Nuevos sentimientos para mi amigo XIV

«Mark»

— ¿Cómo va todo Peke?

— Creo que no voy tan mal, Maki. Mañana entregan los resultados, sí subo de promedio, te invito a cenar.

— ¡Gracias Peke! No puedo quedé con alguien...

— ¡Ohhhh! Ya tan rápido me olvídas...

— Eso duele, ¿sabes?

— Sólo es broma, tambien lo sabes.

— Yo también bromeó idiota, sí no vas aguantar no empieces.

— ¿Está bien?  ¿Con quién vas?

— Qué te importa...

— ¡Ok!

— Bueno, sí pasa el milagro. El domingo me invitas a comer ¿va?

— ¡Idiota! Es un hecho. Cuídate.

— ¡Besos Peke!

— ¡iuuuuu! – [Ascó]

— ¡¡Bye!!

— Ese era Tana... - casi saltó de la impresión.

— ¡Gun! No hagas eso, vas a matarme de un susto - Gun estaba atrás de mi, recargado en la pared con los brazos cruzados. — Nadie te ha dicho que es de pésima educación escuchar conversación ajenas...

— Y nadie te ha dicho a ti, que es malo engañar a tu futuro novio. – Otra ves con eso...

Nunca imaginé que Gun sintiera algo más por mi, que una simple amistad. ¿Dónde escuché eso antes?...

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[Tiempo atrás]

El día que por fin pude confesarme con el Peke, estaba tan feliz, a pesar de que en un principio se había molestado, dijo que nunca dejaría de ser mi amigo. Y en lo primero o más bien en él primero en quién pensé para compartir mi alegría, fue Gun.

Todo fue gracias a él y yo quería agradecerle de verdad.

Cuando terminamos de ensayar,  nuestro agente nos convocó a todos, nos informaron que las audiciones estaban abiertas para una nueva serie, debíamos prepararnos y participar. Los castings se realizarían aquí mismo en la empresa, el próximo viernes a las 6 de la tarde, terminando cuatro semanas después.

La empresa estaría abarrotada de nuevos prospectos de actores, sería todo un caos, como siempre que empezaba una nueva serie, más por la fama del director. Se decía que cada serie que él realizaba era oro puro. Todos estábamos muy emocionados, sabíamos que no todos podríamos quedar, el simple hecho de participar, ya era mucho para nosotros.

Salimos de la oficina y jale a Gun para poder hablar con él, quería invitarlo a cenar.

— ¡Chicuelo!.. ¿Qué pasa?

— ¿Quieres ir conmigo a cenar?

— Tú quieres ir conmigo a cenar... – a caso no acabo de decir eso mismo.

— ¡Si! no puedes...

— Mmm. ¡Si puedo!

— ¡Vamos!

—Está bien – por qué se queda mirándome a sí, dije algo raro.

— Vamos, ¿qué te pasa? – Salimos al estacionamiento y me dirigí a mi auto, antes de dar más pasos Gun me detuvo.

— Por qué... Er..  No vamos... A mí Depa mejor...

— ¿A tú Depa? – No es mala idea, además es tranquilo, ahí podría agradecerle sin problemas.

— Está bien, entonces puedes adelantarte, voy en mi carro así será más fácil, irme directo a mi casa.

— Seguro...

— ¿Seguro?, ¿qué?

— Digo, si. Seguro sí, me adelantó.

— ¡Ahh! tontito. ¡oye! ¿Qué se te antoja comer?, yo estoy que me como una persona completa, ¡muero de hambre!  – Gun cruzó sus manos como abrazándose — ¿Te sientes bien?, sí quieres lo dejamos para otra ocasión...

— ¡¡NO!! – [gritó] por qué grita no estoy sordo.

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«Gun»

No pude evitar sorprenderme y gritar, Mark me miro como sí estuviera loco, que más podía hacer, él quería cenar conmigo, yo sé que no debo alucinar, ha dejado claro su amor por alguien, es casi seguro que quiere contarme como le fue con ese chico o algo por el estilo.

Hoy en la práctica lo noté tan feliz que me volví un idiota, tropezaba con todo y no podía dejar de verlo, esa sonrisa suya era la culpable de todo lo que estaba pasándome. Cuando  me dijo que deseaba cenar conmigo mi corazón no hizo más que brincar desbocado, todavía me preguntó de dónde saqué el valor para invitarlo por segunda ocasión a mi Depa, lo hice y él no se negó, es la primera vez.

