de Romina era Guadalupe, pero su familia estaba cada uno metidos en sus cosas que no habían notado la tristeza de Guadalupe. Sentía un vacío tan grande en su corazón que no sabía con qué llenar se la pasaba llorando por horas, ella lo único que quería era tener a su mamá de vuelta en momentos se sentía como una niña pequeña desprotegida que su madre la había dejado abandonada luego de llorar por largos rato se calmaba y su mente lograba comprender que su madre no se había ido porque había querido… sino porque la vida se la había arrebatado… no había podido leer la carta que su mamá le había dejado, sentía que no tenía las fuerzas para descubrir lo que había escrito en esas líneas y eso la perturbaba mucho el tan solo pensar que se había ido porque ya no la queríamos o no le prestamos atención, Guadalupe sentía que el leer esa carta era como cerrar un ciclo y aceptar definitivamente que su madre ya nunca iba a volver y todavía no se sentía preparada para eso. Ella iba caminando detrás de todos y por un segundo recordó a Teresa, se dio la vuelta y se fue corriendo a buscarla, tomó un taxi, le dio la dirección que tenía y en pocos minutos llegaron. Teresa estaba en la puerta de su casa regando unas plantas, cuando vio a Guadalupe la miró y le dijo

-Pasa te estaba esperando- Guadalupe quedó atónita con el comentario pero pasó sin decir una palabra porque era como que ellas no podían salir de su boca

-Te decía que te estaba esperando, porque con tu mamá hablamos mucho de ti y de tus hermanas, me dijo que iban a venir a ver dónde ella había pasado sus últimos días. Cuando me enteré que una familia Ramos había reservado tantas habitaciones me imagine que eran ustedes. Guadalupe entró y se quedó helada escuchando todo lo que Teresa le decía. -Toma asiento, te voy a preparar algo para tomar. Guadalupe se sentó, en su mente pasaban mil preguntas por hacerle, pero las palabras no salían por su boca tenía un nudo de angustia en su garganta que no le permitía hablar. -Sin conocerla personalmente Teresa conocía mucho más a Guadalupe de lo que ella se imaginaba. En todos esos meses que Romina había pasado en ese lugar había hecho muchas amistades pero una muy fuerte con Teresa y habían hablado mucho las dos de sus vidas y algo muy fuerte las unía y eso era el dolor.-Sírvete, prepara el té que tanto te gusta.- dijo Teresa extendiendo una taza, Guadalupe no pudo evitar acerca la taza a su rostro y el olor del té invadió todos sus sentidos

Pero…cómo sabías?- era un té de rosa mosqueta y manzanilla, que su mamá siempre le preparaba cuando ella estaba nerviosa.- ¿Qué puedes decirme de mi mamá? - pregunto Guadalupe muy ansiosa dando un sorbo al té

-¿Qué quieres saber?

-Todo… ¿Por qué llegó hasta aquí? ¿De dónde conoce este lugar? ¿Cómo pasó todos estos meses sola?- no dejaba de salir una pregunta tras de otra de la boca de Guadalupe - ¿Por qué se fue y no nos dijo de su enfermedad? - Rompió en un llanto desconsolado. Teresa la consoló y cuando se tranquilizó comenzó a contarle todo. Teresa comenzó a responder a todas sus preguntas… Llegó una tarde yo la recibí en el hotel, hacía como un mes había hecho la reserva, pero no había confirmado el día, lo confirmó un día antes. ¿Cuándo la vi llegar parecía una mujer muy alegre que solo venía a pasar unos días, pero cuando le pregunte cuantos días se quedaba? su mirada se puso triste eso llamó mucho mi atención, ese día ella dejó sus maletas inmediatamente bajó a recorrer la playa y se sentó a ver el atardecer. Con los días comenzamos a hablar cada vez más y un día la invité a cenar a mi casa, yo vivo sola así que como veras me la paso trabajando o en mi casa. Guadalupe la escuchaba con mucha atención sin emitir un sonido.