Hasta se ofreció a comprar la comida que yo quisiera...

El solo notaba mi actitud tonta, no sé daba cuenta que todo era por su causa.

— Dime qué se te antoja, y yo lo consigo para ti – “a ti” pensé. ¡¡Cielos!! Esto no está bien, sí sigo por este camino voy arruinarlo todo.

— Am... Tengo comida en casa, mi madre me mandó varios platillos, sí no te disgusta comer comida casera te invito.

— ¿Qué si me molesta? Para nada, al contrario, ya estoy salibando, recuerdo los rollitos de pollo agridulce que trajiste para nosotros en una ocasión. Me dijiste que los preparo tu madre, muero por probar más de su comida – él se acuerda después de tanto tiempo, eso es trampa, no puede robar el corazón de alguien de esta forma tan descarada.

— Muy bien...

— ¿Qué esperas?

— ¿La puerta de tu carro?, yo no traje mi moto hoy.

— Y no puedes abrir la puerta solo o eres princesa...

— No sabía que ya estaba abierta, lo

s-siento.

— ¡Gun! ¿Qué pasa? Tú no eres así de tímido, solo bromeó contigo.

— Nada, anda Chicuelo, también tengo mucha hambre...

— Así se habla Nené – me di la vuelta para ver sus cara y está riendo, cuando me miro trate de sonreír igual, mi sonrisa parecía más una mueca de miedo, “Gun controlate o van a descubrirte” me regañaba.

Salimos de la empresa y no tardamos nada en llegar a mi casa, antes de entrar al estacionamiento le dije que parará, le di mis llaves...

— ¿Por qué me das tus llaves?

— Entra y siéntete cómodo, voy a comprar unas bebidas y subo...

— No, mejor voy yo... – “niño, no me lo pongas más difícil” ¿qué debo hacer? pensaba. — Por favor y tú preparas todo, así cuando suba ya tendrás todo preparado para mí, ¿te parece?

— Está bien Chicuelo.

— ¡Perfecto!  Dejo el carro y voy andando, en serio que muero de hambre. – no puede evitar revolver su cabello, es tán hermoso que no puedo negarle nada.

— Apúrate caro te espero arriba...

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«Mark»

No se por que sigue diciendome caro, la primera vez que estuve en su Depa, me llamo de esa forma, antes no le di tanta importancia pero hoy me da curiosidad, vuelve a repetirla y suena algo cariñoso, será algún apelativo tonto...

De regreso al edificio de Gun con las bebidas en una mano, con la otra el celular, buscaba el significado de caro... Me detuve por completo, dejando caer las bebidas al suelo, rompiendo las botellas de cerveza que llevaba de más para Gun. No pude evitarlo, estaba conmocionado, él estaba llamándome querido y si recuerdo bien, la primera vez dijo caro mío ... Yo no sé que pensar, puede ser una broma solamente, podría aceptar sí me hubiera llamado tonto, loco, Bruto... Pero ¿querido?

Quizás para él tiene otro significado, sinó, eso significa que yo le gustó. ¿De verdad?

¿Cómo debo interpretar esto?, ¿qué debo decir?, tendría que decirle que yo no lo veo de esa manera.

De repente entendí lo difícil que tuvo que ser para el Peke rechazar mi confesión y sobre todo asimilarlo, despues de todo yo soy su mejor amigo... Gun y yo también tenemos tiempo de amistad, aunque no es lo mismo, sólo trabajamos juntos, nunca convivimos a fuera de lo laboral, hasta aquella ocasión que me invitó a su depa. Si debo reconocer, el siempre me apoyado en todo, incluso cuando me llamaban la atención, el siempre salía a mi defensa y eso lo agradecí.

Nunca intérprete aquello como un interés diferente sobre mi.

Tuve que regresar a comprar nuevas bebidas, me quedé un tiempo parado en la puerta de entrada. Debería preguntarle directamente, si todo lo que imagino es cierto o dejarlo pasar y actuar como si nada. ¡Valla! Con esto prometo ayudar más al Peke con su dichoso plan, nunca imaginé vivir en carne propia lo que él paso conmigo. Sí quiero seguir teniendo la amistad de Gun debo ser sincero, cómo él mismo me enseñó.

Llegue a su puerta, ya estaba abierta.

— ¿Por qué tardaste tanto caro? – Gun me hablaba desde la cocina, no es el momento de decir nada, voy a comer primero, yo si tengo hambre, me dió risa – ¿Qué te da risa?

Tú delantal, es muy... Colorido – estaba por decir coqueto pero lo pensé mejor.

— ¡Ohhh! Burlate Chicuelo, es de mi madre, yo no uso, no cocinó todo lo compro. Ella cuando puede venir, me deja muchas cosas preparadas, se lo agradezco mucho, no siempre tiene tiempo. – me gustaba como se expresaba de su madre, notaba el cariño en su voz. Yo tambien amo mucho a mi madre y a diferencia de él yo si cocinó, no es por presumir pero no lo hago tan mal.

— ¿Y tu papá? – fue una pregunta muy simple, su contestación no.

— Murió cuando tenía nueve años...

— El mío también, yo era más chico que tú...

— Lo sé...

— Lo sabes, ¿cómo?

— Mi padre fue velado en el mismo lugar que el tuyo...

— Y cómo sabes que era yo.

— Era un niño en ese entonces, no entendía lo que pasaba, mi padre siempre fue mi mejor amigo, nunca tuve amigos, sabes, era un niño muy retraído, por no decir lento. Nunca me importó, mi madre y mi padre siempre estaban conmigo y nunca necesite nada.

El día que estaba con mi madre velando a mi padre, ella me dijo qué estábamos ahí para despedir a mi papá, por qué iría a un viaje muy largo, dónde nosotros no podíamos ir por el momento, pero que tarde o temprano nosotros lo alcanzaríamos y estaríamos juntos otra vez.

En ese momento mi madre no quería dañarme de ninguna forma, por eso me dijo aquello. Entonces al principio me puso triste pero sí mi madre dijo que estaríamos juntos más adelante yo no tenía por qué no creerle. Yo veía a todos triste y no entendía por qué si solo era un viaje, me salí de aquella sala, caminé por el pasillo y vi a un niño llorando junto a su mamá, varias personas también los veían desconsolados aquélla escena. Mire varios arreglos de flores y junto a él había un cartel dónde se leía los honores y respetos a los familiares de la persona fallecida que lo acompañaban.

— Y como es que te acuerdas después de varios años de mi...

— Yo te conocí, incluso hable contigo pero no me recuerdas.

— ¿Tú hablaste conmigo?

—¡Mmm! En los baños, estabas dentro de uno, llorando muy fuerte, yo como te dije no entendía por qué ahí todos lloraban, toque tú puerta, te reconocí pues te ví antes con tu mamá llorando también. Me viste sin entender por qué yo te había tocado la puerta, hasta hora lo interpretó a sí.

Yo te dije:

— ¿Por qué lloras...?

Quitaste tus lágrimas con los costados de tus manos sin decir nada, volví a hablar...

— Soy Gun y ¿tú?

Te veías muy triste y me daba curiosidad verte así, quería animarte, cuando me respondiste, hablaste tan formal, ahora que lo recuerdo me hablaste de usted y me diste tu nombre completo. Volví a repetir por qué lloras y está vez si respondiste.

— Mi papá se fue...

— Tranquilo, tú papá se fue de viaje, tu mamá y tú podrán alcanzarlo más adelante...

Cuando dije aquello, empezaste a llorar más fuerte, me tiraste al piso de un golpe y me gritaste.

— ¡Tonto! Yo no puedo alcanzarlo por qué está muerto.

— ¿Muerto?

— Si, MUERTO que no puedes verlo nunca más.

En ese momento, eso me dolió más que el golpe que me diste. Me levanté corriendo y fui con mi madre a decirle lo que me dijiste, ella solo lloró y fue donde entendí lo que significaba todo aquello. – Gun estaba llorando desde que empezó a contarme su historia y de verdad que quería recordarlo, pero ese día fue tan duro para mí que inconcientemente había bloqueado todos aquellos recuerdos que me dolían tanto, incluso ahora.