-Ese día que vino a cenar hablamos de muchas cosas yo le confesé a ella mis tristezas, lo mal que la pase cuando me case… y tal vez a ella eso le dio la confianza para contarme por lo que estaba pasando… Hacía un tiempo que debía haberse hecho sus estudios rutinarios, pero por distintos motivos no había podido ir, cuando pudo hacerlo el médico le dijo que tenía cáncer de seno, debía seguir un tratamiento para mejorar su calidad de vida, pero la enfermedad estaba tan avanzada que ya nada se podía hacer solamente extender un poco más sus días, pero ella no quiso.

-Pero porque, porque no quiso estar más tiempo con nosotras,  nosotras la amamos y la hubiéramos cuidado con mucho amor- volvió a romper en llanto y se tomó su cabeza entre sus manos, tratando de entender los motivos de su madre

-Cálmate lupita, perdón sé que así te decía tu mamá, disculpa.- dijo Teresa sintiéndose incómoda por su atrevimiento

-No te disculpes, no importa que me digas así me hace sentir más cerca de ella. Cuéntame más por favor.- pidió Guadalupe limpiando sus lágrimas mientras seguía degustando el té

-Ella no quiso seguir el tratamiento porque quería vivir sus últimos días tranquilas y sabía que con el tratamiento no iba a ser así. Pensó mucho en decirles la verdad a ustedes, pero tampoco las quería ver sufrir sentía que si les decía les iba a partir el corazón y ella no podía lidiar con eso. Ella necesitaba contención y no sabía si ustedes estaban preparados para superar esto. Ahí fue cuando tomó la decisión de irse a estar sola sus últimos días, no quería que la recordaran enferma, tirada en una cama sin poder valerse por sí misma. Busco un lugar por el buscador de la computadora y encontró ese maravilloso lugar en el medio de la nada. Que le llamó la atención, no sé pero aquí llego para ayudarme a salir adelante y yo poder cuidarla en sus últimos días y conocer una persona maravillosa. De alguna manera nos ayudamos mutuamente a sanar nuestras heridas

-Si… mi mamá era una persona maravillosa, pero nunca fue valorada como tal, hasta yo mucha veces la desmerecí y ahora que ya no la tengo me doy cuenta de todo lo que perdí… pero ya es muy tarde- dijo Guadalupe agachando su cabeza

-Ella todos los días se sentaba en la playa a ver el atardecer. Había pagado por adelantado tres meses el hotel, y con el tiempo se hizo amigas de muchas de las trabajadoras entre ellas la cocinera, que un día tuvo que irse a su pueblo por un problema familiar, tu mamá me vio atareada y se puso ayudarme la verdad no soy muy buena cocinando pero tu mamá sacó la mejor versión de mi… cuando quisimos darnos cuenta ella me ayudaba y hasta preparaba sus propios platillos muchos turistas los pedían. Un día hablando con el dueño del hotel, quien es mi papá, con el cual también se hicieron muy buenos amigos, él le propuso trabajar para el hotel como parte de la cocina, ella cocinaba muy rico, y acepto, pero no quiso recibir ninguna paga a cambio, decía que era algo que disfrutaba era cocinar y ver cómo las personas disfrutaban de sus platillos. Cuando mi padre se enteró de su enfermedad  dijo que no se le cobraría nada más de su estadía en el hotel y que nos pedía a todas las empleadas especial atención para todo lo que ella necesitara, ellos se hicieron muy buenos amigos a veces cenaban juntos y conversaban hasta altas hora de la noche se hicieron mucha compañía los dos, tanto a mi papá como a mi nos dolió mucho el día de su partida

-Muchas gracias por todo Teresa, por haber cuidado de mi madre como si hubiera sido tuya- Guadalupe no lo pensó ni un segundo se acercó y la abrazó con fuerza- ya tengo que irme seguramente me están buscando

-No hay problema cuando quieras volver aquí estaré.- dijo Teresa dejando un cálido beso en su mejilla.

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Comments

Eret Lopez

Eret Lopez

También ese hotel lo construyó el papá de ROMINA abuelo de Guadalupe

2024-05-03

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