El había pasado lo mismo que yo, indirectamente lo había lastimado sin darme cuenta y él en ves de sentir rencor hacia mí por la manera tan cruel de mis palabras, él me...

Me acerque a él y limpie sus lágrimas con mi mano como una vez el hizo por mi y sin poder evitarlo termine abrazándolo.

— Lo siento Gun, en ese momento me dolía mucho...

No recuerdo nada exactamente pero lamento las palabras que dices que dije, sé lo difícil que tuvo que ser para ti enterarte de esa forma, realmente lo siento mucho... – lo apreté más fuerte entre mis brazos, podía sentirlo frágil y débil. Quería protegerlo de la  tristeza que lo invadía y no sabía por qué, pero así fue.

Gun se separó de mi, mirándome fijamente, no había notado el color negro azabache de sus ojos, son hermosos, aún seguían cristalinos y eso hacia que brillarán, él estaba apunto de hablar, cuando mis labios capturaron los suyos...

Todavía me sigo preguntando que me impulsó hacerlo, no pude evitarlo, él se veía tan vulnerable y la única forma en la que pensé para aliviar su dolor fue besarlo y transmitirle algo de mi cariño...

Ahora me suena absurdo pero es verdad, también es verdad que al probar sus labios me sorprendió disfrutar de su sabor, su contacto, y su suavidad, no podía detenerme, entre más lo besaba más quería de él, deseaba saber que sentiría tocar su lengua con la mía, mordí su labio en un intento por tener acceso a su interior, cuando lo hice Gun soltó un gemido, abrí mis ojos de golpe, verlo con sus ojos serrados mientras lo besaba me descontroló, algo estaba golpeando fuerte en mi corazón queriendo entrar, en ese momento Gun abrió sus ojos también y nos quedamos quietos mirándonos sin separar nuestros labios, no sé, si pudo leer en mi mirada lo que yo quería que hiciera, creó que así fue pues abrió sus labios metiendo su lengua en el  interior de mi boca volviendo a cerrar sus ojos...

Sentír chocar su lengua con la mía hizo que todo mi ser se calentará, haciéndome sentir completo y lleno de algo que no puedo explicar con palabras... Cuánto más lo besaba, más me daba, para él no había termino medio lo daba todo y yo también me vi queriendo darle todo pero debía detenerme, Gun fue quien me detuvo.

— Lo siento Mark, me deje llevar por los sentimientos que me invadían – por qué demonios se disculpa, fui yo quien lo beso. Estaba molesto, el que Gun se disculpara, me hacía pensar que las ideas de que sintiera algo por mi eran equivocadas y eso me dolió. Dolió darme cuenta que nunca soy bueno en esto de los sentimientos y el amor... ¿Amor? si, ¡AMOR!.

— No te preocupes, entiendo.

Me pasó lo mismo, en todo caso disculpame a mi.

— Bueno olvidemos esto y comamos la comida. Ya se enfrió, la volveré a calentar para ti – ¿Olvidar? como olvidaría algo como esto... estaba por dar la vuelta, cuando lo jale de la mano.

— Tranquilo, a sí está bien. Gracias por invitarme a cenar...

— ¿Qué agradeces?, más bien a ti por aceptar.

— Por qué no lo haría, yo te invite primero...

— Pero no creí que te gustaría volver a mi casa – por qué piensa eso, que yo recuerde nunca me queje, bueno tal vez antes sí.

— Lo siento, lo hacía por qué no quería molestarte...

— ¿Pero ahora somos amigos verdad? puedo invitarte cuando quiera...

— ¡Claro! – por qué actuaba tan tímido, me habla sin alzar la mirada y yo quiero ver sus ojos, deseo verme en ellos, esto es de locos, hace menos de una hora estaba decidido a rechazar cualquier intento de su parte, si es que me estaba considerando como algo más... Ahora él me dice amigo y yo estoy viendolo esperado algo más. — Comamos entonces...

— Mmm – Se quedó parado junto a mí, esperando algo, baje la mirada en la dirección de sus ojos y noté por qué no se movía. Mi mano sujetaba la suya — ¡ohh! Perdón – no dijo nada, sólo sonrió de lado y se dio la vuelta.

No podía dejar de ver cada acción que realizaba, podía notarlo nervioso, yo quería preguntarle, sí se supone que somos amigos, por qué está nervioso con su amigo a menos que...

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«Gun»

Quiero desaparecer, evaporarme al menos unos minutos de su presencia... ¿Cómo es que debo actuar?

¡¡Me besó!!  [POR TODOS LOS CIELOS]

¿Cómo puedo estar tan tranquilo?

El hombre que me gusta acaba de besarme y no fue un beso simple, todavía puedo sentir como mis labios están inflamados, casi fueron devorados por él hombre que beso en mis sueños pero en ninguno de mis locos sueños el beso que ahora compartimos se compara.

La realidad supera a la ficción por mucho...

Le aconseje que fuera sincero con sus sentimiento y yo en este momento no puedo controlar los míos, ni hablar de ellos ...

Me di la vuelta al lavabo fingiendo lavar algo, quería que el agua fría calmara un poco el calor que sentía por dentro, a través de mis manos.

— ¿Gun tardarás mucho? En serio que muero de hambre...

— Empieza, voy en un momento.

— No quiero comer solo, siéntate conmigo, sé que tú también tienes hambre...

— Voy – No puedo verlo a los ojos. ¿Qué voy hacer?

— ¿Quieres que te ayude con algo?

— ¡No!, no, ya estoy aquí – sabía que estaba mirándome y eso me tenía con los nervios a flor de piel.

— ¡Mmm! Muy bien.

Comimos en silencio, de reojo pude notar que no dejaba de verme, esto no es justo, yo soy mayor y aún a sí logra ponerme en esta posición.

No podía tolerarlo más, termine de comer, dejando los cubiertos a un lado, levanté mis ojos hacia él. Jamás apartó su mirada, al contrario no hubo rastro de nervios en ella y eso me dió el valor de preguntar.

— ¿Por qué no dejas de mirarme?

— ¿Y tú, por qué no me quieres mirar?

— Te estoy mirando.

— Hasta ahora...

— ¿Y eso qué?

— Estás nervioso – esa no era una pregunta, él lo estaba dando por hecho y eso me molesto.

— ¡Yo no estoy nervioso!

— ¿Seguro? – sentí que solo estaba jugando conmigo y eso no me gustó. Lo que siento por él no es ningún juego.

— Mark ¿qué pretendes?

— ¿Qué pretendo? Sólo quiero saber si te pongo nervioso y por qué, sí se supone que somos amigos... – ya no podía ocultarlo y es muy probable que se aleje de mi, pero si no le digo, lo que yo mismo le aconseje una vez, será como si yo mintiera. Y él no se merece eso.

— ¡Si! Me pones nervioso, no quería decirte nada pero yo te aconseje no jugar con los sentimiento y si yo lo hago, mis palabras no tendrían valor ahora...

¿Qué quieres decir? – tragué varias veces antes de hablar.

— ¡Me gustas! No por qué me hayas  besado hace un momento, me gustas desde mucho antes...

— Estás jugando...

— Nunca jugaría con algo así. No estoy pidiendo que me correspondas, tú preguntaste y yo te contesté.

— Por qué no lo mencionaste antes...

— Lo quería hacer, hasta que me contaste que había alguien más en tú corazón, entonces no tenía caso.

— Y por qué lo haces ahora, acaso sabes si no sigue esa persona en mi corazón...

— Como dije tú preguntaste y yo te contesté, si sigues enamorado no lo sé, yo imagino que sí, te he visto y notado tan feliz, que pienso que te fue muy bien con esa persona especial para ti – Con cada palabra que salía de mi boca, mi valor estaba en picada, agaché mi cabeza, no podía verlo más, él no estaba contradiciendo mis palabras, entonces había atinado a todo y dolía mucho.

— ¿En serio me has observado?

— Mmm... – No puede decirme simplemente que me calle, qué él es feliz y yo un tonto por enamorarme.

— Pues te equivocas...

— ¿Me equivoco? – En que estoy mal.

— Sí estoy feliz pero no por lo que tú piensas...

— ¿Entonces?

— Por eso te invite a cenar, quería contarte lo que pasó con el Peke... – Lo llamo con ese apelativo tan cariñoso, me molesto, sé que yo lo aconseje pero no tiene que decirme lo feliz que está con él.

— No tienes que contarme nada, se nota que te fue muy bien, me da gusto.... ¿Te gustó la cena? Espero que sí, puedes irte por favor. Deseó dormir.

— ¿No quieres saber cómo me fue?

— No, no quiero. Vete por favor... – me levanté de la mesa y me di la vuelta.

Necesitaba que se fuera para llorar a gustó.

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«Mark»

Es la primera vez que me habla así de frío y no me importa. Cuando dijo que yo le gustaba, mi corazón empezo a latir tan fuerte que me dí cuenta que yo mismo estaba deseando escuchar esas palabras. No sé en qué momento entró en mi corazón pero tampoco me importaba. Está vez no dejaría ir al amor, si había aparecido ante mí.

En este momento comprendí por completo al Peke y lo intenso de sus sentimientos por aquel extraño. Quizás yo no me enamoré de la misma forma pero se que esto que siento es algo que me remueve por dentro de una forma tan violenta que no quiero dejarlo ir.

El estaba levantándose de la mesa y pretendía dejarme aquí sentado...

¡¡Ahh eso sí que no!!.

Lo detuve, impidiendo que se fuera. Me puse frente a él.

— ¿Adónde vas?

— Te dije que estoy cansado, ya cenamos, puedes irte ya, no estoy enojado ni nada. Te veo mañana sí Chicuelo – podía notarlo a punto de llorar y quería decirle lo que había descubierto pero algo en mi quería verlo enojar, él nunca se enojaba conmigo.

— ¿Quiero contarte como me fue? Te cuento y me voy...

— No escuchas que estoy cansado, otro día me lo cuentas.

— No puedo esperar más, estoy tan feliz...

— ¡Maldita sea Siwat! no me importa lo feliz que estés con alguien más, lárgate por favor... – no tardó ni un minuto en arrepentirse por lo que me dijo — Perdoname, no quería sonar grosero, déjame solo te lo suplico. – Me fascinaba verlo así, al límite. Celoso por mi. Nunca pensé que alguien pudiera experimentar sentimientos de posesión sobre mí. Me sentía eufórico, me aparto para correr a su habitación pero antes de lograrlo, lo abracé por atrás, apoye mi cabeza en su espalda

— ¿Mark?

— ¡Caro mío! No me dejes...

No se movió, posó sus manos sobre las mías apretando con fuerza. Se solto de mi abrazó, tenía tanto miedo que me alejará, qué pensara que estaba bromeando. Pero en vez de alejarme tomó mi cara entre sus manos y me besó, fue un beso lento, tierno, cálido lleno de deseo contenido, sin dejar  mis labios hablaba...

— Es tú culpa... por llamarme así... No puedo resistir más... No soy tan fuerte como tú... me gustas demasiado para hacerme el tonto ahora...

— Yo también..

— ¿Tú también que? – dejo de besarme y pude pensar nuevamente lo que decía.

— No quiero hacerme el tonto

— ¿Te gustó?

— Yo... No lo sé... – lo sabía pero tenía miedo de reconocerlo, aún que tampoco quiero alejarlo.

— Entonces, ¿por qué me besas?, ¿estás jugando conmigo? – una lagrima resbaló por su mejilla, me sentí un idiota pero teníamos que ser justos...

— Yo no te bese, tú me besaste primero...

— Y el de antes...  ¿Fue mi culpa?

— Mmm, te veías triste, quería consolarte.

— Esa es tu forma de consolar...

— ¿Qué? ¿no te gustó?

— Sabes que eres un descarado...

¿Cómo te atreves, después de saber que me gustas a besarme?

— Pensé que había quedado claro que tú, me besaste a mi – sé que estaba siendo duro, si pudiera saber lo que pienso... Podría saber que me encanta verlo en esta faceta tan apasionado, defendiendo su amor.

— ¿No podías negarte?

— Pues quería... Pero eres más alto, más fuerte y no me diste tiempo...

— Sigues burlándote de mi... ¡Vete de una vez! No quiero decir algo impropio, déjame solo. Si me aprecias como amigo, sal de aquí.

— ¿Y si te digo que no te aprecio como amigo? – se puso tan rojo, no esperaba  su reacción tan fuerte.

— No me haga esto, por qué eres malo conmigo, siempre he tratado de apoyarte y cuídarte... Qué digas esto, me duele. No lo entiendes ¡TE QUIERO! – Se tiró de rodillas al suelo tapando su cara.

Me excedí, no quería verlo sufrir, ¡Maldición! Soy de lo peor, yo sólo quería provocarlo para después verlo sonreír, lo único que conseguí fue su llanto...

Me arrodille, tomando sus hombros, besado sus labios, trato de separarse pero se lo impedí, lo bese con más fuerza, luchaba con sus manos pegando en mi pecho, ni así logro alejar mis labios de su boca, mordía sus labios buscando que respondiera, note que lo estaba excitando, pues toque su entre pierna con mi mano y chilló como respuesta, no esperé que me golpeará en la cara pero lo hizo, apartándose de mi.

— ¡¡Eres muy malo conmigo!! ¿Por qué me haces esto? Yo te quiero de verdad y tú solo juegas conmigo.

No entendiste que no puedes hacer eso con nadie...

— ¡No estoy jugando! Yo en verdad quería besarte.

— Ni siquiera te gustó...

— Pues me gusta besarte.

— ¿Te gusta mis besos?, pero yo no te gustó.

— Yo no dije eso...

— Entonces ¿te gustó o no?

— Puede que me gustes...

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«Gun»

[Puede que me gustes] Eso decir que yo puedo tener una oportunidad...

Me sentí tan mal cuando le pegué, me estaba doliendo mucho que sólo estuviera jugando conmigo y ahora dice que tal vez le guste.

La puerta de la posiblidad se abrió para mí... Y no quería que se cerrará.

— ¿Eso que quiere decir?

— Quiero poder descubrir si puedo quererte más de lo que ya te quiero... – [más de lo que ya me quiere]

¡Ahh como amigo! Claro.

— ¿Seguro?

— Estoy hablando muy en serio, si tú quieres...

— ¡¡Si quiero!! – se levantó del suelo y me ofreció su mano, cuando me alzó, me atrajo hacia su pecho, poniendo una mano alrededor de mi cintura.

— ¿Puedo besarte otra vez? – Por qué me pregunta, no puede besarme y ya. — No quiero otro golpe de tu parte – resulta que lee lo que pienso.

—¡Lo siento!

— Si tan culpable te sientes, demuestra tu arrepentimiento...

— ¿Cómo? – puso sus labios en picó y cerró sus ojos, eso me hizo reír.

Mmm.. Mm... – se quejó sin abrir sus ojos

Puse mis manos al rededor de sus hombros acariciando su cabello, eso hizo que abriera sus ojos, sonriendo.

— Vas a besarme o vas a dejarme esperando...

— Ni un minuto más caro mío – no tenía idea, sí lograría conquistarlo, lo único seguro para mí, es que a él le gustaban mis besos y con eso me bastaba. Por ahora...

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[Tiempo presente]

— Dije que lo pensaría... – Gun rascaba su cabeza desesperado.

— ¡O sea! Devoras mi boca cada noche y todavía no somos nada... Siempre eres así conmigo...

— Dijiste que me darías tiempo.

— ¿Cuánto más necesitas?

— ¡Gun!

— ¡Está bien! Te aviso que no voy a poder verte en la noche como quedamos. Me surgió otro compromiso...

— ¿Con quién?

— Ya qué no eres mi novio, no tengo por qué decirte... – intentaba caminar sin más, ignorando mi presencia.

— ¿Me está chantajeando? –  lo tome del brazo

— ¡No! Estoy tratando decirte que no puedo hoy – quitó mi mano con la suya.

— ¡Perfecto! – no es el lugar para discutir con él.

— ¡Nos vemos mañana! – ¿Con quién demonios va?

Y me deja a mí sin sus besos...

Está vez no voy a permitir que me quiten lo que es mío, por nada del mundo. Se que en parte es mi culpa, por no aceptar que soy su novio ante él.

¡¡Vamos!! El mismo lo ha dicho, lo devoró a besos... ¿Cómo me pregunta  si vamos hacer novios?

Sí es más que un hecho que lo somos. ¡Tonto!

Tendré que mostrarle que no puede dejar a su novio de esta manera. Y menos, insinuar que lo hace por alguien más.

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